Mensaje
por José Luis » Sab Feb 14, 2009 9:05 pm
¡Hola a todos!
Cuando los nazis llegaron al poder en 1933, uno de sus primeros objetivos políticos fue acabar con cualquier tipo de oposición a la consolidación de su poder. ¿Existió tal oposición? Sin duda. Al margen de su naturaleza y sus causas, esa oposición o resistencia se dio entre los comunistas, los socialdemócratas, los sindicatos, las iglesias, segmentos de la clase conservadora e incluso de los militares. Esa oposición -en concreto la encarnada por los comunistas, socialdemócratas y sindicatos- fue eliminada por el régimen nazi y su maquinaria institucional y de terror. Quizás algunas cifras pueden ilustrar mejor la afirmación anterior. Entre 1933 y 1939 los tribunales de justicia, simplemente, dictaron sentencias sobre 225.000 personas en casos políticos con penas de prisión que totalizaron unos 600.000 años. Por supuesto, hubo casos mucho más numerosos, pero difícilmente calculables, en que los detenidos fueron internados en campos de concentración o ejecutados sin juicio. Siguiendo al profesor Hoffmann*, según los datos oficiales, entre 1933 y 1945 unos tres millones de alemanes pasaron por campos de concentración o por prisiones por razones políticas, algunos por unas cuantas semanas, otros por el periodo completo de esos 12 años; de esos, unos 800.000 lo fueron (internados) por resistencia activa.
Un informe de la Gestapo de abril de 1939 muestra que en esa época había 162.734 personas mentenidas en "custodia preventiva" por razones políticas, 27.369 esperando juicio por delitos (faltas) políticos, y 112.432 bajo sentencia por delitos políticos. Cuando estalló la guerra, una informe de la SS mostraba que había 21.400 prisioneros en seis campos de concentración; a finales de abril de 1942 la cifra total de esos mismos seis campos de concentración se había elevado a 44.700. En diciembre de 1942 había un total de 88.000 personas en campos de concentración, subiendo a 224.000 en agosto de 1943. Un año más tarde, en agosto de 1944, la cifra subió a 524.286, la mayoría judíos y trabajadores forzados. La cifra más alta se alcanzó en enero de 1945, cuando el total de prisioneros en campos de concentración en Alemania en su conjunto era de 714.211.
Durante catorce meses en 1935-1936, 2.197 personas de izquierdas fueron arrestadas en Berlín solo. En 1936 se arrestó en toda Alemania por actividades sociales ilegales un total de 11.687 personas, y la Gestapo capturó 1.643.200 panfletos ilícitos distribuidos por comunistas y socialdemócratas, con 927.430 en 1937. Durante la existencia del Tercer Reich, se ha estimado que "sólo" 6.927 personas fueron ejecutadas (tras juicio con sentencia de pena capital) por razones políticas, de los cuales 3.137 eran alemanes. Los británicos, en base a expedientes capturados al finalizar la guerra, estimaron que fueron ejecutadas unas 4.980 personas únicamente por participar en la conspiración del 20 de julio de 1944 (aunque es evidente que muchos de estos ejecutados no tenían relación con el 20 de julio).
Todas esas cifras son probablemente muy bajas, pues no incluyen los casos innumerables de personas ejecutadas "mientras intentaban escapar", los que murieron como consecuencia de la inanición o víctimas de palizas en los campos de concentración, o los asesinados o colgados "en nombre de la justicia". Como dice Hoffmann, esas cifras sólo muestran muy claramente "un cuadro de las condiciones; prueban que no sólo había opresión, persecución y terror, sino también una amplia resistencia al régimen".
Con todo esto quiero significar que existió, efectivamente, algún tipo de resistencia al régimen nazi desde el mismo día que asumió el poder y hasta su final. Tras su eliminación inicial y una vez consolidado el régimen nazi (1933-35), los restos de esa resistencia y los nuevos grupos que se crearon tuvieron que actuar forzosamente en la clandestinidad, de forma desorganizada y sin objetivos comunes o compartidos.
Ahora bien, ¿cómo fue posible que una nación culta y "adelantada" como Alemania desembocara en la locura criminal del Tercer Reich? ¿Cómo lo permitió la sociedad alemana?
Los académicos que han tratado este tema han dado respuestas diversas (y muchas veces encontradas). Por lo que a mí concierne, siempre lo he considerado teniendo presente las escasas posibilidades que para tal fin representa un régimen totalitario y de terror, pero sobre todo examinando el comportamiento político y civil de las clases dirigentes alemanas antes de la llegada del régimen nazi y durante la existencia inicial del mismo. Cualquier sociedad necesita de líderes y organizaciones para poder expresar su aprobación o reprobación de las políticas de su gobierno. Sin esos mecanismos una sociedad está huérfana o inerme. Y mucho más en un régimen de terror brutal. Bien, a mi juicio, fue el liderazgo político, social, académico, insdustrial, financiero, religioso, militar......., el que durante los últimos años de Weimar y los años iniciales del Tercer Reich posibilitó con su conducta el deterioro total de los valores ético-morales tradicionales alemanes hasta corromper casi de forma total la conciencia política, cívica y social.
* Peter Hoffmann, The History of the German Resistance, 1933-1945 (Massachusetts: The MIT Press, primera edición, 1977), pp. 15-17
Saludos cordiales
José Luis
"Dioses, no me juzguéis como un dios
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a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)