Finalizada la 1ª guerra mundial en 1918, el Tratado de Versalles impuso cláusulas muy severas a la marina alemana, solo se permitían 1.500 oficiales y las unidades se veían reducidas a unas pocas de superficie, prohibiéndose la construcción de aviones y submarinos.
Sin embargo, y pese a la dificultad de construir barcos a escondidas, los preparativos para dotar a Alemania de una potente armada continuaron. Se establecieron fondos secretos, se reclutó gente de confianza y en oscuras oficinas se planificó en silencio. Fue en una empresa en los Países Bajos conocida como “Oficina holandesa de desarrollo Submarino” donde ingenieros navales y oficiales alemanes (en ropa civil) diseñaban y ayudaban a construir submarinos para su venta a varios países. Antes de realizar las entregas las tripulaciones alemanas se dedicaban a “probarlos” exhaustivamente.
Los trabajos prosiguieron en la sombra en Finlandia y a partir de 1926 en una oficina oculta en Berlín. En 1932 el “Alto Mando de la Marina” (OKM) completó sus planes para reanudar la construcción de submarinos y en 1933 inició el entrenamiento exhaustivo de tripulaciones. En otoño de 1934 se fabricaron en España, los Países Bajos y Finlandia las piezas necesarias para ensamblar 10 submarinos, piezas que fueron llevadas a Kiel para su almacenamiento.
En Marzo de 1935 Hitler repudió las cláusulas de desarme y el gobierno alemán desveló su creciente arsenal , el 18 Junio del mismo año se firmó un tratado con Gran Bretaña que limitaba la flota alemana a un 35 por ciento de la británica (45 por ciento en cuanto a submarinos, los británicos tenían una cincuentena), situación que permitía a Alemania empezar a construir sin limitaciones ante la pasividad de las potencias aliadas.
Aquel mismo día fue botado el primer submarino alemán, bautizado más tarde como “U-1”,un submarino del tipo I
Tipo IA
![Imagen](http://www.uboatwar.net/U25.jpg)
Desplazamiento (tn) 1.200
Longitud (mts) 72,4
R. A. Sup. (mn/n) 7.900 a 12
R. A. Sum. (mn/n) 80 a 4
Vel. Máx. Sup. (n) 17,2
Vel. Máx. Sum (n) 8,2
Armamento (torp./minas) 14 (o 22 minas)
http://www.uboat.net/types/ia.htm
Karl Dönitz, el espíritu de los U-Boote.
Nacido en Grünau (cerca de Berlín) el 16 de Septiembre de 1891, estudió en Weimar y entró como cadete en la Marina Imperial. En Septiembre de 1916 fue trasladado al arma submarina, concretamente al mando del U-68, era la época de ases como Lothar von Arnauld de la Perière (400.000 toneladas hundidas) o Walther Forstmann (380.000 t.). El 4 de Octubre de 1918 la nave de Dönitz tuvo que emerger por problemas mecánicos y fue capturado por los británicos.
Finalizada la guerra, con un saldo total de 11.750.000 toneladas de buques aliados hundidos por submarinos, permaneció prisionero hasta 1919, fecha en que fue liberado y reingreso en la marina alemana.
De servicio en lanchas torpederas es transferido en 1923 al Estado Mayor de Kiel como consultor de métodos de caza submarina y desarrollo de cargas de profundidad. Es ahí donde impresiona a sus superiores como “...oficial hábil y ambicioso, excelentemente dotado para su puesto, por encima de la media, un oficial duro y enérgico”. Es ascendido y en 1929 puesto al mando de una unidad de 3 torpederas. En verano de 1934 es ascendido a comandante y recibe el mando del crucero “Emden”.
El 28 de Septiembre de 1935 le asignan el mando de la recién formada “Flotilla Weddingen”, con 9 submarinos, según propias palabras: “...en cuerpo y alma era de nuevo un tripulante de submarinos”.
Su primer objetivo fue transmitir a sus oficiales y hombres su entusiasmo por aquella arma tan poco ortodoxa, exigió a cada tripulación completar con éxito 66 ejercicios de superficie y 66 sumergidos antes de practicar disparando un torpedo. Tras un año utilizando los “vetustos” submarinos del tipo II, recibió los nuevos del tipo VII que califico como “excelentes”.
Al mando global de los U-Boote, Dönitz comenzó a utilizar tácticas menos ortodoxas, ya no pensaba en los submarinos como en un arma solitaria, sino que desarrolló un enfoque ya sugerido en 1917 pero nunca utilizado: desplegar un grupo de submarinos en un amplio arco a lo largo de una probable ruta de convoyes, así aumentaba la probabilidad de que uno divisara un grupo de buques enemigos y avisase por radio a los submarinos más cercanos siguiendo al convoy. En ese momento, y atacando desde los flancos y la retaguardia y, si es posible, en la oscuridad y en superficie, todo el grupo convergía sobre el convoy. Este método comenzó a ser conocido como la táctica de la manada de lobos. Sin embargo, como ocurre con todas las ideas innovadoras, esta táctica no gusto en el Alto Mando que seguía viendo al submarino operando como en la ultima guerra, en solitario y a largo alcance, para ello se diseñaron submarinos de 2.000 toneladas de desplazamiento, equipados con cañones pesados y capaces de operaciones globales, Dönitz veía en esto una perdida de tiempo y medios y aplicó su influencia más allá de lo que su modesto rango le permitía para evitarlo. En Otoño de 1937 realizó los primeros ejercicios a gran escala para probar la táctica de la manada de lobos comprobando que funcionaba admirablemente, a partir de aquí redobló sus esfuerzos para cambiar la forma de pensar del OKW.
Se precipitan los acontecimientos
En 1937 el programa naval de construcciones de buques en Alemania se hallaba bloqueado, la mayor parte del acero disponible se desviaba hacia otras ramas del ejercito alemán, ante esta situación el almirante Raeder lanzó una amenaza el 25 de Octubre de ese mismo año: o recibía más acero, o cortaría drásticamente el programa de construcción a fin de terminar unos pocos buques en un tiempo concebible.
Hitler, en una reunión el 5 de Noviembre, reconoce la posibilidad de una guerra ante Gran Bretaña, pero no antes de 1943 y ordena completar una flota de gran tamaño capaz de enfrentarse a la formidable Marina Real, pero solo concede 6 años y no 10 como pide Raeder.
Dönitz se siente desanimado, no concibe que Gran Bretaña pueda permanecer inactiva mientras un enemigo construye una flota de semejantes dimensiones, solo queda tiempo de construir una flota de submarinos de tamaño mediano antes de que estalle la guerra, calcula que necesita 100 de patrulla permanente en el Atlántico para estrangular a Inglaterra, eso significa disponer de 300, objetivo que podrá conseguirse en los “próximos años”, según declara a principios de 1939.
El 1 de Septiembre Alemania invade Polonia. Dos días más tarde a las 21:00 horas el U-30 de Lemp hunde al trasatlántico Athenia, de 13.500 toneladas. El Alto Mando de la Marina Real Británica envía un mensaje sin cifrar a todas sus unidades: “Alemania Total”.
Saludos cordiales