The Wages of Destruction: The Making and Breaking of the Nazi Economy, Adam Tooze.
Encuadernación: Tapa blanda
Editorial: Penguin Books
Lengua: INGLÉS
ISBN: 978-0143113201
Año: 2008
Adam Tooze, Diplomado del King’s College London School of Economics y actualmente profesor de Historia de Alemania en la prestigiosa universidad de Yale es el autor de este magnífico trabajo todavía no editado en español y del que esperamos con impaciencia que alguna editorial de habla hispana se decida a publicarlo, sería una excelente noticia para todos aquellos aficionados al estudio de la Segunda Guerra Mundial.
La historia del Tercer Reich es apasionante desde todos los puntos de vista, la política y su aspecto militar son objeto de grandes focos de atención bibliográfico, pero cuando entramos en los aspectos económicos ya no resulta tan sencillo encontrar, al menos en español, obras que nos aporten información valiosa. En el caso de este trabajo bien podemos afirmar con rotundidad que estamos ante una obra majestuosa, uno de esos libros que dejan huella tras su lectura. Una historia económica del Tercer Reich con mayúsculas. El libro no es precisamente breve, son casi 900 páginas de texto con sus no menos valiosas notas, un trabajo que hay que degustar página a página.
Ya lo dice en el prólogo el propio autor, el objetivo de este libro es el de poner en el centro del conocimiento la economía del Tercer Reich ofreciendo una historia de la misma que ayude a explicar las acciones políticas llevadas a cabo en la Alemania de Hitler tan relacionadas con sus aspectos económicos. Superar o cuestionar el mito de la superioridad económica alemana es otro de las metas de Adam Tooze. Un avance: en 1939 cuando la guerra va a explotar el PIB acumulado de los Imperios británico y francés supera en un 60% al de Alemania e Italia juntas. Tampoco podemos infravalorar la potencia económica germana, su poderío industrial, pero cuando Hitler llegó al poder Alemania todavía era un país parcialmente modernizado donde más de quince millones de habitantes vivían del artesanado y de la agricultura. Es precisamente este conocimiento de las finanzas germanas lo que nos ayudará a descubrir con más propiedad la irracionalidad del nazismo y a su vez nos revelara las razones del fracaso alemán en su fanática conquista del mundo. Los EEUU y su poderío económico están en el centro de todas las decisiones a este nivel iniciadas por el Tercer Reich: la conquista de las tierras en el Este deberían crear una base autosuficiente que estabilizara su consumo interior y además debería ser la plataforma de salida para competir con la superpotencia norteamericana. En la mentalidad de Hitler no cabía otra forma de poder llegar a igualar a los EEUU sin que se obtuvieran territorios mediante una conquista militar sin entrar, eso sí, en conflicto con el Imperio Británico alejándose, y aquí sí entra de lleno sus concepciones antisemitas, de los norteamericanos, lo que conllevaría a no supeditar su economía a la potencia atlántica.
La creación de empleo, la construcción de las Autobahnen, etc... no significaban para los nazis simplemente un objetivo de mejora de su sociedad, eran parte de la militarización de la ciudadanía germana que comenzaba a ser planificada y extendida a todas las ramas de la economía. Hay datos que son realmente significativos de hacia dónde iba dirigida dicha política financiera: en 1934 el Nuevo Plan de Hjalmar Schacht( Presidente del Reichbank) mantenía a una potencia como Alemania con unas reservas de fondos solamente disponibles para afrontar ¡¡¡una semana de pagos!!!, frente a los seis meses que aconsejaba el FMI. La retórica nacionalista basada en una política agresiva hacia el extranjero era el fundamento real desde el que aspiraban la Alemania hitleriana a la prosperidad, para ello el proteccionismo y la lucha contra el libre-marcado dominado por las élites judías deberían ser sus ejes de lucha. Podríamos estar hablando de un proyecto enfrentado a la mundialización y donde el control de los precios afectaría el devenir natural del mercado.
Para Tooze no hay duda: la guerra no era una opción, era el objetivo. La Wehrmacht debería servir como garante para abastecerse rápidamente de las materias primas necesarias para ser lo suficientemente independientes como para no mantener su economía subordinada al poder anglosajón. El problema radicaba también en intentar rearmarse y a su vez satisfacer la demanda interna de consumo sin caer en los peligros de una inflación galopante, es en este punto donde los choques entre el personal que hasta entonces dirigía la economía nazi y los elementos más extremistas del régimen comienzan a ser más que evidentes. La prioridad era el rearme, aunque fuese a costa de no mantener una economía saneada, es el tiempo de Goring el cual sitúa la política económica en una estrategia destinada a la militarización del país. Tooze opina que Hitler era consciente del grave revés en materia de armamento que sufría Alemania por lo que había que pasar a la acción lo más rápido posible aunque fuese a costa de las necesidades de la población. Había que llevarlo a cabo antes de que los EEUU emplearan toda su potencia económica.
Interesante también el papel que iban a representar los planteamientos económicos nazis en la demografía de la Europa Oriental, el Holocausto no solamente radicó en la matanza deliberada mediante el asesinato de judíos, eslavos, etc..también la penuria económica a la que se quería someter a esas poblaciones ocupadas debería significar, según los cálculos germanos, la muerte por inanición de entre 20 y 30 millones de personas. Economía- Imperativos ideológicos-Necesidad pragmática….
Para el autor, es a partir de 1942 cuando la economía del Tercer Reich cae en manos de nazis y no de tecnócratas como siempre se ha querido mostrar, sobre todo en base a la figura de Speer, hombre clave en la deliberada y genocida política armamentística. ¿Milagro económico? Sí, pero basado en una violencia coercitiva sin parangón en la historia donde la ideología supera cualquier otro motivo a la hora de alcanzar los objetivos previstos, violencia apocalíptica, así califica Tooze la utilización de la mano de obra esclava que debería servir a los interese guerreros alemanes en los años finales de la guerra.
Desde luego, y para finalizar esta reseña, nada mejor que afirmar el placer que he experimentado ante una lectura de esas que dejan huella, un trabajo que ofrece respuestas a todas aquellas cuestiones que siempre han estado ligadas a la dirección estratégica de la política hitleriana en todos sus ámbitos, donde la comprensión de los aspectos económicos resultan fundamentales para comprender las acciones emprendidas por Hitler desde que alcanzó el poder hasta los estertores de su régimen. La lectura de este libro supone, en mi caso, un antes y un después en la visión global del Tercer Reich.
Fuente imagen: https://www.amazon.fr/Wages-Destruction ... adam+toozeLa historia del Tercer Reich es apasionante desde todos los puntos de vista, la política y su aspecto militar son objeto de grandes focos de atención bibliográfico, pero cuando entramos en los aspectos económicos ya no resulta tan sencillo encontrar, al menos en español, obras que nos aporten información valiosa. En el caso de este trabajo bien podemos afirmar con rotundidad que estamos ante una obra majestuosa, uno de esos libros que dejan huella tras su lectura. Una historia económica del Tercer Reich con mayúsculas. El libro no es precisamente breve, son casi 900 páginas de texto con sus no menos valiosas notas, un trabajo que hay que degustar página a página.
Ya lo dice en el prólogo el propio autor, el objetivo de este libro es el de poner en el centro del conocimiento la economía del Tercer Reich ofreciendo una historia de la misma que ayude a explicar las acciones políticas llevadas a cabo en la Alemania de Hitler tan relacionadas con sus aspectos económicos. Superar o cuestionar el mito de la superioridad económica alemana es otro de las metas de Adam Tooze. Un avance: en 1939 cuando la guerra va a explotar el PIB acumulado de los Imperios británico y francés supera en un 60% al de Alemania e Italia juntas. Tampoco podemos infravalorar la potencia económica germana, su poderío industrial, pero cuando Hitler llegó al poder Alemania todavía era un país parcialmente modernizado donde más de quince millones de habitantes vivían del artesanado y de la agricultura. Es precisamente este conocimiento de las finanzas germanas lo que nos ayudará a descubrir con más propiedad la irracionalidad del nazismo y a su vez nos revelara las razones del fracaso alemán en su fanática conquista del mundo. Los EEUU y su poderío económico están en el centro de todas las decisiones a este nivel iniciadas por el Tercer Reich: la conquista de las tierras en el Este deberían crear una base autosuficiente que estabilizara su consumo interior y además debería ser la plataforma de salida para competir con la superpotencia norteamericana. En la mentalidad de Hitler no cabía otra forma de poder llegar a igualar a los EEUU sin que se obtuvieran territorios mediante una conquista militar sin entrar, eso sí, en conflicto con el Imperio Británico alejándose, y aquí sí entra de lleno sus concepciones antisemitas, de los norteamericanos, lo que conllevaría a no supeditar su economía a la potencia atlántica.
La creación de empleo, la construcción de las Autobahnen, etc... no significaban para los nazis simplemente un objetivo de mejora de su sociedad, eran parte de la militarización de la ciudadanía germana que comenzaba a ser planificada y extendida a todas las ramas de la economía. Hay datos que son realmente significativos de hacia dónde iba dirigida dicha política financiera: en 1934 el Nuevo Plan de Hjalmar Schacht( Presidente del Reichbank) mantenía a una potencia como Alemania con unas reservas de fondos solamente disponibles para afrontar ¡¡¡una semana de pagos!!!, frente a los seis meses que aconsejaba el FMI. La retórica nacionalista basada en una política agresiva hacia el extranjero era el fundamento real desde el que aspiraban la Alemania hitleriana a la prosperidad, para ello el proteccionismo y la lucha contra el libre-marcado dominado por las élites judías deberían ser sus ejes de lucha. Podríamos estar hablando de un proyecto enfrentado a la mundialización y donde el control de los precios afectaría el devenir natural del mercado.
Para Tooze no hay duda: la guerra no era una opción, era el objetivo. La Wehrmacht debería servir como garante para abastecerse rápidamente de las materias primas necesarias para ser lo suficientemente independientes como para no mantener su economía subordinada al poder anglosajón. El problema radicaba también en intentar rearmarse y a su vez satisfacer la demanda interna de consumo sin caer en los peligros de una inflación galopante, es en este punto donde los choques entre el personal que hasta entonces dirigía la economía nazi y los elementos más extremistas del régimen comienzan a ser más que evidentes. La prioridad era el rearme, aunque fuese a costa de no mantener una economía saneada, es el tiempo de Goring el cual sitúa la política económica en una estrategia destinada a la militarización del país. Tooze opina que Hitler era consciente del grave revés en materia de armamento que sufría Alemania por lo que había que pasar a la acción lo más rápido posible aunque fuese a costa de las necesidades de la población. Había que llevarlo a cabo antes de que los EEUU emplearan toda su potencia económica.
Interesante también el papel que iban a representar los planteamientos económicos nazis en la demografía de la Europa Oriental, el Holocausto no solamente radicó en la matanza deliberada mediante el asesinato de judíos, eslavos, etc..también la penuria económica a la que se quería someter a esas poblaciones ocupadas debería significar, según los cálculos germanos, la muerte por inanición de entre 20 y 30 millones de personas. Economía- Imperativos ideológicos-Necesidad pragmática….
Para el autor, es a partir de 1942 cuando la economía del Tercer Reich cae en manos de nazis y no de tecnócratas como siempre se ha querido mostrar, sobre todo en base a la figura de Speer, hombre clave en la deliberada y genocida política armamentística. ¿Milagro económico? Sí, pero basado en una violencia coercitiva sin parangón en la historia donde la ideología supera cualquier otro motivo a la hora de alcanzar los objetivos previstos, violencia apocalíptica, así califica Tooze la utilización de la mano de obra esclava que debería servir a los interese guerreros alemanes en los años finales de la guerra.
Desde luego, y para finalizar esta reseña, nada mejor que afirmar el placer que he experimentado ante una lectura de esas que dejan huella, un trabajo que ofrece respuestas a todas aquellas cuestiones que siempre han estado ligadas a la dirección estratégica de la política hitleriana en todos sus ámbitos, donde la comprensión de los aspectos económicos resultan fundamentales para comprender las acciones emprendidas por Hitler desde que alcanzó el poder hasta los estertores de su régimen. La lectura de este libro supone, en mi caso, un antes y un después en la visión global del Tercer Reich.