Scharnhorst
La orden de zarpar llegó al Scharnhorst el Día de Navidad de 1943. Pese a los meses de inactividad, la moral de la tripulación seguía siendo alta. Cuando el oficial de artillería reunió a sus hombres en la cubierta para informarles de la misión que les aguardaba, gritos de entusiasmo ahogaron su voz. Por fin tendría lugar la operación Ostfront, o Frente Oriental, que Dönitz había prometido a Hitler.
El objetivo era el convoy JW55B con destino a Murmansk, compuesto por 19 cargueros y una numerosa escolta de destructores. Se creía que el convoy pasaría al día siguiente a 240 Km por encima del Cabo Norte, cuando el parte meteorológico anunciaba vientos huracanados. La mar gruesa entorpecería la navegación del convoy, y también ralentizaría a la escolta de destructores del Scharnhorst. También se esperaba una tormenta de nieve, de modo que no habría reconocimiento aéreo......., incluso si el Cuartel de las Aguas del Norte de la Luftwaffe, con base en Narvik, conseguía la autorización de Göring para los vuelos.
Detalle de la artillería
Varios oficiales de alto rango manifestaron su preocupación por el hecho de que la principal condición para empeñar a un buque capital –conocimiento adecuado de la posición del enemigo- no se daba. El segundo comandante en Narvik llegó al extremo de contactar con el almirante Otto Schniewind, a 1600 Km de distancia, en el cuartel del Grupo Naval Norte, en Kiel, urgiéndole para que cancelase la operación. Schniewind retransmitió el mensaje al mando naval en Berlín, añadiendo sus propias inquietudes. Pero Dönitz no quiso saber nada al respecto.
El Scharnhorst recibió la orden de embarcar a las 5:00 pm. El apretado programa proporcionaba apenas tres horas para librarse de las redes anti torpedos y ponerse en marcha. Las órdenes para los cinco destructores de la escolta no llegaron sino hasta las 4:37 pm, apenas 23 minutos antes de la hora fijada para la salida. Así pues, la operación Frente Oriental se puso en marcha con dos horas de retraso.
El Scharnhorst tenía un nuevo patrón, el capitán Fritz Julius Hintze, y un inexperimentado comandante de la fuerza expedicionaria, el almirante Erich Bey. Aunque Bey tenía reputación por acciones de destructores en Narvik y en el Canal de la Mancha, nunca antes había estado al frente de un grupo de acorazados. Y, debido a las licencias de las fiestas, el Scharnhorst estaría con la plantilla incompleta.
En Noruega, 1943
Después de que Bey hubiera zarpado, el almirante Schniewind se volvió a comunicar con Dönitz para urgir la cancelación de la misión. Como mínimo, exigió, los destructores debían ser retirados. Pasaron varias horas sin que llegara ninguna respuesta. A las 00:02 am del 26 de diciembre, Dönitz se puso en contacto. Si los destructores no podían funcionar de manera eficaz, el Scharnhorst debía proceder solo, como “buque corsario armado”. Como Hitler un año antes, Dönitz estaba desesperado por un éxito rotundo. Había convencido al Führer de que la Flota de Alta Mar podía producir resultados, si sus capitanes no se veían limitados por órdenes de mantener al prudencia. En otro mensaje, ordenó a Bey “hacer un uso audaz y hábil” de la situación táctica. “la batalla”, dijo, “debe llevarse hasta sus últimas consecuencias”.
El almirante Bey estaba lo bastante angustiado por el mal tiempo para romper el liencio radiofónico. Envió un mensaje a Narvik: “ Uso de armas de destructores gravemente deteriorado”. Este mensaje era lo más parecido a lo que un capitán honorable se podía a acercar a una llamada de auxilio. Pero la utilización de las ondeas radiofónicas sólo empeoró su situación. El servicio de escuchas de la Royal Navy recogió la transmisión y concluyó que había un buque capital alemán en el mar. La noticia fue remitida al crucero pesado Norfolk y a los cruceros ligeros Sheffield y Belfast. También alcanzó a la fuerza expedicionaria de la Home Fleet para los convoyes con destino a Murmansk del almirante Bruce Fraser, compuesta por el acorazado Duke of York, el crucero ligero Jamaica y cuatro destructores.
Cuando llegó la alerta, el grupo de cruceros del Norfolk estaba 240 km al este del JW55B. Los tres cruceros pusieron toda máquina de inmediato. La fuerza expedicionaria de Fraser estaba a 350 km al suroeste. Ordenó al convoy JW55B que girase en dirección noreste y pidió más destructores . Luego dirigió al Jamaica y al Duke of York hacia el Cabo Norte, esperando interceptar a los buques alemanes de su base en Noruega.
HMS Duke of York
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HMS Duke Of York
http://www.clydesite.co.uk/clydebuilt/s ... RK_554.jpg
El Scharnhorst poseía un blindaje pesado, nueve cañones de 28 cm en tres torteas y una formidable velocidad máxima de 31 nudos. Los cruceros ligeros británicos no eran rival para este monstruo. Pero el Duke of York, un nuevo acorazado con cañones de 35 cm, era otra cosa. Inconsciente de estas amenazas, el Scharnhorst continuó su marcha en dirección norte.