LOS PRESOS
En Breendonk fueron encarcelados un total de 3.532 presos, pero a la vez en el campo no había más de 600.
La mayor parte de los presos no judíos eran miembros de izquierdas de la resistencia belga.
Mediante torturas, ahorcamientos, fusilamientos, trabajos forzados y las condiciones de vida, cientos de presos perdieron la vida.
El 22 de septiembre de 1941, enviaron a los presos comunistas belgas, en un primer convoy, al campo de concentración de Neuengamme.
Durante el primer año de la ocupación, el número de judíos en el campo, equivalía a la mitad del número total de prisioneros.
Los judíos, fueron separados del resto hasta 1942. A partir de ese año se creó el “Campo de Recepción” (vezammelkamp), donde los judíos fueron confinados para ser transferidos al campo del tránsito de Mechelen (Malinas) (Bélgica), o deportados al campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau.
A partir de entonces, Breendonk se convirtió en un campo para prisioneros políticos y miembros de la resistencia.
Un promedio de tres meses de estancia tenían los prisioneros en la fortaleza antes de su deportación hacia los campos de concentración en Alemania, Austria o Polonia.
Un total de 2.330 detenidos fueron deportados desde Breendonk.
En total 3.532 personas, incluyendo alrededor treinta mujeres, vivieron el infierno de Breendonk, 393 murieron en el campo y 1.733 de ellos no sobrevivieron la a guerra.
LA CANTERA
Presos realizando trabajos forzados.
Fuente: http://www.gedenken-in-benelux.de
Las tareas en la cantera consistían en llevar en carretillas y vagonetas la arena que se había acumulado hacía décadas para abrir el foso, con el fin de levantar un gran muro y hacer más difícil la fuga y evitar las miradas indiscretas del exterior.
En definitiva los prisioneros desplazaron 250.000 m3 de tierra a mano.
Sólo por malevolencia, sólo para escarnecer, muchas veces la carga debía de regresarse al lugar de donde había sido recogida.
El objetivo era minar mentalmente al prisionero y causarle la desintegración moral.
Walter Obler, prisionero judío renegado del campo, se ensañaba con los judíos, ayudante de confianza de Arthur Prauss, Obler, era el jefe del dormitorio número 1 (kapo) y en la cantera fungía como contramaestre.
A él se le debe el primer muerto en Breendonk, el 17 de febrero de 1941.
El muerto era judío. En su residencia en el campo mató a diez de su etnia.
Obler fue transferido a Auschwitz y a Mauthausen en 1943.
En las celdas individuales, del tamaño de los dormitorios era donde los SS perfeccionaban su mayor crueldad. En cada cuarto había una serie de doce mini celdas destinadas a los detenidos especiales. Los prisioneros debían permanecer de pie todo el día sin moverse debido al tamaño de las mismas.