POST-GUERRA Y DECLIVE
Con la paz, , los He112, bajo el mando de El Corto, se trasladaron el 13 de Julio de 1939 al aeródromo de Santa Ramel, en Tetuán, desde donde mas tarde pasarían al de Tarima/Nador, en Melilla, en donde constituirían la 1ª escuadrilla del 27 Grupo del Regimiento Mixto nº 2.
El 15 de julio, Muntadas “Muntaditas” y El Mallorquín solicitaron permiso para desplazarse a Málaga, en donde el primero tenía a su novia, y al que al sobrevolar el estrecho se le para el motor, que no consigue volver a ponerlo en marcha, por lo que planeando consigue llevarlo hasta Estepona, sacando el tren e intentando tomar tierra en su playa. El aterrizaje parece que va bien cuando una rueda se hunde en la arena, haciendo que capote el avión que queda boca abajo sin cubrir el agua los planos. Pero la mala fortuna hace que el golpe bloquee la cabina y Muntaditas pereció ahogado en apenas un metro de agua. En cuanto al avión pudo ser recuperado y volvió al aire.
HE 112 en Tetuán
El año 1940, con la segunda guerra mundial comenzada, trae la ocupación de Tánger por las tropas españolas para garantizar su neutralidad y, consecuentemente un par de H112 fueron destacados a su aeródromo a fin de protegerla. En esta época las cosas van transcurriendo con tranquilidad y apenas hay actividad, debido sobre todo a la falta de gasolina.
He 112 con el camuflaje africano
El desembarco aliado en el Norte de África, iniciado el 8 de Noviembre de 1942, significó el principio de la reanudación de la actividad en Nador, ya que los aviones aliados se paseaban impunemente sobre nuestro territorio sin que hubiese posibilidad de interceptarlos. Así, hasta el 3 de marzo de 1943, en el que el rudimentario servicio de alerta aviso con la suficiente antelación de la penetración de un grupo de aviones sobre el territorio. El Heinkel He112 matriculado 5-68, que s encontraba de alarma a cargo del entonces teniente Miguel Entrena Klett, quien con el motor a fondo y los frenos calzados hizo que el avión levantase la cola y saliera lanzado a lo largo de la pequeña pista de losas de cemento, de unos 80 metros, y evitando así clavarse en el barro del campo. Una vez en el aire comienza a tomar altura y subió hasta los 3.500 metros, viendo entonces una formación de P-38 Lightning, formando dos grupos de 6 y 5 aviones cada uno. Trepó unos 500 metros más, realizando un viraje para tener el sol de espaldas, lanzándose en picado sobre el ultimo avión de la formación superior, al que disparó toda la munición de los dos cañones MG FF de 20 mm, no pudiendo hacerlo con las dos ametralladoras MG-17 de 7,92 mm al comprobar que no estaban cargadas. El avión americano perdió altura, soltando los depósitos lanzables, escapando a toda velocidad a la Argelia francesa. El vuelo de Entrena duró 15 minutos y al tomar tierra su He-112 quedó atrapado en el barro en plena pista, tardándose mas de media hora en poder ser sacado y llevado al hangar. El P-38 hizo un aterrizaje de emergencia en la orilla argelina del río Muluya, donde fue recuperado por los americanos, en cuanto a sus depósitos fueron recuperados a muy escasos metros del cuartel de regulares de Alhucemas nº 5 con varios impactos de 20 mm.
Al día siguiente una formación de 21 Lightning en 7 cuñas de 3 aviones cada una, rompieron filas sobrevolando de forma reiterada a placer sobre el aeródromo de Nador, sin que los pilotos del Grupo 27 recibiesen orden de interceptación alguna, dado que las nuevas ordenes de Madrid, tras conocerse los hechos acontecidos, era la de disparar en el caso de ser atacados y solo para responder a la agresión.
La diplomacia ya se encargaría de quitarle hierro al asunto.
Pilotos en Africa, entre ellos Miguel Entrena
He 112 "africano" en vuelo
Por otra parte los incidentes con los He 112 empezaron a producirse con demasiada asiduidad y sus tomas forzosas por averías son mas de las deseables, aunque la mayoría sin mayores problemas , tal como le sucedió al entonces teniente Emilio Herrera Alonso, quien volando en pareja con su jefe de escuadrilla el capitán Juanjo Díaza de Arcaya, al regresar hacia Tarima después de haber realizado prácticas de combate y en la vertical de Azib de Mídar, a 2000 metros de altitud, sufrió una parada de motor, por lo que después de comunicar por radio con Arcaya se decidió a intentar tomar en el abandonado, desde 1927, aeródromo de Dar Drux. Ya con sólo 300 metros de altitud, observó que el terreno estaba lleno de caballos con sus jinetes, por su parte Arcaya , al darse cuenta de la situación, se le adelantó a todo gas a abrirle el camino con una escalofriante pasada sobre los caballos que corrían espantados entre una gran polvareda y dejando limpia la zona de aterrizaje a Herrera, quien con el tren plegado, los flaps totalmente extendidos y desconectada la instalación general y cerrada la llave de combustible, se deja caer a la mínima velocidad, quedándose detenido después de unas pocas decenas de metros en una espesa humareda de polvo marroquí.
Los accidentes se suceden con demasaida frecuencia
Hacia el final de la WW2 apenas se volaba, tanto por el desgaste del material como por la falta de combustible. Poco a poco los aviones fueron llevados a la península a fin de llevar la revisión adecuada en la Maestranza de Logroño, aunque muchos de ellos se quedaron en el camino por el agotamiento y como consecuencia de sus tomas forzosas y tuvieron que ser llevados a Recajo a bordo de camiones. El día 8 de septiembre de 1946 uno de ellos realizó una toma forzosa en la Restinga, quedando destrozado el avión y muerto su piloto, el teniente José Luís Álvarez Villaverde.
A finales de 1947 ya no quedaban He 112 en el grupo 27. Emilio Herrera tiene registrado el último vuelo el 23 de septiembre de 1947, siendo sustituidos, tras casi un año sin aviones por los Fiat Cr 32 fabricados por La Hispano, a partir del agosto de 1948.
"Vista, suerte y al toro" , solo le falto suerte
A partir de entonces apenas existe información sobre ellos. Algunos fueron llevados a la Escuela de Caza de Morón, en donde debieron volar muy poco. Lo cierto es que la ultima noticia que tenemos es el accidente que costó la vida al capitán Vinicio Gutiérrez en Padrejón (Logroño) el 15 de julio de 1952, cuando llevaba, quizás al último de ellos, a la maestranza de Logroño.
Fuentes: Juan Arráez, AVIONREVUE nº 123
Fotos: Squadron Signal y AVIONREVUE