Mensaje
por José Luis » Jue May 29, 2014 5:11 am
¡Hola a todos!
En seguimiento a la petición de Eriol en uno de sus últimos mensajes, me permito realizar las siguientes observaciones.
1) Sería conveniente plantear esta historia alternativa como una opción viable históricamente y analizar sus posibles resultados. Es decir, una exposición breve, pero detallada, de los cambios que habrían tenido lugar con respecto a las decisiones y desarrollos militares y políticos ordenados por Hitler en el verano de 1940. Una vez presentados estos cambios, se analiza su viabilidad y se estiman sus resultados posibles. Quiero decir que hay que dejar a un margen el inventarse directivas de Hitler y manejar circunstancias que difícilmente se podían adelantar en la época de los hechos. En otras palabras, hay que abstenerse, en la medida de lo posible, de sacar provecho de la visión retrospectiva. Por tanto, a mi juicio debería plantearse: "¿Qué pasaría si...?"; analizar luego la viabilidad histórica de esa hipótesis, su viabilidad militar y política, y finalmente considerar cuáles habrían sido sus posibles resultados y consecuencias para el cuadro general de la guerra.
2) Como contribución personal a este hilo, aparte de la introducción del anterior memorando de Jodl, añadiré más información sobre lo que se barajó realmente en el liderazgo de la Wehrmacht en aquellos cruciales meses del verano de 1940.
Siguiendo con Jodl, con respecto al punto (a), el primer objetivo más importante recomendado en su memorando de 30 de junio de 1940 era la eliminación de la fuerza aérea británica: “La guerra contra la fuerza aérea británica debe ser la primera tarea para reducir y finalmente poner un fin a la destrucción de los fundamentos de nuestra economía de guerra”. A tal fin, debía derrotarse a la RAF sobre los cielos de Inglaterra que estuvieran dentro del radio de acción de los cazas pesados alemanes (los Me 110), o como mínimo obligar a la RAF a que se retirase a las bases del centro de Inglaterra. Ello haría posible “destruir toda la parte meridional de Gran Bretaña con su industria de armamentos y reducir en gran parte la eficacia de los bombarderos británicos contra las partes occidentales de Alemania”. Si se eliminaba la industria aérea concentrada alrededor de Londres y Birminghan se haría imposible que la RAF reemplazara sus pérdidas, lo que significaría “el final de la capacidad de Gran Bretaña para llevar a cabo acciones contra Alemania”. La destrucción de la industria aérea británica tenía que complementarse con una campaña simultánea contra los depósitos de suministros, exportaciones e importaciones, en el mar y en los puertos: “Combinado con propaganda y ocasionales ataques de terror -que deben ser presentados como represalias-, este declive acelerado en el suministro de víveres del país paralizará y finalmente quebrará la voluntad del pueblo para resistir, forzando así al gobierno a capitular”. Un desembarco, según Jodl, sólo debería llevarse a cabo para “administrar un golpe mortal a Gran Bretaña cuando hubiese sido paralizada su economía de guerra y destruida su fuerza aérea, y sólo en el caso de que fuese necesario”. Como condición esencial para un desembarco, la Luftwaffe tenía que conseguir la supremacía aérea. (Klaus A. Maier, “The Battle of Britain”, en Klaus A. Maier et al, Germany and the Second World War. Volume II: German Initial Conquests in Europe (Oxford University Press, 2003), p. 374.
Como alternativa o como complemento a esa aproximación directa contra Gran Bretaña, punto (a), estaba la aproximación indirecta o guerra periférica, lo que incluía la captura de Gibraltar en cooperación con España y la captura del Canal de Suez en cooperación con Italia. Jodl también creía que sería útil prestar apoyo a los movimientos de independencia árabe.
El 29 de agosto de 1940 el capitán Wagner, del EM de Operaciones de la Kriegsmarine, envió un memorando sobre “La conducción de la guerra contra Gran Bretaña en el caso de la no-materialización de la 'Operación León Marino'”, que desarrollaba ideas similares a las de Jodl acerca de la guerra sobre la periferia. El memorando recomendaba, en el caso de que hubiera que abandonar o posponer los planes de desembarco contra Inglaterra, la captura de las áreas del Mediterráneo que eran de vital importancia tanto para los intereses del Eje como para los de Gran Bretaña. La captura de Gibraltar (con España) y el cierre del Canal de Suez mediante un ataque italo-alemán en Egipto serían suficientes, en opinión de la Kriegsmarine, para poner el Mediterráneo en la esfera de poder del Eje. Ello aseguraría un transporte naval sin problemas por el Mediterráneo, cerraría la posible intervención británica en los Balcanes, y convertiría Oriente Medio en una fuente de materias primas para el Eje y una base para posteriores movimientos hacia India. La conquista de Gibraltar y la previa entrada de España en la guerra evitarían la secesión de colonias francesas y ampliarían la base para la guerra naval en el Atlántico. Además, parecían factibles bases alemanas en las islas atlánticas de España y Portugal (lo que iba en línea con las ideas de Hitler, así como una base en Dakar) y podían influir en la actitud de Estados Unidos. En resumidas cuentas, para el estado mayor naval alemán, el control del Mediterráneo era “de importancia decisiva para la posterior conducción de la guerra”, y no descartaba la posibilidad de que, en tal caso, cesara la resistencia británica.
El OKH y el OKW también consideraron varias alternativas para proponer a Hitler en el caso de que no resultase la aproximación directa contra Gran Bretaña. A finales de julio de 1940, el OKW propuso la creación de un cuerpo expedicionario para apoyar una ofensiva italiana contra Egipto, y a tal fin se instruyó a Brauchitsch que estudiara los requisitos técnicos. El departamento de defensa interior del OKW estimó que el periodo hasta la primavera de 1941, cuando habrían de necesitarse nuevamente todas las formaciones blindadas para la campaña rusa, sería probablemente suficiente para “destruir...la posición británica en el Mediterráneo”. Jodl creía que había llegado la hora de sentar un acuerdo con Mussolini para que Alemania e Italia pudieran llevar en conjunto, y no por separado, la “lucha final” contra Gran Bretaña. Sin embargo, Mussolini consideraba todavía que podía hacerlo sin la ayuda alemana que le ofrecieron a principios de septiembre, pues creía que tenía una buena oportunidad contra Egipto una vez que hubiese comenzado el desembarco alemán en Inglaterra. (Hans Umbreit, “The Return to an Indirect Strategy against Britain”, en Klaus A. Maier, Op. Cit., p. 408 y ss.
Estas son, de manera resumida, las opciones reales que se barajaron entre junio y agosto de 1940 en el bando alemán con respecto a la continuación de la guerra contra Gran Bretaña. Considero que sobre esta base debes plantear tu hipótesis.
Saludos cordiales
JL
"Dioses, no me juzguéis como un dios
sino como un hombre
a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)