Continuamos nuestro particular paseo por este pequeño salón de la fama de la aviación alemana presentando a un piloto que fue el vivo ejemplo de la capacidad de superación del ser humano. Con todos ustedes el coronel
Werner Mölders:
Fuente: http://fraumolders.tumblr.com/post/2477 ... s-18-march
Nombre: Werner Mölders; apodado 'Vati' (Papi)
Fecha y lugar de nacimiento: 18 de marzo de 1913 en Gelsenkirchen, Westfalia (República de Weimar)
Fecha y lugar de fallecimiento: 22 de noviembre de 1941 en un accidente aéreo cerca de Breslau, Polonia
Rango: Oberst (Coronel)
Años de servicio: 1935-1941
Historia: Werner Mölders nunca tuvo unas buenas condiciones físicas para volar. A principios de los años 30 intentó ingresar en la Luftwaffe pero fue descartado debido a su propensión a los mareos y a la pérdida de conocimiento. No obstante, no cejó en su empeño de cumplir su sueño y se entrenó duramente hasta que finalmente conseguiría ser aceptado en 1934 entrando como voluntario en el escuadrón de caza J88 (
Jagdgruppe 88) de la Legión Condor.
En el transcurso de la Guerra Civil Española, Mölders consiguió adjudicarse su derribo número 14 el 15 de octubre de 1938 convirtiéndose así en el piloto alemán con más victorias en esta contienda. Tuvo un regreso triunfal a Alemania y asumió el mando del JG53 (
Jagdgeschwader 53) donde se sirvió de su experiencia en España para instruir a otros pilotos en unas técnicas revolucionarias de formación y combate aéreo.
Participó en la Batalla de Francia y en la Batalla de Inglaterra al mando del JG51 consiguiendo elevar su cifra personal de derribos a 68. En junio de 1941 su unidad fue trasladada al Frente del Este y combatió en la operación Barbarroja consiguiendo grandes éxitos. Gracias a su extraordinaria pericia, a finales del mes de junio, se convirtió en el primer piloto en superar la marca de 80 aviones abatidos de Manfred von Richthofen, el mítico Barón Rojo.
El 22 de noviembre de 1941, Mölders viajaba como pasajero en un Heinkel He 111 desde Crimea a Alemania para asistir al funeral de su superior Ernst Udet. Debido a una fuerte tormenta, el aparato intentó aterrizar en Breslau pero perdió un motor y acabó estrellándose. Debido a este fatídico accidente, quedaba truncada a los 28 años de edad la vida de uno de los grandes ases de la aviación alemana. En su fulgurante carrera llegó a derribar 115 aviones.