Quisiera abrir un nuevo hilo para dar a conocer una visión de los portaaviones de la clase Essex de la US Navy. Se trata de una traducción y adaptación personal de un artículo escrito por Patrick Toussaint titulado “Les porte-avions de la Victoire. Les “Clase Essex” de l’US Navy” publicado en la revista Histoire de Guerre nº 51 de octubre de 2004. En lo que se refiere al historial y acciones de guerra de los distintos navíos de la serie me remito al excelente hilo iniciado por Monsieur Homer 5275 y los posts de Monsieur Grossman y Monsieur Ormeño Chicano, entre otros, en el apartado de los portaaviones norteamericanos: search.php?t=11661" onclick="window.open(this.href);return false; y del portaaviones en general:
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Comienzo con la traducción.
De 1941 a 1945, el Pacífico es el teatro de enfrentamientos aeronavales de una nueva naturaleza, que van a tener una gran importancia en el desarrollo de los combates. Las flotas enemigas se van a enfrentar sin estar en contacto, sin incluso, percibirse entre ellas, solamente por medio de su aviación embarcada. Los Estados Unidos en este aspecto, van a poner en servicio portaaviones pesados, numerosos y de calidad, los Essex, que constituirán una aportación esencial en su victoria.
En el transcurso de los años que preceden a la II GM, pocos dudaban aún de que los portaaviones y sus grupos aéreos iban a representar un papel de primer nivel. Incluso los que veían en el arma aeronaval un arma de gran porvenir, no imaginaban hasta que punto esta iba a cambiar las condiciones del combate naval.
En esta época, el dominio del acorazado, en cuanto “capital ship”, permanece incontestable. No obstante la aparición del avión en 1914-18, anuncia un giro en el “arte” del combate y de las diferentes maneras de realizarlo, tanto en la mar como en tierra. Después del primer conflicto, en el periodo de entre guerras, las fuerzas navales como la británica, la japonesa o la norteamericana se interesan por esta nueva arma. Poco a poco gracias a las innovaciones técnicas, a veces con tentativas fallidas, otras fructuosas, emerge un concepto naval totalmente nuevo y los portaaviones, después de varios modelos experimentales, comienzan a integrar algunas flotas. Inicialmente son dedicados, más o menos, a un papel secundario, sobre todo destinados al papel de navíos de escolta, la exploración o a la protección de escuadras de navíos de línea.
Pero su vocación, que todavía no está definitivamente lograda, no tardará en evolucionar en un sentido ampliamente ofensivo, bajo el impulso entre otros, pero sobre todo, de Japón.
La situación a finales de 1941
Antes de que los USA entren el la guerra en diciembre de 1941, los portaaviones ya han demostrado lo que eran capaces de hacer y echado por tierra algunas ideas preconcebidas. En el Mediterráneo por ejemplo, en Tarento, o en el Atlántico en la búsqueda del Bismarck, han probado que podían cambiar las cosas. La II GM será la demostración palpable de la capacidad de este nuevo componente de la potencia naval y su importancia no va a cesar de crecer hasta dominar una buena parte de la estrategia empleada en la mar. Será el caso espectacular del Pacífico (y aunque si este fuera menos espectacular, el Atlántico también tendrá una gran importancia en este teatro de operaciones). Después del desastre de Pearl Harbor y de los días que siguieron, la marina americana no tendrá otra opción que utilizar a ultranza y de la manera más ofensiva posible sus grandes navíos que permanecen operativos: sus portaaviones. Los de Japón que acaban de ponerles de rodillas y es en torno a los portaaviones, cuyo número entonces parece insuficiente, donde la marina americana va a reconstruirse y ganar su superioridad.
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Cuando la fuerza de ataque japonesa se aleja de Pearl Harbor, la flota de línea del Pacífico ha cesado, prácticamente de existir. La US Navy disponía en total de 16 acorazados operativos, de los cuales solamente dos acababan de entrar en servicio, los North Carolina (BB-55) y Washington (BB-56) entregados en abril y mayo de 1941. Nueve de estas unidades están destinadas en el Pacífico. El ataque nipón los pone fuera de combate en ocho horas. Por otro lado los británicos pierden igualmente los dos navíos de línea que habían decidido enviar como refuerzo a esta zona: los Repulse y Prince of Wales. Estos buques son hundidos tres días después de Pearl Harbor, el 10 de diciembre, ambos por la aviación japonesa. En esos momentos, las flotas de los Estados Unidos y de sus aliados ya no pueden hacer nada para impedir la invasión japonesa, cuyas rutas son esencialmente marítimas.
Japón que alinea diez portaaviones, otros tantos como navíos de línea, cerca de cuarenta cruceros pesados y ligeros, más de cien destructores y sesenta y tres sumergibles, ha infligido, en pocos días, una derrota dolorosa y general a sus enemigos (unidos en el seno del ABDA, American, British, Dutch (holandés), Australian) que solo disponen de una acorazado. Y aunque existe, más o menos, un equilibrio en lo que se refiere a cruceros pesados y ligeros y a destructores y submarinos, este permanece un tanto precario. Sin embargo, en Pearl Harbor, Japón falla los tres portaaviones aliados operacionales en esta parte del globo. En esta fecha, siete navíos de este tipo están en servicio, operativos o no, en la US Navy y los tres destinados a la flotadle Pacífico están ausentes de Hawaii en el transcurso del ataque. El Saratoga (CV-3), apodado el Sara, está siendo reformado en San Diego, costa oeste de los USA. El Lexington (CV-2), Lady Lex, efectúa una entrega de aviones en Midway. El Enterprise (CV-6) segundo buque de la clase Yorktown, está en la mar de maniobras. Estos barcos serán los principales blancos del ataque japonés, que habían comprendido la importancia de los portaaviones. Librados, indemnes, van a constituir “la primera piedra” de la derrota final del Japón en el Pacífico.
Respecto a los otros portaaviones americanos a finales de 1941, quedan como siguen: El Hornet (CV-8), tercer Yorktown, en servicio el 20 de octubre, no ha terminado su entrenamiento. El Ranger (CV-4) primer navío construido en los USA como portaaviones, de 14.500 t. es más bien un buque experimental. El Wasp (CV-7) no está destinado a la flota del Pacífico y lleva a cabo sus pruebas en la costa este. El Yorktown (CV-5) será transferido de prisa del Atlántico al Pacífico después del ataque.
À suivre. Continuaré en otro momento.
Fuente: Traducción y adaptación personal de un artículo escrito por Patrick Toussaint titulado “Les porte-avions de la Victoire. Les “Clase Essex” de l’US Navy” publicado en la revista Histoire de Guerre nº 51 de octubre de 2004.
À bientôt