Sin ser peronista estoy tentado de preguntar, ¿acaso hubo antiperonismo inteligente?.KRAKAU escribió:Y tras la llegada de Perón al poder a esa carta comenzaron a usarla los norteamericanos.27Pulqui escribió:Cuando la URSS entró en relaciones normales con la Argentina (designación de embajadores), entonces el gobierno de Moscú dejó de usar la carta del nazifascismo argentino.
Gran parte de todos estos cuentos misteriosos sobre nazis en la Argentina tienen su raíz en el antiperonismo bobo.
Es cierto que la historia sin fin del escape de Hitler a la Argentina conserva un tufillo antiperonista. Hoy carece de sentido como argumento en la lucha política, el tufillo sirve para fines comerciales, como en el bodrio Evita de Madonna.
Yendo a la cuestión Argentina-Estados Unidos, claro que las administraciones de Washington usaron la carta del nazifascismo, sin embargo en lo que atañe al refugio de Hitler, Bormann y cía, me parece que no hay documentos al respecto del Departamento de Estado o de otras oficinas. No me refiero a meras conjeturas o a repeticiones de informaciones de dudosa fe sino a pruebas que demuestran la versión. Por el contrario, los informes norteamericanos terminaron por corroborar las investigaciones británicas y soviéticas: Hitler murió en Berlín en 1945.
En sus memorias Braden menciona los dos submarinos alemanes, supone que los tripulantes y demás faltantes del U-530 y U-977 "habían sido suplantados por otras personas, o por objetos valiosos, para evitar que cayeran en manos aliadas". Las investigaciones de los propios estadounidenses descartan la suposición. Más importante, Braden era el embajador cuando arribaron los dos submarinos, así que participó de algún modo en el traslado de las tripulaciones en avión a Fort Hunt, Virginia. Allí, los investigadores interrogaron a los alemanes, y a los oficiales principales los alojaron en celdas equipadas con micrófonos para estar el tanto de las conversaciones más íntimas.
Desde la embajada Braden no cursó ningún cable con la afirmación antedicha, dio rienda suelta a la leyenda en 1971 al publicar sus memorias.