II. Japón
Ejército de Tierra. Era la hermana pobre de las FFAA japonesas, por lo que resultan aun más chocantes los espectaculares logros conseguidos en los 6 primeros meses de guerra. El equipo de la infantería japonesa era muy anticuado, contando con pocas armas automáticas, fusiles modelo de 1895, e incluso sables para los oficiales. Los tanques disponibles eran modelos deficientes, aunque adecuados para la lucha en Asia. Además era una fuerza no demasiado numerosa, contando solo con 44 divisiones en total. En comparación con los ejércitos de las potencias europeas, el ejército terrestre japonés distaba mucho de ser formidable, lo cual explica las apabullantes derrotas sufridas en los encuentros fronterizos con el Ejército Rojo en Mongolia. El fuerte de los japoneses residía en sus superiores tácticas de infiltración en la jungla, en las operaciones anfibias y los combates nocturnos, factores que –junto con la debilidad de las tropas aliadas en el Pacífico en 1941- explican en buena parte las conquistas terrestres japonesas.
Fuerza Aerea. Desde el principio de la guerra, la aviación militar japonesa estuvo subordinada a las otras dos ramas de las FFAA, el ejército y la marina. En 1941, la fuerza aérea naval, dependiente de la marina era una fuerza de élite, altamente entrenada y mejor mandada que las fuerzas aéreas de sus futuros rivales, los Estados Unidos y los británicos. De los 3.000 aparatos disponibles en las fuerzas aereas japonesas, unos 2.000, de los pertenecían a la Marina y el resto al ejército, la mayoría de ellos aparatos modernos y buenos modelos como el A6M5 Zero, que fue el rey aereo del pacífico hasta bien entrado 1942; y modelos de bombaderos embarcados que se mostraron muy eficaces como el Val y el Kate. El mayor problema previsible era que la fuerza aerea no podría permitirse una alta tasa de pérdida de pilotos, dado el complejo y largo proceso de entrenamiento, que en los pilotos navales llegaba a los dos años. Pero desde el punto de vista material y doctrinal, la fuerza aerea japonesa era un enemigo formidable al iniciarse las hostilidades.
Armada. La fuerza naval japonesa era, en 1941, impresionante, tanto por la cantidad como por la calidad de sus barcos, destacando especialmente los 6 portaaviones pesados de la flota combinada, los superacorazados Yamato y Mushasi, y la excelente flota de modernos cruceros pesados, disponibles en un número de 18. Sin embargo, la excelencia del material estaba lastrada por deficiencias técnicas como eran la ausencia de sistema de radar en los buques, y las deficientes medidas antisubmarinas; y por otro lado, errores doctrinales, ya que aunque los japoneses habían comprendido la importancia del portaaviones, se pensaba en el enfrentamiento a cañón entre flotas como punto decisivo de la campaña naval (lo cual tendría funestas consecuencias en Midway, por ejemplo). Por otro lado, la excelente arma submarina japonesa fue desperdiciada por un deficiente concepto operativo, ya que los submarinos fueron utilizados en misiones de observación, escolta de la flota y ataque a unidades de superficie enemigas, en vez de usarlos como amenaza contra el vital tráfico mercante aliado. En definitiva puede decirse que el enorme potencial de la Armada Imperial al inicio del conflicto fue bastante desaprovechado por estos errores.
Saludos