Mensaje
por jaramis » Mar Ene 18, 2011 9:09 pm
Repito: se están juzgando hechos pasados con la moral y el código ético actuales. Creo que la historia está para estudiarla y comprenderla, entender los motivos para entender también las consecuencias, no para juzgarla con ojos actuales. Que hace 2000 años los hombres lucharan a muerte en un anfiteatro para divertimento de los espectadores es algo horrendo a ojos de ahora, pero era algo normal, cotidiano y socialmente aceptado en su época. Que en la edad media hubiera castigos consistentes en ahogar, destripar y descuartizar en público a los reos es algo que hoy nos hace vomitar, pero que en la época era algo aceptado como Ley, y además también era espectáculo público.
Si juzgamos con ojos de ahora, toda la Segunda Guera Mundial en su conjunto es algo horrendo y criminal, que causó la escalofriante cifra de más de 50 millones de muertos, de los cuales había muchos más civiles que militares. Hoy vivimos en la época de los bombardeos "quirúrgicos", y como una bomba se desvíe diez metros de su objetivo y alcance a un autobús de civiles ya se arma la mundial.
Lo que vengo a decir es que cuando veo a quien se rasga las vestiduras porque se lanzaron dos bombas atómicas sobre Japón en 1945 es porque, o bien no entiende lo que significa estudiar un hecho histórico y situarlo en su debido contexto, o bien se ofusca en destacar este hecho sobre los otros miles de hechos horrendos que ocurrieron durante esos funestos seis años impulsado por un sentimiento antiamericano que a mí me parece que no ha de tener lugar cuando se trata de estudiar la historia e intentar comprenderla.
Quien dice que lanzar dos bombas atómicas sobre dos ciudades es algo horrendo no descubre nada nuevo. Por supuesto que lo es. Sin embargo, no es menos horrendo que todo lo demás ocurrido durante esa guerra, en la que el ataque a núcleos civiles habitados fue algo habitual, sin que en ningún momento se tuviera consideración alguna hacia el mayor o menor número de víctimas civiles que se pudieran provocar, y sin que nunca se hiciera nada por tratar de reducir ese número de posibles víctimas civiles. Más bien al contrario: el bombardeo de núcleos civiles se empleó ampliamente como arma e instrumento dirigido a quebrantar la moral de los ciudadanos del pais enemigo. En este contexto, lanzar dos bombas sobre Hiroshima y Nagasaki no fue mucho peor que reducir a cenizas Tokio a base de bombas incendiarias, o que convertir Dresde en una caldera en la que se incineraron un número todavía incierto de personas, o que las tropas del Ejército Rojo se dedicaran en su avance al pillaje y a la violación sistemática de mujeres y el asesinato de civiles. La única particularidad, en este aspecto, del bombardeo de Hiroshima y Nagasaki fue que bastaron dos bombas para causar toda esa desolación.
Estamos hablando de una guerra en la que los paises del bloque aliado se plantearon como único objetivo posible la derrota total de las potencias del Eje. Cuando uno lee los delirios de algunos dirigentes alemanes hacia al final de la guerra que creían posible una paz con Estados Unidos e Inglaterra para hacer frente común contra la URSS no puedo menos que reirme ante su ingenuidad, porque, si bien es cierto que esa visión era premonitoria hacia lo que vendría tras la guerra, en aquel momento la unidad entre los aliados para conseguir la derrota de Alemania y de las potencias del Eje era inquebrantable. Lo digo porque aquí se ha hablado de paises que intentan imponer su democracia, y justamente estos paises fueron los que se aliaron con una dictadura tan criminal como la nazi (hablo de la URSS de Stalin) para combatir lo que en aquel momento se consideraba una amenaza mayor, como era la Alemania nazi.
E igualmente ingenuo me parece pensar en que al final de la guerra se podría haber firmado una paz con concesiones, vamos a llamar "honrosa", para Japón. No se podía haber hecho porque no era eso lo que se quería. Lo que se quería era la derrota total de Japón, y ninguna otra cosa la habría podido entender ni aceptar el pueblo americano, que veía a Japón como el pais agresor que había atacado a Estados Unidos sin previa declaración de guerra, y a los japoneses como una especie de salvajes infrahombres a los que cabía matar como a insectos. Todos estos pensamientos y consideraciones son inaceptables hoy en día para la mentalidad actual, pero eran las que había entonces, y así hay que entenderlo.