Los Saboya: El ocaso de la monarquía en Italia
En junio de 1946, los italianos votaron en referéndum en favor de la república y en contra de la monarquía: Humberto II tuvo que partir hacia el destierro. DAVID SOLAR narra el fin de los Saboya, cuyos primeros pasos hacia el exilio los dio el rey el día que otorgó el poder a Mussolini
Mi salida de Roma fue, sin duda, un error. Creo que sería mejor volverme atrás. La presencia en la capital de un miembro de mi Casa en un momento tan grave la considero indispensable", le comentó el príncipe Humberto de Saboya al general Puntoni, ayudante militar de su padre, Víctor Manuel III. Anochecía el 9 de septiembre de 1943 y la familia real, junto con lo que quedaba del Gobierno de Badoglio, fugitivos de Roma, esperaban en Pescara la llegada de un buque que les trasladarse a Brindisi, lejos del alcance de los alemanes.
![Imagen](http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/a/a6/UmbertoIIsavoia1920ca_.JPG.jpg)
Humberto II de Saboya
El príncipe ya había tenido reparos la noche anterior, antes de la huida. Re- consideró la situación cuando la duquesa de Bovino, que les hospedó en su palacio de Pescara, se extrañó de que ningún Saboya hubiera permanecido en Roma, sosteniendo la moral de la población, que acababa de quedar indefensa en manos de los alemanes. Los reparos de Humberto fueron vencidos por las lágrimas de su madre, la negativa de su padre y la orden del mariscal Badoglio:
-Mientras el príncipe lleve uniforme, tendrá que atenerse las órdenes y éstas son que embarque en la fragata Baionetta y salga hacia Brindisi con su familia y el Gobierno.
Tres años después, Humberto II de Saboya, que había ceñido la corona apenas durante un mes, tuvo mucho tiempo para meditar aquellos acontecimientos, camino del exilio. ¿Qué hubiera ocurrido si él se hubiese quedado en Roma en septiembre de 1943, pechando con la ocupación nazi en vez de refugiarse en el Sur?
La continuidad monárquica se había jugado durante la primavera de 1946 y los Saboya habían perdido la partida. Víctor Manuel III, había abdicado el 9 de mayo, tratando de salvar a la dinastía; horas después, él se había proclamado "Humberto II rey de Italia". Pero la corona se tambaleaba en su cabeza, porque el 2 de junio de 1946 se celebraría un referéndum sobre el sistema de gobierno que el pueblo italiano deseaba tras la inmensa crisis suscitada por el fascismo y la Guerra Mundial: ¿monarquía o república?
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