Fuente: http://srpo.ru/forum/index.php?topic=2827.105
Muertes por inanición
(1ª parte)
La propaganda alemana elaboró una versión para neutralizar el efecto negativo sobre la población de la alta mortalidad de los PGS, así como su empleo propagandístico por parte de los partisanos:
También se atribuyó la mortalidad a la aparición de epidemias, al estado de los PGS en el momento de la captura por la desnutrición crónica al que estaba sometido el propio país y por las dificultades del ejército soviético para proveer a sus soldados adecuadamente, sobre todo tras las descomunales bolsas de prisioneros en las batallas de Briansk y Viazma. Estos argumentos fueron esgrimidos ante el Tribunal Militar Internacional de Nuremberg, donde Jodl declaró:La culpa de la guerra y por tanto de las privaciones que han de soportar los prisioneros de guerra la tienen los mandatarios de Moscú. Stalin ha dado órdenes de destrucción de los alimentos, y de los medios de producción y de transporte. Son los propios paisanos de estos prisioneros los que han ejecutado estas órdenes. La Wehrmacht alemana dispone del suministro de alimentos que necesita. No debe esperarse a que se encargue del transporte de grandes cantidades de alimentos mientras continúen los combates.
Esta declaración contienen muchos elementos verdaderos. Sin embargo no resiste la confrontación con otros hechos conocidos. Ya al principio de Barbarroja, antes de estas grandes batallas de cercos, morían masivamente los PGS en los campos de prisioneros. El 10.7.41 la Organización Todt advirtió a Rosenberg del peligro de las epidemias como consecuencia del hambre y las catastróficas condiciones sanitarias en Minsk (ver en página anterior, día 9.5.41 “Informe sobre la mala ...”). Y a finales de ese mes, mucho antes pues, de las batallas de grandes cercos, los responsables de los PGS en los territorios de retaguardia del Heer informaban de raciones diarias de 20g de mijo y 100g de pan, o de 100g de mijo, y para los que trabajaban, de 50g de mijo y 200g de pan y, si había, carne fresca; con un valor calórico de entre 300 y 700 Kcal, estas raciones eran mucho menos de la mitad de lo necesario para subsistir (2.700Kcal). Y el 29.7.41 un oficial de intendencia de una división de seguridad:Los ejércitos rusos cercados habían ofrecido una resistencia fanática y sus soldados estuvieron de ocho a diez días sin alimentos. Se habían nutrido de cortezas de árboles y raíces que encontraban en las zonas boscosas donde se habían refugiado, y cuando cayeron en nuestras manos apenas podían moverse. Era difícil para nosotros llevárnoslos de allí porque la red de ferrocarril estaba destruida, lo que comprometía la llegada de suministros y no había lugares cerca para alojarlos. La mayor parte podrían haberse salvado de haber dispuesto de los necesarios cuidados en las enfermerías. Pronto comenzó la lluvia y después el frío, y ese es el motivo por el que murió una parte tan grande de los prisioneros de Viazma.
1. Raciones ordenadas y estrategia alimentaria... que esta provisión (20-30 g de mijo y 100-200 g de pan) es insuficiente para marchas de 30-40 Km por lo que hay que contar que una gran parte de esta gente no llegará al destino por debilidad.
Al principio de Barbarroja el OKH había dado solo consignas generales en cuanto a gastar en alimentos para los PGS “solo lo imprescindible”, siendo el mando de cada uno de los ejércitos autónomo para decidir cuánto. Pero al final no hubo diferencias prácticamente entre uno y otro para cumplirla; con un valor nutricional diario de unas 700-1.300Kcal, estaban lejos de los mínimos para subsistir.
Una escasez que no estaba determinada por problemas de disponibilidad. En julio el Quartiermeister del HM había informado:
En relación con este tema tenemos ahora un ejemplo de la, en términos de Omer Bartov, “perversión de la disciplina” a la que sucumbió la Wehrmacht en el proceso de su nazificación (2). Los Armeeversorgunslager (puestos de alimentos del ejército) desobedecieron la orden del Oberkommando del 11º Ejército (al que estaban subordinados) de enviar a los puestos de reunión de prisioneros las raciones de alimentos establecidas. En el post dedicado a los traslados ya vimos como los mandos de las unidades no conseguían hacer cumplir las órdenes impartidas a la tropa de no disparar a los prisioneros. El principio de obediencia y disciplina, fundamento y clave del éxito militar alemán tradicional, quedaba desvirtuado cuando no sintonizaba con las enseñanzas raciales del nacionalsocialismo, desistiendo los mandos militares de ejercer en esos casos las correspondientes acciones disciplinarias.En virtud de la abundancia de reservas de mijo, trigo y harina, la alimentación de los prisioneros no supone ningún problema a pesar de la creciente afluencia.
El 6.8.41 una orden del OKH, del Chef der Heeresrüstung und Befehlshaber des Ersatzheeres (OKH/ChHRü und BdE, Jefe de Equipamiento del Ejército y Comandante del Ejército de Reemplazo) estableció una regulación más detallada y restrictiva para todo el ámbito de OKW y OKH. Los PGS debían recibir “solo los alimentos imprescindibles” para no perjudicar el balance nutricional alemán. El aporte calórico teórico era más alto que lo que hemos visto anteriormente, 2.040 Kcal diarias y 2.200 Kcal para los que trabajaban, pero nutricionalmente aún bajo para el caso de que se cumplieran. La restricción se justificaba por no haber firmado la Unión Soviética la Convención de Ginebra de 1929:
El Generalquartiermeister del Heer, Eduard Wagner se mostró así de radical en una conferencia:Por lo que no existe obligación dar a los prisioneros de guerra soviéticos los alimentos en la cantidad y calidad que establece esta Convención.
El 21.10.41 el OKH redujo las raciones teóricas aun más, a pesar de conocerse que los PGS estaban muriendo masivamente: 1.487 Kcal para los que no trabajaban, 2.175 Kcal para los que trabajaban normalmente y 2.411 Kcal para los que efectuaban trabajos pesados. La orden estipulaba que los alimentos había que conseguirlos del país y debían ser de baja calidad y -revelador de la nazificación del Heer- que dar a los PGS raciones más altas constituía un delito contra el pueblo alemán. También aquí se repitió el argumento de que no había obligación legal de alimentar a los prisioneros y que:Los prisioneros de guerra de los campos que no trabajan han de dejarse morir de hambre.
La decisión de reducir las raciones de los PGS fue fruto de la reunión celebrada entre Göring y el Ministro de Alimentación, Backe el 16.9.41 para tratar la cuestión de la alimentación del pueblo alemán, la intención enemiga de perjudicarla para desmoralizar a la población y la conveniencia de mejorarla para impresionar a la población y desanimar al contrario:Las raciones alimentarias son las más altas que, en base a la situación alimentaria en el Reich y territorios del oeste, puede proporcionarse de forma continuada. Se hallan incluso en parte por encima de las raciones que se dispensa a la población civil trabajadora rusa. Tampoco va a poder concederse el suplemento previsto por el OKW en el territorio patrio para restablecer la capacidad de trabajo de los prisioneros de guerra.
La siguiente jerarquía alimentaria fue ordenada por Göring:1. Herr Reichsmarschall ordena que bajo ninguna circunstancia se reduzcan las raciones alimentarias en la patria.
2. Él nunca toleraría algo así porque la moral en la patria durante la guerra es un factor crucial de la defensa del Reich. El contrario sabe con certeza que no puede batir militarmente al pueblo alemán. Tiene por ese motivo la esperanza de desanimar el frente interno. Eso se deduce de las medidas que ha tomado. Busca sembrar una constante inseguridad e inquietud mediante los ataques aéreos, y azuzar los territorios ocupados para que siempre pidan más, especialmente alimentos para, así, traer problemas a la patria e influirla propagandísticamente. Por deben tomarse todas las medidas para que eso no ocurra y no debe suceder nada que sirvan de apoyo en lo más mínimo a esas pretensiones. El frente interno resiste porque, al contrario que en la Guerra Mundial, hay pocas bajas y un nivel de vida mantenido
Si fuera posible incluso mejorar ese nivel de vida, ello tendría efecto, además de en la patria, un enorme efecto sobre el enemigo. Por ello hay que esforzarse para que en un tiempo previsible haya un aumento en las raciones de aceite, grasa, carne y textil.
3. Si debido a la situación alimentaria actual se precisa de algún tipo de racionamiento, este debe tener lugar, sin excepción en alguna de las naciones vencidas.
La orden del OKH del 21.10.41 se basaba en la convicción de que los PGS eran en su mayor parte prescindibles y que solo estaban justificado el esfuerzo para mantener con vida a los que eran de clara utilidad para la economía alemana. A raíz de las dificultades para alimentar el creciente número de PGS el 20.10.41 el Jefe de Estado Mayor Económico del Este, Schubert, informó de la conveniencia de "tomar medidas para mantener la capacidad de trabajo de aquellos enfermos que sean de especial valor para la economía de guerra”, recomendando un cribaje con criterio profesional que tuviese en cuenta, además de las necesidades de la economía de guerra, la reconstrucción de los territorios del este en el futuro.Primero vienen las tropas combatientes, después las restantes tropas en territorio enemigo y después las tropas en la patria. Las raciones serán confeccionadas en ese orden. Después la alimentación de la población alemana no militar. Solo entonces le toca a la población de los territorios ocupados. Básicamente, allí solo debe asegurarse alimentos a los que trabajan para nosotros. Aun cuando se quisiera alimentar a todos los restantes habitantes, ello no puede hacerse en los nuevos territorios ocupados del este.
En cuanto a la alimentación de los prisioneros bolcheviques, no estamos obligados, a diferencia de otros prisioneros, a ninguna obligación internacional. Su alimentación se establecerá solo por lo que rindan trabajando para nosotros.
No eran, pues, las dificultades logísticas la causa de que no hubiera suficientes alimentos para los PGS sino la decisión de reservarlos para el pueblo alemán. Como el estado de las comunicaciones no permitía enviar al Reich grandes cantidades, estas se almacenaron con la advertencia de Göring de evitar que fueran “devorados por la población que vagaría por ahí como gitanos” o empleados para alimentar a los prisioneros.
Pocos días después de ser promulgada esta (el 21.10.41), pocos días, el 31.10.41, Keitel firmaba un “Führerbefehl” (orden del Führer) que iba a significar un giro en la política de custodia de los PGS. La orden determinaba que estos fueran empleados de forma masiva en la economía alemana. Aunque la decisión sobre la utilización de la fuerza de trabajo de los PGS será tratará más adelante, solo adelantar que lo que había detrás era la percepción de que no se iban a cumplir los objetivos de Barbarroja por lo que no se liberarían divisiones en el Frente Oriental, por lo que tampoco habría la disponibilidad de mano de obra resultante. También de que iba a ser un conflicto largo.
El “Führerbefehl” del 31.10.41 estipulaba una mejora de la alimentación de los PGS aunque a expensas, no de las reservas para la población alemana sino de una intensificación del expolio de las zonas ocupadas. El valor dado a la alimentación del pueblo alemán mantenía la prioridad sobre necesidades económicas y Göring reiteró sus directrices anteriores cuando expuso el Plan Cuatrienal del 7.11.41 y de la alimentación de los PGS dijo:
más tarde se recogieron las siguientes notas de su discurso:El ruso es frugal, de ahí que se pueda alimentar de forma ligera y sin una fuerte repercusión en nuestro balance alimentario. No debe ser malacostumbrado con raciones alemanas pero debe recibir lo suficiente para conservar su rendimiento
Todos los PGS iban a recibir las raciones de trabajo. El 4.12.41 se determinaron nuevas raciones con más pan (“ruso” de baja calidad), menos patatas, más col, carne, leche desnatada, con un valor energético de 2.540 Kcal. Estas raciones teóricas estuvieron vigentes todo el invierno, hasta abril de 1942, en que se redujeron. El “pan ruso” de entonces (“Russenbrot”) estaba hecho de: 50% centeno, 20% remolacha, 20% serrín, 10% harina de paja o follaje.Alimentación: asunto del plan cuatrienal. Consecución por medios propios (gatos, caballos, etc)
Ropa, alojamiento, víveres: algo mejor que en su propia casa donde la gente vive en cuevas.
Además de aumentar las raciones en general, se promovió una “Aufpäppelaktion” (acción de mimo) para acelerar la recuperación de los PGS en mal estado para una pronta incorporación laboral. Así, el 26.11.41 la oficina de prisioneros del OKW emitió una orden para proceder a una selección de los PGS según tres categorías:
- a) aptos para el trabajo
b) transitoriamente no aptos
c) definitivamente no aptos
De los PGS que iban a ser empleados en la industria de armamento se hizo cargo a partir del 3.12.41 el Ministro de Armamento, Todt. Este ordenó que las incorporaciones serían graduales tras haberse recuperado físicamente. El número era de 30.000 y su estado tan malo que a pesar del plan de recuperación no pudieron ser empleados en la industria de armamento, destinándose en su lugar a tareas agrícolas de baja intensidad para un período de dos meses para irse recuperando. Aunque sometidos a un régimen de vigilancia y disciplina severos, estos PGS evitaban al menos el destino deparado a la gran masa de sus camaradas cautivos. En al campo había más alimentos; los que trabajaban para pequeños propietarios recibían mejor trato y alimentación que los que lo hacían en grande fincas donde eran alojados en colonias. Tras recuperarse eran enviados a las fábricas o a las minas donde la sobreexplotación solía provocar recaídas al poco tiempo. Así, el primer trimestre de 1942, en la circunscripción de la industria de armamento de Düsseldorf se perdieron para el trabajo, por bajas o muerte, el mismo número de trabajadores forzados que los que entraban.
Una novedad de la orden del 4.12.41 es que establecía que en los casos en que los alimentos no pudieran conseguirse del propio territorio, se emplearía harina, que hasta entonces era de uso exclusivo en el Reich.
Tras haber reducido en octubre las raciones de los PGS para asegurar el abastecimiento e incluso un aumento del consumo para el pueblo alemán, las raciones de estos prisioneros mejoraron por la necesidad de emplearlos en la economía pero no en cantidad suficiente, por lo que la industria de armamento pidió repetidamente, sin éxito, que fueran aumentadas. Es un ejemplo de que las consideraciones de política interna tenían más fuerza que las necesidades de la economía.
El 6.4.42, sin embargo, se redujeron las raciones para la población alemana y también, en menor proporción, de los PGS que trabajaban. El nuevo Ministro de Armamento y Munición, Speer, arrancó de Hitler incluso un compromiso para mejorar su alimentación:
Después este se echaría atrás, cuando Backe y Bormann plantearon de nuevo la importancia de asegurar la moral de la población alemana con un estándar alimentario alto.El Führer ha aclarado de forma inequívoca en una larga exposición, que no está de acuerdo con la mala alimentación de los rusos. Los rusos deben recibir una alimentación absolutamente suficiente y Sauckel ha de procurar que estos alimentos sean asegurados por Backe.
Vemos a continuación una tabla con el valor calórico y protéico de las raciones diarias de los PGS en junio y julio de 1941 y las ordenadas por el OKH a partir de agosto:
Elaborado a partir de STREIT ibid. p.138-9
* * *
¿Cuánto y qué recibían los PGS en la práctica? Poco nos dicen estas raciones teóricas si no conocemos la respuesta; es lo que abordaremos en el próximo post.
Saludos
Grossman
Fuentes:
(1) STREIT C “Keine Kameraden. Die Wehrmacht und die sowjetischen Kriegsgefangenen 1941-1945”. Dietz (1997) p.137-62
(2) BARTOV O “Hitler’s Army. Soldiers, Nazis, and War in the Third Reich”. Oxford University Press (1992) p.59-105
(3) RDA (Recommended Daily Allowances 1989) en http://www.sparknotes.com/health/assess ... ion6.rhtml" onclick="window.open(this.href);return false;[/justify]