Estimado mont,mont escribió:Hola , para mi tal como entiendo que planteas la pregunta coincido en que resulta insuficiente explicar la llegada de hitler al poder desde una visión económica , o histórica , creo que preguntando " el como " la economía o la historia por mucho que se empeñen y escarben no pueden más que narrar hilando datos y factores, y eso no es explicar , para explicarlo tendríamos que recurrir a preguntar " el porque " y actualmente no he tenido oportunidad de conocer doctrina social que responda con carácter cientifico.
No es difícil responder a la pregunta del hilo formulando el porqué. ¿Por qué llegó Hitler a la Cancillería del Reich el 30 de enero de 1933? La respuesta, a primera vista, es simple: porque Hindenburg lo nombró canciller. Pero, inmediatamente, esta respuesta plantea otra pregunta: ¿por qué lo nombró canciller? Y la respuesta, sea cual sea la que demos, plateará un nuevo porqué, y así sucesivamente. No obstante, la primera aproximación para responder al porqué de un Hitler canciller del Reich debe hacerse desde el campo político, pues fue una decisión política la que Hindenburg tomó el 30 de enero de 1933, de acuerdo con uno de los poderes que otorgaba la Constitución al presidente de la República, de nombrar a Hitler canciller del Reich. Hitler no llegó a la Cancillería del Reich, como he leído por ahí (por el sorprendente mundo de internet), como resultado directo de las elecciones generales de noviembre de 1932, pues no obtuvo la mayoría absoluta ni tuvo, inmediatamente después, la posibilidad de conseguir el respaldo parlamentario necesario de otras fuerzas políticas. Ausente la posibilidad (ya desde 1930) de formar gobierno con apoyo parlamentario mayoritario, sólo cabía formar un gobierno presidencial (como venía sucediendo desde 1930) e intentar que fuese tolerado por el parlamento, o en su defecto intentar evitar que el parlamento lo tirara abajo pasando un voto de no confianza. De esto hemos hablado precisamente en las últimas intervenciones.
El instrumento clave en todo ese proceso fue el presidente de la República, Hindenburg, pues sólo él estaba capacitado constitucionalmente para nombrar al canciller y encargarle la tarea de formar un gobierno que, en tales circunstancias, sólo podría gobernar con su apoyo y ejercicio de los poderes extraordinarios que le otorgaba la constitución, y siempre y cuando se tuviera inutilizado al parlamento. Hindenburg negó esa posibilidad, el nombramiento de canciller para la formación de un gabinete presidencial, a Hitler cuando éste se lo pidió, electoralmente legitimado, tras las elecciones de julio de 1932. Mantuvo a Papen, a cuyo gabinete le "coló" el parlamento un voto de no confianza en septiembre. En las elecciones que siguieron en noviembre se volvió a repetir, con algunos cambios no determinantes en su resultado, el escenario anterior, sólo que esta vez Hindenburg no pudo mantener a Papen, nombrándolo de nuevo canciller, porque Schleicher, que llevaba intrigando desde 1932, le hizo ver que no contaba con el apoyo del Reichswehr. En diciembre, Hindenburg, de mala gana, encargó al propio Schleicher la tarea de formar un gabinete que muy pronto, en enero de 1933, iba a perder su confianza, por lo que Schleicher dimitió y, el 30 de enero, Hindenburg nombró finalmente canciller a Hitler. Esto por resumir toscamente.
¿Por qué sucedió todo esto? Evidentemente, no basta una explicación mono-causal, pues hubo detrás muchos otros factores. Yo he indicado, en una de mis intervenciones anteriores, el factor que, en mi opinión, fue más importante de entre todas las causas que se quieran explicar. Creo que si Hitler llegó finalmente a la Cancillería del Reich en enero de 1933, ello se debió principalmente a la decisión y los planes de ciertos individuos y grupos de presión para acabar con el sistema parlamentario y democrático de la República imponiendo un estado autoritario, algo que se comenzó a urdir en torno a Hindenburg ya en 1929 y que se intentó llevar a cabo desde el primer gabinete Brüning, la persona entonces eligida como canciller por Hindenburg y su círculo de intrigantes. Y esta intriga cortesana para acabar con la República no se creó como consecuencia de la crisis financiera y económica que comenzó a padecer Alemania en 1929 como consecuencia del crack bursátil internacional, sino que precisamente se aprovechó para llevarla a cabo. El fracaso final de los intrigantes para, rompiendo la constitución, imponer una dictadura a través de sus diferentes gabinetes presidenciales (Brüning, Papen y Schleicher) los obligó finalmente a recurrir a Hitler, creyendo que con él consiguirían finalmente su objetivo. Lo consiguieron, pero no de la manera y alcance que esparaban, ni mucho menos.
Naturalmente, si recurrieron a Hitler fue porque el NSDAP había logrado convertirse en un movimiento de masas que entonces, desde julio de 1932, fue el partido político con más representación en el Reichstag (con 230 de 608 escaños en julio, y 196 de 584 en noviembre). Al margen de explicar las razones de este éxito del NSDAP (a parte de las cuales ya hemos aludido en anteriores intervenciones), parece claro que, siendo necesario para el paso que dieron los intrigantes en enero de 1933, no fue suficiente para que previamente las urnas llevaran directamente a Hitler a la Cancillería. Lo que quiero significar son dos cuestiones: en primer lugar, que el electorado alemán en julio y noviembre de 1932 votó mayoritariamente (46,8%) contra el NSDAP (37,3%). Y en segundo lugar, que el nombramiento de Hitler como canciller en enero de 1933 no era algo inevitable; los intrigantes tenían otras alternativas para lograr su objetivo de un estado autoritario. Cabe señalar que el NSDAP, en noviembre-32/enero-33 estaba sumido en una franca crisis política y financiera, y si Schleicher hubiera conseguido de Hindenburg la disolución del parlamento y la convocatoria constitucional de nuevas elecciones, es dable especular que el NSDAP tendría unos resultados peores que los de noviembre de 1933.
La literatura académica ha intentado explicar, con mayor o menor suerte, las múltiples causas que hicieron posible que el NSDAP pasara de ser un partido insignificante en el ámbito estatal a convertirse en un verdadero movimiento de masas y la mayor fuerza política de Alemania en 1932. Pero tengo para mí que esa asombrosa transformación y las causas que la hicieron posible no son suficientes para explicar ni para entender por qué Hitler fue nombrado canciller del Reich. El 30 de enero de 1933 no hubo "toma del poder" de los nazis, como celebraron desde entonces en adelante. La verdadera "toma del poder" vendría despué de que Hitler fuese nombrado canciller del Reich por decisión de Hindenburg y sus intrigantes (Papen y Hugenberg a la cabeza), no por "decisión" de las urnas en noviembre de 1932.
La toma del poder por parte de Hitler y el NSDAP, su consolidación en él (procesos que tuvieron lugar, esencialmente, entre febrero de 1933 y agosto de 1934) y la historia del Tercer Reich que siguió hasta justo antes de la guerra es un nuevo periodo de la historia de Alemania cuyo análisis (su explicación) requiere la introducción de vuevos parámetros. Aquí ya no tenemos que explicar por qué llegó Hitler a la Cancillería del Reich, sino, esencialmente, cómo y por qué fue capaz de imponer en Alemania un estado totalitario y criminal.
Saludos cordiales
JL