A medida que voy conociendo y acercándome mejor a aquel partido político que fue el NSDAP, tengo cada vez una mayor impresión de que su desarrollo y obra no se asienta sobre una ideología ni expresa una ideología. No había una ideología como tal. No existe una declaración fundamental de principios, axiomas, programas o ideas realmente oficial o definitiva y que deje las cosas claras o, en cierto modo, orientadas lo suficientemente, básicamente, para entenderlo y poder desarrollarlo sobre una base única.
Cabe preguntarse qué ideología política puede ser "entendida y desarrollada sobre una base única".
La política en sí es un fenómeno irracional, en el cual aparecen entremezclados elementos agresivos, gregarios y, sobre todo, el miedo colectivo. El objetivo de la política es alcanzar el poder para un grupo dirigente más o menos extenso, aprovechando las inquietudes sociales de un momento dado.
Quizá la ideología política más clara es la derivada de la observación del comportamiento agresivo de los chimpancés a cargo de los primatólogos actuales. Entre ellos también hay una organización "guerrera" en la cual una cierta solidaridad de grupo les permite a las bandas de machos organizar ataques contra otras bandas de chimpancés. Estos ataques suelen acabar en el exterminio sistemático de los rivales.
La incoherencia del nazismo no es mucho mayor que la del marxismo. Por un lado, el marxismo habla de la ciencia económica que nos muestra cómo el fin del capitalismo será inevitable por ser económicamente inviable, pero luego adopta tácticas conspiratorias para alcanzar el poder político, porque la base científica no es muy de fiar. Por otra parte, pese a su base supuestamente racional, el marxismo político se lleva bien con los movimientos políticos nacionalistas cuando favorece los intereses de la organización política marxista. Incluso la alianza nazi-soviética fue aprobada por los científicos marxistas. Igualmente, la filosofía del marxismo no aclara si las motivaciones de las masas serán su interés económico o sus inquietudes humanistas. Y en libros tan bonitos como "El origen de la familia, de la propiedad privada y el estado" de F. Engels, no se aclara por qué la humanidad no pudo dejar de crear tan terribles instituciones como el comercio y la propiedad privada, y menos todavía se explica cómo se volverá a un "comunismo primitivo" intelectualmente avanzado que podrá incluso prescindir de la democracia burguesa, sobre todo teniendo en cuenta que el "comunismo primitivo" real no es de base muy idílica (los porcentajes de muertes violentas entre los varones de pueblos primitivos en lugar como Nueva Guinea o el Orinoco, superan el 30 %, que creo que es muy superior al de la segunda guerra mundial).
El principal fracaso de la ideología nazi, en consecuencia, fue su fracaso en el campo de batalla. De haber tenido éxito las campañas militares nazis de la segunda guerra mundial, el nazismo hubiera desarrollado una ideología también científica, basada en la biología racial que hubiera sido apoyada por las academias de ciencias pertinentes, como se ha observado, apoyándose en los descubrimientos de genetistas tipo Mengele (que no era, por cierto, un ignorante en materia científica según el nivel alcanzado en la época). En los últimos años del régimen del apartheid en Sudáfrica se utilizaban ya ciertas técnicas biológicas para dictaminar la pertenencia racial de los niños recién nacidos de dudoso origen.
He ahí, por cierto, el drama de los angustiados y un poco neuróticos exiliados rusos "blancos", que al apoyar el nazismo se estaban ahorcando a sí mismos, pues la denuncia contra el judaísmo llevaba al racismo y el racismo a la doctrina de la "raza superior", que los alemanes entenderían a su manera, excluyendo a los eslavos del dominio racial futuro.