Mensaje
por Harry Flashman » Jue Abr 20, 2006 5:07 pm
Respecto a las capacidades y limitaciones de ULTRA.
Primero unas citas:
De "Errores militares de la Segunda Guerra Mundial", de Kenneth Macksey, Ed. Salvat:
Páginas 44-45, referente a la campaña de Francia en 1.940.
"Y la posibilidad de que pudieran ser rodeados de pronto fue evidente para los británicos, no sólo a partir de la información procedente del campo de batalla, sino también de una fuente nueva y crucial, la clave general (llamada Roja) usada en los mensajes radiofónicos alemanes codificados del más alto nivel. La existencia de una máquina alemana de codificación electromecánica telegráfica llamada Enigma era conocida por los británicos desde hacía varios años, y sus claves estaban siendo descifradas más bien lentamente por una máquina polaca llamada Bombe. Sin embargo, durante la invasión de Noruega una Bombe de alta velocidad mejorada por los británicos descifró sin problemas la clave (Amarilla) usada por el ejército y la fuerza aérea alemanes aquella campaña. Pero el 20 de mayo (como resultado de descuidos en el uso por parte de los alemanes) la Bombe descodificó rápidamente la clave Roja de la Luftwaffe, y siguió haciéndolo durante toda la guerra, con lo que a partir del 22 de mayo proporcionó 1.000 valiosos mensajes descodificados al día".
Página 68, en referencia al frente del Mediterráneo y la invasión de Creta:
"ULTRA, como había sido la norma desde su primer uso en Noruega y, con una fluidez continua y creciente, desde Dunkerque, había sido mejorada con un significativo desarrollo del servicio de interceptación de radio Y, que disfrutaba de un éxito especial en el Mediterráneo escuchando el tráfico táctico de la Luftwaffe, parte en código y parte en lenguaje abierto. Los hombres de la Luftwaffe, entusiastas comunicadores por radio y terriblemente equivocados en la creencia de que no era posible descodificar Enigma, fueron, en una medida mucho mayor que el Ejército de tierra alemán (que, sin embargo, también hizo su aportación), pródigos suminstradores de información muy valiosa que, sin duda, aseguró la huida del Ejército británico de Grecia y proporcionó advertencias precisas del inminente ataque a Creta, que era una operación controlada en exclusiva por la Luftwaffe."
Página 114, sobre la situación en África en enero de 1.942:
"(...)La diferencia más notable entre el plan alemán y su contrapunto británico se encontraba en el manejo de la información por cada uno de los bandos. Provisto de una mezcla de información del SIGINT [inteligencia de señales] de baja calidad y de la mucho más fructífera capacidad de interpretar el código diplomático, de mayor calidad, del oficial de enlace americano en El Cairo cuando informaba a Washington de los efectivos y debilidades de los británicos, el personal de información de Rommel fue capaz de deducir que, durante un fugaz periodo de tiempo hacia finales de enero, los británicos en el frente serían inferiores a las fuerzas alemanas reforzadas, un desequilibrio provocado en parte por problemas logísticos británicos y hasta cierto punto por un exceso de confianza resultante de una síntesis de informaciones defectuosas.
La razón fundamental de la apreciación errónea británica era que, como señala Hinsley en su historia oficial británica de los servicios de información durante la II Guerra Mundial (vol. 2), los comandantes británicos y su personal todavían debían perder la costumbre de consultarlos sólo cuando sentían la necesidad de informarse sobre la situación del enemigo en vez de para abordar el fundamental problema de la toma de decisiones. De hecho, disponían de la suficiente información del SIGINT referente a la mejora de la situación logística del Eje, gracias a los últimos cargamentos, para deducir que la situación del enemigo había mejorado mucho. En cambio, los servicios de información del Gran Cuartel General y del Cuartel General del VIII Ejército prefirieron entusiásticamente creer sólo las pruebas que se adaptaban a sus deseos en general, como lo expresó Auchinleck: "que el enemigo está más acosado de lo que nos atrevíamos a pensar" y, como escribió su vicedirector de Información Militar (DDMI): "tenemos a Rommel en el bote" (...)".
De "La batalla de Creta", de Antony Beevor, Ed. Crítica.
Página 48, sobre las limitaciones de ULTRA en la campaña de Grecia de 1.941:
"En Bletchley Park, la Hut 3 ["Hut" equivale, en el Ejército británico, a "cuartel provisional"], creada tan sólo a principios de ese año, ya suministraba con gran rapidez mensajes descodificados procedentes de los mensajes telegráficos alemanes, en gran parte debido a la laxitud de los sistemas radiotelegráficos de la Luftwaffe. La intercepción de estas señales nunca fue lo bastante inmediata como para tender trampas al enemigo en movimiento -de todas formas la fuerza W [el Cuerpo Expedicionario Británico en Grecia] carecía del poder de mando y control, del adiestramiento y el equipo para aprovechar estas oportunidades- (...)".
Página 100, sobre el uso de ULTRA ante la invasión de Creta:
"(...)Mercurio era una operación de la Luftwaffe, y su disciplina laxa a la hora de cifrar los mensajes fue muy útil para Hut 3, ubicada en Bletchley (...). En la reunión del 30 de abril, Wavell puso a Freyberg al corriente de lo que eran las "fuentes estrictamente reservadas" o "fuentes más fiables", como se apodaba eufemísticamente al servicio secreto ULTRA, pero no reveló qué fuente era aquella. A Freyberg le dio la impresión de que la información procedía de un espía bien situado del servicio secreto de inteligencia".
Al parecer, ULTRA era bastante eficaz y notablemente rápida en el descifrado de mensajes (cuando hacía falta, porque la Luftwaffe a veces ni siquiera los cifraba). Sin embargo, el proceso es más complejo y largo de lo que parece: en primer lugar hay que obtener la información y transcribirla, luego hacerla llegar a Bletchley Park, en Gran Bretaña, donde la descodificaban, junto con un montón de otras informaciones, luego era analizada y, si procedía, se reenviaba al teatro de operaciones correspondiente, donde era distribuida del modo adecuado. Entonces la información podía ser o no usada, dependiendo de los comandantes locales. De hecho, ULTRA no impidió la derrota británica en Grecia, la caída de Creta ni los desastres en el Norte de África. No basta con obtener información fiable, hay que saber (y querer) utilizarla. Me parecen muy exageradas las afirmaciones de la importancia de ULTRA en movimientos a nivel local, como en la Batalla de Inglaterra; en este caso mi pregunta es: si no eran capaces los británicos de anticiparse lo suficiente a los movimientos terrestres en Grecia, más lentos que los aéreos, ¿como es posible que en una ofensiva aérea pudieran tener tanta antelación, especialmente cuando la información había sido obtenida en muchos casos el día anterior o incluso esa misma mañana?. No dudo de que permitieran anticiparse a grandes ofensivas sabiendo con antelación los movimientos de concentración de unidades de la Luftwaffe de un aeródromo a otro, pero determinar el número de aviones, ruta e identificación de las unidades me parece una exageración. Si esta información procedía de transmisiones no codificadas, entonces sí es lógico, pero eso no es ULTRA, sino simple inteligencia de señales tradicional.
Desde luego que ULTRA era importante para los aliados, pero no permitía respuestas instantáneas, necesitaba de un proceso que a veces llevaba bastante tiempo. Para centrar de nuevo el debate en el tema del What if, Malta era importante con o sin ULTRA, pero ULTRA sin bases avanzadas como Malta perdía valor (en el teatro bélico del Mediterráneo), porque mover fuerzas aeronavales desde Gibraltar o Alejandría era más lento y costoso que hacerlo desde Malta.