Morrigan escribió:Personalmente me gustaría opinar un par de cosas que parece que se os suelen pasar por alto, la primera es que el partido NAZI era en realidad el PARTIDO NACIONAL SOCIALISTA ALEMÁN DE LOS TRABAJADORES, un partido socialista y no fascista como siempre nos indican, es por ello que tenia gran apoyo popular y llegaron al poder democraticamente , no entrare en tantos por ciento, siendo el partido mas votado.
No parece suficiente argumento para subrayar el caracter socialista del NSDAP, el hecho de que sus siglas incluyan la palabra socialista.
Si nos quedamos únicamente con eso; resultaría que, por ejemplo, la extinta República Democrática Alemana habría sido un país respetuoso con los Derechos Humanos, en donde sus ciudadanos elegían libremente a sus representantes políticos
mediante el Sufragio Universal, y donde las libertades de asociación, reunión, prensa, etc estaban garantizadas para todos.
Creo por tanto que para dilucidar si el NSDAP fue, o no, un partido de corte socialista es necesario un análisis un poco más riguroso, tomando como referencia los planteamientos ideológicos y políticos del NSDAP, y no solo el significado de sus siglas, y compararlos con los planteamientos equivalentes del socialismo. Además creo que es necesario también situar dicho análisis en su contexto temporal, ya que el concepto de socialismo, y socialista, ha cambiado bastante a lo largo de la Historia, y no significa lo mismo ahora que en los años 20 y 30 del siglo XX. Por eso creo que lo correcto es preguntarse si el NSDAP era un partido de corte socialista de acuerdo con lo que por aquel entonces se entendía en Europa por socialista.
He tratado de llevar a cabo el ejercicio mencionado y expongo mi opinión al respecto:
1. El concepto de Lucha de Clases como motor de la Historia. Este es uno de los conceptos fundamentales del socialismo. Según dicho concepto, el proletariado (la clase oprimida) está en permanente lucha contra el capital (la clase opresora). Ambas clases defienden objetivos antagónicos e irreconciliables. La sociedad evoluciona como consecuencia de los distintos vaivenes y etapas que tienen lugar en el curso de dicha lucha. El objetivo final de los socialistas, en dicha lucha, es proclamar la dictadura del proletariado. Para el nazismo la Lucha de Clases es uno de los conceptos más odiosos ya que implica la desunión del Völk, y es totalmente opuesto al concepto nazi de Völksgemeinshaft (Comunidad del Pueblo). Este último significaba la unión de todos los miembros del Völk, superando las diferencias de clase, en torno a un objetivo común de índole nacional y racial.
2. El internacionalismo. Para el socialismo el sentido de pertenencia a una clase social (el proletariado) traspasa las fronteras. Los trabajadores de cualquier país del mundo sufren la misma opresión, tienen los mismos problemas, y deben llevar a cabo la misma lucha. Desde el "Arriba parias de la Tierra..." hasta el "Proletarios de todo el mundo, uníos" todo en el socialismo desdeña cualquier diferencia basada en la pertenencia a una determinada nación o etnia. Para el nazismo sucede justo lo contrario, la pertenencia a una raza supuestamente superior, difumina las diferencias que pueda haber entre miembros de dicha raza, y al mismo tiempo los separa de forma irreversible de todos los demás seres humanos. "Ser ciudadano de este Reich, aunque sea como barrendero, tendrá que conceptuarse más digno que ser Rey en un estado extranjero", escribió Hitler en Mein Kampf...
3. El igualitarismo. Uno de los objetivos del socialismo es eliminar las diferencias entre los seres humanos mediante la abolición de las clases sociales. En ese momento la sociedad se regirá por unas reglas según las cuales cada uno aportará en función de su capacidad y recibirá de acuerdo a lo que necesite ("Cada uno según sus posibilidades. A cada uno según sus necesidades" es una vieja máxima socialista. En el nazismo ocurre justo lo contrario. El mérito individual determina el lugar de cada uno en el escalafón de la sociedad (algo característico del darwinismo social de Hitler) muy al estilo del capitalismo puro. La única diferencia es que en el nazismo se pretendía que en esa "carrera" por el éxito social no constituyese una desventaja el hecho de nacer en el seno de una determinada clase social (como pasa en el capitalismo). Esto supondría que sería relativamente factible el pasar de una clase social a otra, dando como resultado una sociedad más abierta; lo cual lleva asociado de forma intrínseca un cierto igualitarismo. Sin embargo se trata más bien de igualdad de oportunidades, y no de igualdad a secas.
4. La propiedad de los medios de producción. Otro de los axiomas del socialismo dice que el proletariado está alienado por tener que vender su trabajo al patrón capitalista, y ese estado de cosas solo acabará cuando el trabajador sea propietario de los medios de producción. En la práctica eso supone colectivizaciones, consejos de fábrica, etc. En el ámbito agrario la cosa es la misma ("La tierra para el que la trabaja"), abolición de las rentas de la tierra, expropiación y parcelación de los latifundios, etc. En el nazismo la propiedad de las empresas no se cuestiona, y las relaciones patrono-empleado se supone que basarán en el concepto de Comunidad del Pueblo, el cual permitirá la superación del enfrentamiento propio de la sociedad capitalista. En cuanto a la tierra pasa algo parecido, no hay nada semejante a colectivizaciones, etc. Antes al contrario, los nazis promulgaron una ley según la cual, apartir de un tamaño (Erbhöfe), la propiedad de la tierra pasaba, a la muerte de su propietario, íntegramente al primogénito, mientras que el resto de hermanos no recibían nada. Esta ley tenía como finalidad evitar una excesiva parcelación de la tierra.
5. Partido de clase. Los partidos de corte socialista siempre se han definido como partidos de clase, entendiendo por ello que su mensaje se dirigía exclusivamente a una determinada clase social; concretamente al proletariado, a la cual se trataba de sacar de su situación de opresión. En la práctica eso implicaba que sus propuestas políticas tenían en cuenta, de forma casi exclusiva, los intereses de los trabajadores; y se combinaban con una importante acción en el plano sindical (la práctica totalidad de partidos de corte socialista tenían algún sindicato asociado). En el nazismo el mensaje se dirige a todo el Völk sin que se haga ninguna distinción por clase social, y se trata de prometer algo a todas ellas. Como algún autor ha escrito el nazismo trataba de unir a los descontentos de todas las clases sociales, y no solo a los menos favorecidos. De hecho, a partir de 1928 su propaganda se dirigió primordialmente a las clases medias (y medias bajas) ante la necesidad de obtener sus votos. En cuanto a los trabajadores, aunque también tenía votantes en ese sector, nunca fue una amenaza para
los partidos de izquierdas (al contrario que para los partidos de derechas y de clase media a los que prácticamente barrió del mapa). Ese intento de "contentar a todos" hizo que durante la Kampfzeit el partido nazi tuviera que hacer frecuentemente "encaje de bolillos" a fin de justificar sus posturas políticas. Por último decir que contrariamente a los partidos de izquierdas el partido nazi nunca tuvo un sindicato propio. A pesar de que el asunto se debatió internamente y había partidarios de tomar parte en la acción sindical, finalmente se optó por lo contrario.
6. Actitud ante la religión. Para el socialismo clásico el asunto está claro: "La religión es el opio del pueblo". Es un instrumento más de los poderosos para alienar a las clases trabajadoras, y para educarlas en la resignación y en el sometimiento con la promesa de una vida mejor, para cuando abandonen "este valle de lágrimas". El socialismo no distingue entre unas religiones y otras, ni entre unas iglesias u otras; todas tiene el mimo objetivo adormecer "aguardiente espiritual" que decía Engels) a los trabajadores y hacerles desistir de buscar una mejora de sus condiciones de vida en "este mundo", no en "el otro". Para los nazis el asunto no es el mismo. Existía un anticristianismo bastante extendido en el partido (aunque no totalmente), pero no un ateísmo militante. La oposición de los nazis no es a toda religión sino a las iglesias en tanto que instituciones ajenas al nazismo, que representan lealtades ajenas (Roma en caso de los católicos, etc). No se trata de una oposición a la idea misma de Dios, o de una dimensión espiritual del hombre. Tanto Hitler como muchos otros dirigentes nazis, hacían menciones frecuentes a la Providencia, al Supremo Hacedor, etc. Incluso aquellos nazis que hacían renuncia expresa a la Iglesia (ya fuera católica o protestante) se declaraban como gottgläubig (creyente en Dios).
En mi opinión los seis puntos anteriores establecen diferencias ideológicas fundamentales entre el socialismo "clásico" y el nazismo, por l que no creo que se pueda decir sin más que el Partido Nazi fue un partido socialista, independientemente del significado de la S de sus siglas.
Nunca se hace el mal tan plena y alegremente como cuando se hace por motivos de conciencia (B. Pascal)