- Los japoneses no tenían una fuerza militar lo suficientemente fuerte para derrotar a los contigentes soviéticos de la zona. Hubieran necesitado unos refuerzos considerables y ni siquiera así hubiera estado garantizada una rápida victoria.
- Incluso si hubieran logrado un éxito militar en la frontera de Manchuria logísticamente los japoneses no hubieran podido realizar un avance de miles de millas que amenazaran los centros neurálgicos soviéticos que en ningún caso se encontraban en el Extremo Oriente.
- Los japoneses no hubieran podido sacar apenas beneficios materiales de sus conquistas y no hubieran podido extraer y explotar el petróleo, carbón, minerales y caucho que necesitaban para su economía.
- Está por ver el efecto que esta "puñalada por la espalda" hubiera tenido en los gobiernos estadounidense y británico.
- El Ejército japonés tenía un sano respeto por el potencial bélico soviético que en 1939 en al menos dos ocasiones -Khalkin Gol y lago Khasán- les había propinado un buen vapuleo en las fronteras manchúes. Indudablemente ésto influyó en la adopción de una estrategia sobre otra.
Las fuerzas siberianas no eran las fuerzas mejores, equipadas o entrenadas de la URSS. La única ventaja es que eran fuerzas que no habían sufrido desgaste por la guerra contra los alemanes y estaban intactas. En cuanto al mito de los alemanes derrotados a las puertas de Moscú por las fuerzas siberianas, es eso, sólo un mito. Sólo constituyeron una fracción de la masa de maniobra que contraatacó a la Wehrmacht en los alrededores de Moscú y que estaba reclutada y encuadrada en la Rusia Europea.Tokyo1991 escribió:Si japon atacaba Siberia tendria que luchar con las mejores fuerzas rusas en ese entonces.Alemania abria invadido Moscu y cantar victoria en Rusia en diciembre de 1941 en pleno invierno.recordemos que las mejores fuerzas de rusia fueron a neutralisar el ataque Aleman a Moscu cuando confirmaron que Japon no los atacaria.Con Rusia fuera de combate Japon se va contra EE.UU y Alemania a invadir la colonia Inglesa (India) para ver si Inglaterra negosiaria una rendicion o paz.
Al margen de estos comentarios, es cierto que en octubre de 1941 cuando se concretó el plan de ataque japonés a las potencias anglosajonas en el Pacífico y Sudeste asiático nadie daba un ochavo por la suerte de la Unión Soviética. La paradoja es que en aquellos momentos todo el mundo -incluídos los EE.UU. y Gran Bretaña- daban casi por segura la derrota de la Unión Soviética. La cuestión es que la atención japonesa estaba fijada por completo en el sur y que el plan que habían pergeñado los meses anteriores tenía una inercia propia que impedía intentar sacar provecho de lo que se adivinaba como casi segura derrota soviética.