Éste es un punto importante, pero no tanto, a mi juicio, por lo que pudiera provocar en otros gobernantes, sino por cómo pudiera influir en los católicos y sus sacerdotes y obispos de los países afectados, especialmente en Alemania, y en los grupos de resistencia al yugo nazi, tanto en Alemania como en los países bajo vara nazi.fermat escribió: El efecto de una postura clara por su parte; de una condena explícita, sin paliativos, sin rodeos, sin lenguaje diplomático y sin leer entre líneas, podría haber supuesto mucho más que todas las ayudas "individuales" de obispos y sacerdotes. Y seguro que hubiera desencadenado muchas más acciones a favor de los perseguidos, por parte de gobernantes de otros paises (por ejemplo Hungría).
Por ejemplo, si Pío XII hubiera denunciado pública y explícitamente los genocidios nazis desde que tuvo confirmación clara sobre los mismos (1942-43), ya no habría lugar, en Alemania al menos, para esgrimir -sincera o cínicamente- el desconocimiento de las atrocidades que los nazis estaban cometiendo, tal como se esgrimió -con sinceridad o sin ella- después de la guerra. Incluso si no los condenaba públicamente, pero comunicaba privadamente a sus obispos alemanes esos genocidios (es decir, los informes que recibió y que se guardó para el Vaticano), éstos tendrían más argumentos para oponerse a los nazis con el apoyo de sus fieles. Recordemos lo sucedido con el programa nazi de la eutanasia (Aktion T4). Al principio hubo protestas privadas, especialmente por parte de dignatarios de la Iglesia Protestante, pero no surtieron efecto. Y, en el lado católico, el cardenal Falhauber, Munich, también protestó privadamente ante el gobierno nazi, en vano. Sólo cuando los obispos alemanes en julio de 1941 hicieron pública en las iglesias una pastoral contra AT4, pero especialmente cuando el obispo von Galen, poco después, denunció públicamente ese programa asesino, sólo entonces Hitler dio órdenes de suspender AT4.
¿Quere esto decir que, de actuar así Pío XII, Hitler habría detenido los genocidios, especialmente el de los judíos? Probablemente no. Pero, sin duda, habría una cantidad de católicos inmensamente mayor que se arriesgaría por salvar vidas judías, y lo mismo ocurriría con los,obispos alemanes y los de otros países ocupados por los nazis.
Además, la denuncia pública y explícita de los genocidios nazis por Pío XII se convertiría en un conocimiento mundial de los genocidios nazis. Habría que ver cómo iban a aguantar una presión así Hitler y sus secuaces, sobre todo cuando el desenlace final de la guerra no ofrecía dudas (ya claramente tras la debacle de Stalingrado, que fue precisamente el momento en que los nazis comenzaron a suavizar su política asesina en Polonia, pues ahora buscaban el apoyo del pueblo polaco para la lucha contra "las hordas comunistas").
Saludos cordiales
JL