2. Fuerzas enfrentadas
Números y OO.BB.
A finales de diciembre el Grupo de Ejércitos Sur (Heeresgruppe Süd, HS) había visto reducida su dotación a 328.397 hombres, con 109.816 de unidades aliadas. Aunque la cifra de 14 divisiones panzer puede producir cierta impresión, solo había 199 tanques operativos. El 20 de enero la Luftflotte 4 disponía de 625 aparatos que debían cubrir el territorio del HS y del Heeresgruppe-A (HA). Este tenía 550.000 soldados, contando los rumanos, repartidos entre los ejércitos 17º y el 6º. El 17ºE no tiene interés directo para esta campaña pero si el 6ºE que conformaba el flanco sur de la defensa alemana para lo que en febrero de 1944 disponía de unos 260.000 hombres (1). En suma: 700.000 soldados con aliados, 588.000 sin.
Heeresgruppe Süd (Manstein), a partir del 2-4-1944 Heeresgruppe Nordukraine (Model):
- -Cuarto Ejército Panzer (Raus)
-Primer Ejército Panzer (Hube)
-Octavo Ejército (Wöhler)
-Sexto Ejército de enero a marzo 1944 (Hollidt y después De Angelis)
Heeresgruppe A (Kleist), a partir del 2-4-1944 Heeresgruppe Südukraine (Schörner):
- -Sexto Ejército hasta enero y a partir de marzo(2)
Sobre el estado de las tropas de la División Panzergrenadier “Grossdeutschland” había informado lo siguiente el oficial de su Estado Mayor Coronel Oldwig von Natzmer:
- “en todas los niveles se da un grado de agotamiento por el que no se puede exigirse nada mas ... casi todos los hombres tienen tal grado de apatía que les es igual recibir un tiro de sus propios oficiales o de los rusos ... no tengo ninguna claridad sobre como hacer frente a los próximos ataques ... es tan escasa la infantería de las trincheras que la mayor parte de las veces un hombre no puede alcanzar visualmente a su vecino ... de uno de nuestros batallones mas fuertes había la siguiente dotación en el Primer Regimiento Grenadier G.D. 8 suboficiales y 57 soldados para defender una posición de 2,3 km de anchura”.
La escasez de soldados en el bando alemán se hizo particularmente notable en las formaciones de infantería del Heer. Las formaciones acorazadas y mecanizadas, así como las unidades de Waffen-SS tenían prioridad a la hora de cubrir bajas y pertrecharse. Aunque llegaban nuevos modelos de carros antitanque, solo un tercio de las unidades antitanque de las divisiones de infantería disponían de ellos por lo que estas eran vulnerables al ataque mecanizado. Por la distracción de recursos debido al bombardeo estratégico aliado sobre Alemania había poca disponibilidad de baterías antiaéreas ligeras y en el reparto tenían prioridad las unidades panzer y mecanizadas. Así que la formación de infantería estándar era vulnerable tanto al ataque de formaciones móviles como al ataque aéreo.
También escaseaba la munición, de lo que se dio cuenta también para el ER cuyas incursiones en las débiles líneas eran por ese motivo, a ojos de los generales alemanes, cada vez mas atrevidas.
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Fuente: modificado de http://militarymaps.narod.ru/maps/atl_ww2/map132.djvu
Sin contar con las fuerzas opuestas a Crimea, el ER oponía al HS y HA, al principio de Dniéper-Cárpatos, 4 frentes y parte de un 5º con 2.230.000 hombres, 28.654 cañones y morteros, 2.015 tanques y cañones autopropulsados y 2.600 aviones de combate. Después se incorporarían a la campaña el alto mando del 2º Frente Báltico, los cuarteles generales de los ejércitos 47º, 61º y 70º, y de los ejércitos de tanques 2º, 4º y 6º, seis cuerpos de tanques (con los nuevos T-34/85), dos cuerpos mecanizados y 33 divisiones. También el 6º Ejército Aéreo.
- Primer Frente Ucraniano (Vatutin y a partir de 1-3-1944 Zukhov)
Segundo Frente Ucraniano (Konev)
Tercer Frente Ucraniano (Malinovski)
Cuarto Frente Ucraniano (Tolbukhin)
Frente Bielorruso, a partir del 17-2-1944 Primer Frente Bielorruso (Rokossovksi)
También el ER escaseaba en recurso humano. Y no solo porque le pasara factura la negligencia de sus mandos durante el período anterior y la violencia del choque entre tan titánicos contendientes sin también por el desgaste al que en general se expone el atacante. Durante el Tercer Período de la Guerra las unidades soviéticas directamente involucradas en las ofensivas sufrían una proporción de bajas del 22 al 25%.
Muchas divisiones de fusiles tenían una fuerza efectiva de 2.000 o menos hombres. Además, el número de cañones de esas divisiones se vio reducido a favor de la artillería de penetración no divisional. Las formaciones de tanques y de guardias tenían prioridad a la hora de reponer pero sufrían un mayor porcentaje de bajas por lo que un buen número estaban infradotadas.
Para salir al paso de la escasez de infantería a finales de 1942 se habían creado las regiones fortificadas (ukreplennye raiony) que eran batallones con alto poder de fuego y poco personal que ocupaban amplias zonas de frente para que las fuerzas móviles pudieran concentrarse en sectores mas críticos.
El ER incorporaba rápidamente los hombres en edad militar de los territorios que iba liberando y los alemanes afirmaban que los empleaban como “carne de cañón”. En el pasaje del libro autobiográfico de Kobylyanskiy de la Ofensiva de Melitopol, que vimos en “El Dniéper, 1944) la impresión de su testimonio era distinta
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Decisiones estratégicas
Hitler se sentía mas amenazado por un posible desembarco aliado en el Canal de la Mancha que por los acontecimientos en el Frente Oriental. Ya en noviembre de 1943 había emitido la Directriz nº51 por la que el Schwerpunkt estratégico pasaba del este al oeste, a Francia, para proteger la Muralla Atlántica de un ataque aliado. Su solución para la guerra en dos frentes de 1944 era golpear en el oeste y parar en el este, y cuando hubiese detenido y batido en Francia a los aliados volver todas las fuerzas al Frente Oriental para recuperar lo que se hubiese perdido de Ucrania.
En cambio lo que preocupaba a Stalin, quien ya veía cercano el desenlace de la guerra, era ganar el mayor territorio posible antes de su fin, porque a partir de ese punto los aliados ya no iban a dejarle coger nada. Su objetivo era, pues, obtener el máximo beneficio en el mínimo tiempo. La presión de Churchill para reconocer al Gobierno Polaco en el exilio lo puso en alerta, por lo que no podía descuidar el flanco Bielorrusia-Leningrado si quería que Polonia tuviera un gobierno comunista después de la Guerra. También tenía interés por los Balcanes pero su territorio presentaba grandes dificultades logísticas.
Aspectos tácticos
Para Manstein era inconcebible tener una brecha de 100 km en el ala norte del HS y no poder trasladar allí las fuerzas estacionadas en Crimea o las que debían guardar un frente sobreextendido y expuesto porque Hitler no permitía la evacuación de la península ni cesiones para rectificar el frente en el arco del Dniéper.
Si este hubiese recogido la idea del reformador militar prusiano Neidhardt von Gneisenau (1760-1831) cuando definió estrategia como “ciencia del empleo del tiempo y del espacio” hubiese debido sacrificar espacio para ganar tiempo. Sin embargo se resistía con obstinación al planteamiento de Manstein de emplear el espacio como arma, el único medio de maniobrar contra un enemigo numéricamente superior. Gravemente incapacitado para ceder terreno, la inclinación de los generales por la guerra de maniobras eran para Hitler manifestaciones de una voluntad de retroceder. Según un comentario sarcástico de Guderian, a estas alturas de la guerra solo oír la palabra “operar” lo ponía malo.
En lugar de móvil, defensa fija. La idea quedó consagrada con la Directriz nº 11 sobre la creación de “plazas fuertes” y, finalmente, con el cese de Manstein en abril. El Jefe de Estado Mayor del OKH, Zeitzler se opuso a Hitler, presentando la dimisión que este rechazó.
Además de tener que llevar a cabo una “defensa fija”, esta estaba penalizada por la poca densidad de tropas, resultado de tener un frente excesivamente ancho. Un retroceso hubiese permitido reducir anchura y nutrir su defensa o formar reservas. El OKH se había convertido en un gestor de emergencias donde Hitler, quitando fuerzas aquí y poniéndolas allá, tapaba agujeros en un sitio a costa de crearlos en otros.
Hube, el comandante del 1ºPz, había escrito al respecto:
- “Nos defendemos del ataque enemigo exponiéndonos a su superioridad numérica y su fuego artillero sin poder aprovechar las oportunidades de atacar sus puntos débiles, de llevar a cabo una maniobra ... con solo la defensa, el mantener el terreno a todas costa, el encajar los golpes no se puede derrotar al enemigo y se sufren pérdidas. La experiencia ha mostrado que estas son las mismas que si se llevan a cabo contraataques. El caso es que el enemigo las puede soportar mucho mejor que nosotros”.
La “plaza fuerte” (fester Platz) debía ser capaz de resistir mucho tiempo, incluso estar dispuesta al sacrificio. La finalidad era el atar fuerzas enemigas de forma prolongada. Era una noción propia de la PGM que había quedado obsoleta tras las experiencias de Eben-Emael y la Línea Maginot.
A medida que las cosas se ponían feas para Alemania, encima perdía simpatizantes y se vio privada de agentes en la retaguardia enemiga. La inteligencia se limitaba a la interceptación de señales y al reconocimiento aéreo. Tenía buena información sobre el primer escalón pero desconocía la situación y fuerzas en el segundo escalón y dónde se hallaban las unidades móviles enemigas, siendo, por añadidura, víctima reiterada del engaño planificado (maskirovka).
Por parte soviética, su escasez de personal lo obligaba a aplicarse con mas destreza y el Stavka dio instrucciones para intentar reducir el número de bajas, lo que tuvo una aplicación desigual. Perduraban hábitos desfasados de ataques frontales repetidos, incluso cuando faltaba expectativa de éxito. También por parte de algunos comandantes de frentes y representantes del Stavka. Había varias causas de esa actitud. 1) La falsa percepción de que la Unión Soviética podía proveer al ER indefinidamente de hombres. 2) La resistencia al- o dificultad con el progreso inherentes a la condición humana. Una parte de los mandos, sobre todo a nivel de cuerpos hacia abajo, carecían de la flexibilidad e iniciativa que exigía la moderna manera de hacer la guerra. 3) La presión para el logro de los objetivos señalados. Aunque por un lado el Stavka indicaba a los comandantes de los frentes que procuraran reducir sus pérdidas, estos eran duramente criticados, si no apartados del mando, cuando no los lograban. Eso ocurría también en escalafones inferiores. Aun hoy en día a muchos generales glorificados en la Gran Guerra Patria se les recuerda en Rusia como sanguinarios. Los éxitos que alcanzaron con esos sacrificios les dio posteriormente un elevado estatus en la Unión Soviética que los inmunizó de tener que responder de las fuertes pérdidas de vidas.
Del aprendizaje de los años previos nacieron las “Regulaciones de Campo del Ejército Rojo de 1944” o “Ustav”, que recogía los procedimientos entre los que se incluía la ofensiva artillera y el apoyo aéreo continuo a las fuerzas terrestres, la importancia de la sorpresa y la iniciativa.
Las ofensivas soviéticos se guiaban sobre los siguientes principios:
- 1. Consecución de una superioridad local aplastante mediante la concentración de fuerzas en el punto de ruptura.
2. El engaño para minimizar la disponibilidad enemiga de reservas que pudiera contener la punta de lanza del ataque una vez conseguida la ruptura. Este engaño puede ir dirigido tanto a la inteligencia de las unidades enfrentadas como al alto mando.
3. Sorpresa.
4. Audacia (Auftragstaktik). Tras devolverles Stalin la confianza, ahora los generales podían y debían asumir actitudes de riesgo. El Blitzkrieg no es compatible el con actitudes conservadoras.
5. Timing. El ocultamiento no podía durar indefinidamente. Y cuando la ruptura era inminente los comandantes debían escoger el momento preciso para introducir en la batalla las fuerzas móviles. Una acción prematura podía condenarlas a empantanarse en la lucha de penetración, mientras que un retraso podía exponerlas a un contraataque o que toparan con unas defensas reorganizadas.
6. Entrenamiento. Unidades completas eran retiradas a la reserva donde se incorporaban los reclutas, cuya formación se beneficiaba del contacto con los veteranos. Las tácticas de armas combinadas eran muy exigentes con el adiestramiento.
Los ejércitos de tanques no se movían como una masa compacta. Durante la explotación y persecución el comandante de cada unidad (división, cuerpo o ejército) enviaba un destacamento adelantado a una distancia de 20 a 50 kms. Sus comandantes debían tener un alto nivel de destreza e iniciativa. Si hallaban focos de resistencia debían pasar de largo. Si se quedaban estancados, la unidad de la que formaban parte debía enviar otro para, o bien apoyarlo, o en la mayoría de los casos, pasar de largo también.
Días antes de la ofensiva fuerzas de reconocimiento empleaban maniobras tácticas con batallones avanzados para determinar la posición de las tropas enemigas, su concentración de armas y valorar la determinación enemiga a mantener las posiciones. Con ello se trataba de evitar malgastar la munición contra posiciones débiles o abandonadas.
Aparte de la táctica artillera del lanzamiento masivo de proyectiles, se empleó la de hacerla con una cadencia que pillara al enemigo saliendo de los búnker y antes de tomar sus posiciones de defensa.
Las ofensivas soviéticas comenzaban con fuerzas de infantería apoyadas con zapadores, tanques, cañones autopropulsados y aviones. Si se encontraban con fuerzas acorazadas los cañones autopropulsados pesados tomaban posición es tras la primera línea de infantería intentando emboscar los carros enemigos.
La ofensiva buscaba romper la línea enemiga y ganar su espalda con la mayor rapidez posible. Cuando la resistencia alemana era excesiva, a diferencia de antes, había flexibilidad para intentarlo en otro lugar, lo que era posible por la existencia de reservas en el 2º escalón.
Las “estrellas” del ER eran los ejércitos de tanques y los grupos mixtos (caballería-mecanizado o tanques-caballería) que se hallaban a las órdenes de los comandantes de los frentes o de los coordinadores o representantes del Stavka. Sus objetivos operacionales eran profundos, a veces cientos de kilómetros tras las líneas enemigas. El ER disponía de 5 ejércitos de tanques a los que el 20-1-1944 se añadió el 6º.
Como respuesta a los Tiger y Panther el ER estrenó el tanque pesado JS-2 que en febrero sustituyó al viejo KV en los regimientos de tanques pesados aunque la baja eficacia de su cañón de 122 no quedó solucionada hasta el mes de junio, cuando además se manifestó la incapacidad de Alemania para seguir fabricando aleaciones de calidad por carencia de manganeso (3). En febrero comenzó a llegar también la nueva versión del tanque medio, el T-34/85 (4), y los regimientos de artillería autopropulsada comenzaron a sustituir los SU-152 por JSU-152 y JSU-122, ambos para funciones tanto antitanque como de asalto (5).
Logística
Los ataques partisanos –se calculaba que durante esa campaña operaron unos 50.000 tras las líneas alemanas- a las vías férreas dificultaba los movimientos de divisiones panzer a áreas de mayor actividad, obligando a los alemanes a emplear más las carreteras, que con frecuencia eran impracticables y que por sobreuso terminaban convertidos en ríos de fango. El transporte por carretera aumentaba además de forma notable el consumo de un combustible del que Alemania andaba escasa.
Las explosión de una sola carga era reparable en horas, pero series de cientos de explosiones suponían un caos para los servicios de reparación. Detonar la carga bajo la locomotora amplificaba enormemente el daño pero exponía a los partisanos a las acciones de la tropa del propio tren, teniendo en cuenta que la orografía y vegetación de Ucrania, a diferencia de Bielorrusia, ofrecía mucha menor protección. Cuando un tren era alcanzado, la interrupción y el proceso de retirada y reparación podía durar varios días.
Cuando el tren llegaba a la estación su carga debía llevarse hasta el frente, siendo este el eslabón débil de la cadena logística alemana. La tropa recién llegada marchaba a pie, la carga se transportaba en carretas tiradas por caballos y camiones que en su mayor parte eran de tracción a un eje. Los vehículos de orugas, en lugar de ser transportados sobre plataformas remolcadas llegaban al frente por si mismos, gastando así ya una parte de su limitada vida útil.
Los carros tirados por caballos tenían capacidad para cubrir una distancia diaria de solo 30 km. Distancias mayores requerían relevos y estaciones de repostaje con establos a medio camino. Cuando el sectores de frente se hallaban a esa distancia de la estación de tren un carro empleaba un día para la ida y volvía al siguiente. Cuando la distancia era de 30 a 60 km cada carro empleaba al menos 3 días para completar el ciclo, y si era mayor de 60, cuatro o mas. Aumentaban así los requerimientos de carros, caballos y establos que ello implicaba pero no se podía satisfacer porque, simplemente, no había.
De ahí la incomparable ventaja del camión. El problema de este era el consumo, por un lado, y la insuficiencia de la red de carreteras. Los de tracción a solo un eje solo eran utilizables sobre suelo duro, por lo que su empleo dependía del clima. Buenas carreteras con una gruesa capa de gravilla debajo para drenar bien el agua había muy pocas.
Camiones con tracción a dos o tres ejes podían llegar mas lejos con suelo blando y podían avanzar campo a través, aumentando las opciones tácticas del atacante. Alemania andaba escasa de camiones de este tipo, en cambio la Unión Soviética los había recibido en gran cantidad, británicos y sobre todo norteamericanos, en virtud de la Ley de Préstamo y Arriendo con lo que un mundo separaba la capacidad logística de unos y otros, convirtiéndose en uno de los factores decisivos del desenlace al lado de las diferencias en hombres y armamento.
El ER debía superar las dificultades inherentes al atacante para proveer sus tropas de la necesaria cantidad de combustible, comida, forraje y munición. El avance suponía el alejamiento de las estaciones de tren y las bases de aprovisionamiento por lo que las dificultades logísticas tenían mayor capacidad de enlentecer el avance que la defensa enemiga. Hasta que las vías férreas y los depósitos no se hubieran acercado al frente la ofensiva debía esperar.
Como contrapunto al protagonismo casi exclusivo de Studebakers y Willys entre los vehículos 4x4 del Lend&Lease, recordar que un precursor igual de bueno que este fue el Bantam-BRC40 de ¼ toneladas. De ese peso había también el Ford-GP que tenía, además, una versión anfibia (GPA) del que el ER hizo buen uso por los numerosos ríos que se interponían en su avance. El ER recibió una gran cantidad de diversos modelos con tracción a 2 o 3 ejes (6):
- -25.000 Dodge-WC 4x4 de ¾t.
-60.000 Chevrolet-G de 1,5t.
-105.000 Studebaker-US6 de 2,5t. 6x6 y 90.000 6x4
-3.500 International-M-5 2,5t. 6x6
-6.700 GMC “Jimmy” de 2,5t. 6x6 que tenía una versión anfibia “Duck”
y de tracción multieje de más de 2,5t: Albion-BY3N (3t. 6x4), Austin K3/YF (3t. 6x4), Bedford QLD (3t. 4x4), Autocar-U (portapontones, 6t. 4x4), FWD-SU-COE “Prime Mover” (6t. 4x4), GMC-ACKWC (3t. 6x6), Mack-NR15 (10t. 6x4), Heavy Wrecker M1 (10t. 6x6).
Aparte del empleo logístico, estos vehículos con tracción multieje remolcaban con rapidez cañones, pontones y material para construir puentes, por lo que cuando los alemanes contraatacaban eran recibidos con fuego antitanque, de mortero, etc, por la rapidez con que las piezas podían transportarse ahora.
La fuerza aérea se empleaba básicamente para reconocimiento y apoyo a las fuerzas terrestres y ahí la superioridad soviética era aplastante, porque Alemania debía desviar aparatos y artillería antiaérea a su territorio para defenderse del bombardeo estratégico aliado. Debido a la superioridad aérea soviética, los movimientos de suministros y de tanques durante el día eran muy arriesgados para los alemanes, viéndose obligados a realizar sus movimientos solo por la noche, por el día las carreteras eran de la VVS.
Saludos
Grossman
Fuentes:
-GLANTZ DM, HOUSE J “When Titans Clashed. How the Red Army Stopped Hitler”. University Press of Kansas (1995) p.179-84
-FRIESER KH “Die Rückzugoperationen der Heeresgruppe Süd in der Ukraine” en “Das Deutsche Reich und der Zweite Weltkrieg. Bd.8. Die Ostfront 1943/44”. Deutsche Verlags-Anstalt (2007) p.385-7, 424-5, 445-50
-GLANTZ DM “Colossus Reborn. The Red Army at War, 1941-1943”. University Press of Kansas (2005)
-DUNN WS “Soviet Blitzkrieg. The Battle for White Russia, 1944”. Lynne Rienner (2000) (edición de tapa blanda: Stackpole 2008)
Citas:
(1) SCHÖNHERR K “Die Rückzugoperationen der Heeresgruppe A über die Krim bis Rumänien” en “Das Deutsche Reich und der Zweite Weltkrieg. Bd.8. Die Ostfront 1943/44”. Deutsche Verlags-Anstalt (2007) p.471
(2)
http://www.lexikon-der-wehrmacht.de/
(3)
http://www.battlefield.ru/index.php?opt ... 44&lang=en
(4)
http://www.battlefield.ru/content/view/85/43/lang,en/
(5)
http://www.battlefield.ru/content/view/40/45/lang,en/
(6)
http://www.o5m6.de/ForeignTrucks.html