Mensaje
por Torifune » Lun Ene 19, 2009 12:12 am
Hola, queridos amigos, SALUTEM PLURIMAM, referente a la pintura de Hitler, os quiero hacer notar, si me permitís, que la pintura académica no es algo esencialmente malo. En efecto, no todos son genios innovadores y avanzados. Muchos pintores extraordinarios han pasado a la historia de la humanidad y se han movido dentro de los límites del academicismo, y no por eso han dejado de ser buenos pintores: Ingres, David, muchísimos pintores del Renacimiento italiano ( incluso Rafael, a ratos, también se estancaba en lo convencional ), ... y mi preferido, dentro de los académicos, Alma Tadema. Este último, un verdadero genio, eligió el academicismo simplemente por una cuestión monetaria ( y así fue, se rindió al gusto de las clases dominantes y se hizo, literalmente, de oro ). Cuando un pintor se mueve en las aguas de lo académico también tiene sus valores: la técnica ( fundamentalmente ), pues conseguir una técnica perfecta es algo dificilísimo, casi imposible ( ¡ a ver quién tiene la técnica de un Ingres, cuya inspiración, por cierto, era cero ! ) Actualmente, nadie, y digo bien, nadie, tiene la técnica de cualquier pintor segundón, convencional, de antaño. Fijaos, por ejemplo, en cómo se pintaban antes los ropajes y cómo se pintan ahora.
Con respecto a la pinura de Hitler quiero añadir, sólo, un detalle que siempre me ha llamado la atención y que considero importantísimo: en ninguno de sus cuadros aparecen seres humanos, salvo en ese autorretrato a lapiz en el que está de perfil. Ni un sólo retrato. Sólo paisajes, vacíos de cualquier huella de vida y siempre desolados. Hasta en el cuadrito ese de la catedral de Viena que sacabais hay huellas de esa desolación y de un ambiente depresivo. No hay la alegría de la creación que se ve en otros autores que han pintado paisajes sin pintar la vida humana ( y pensad en Constable, por ejemplo ). De hecho yo diría que casi no ha vida. En uno de sus peores cuadros hay un molino ( creo recordar ) sobre una colina. Todo está desierto y azotado por un viento impetuoso, los cielos son grises y emborrachados ... El cuadro plantea muy mal la perspectiva, que está bastante mal resuelta. Parece que las nubes dejan caer un rocío de sangre sobre una naturaleza fría y congelada en el tiempo .... Este cuadro siempre me ha fascinado desde el punto de vista de poder penetrar la mente del Führer. Evidentemente, era un solitario y un misántropo. Y, además, un heautontimorúmenos, es decir, uno que se atormenta a sí mismo.
Un abrazo a todos, queridos amigos.
VALE
Torifune