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por Plantigrado » Sab Nov 24, 2018 6:07 pm
Hay una película que se titula Hitler el reinado del Mal--Hitler the Rise of the Evil --(2003) y una serie de TV que se titula Hitler SS el retrato del Mal--Hitler SS: Portrait in Evil --(1985). La similitud de los títulos puede dar lugar a confusiones.
Yo he visto la primera, en la que Robert Carlyle interpreta a Hitler, y sobre esta opino.
La película no me resultó convincente en cuanto a la caracterización de los personajes, aunque a través de ella se puede aprender algo de Historia.
En ella el personaje de Hitler aparece como un malvado sin matices ni humanidad. De cartón-piedra. Y no digo que no tuviese su lado malvado, pero también sabía ser encantador y amable cuando se lo proponía.
En cambio, en la película El hundimiento(2004) lo podemos ver gritando furioso y lanzando tremendas amenazas a menudo, pero conocemos otras facetas suyas también en la intimidad
Aparte del detalle cuando el joven Hitler golpea a un perro siendo soldado en la PGM. Un episodio probablemente ficticio para ejemplificar su extrema maldad. El problema es que me resulta poco creíble.
A mi modo de ver Hitler era más complejo que éste estereotipo.
Su desconsuelo ante la muerte de su madre( paradójicamente asistida por un médico judío al que Hitler protegería años más tarde); su afecto quizá algo perverso por su sobrina Geli (cuyo suicidio dicen le llevó a plantearse dejar la política, incluso hay versiones que dicen que Rudolf Hess le quitó una pistola de las manos con la que jugueteaba peligrosamente tras saberlo); o su vacilación a la hora de ordenar el asesinato de su antes amigo Röhm tras la Noche de los Cuchillos Largos (al que en principio sopesó dejarlo refugiarse en Bolivia); su relación cuasipaternal con Speer a pesar de la desobediencia final de éste a su Orden Nerón, son episodios fugaces y pequeños, pero que insinúan que Hitler no era esa bestia absolutamente insensible que a veces nos pintan, que también había un punto de ternura en el lobo.(?)
“Mientras la guerra sea considerada como mala, conservará su fascinación. Cuando sea tenida por vulgar, cesará su popularidad”.
Oscar Wilde, escritor irlandés.