A nivel popular o coloquial es frecuente escuchar o leer la clasificación del nazismo y el fascismo como extrema derecha.
Sin embargo, por los conocimientos personales que tengo de alguna gente próxima a esos movimientos, ellos no se consideran así. Ellos suelen decir que son tercera posición, es decir, que se consideran más allá de ese eje que creen que no los entiende y que es insuficiente para describirlos.
En el caso alemán, por ejemplo, ellos hablaban de Die Reaktion refieriéndose a Partidos como por ejemplo el Zentrum o a la figura de Hindenburg, que para ellos eran la auténtica derecha, que decían rechazar.
También dicen, por ejemplo, que en el caso británico Churchill sí que es claramente un político de derechas, pero no Mosley. En España aluden a la revolución pendiente de la Falange original (la de José Antonio Primo de Rivera y Ramiro Ledesma) pero marcan distancias con el franquismo (que según ellos sólo tuvo una fachada fascistoide en sus inicios, de la que pronto se deshizo).
En su discurso, la palabras revolución y socialismo jugaban un papel importante, sobre todo en los inicios de esos movimientos. Parece como si una vez llegaron a gobernar ese discurso se suaviza algo mientras se radicaliza y profundiza el componente nacionalista, pero tampoco llegó a desaparecer nunca del todo.
Dentro del movimiento nazi hay sectores como por ejemplo las SA del Röhm o el de los hermanos Strasser que pretenden poner un mayor énfasis en el componente socialista dentro del nacionalsocialismo. Lo que no quita nada por otro lado en intolerancia y voluntad de exclusión social a Röhm, por otro lado.
Esta dualidad también aparece en el fascismo italiano, que surge de una escisión nacionalista dentro del Partido Socialista Italiano encabezada por Mussolini. Que se organiza tras la 1GM en 1919 con la creación de los fascios, con un componente izquierdoso o revolucionario
que pasa a segundo plano tras la Marcha sobre Roma (1922) y la consiguiente toma del Poder,. Pero que resurge con fuerza en la República de Saló (1943-1945), donde buena parte de su doctrina es reformulada por el excomunista Nicola Bombacci.
Si por la derecha se suele entender los conservadores, los nazis y fascistas pretenden en cambio ser algo nuevo, aunque recogiendo algo de un pasado generalmente muy idealizado y mitificado (el Imperio Romano en el caso mussoliniano, o las viejas leyendas germánicas recogidas en las óperas de Wagner en el caso hitleriano).
¿Resulta la definición de extrema derecha apropiada para definir los fenómenos del nacionalsocialismo o el fascismo, como habitualmente se escucha y lee hoy en día? ¿O más bien se trata de un fenómenos mucho más complejo que desborda esa categoría?
Nazismo y fascismo en relación al eje izquierda-derecha
Moderador: David L
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Nazismo y fascismo en relación al eje izquierda-derecha
“Mientras la guerra sea considerada como mala, conservará su fascinación. Cuando sea tenida por vulgar, cesará su popularidad”.
Oscar Wilde, escritor irlandés.
Oscar Wilde, escritor irlandés.
Re: Nazismo y fascismo en relación al eje izquierda-derecha
Hola,
Yo pienso que el término extrema derecha no es el más apropiado para situar a estos grupos, al menos en su época, tanto el fascismo como el nacionalsocialismo fueron movimientos de masas que consiguieron aglutinar a una gran parte de las clases medias, ahí radicó su éxito, y los cuales llevaron a cabo su “revolución”, una revolución que desde luego no coincidía con la ansiada por los grupos marxistas. Alejados del igualitarismo marxista, y también de una derecha que basaba su doctrina en otros parámetros alejados de cualquier hegemonía de partido único, el fascismo y el nazismo podrían resultar unos movimientos “regeneradores” en su tiempo, innovadores si me permites la expresión y en donde el individuo quedaba supeditado al ideal de Estado, el pluralismo tampoco sería aceptado ya que toda la organización de la sociedad se vertebraría a través del Estado y sus organizaciones adyacentes. La derecha tradicional basaba mucho de sus planteamientos programáticos apoyados en organizaciones privilegiadas, como podría ser la Iglesia, en el caso del Zetrum católico alemán, o la CEDA en la España de la II República por mencionarte algún ejemplo. El nazismo y el fascismo conquistan el Estado a través del Partido, y ambos quedan unidos mediante el liderazgo de un jefe supremo. Tal vez por eso los afines a esas ideologías hablan de una tercera vía, alejados de la izquierda progresista y de la derecha tradicional.
No hay duda de que Churchill era un conservador, un hombre de orden de su tiempo, con una visión ciertamente paternalista hacia otras minorías y anticomunista acérrimo, Mosley se acercaba más a los parámetros mencionados anteriormente, nacionalista extremo, antidemocrático y partidario de la hegemonía del Estado mediante un Partido único.
¿Revolución y socialismo?, en el caso alemán, por ejemplo, estaríamos hablando de un socialismo nacional donde el Volk(pueblo), la tierra y la raza constituirían la base esencial de esta nueva “versión socialista” muy alejada de la visión marxista. Hay algo de místico en todo ello, algo casi irreal y espiritual que implicaba organizar la vida del pueblo de una manera supremacista, aquí la comunidad racial lo era todo, despreciando por supuesto cualquier atisbo de igualdad democrática.
El caso de los hermanos Strasser y de Roehm yo los asociaría todavía a esa no conclusión de la revolución del socialismo nacional, es decir, la disidencia, ya fuese a izquierda o derecha sería reprimida a sangre y fuego.
En el caso italiano podríamos hablar de una revolución que lleva al poder a Mussolini y, a partir de esta toma de poder comienza a desarrollar todo su potencial, una revolución que lleva su tiempo y que se expande conforme el régimen fascista se asienta. En Saló las circustancias fueron muy diferentes, era como haber vuelto a la casilla de salida.
Saludos.
Yo pienso que el término extrema derecha no es el más apropiado para situar a estos grupos, al menos en su época, tanto el fascismo como el nacionalsocialismo fueron movimientos de masas que consiguieron aglutinar a una gran parte de las clases medias, ahí radicó su éxito, y los cuales llevaron a cabo su “revolución”, una revolución que desde luego no coincidía con la ansiada por los grupos marxistas. Alejados del igualitarismo marxista, y también de una derecha que basaba su doctrina en otros parámetros alejados de cualquier hegemonía de partido único, el fascismo y el nazismo podrían resultar unos movimientos “regeneradores” en su tiempo, innovadores si me permites la expresión y en donde el individuo quedaba supeditado al ideal de Estado, el pluralismo tampoco sería aceptado ya que toda la organización de la sociedad se vertebraría a través del Estado y sus organizaciones adyacentes. La derecha tradicional basaba mucho de sus planteamientos programáticos apoyados en organizaciones privilegiadas, como podría ser la Iglesia, en el caso del Zetrum católico alemán, o la CEDA en la España de la II República por mencionarte algún ejemplo. El nazismo y el fascismo conquistan el Estado a través del Partido, y ambos quedan unidos mediante el liderazgo de un jefe supremo. Tal vez por eso los afines a esas ideologías hablan de una tercera vía, alejados de la izquierda progresista y de la derecha tradicional.
No hay duda de que Churchill era un conservador, un hombre de orden de su tiempo, con una visión ciertamente paternalista hacia otras minorías y anticomunista acérrimo, Mosley se acercaba más a los parámetros mencionados anteriormente, nacionalista extremo, antidemocrático y partidario de la hegemonía del Estado mediante un Partido único.
¿Revolución y socialismo?, en el caso alemán, por ejemplo, estaríamos hablando de un socialismo nacional donde el Volk(pueblo), la tierra y la raza constituirían la base esencial de esta nueva “versión socialista” muy alejada de la visión marxista. Hay algo de místico en todo ello, algo casi irreal y espiritual que implicaba organizar la vida del pueblo de una manera supremacista, aquí la comunidad racial lo era todo, despreciando por supuesto cualquier atisbo de igualdad democrática.
El caso de los hermanos Strasser y de Roehm yo los asociaría todavía a esa no conclusión de la revolución del socialismo nacional, es decir, la disidencia, ya fuese a izquierda o derecha sería reprimida a sangre y fuego.
En el caso italiano podríamos hablar de una revolución que lleva al poder a Mussolini y, a partir de esta toma de poder comienza a desarrollar todo su potencial, una revolución que lleva su tiempo y que se expande conforme el régimen fascista se asienta. En Saló las circustancias fueron muy diferentes, era como haber vuelto a la casilla de salida.
Saludos.
Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra... elegisteis el deshonor y tendréis la guerra.
Winston Churchill a Chamberlain.
Winston Churchill a Chamberlain.
TEST