¡Hola a todos!
He acabado la lectura de un excelente libro de Azar Gat, cuya referencia es:
Azar Gat,
British Armour Theory and the Rise of the Panzer Arm: Revising the Revisionists (Palgrave MacMillan, 2000).
Quisiera compartir con vosotros mis impresiones y conclusiones.
En primer lugar, debo reconocer que me ha sorprendido muy gratamente el trabajo de investigación de Azar Gat (*), un israelí dos años más joven que yo. También me ha gustado su objetividad -fría y cristalina- y su estilo de exposición argumental y de hechos. Os recomendaría este libro sin ninguna reserva, pero temo que me tomaríais un poco a chanza al descubrir que sus 140 páginas necesitan un desembolso de 110 USD, gastos de envío no incluidos.
Bien, Gat presenta dos tesis en su libro: la primera quiere restaurar a Liddell Hart como teórico importante de la guerra blindada en la Inglaterra de entreguerras, y la segunda persigue demostrar que Liddell Hart tuvo cierta influencia en el desarrollo de la Panzerwaffe alemana.
En mi opinión, sólo consigue a medias la primera y muy débilmente la segunda. No tengo tiempo aquí para presentar mis objeciones, pues tendría que presentar primeramente sus argumentos y luego discutirlos, labor que se haría demasiado extensa y, quizás, sin interés para el foro. Sólo diré, a modo de indicación, que el grueso de la argumentación de Gat se basa en descubrir artículos escritos por Liddell Hart de la época de entreguerras donde el capitán británico defendió los beneficios de la guerra blindada y subrayó las posibilidades de las penetraciones estratégicas blindadas. Gat encontró esos artículos en
The Daily Telegraph y en
The Times, donde entonces escribió Liddell Hart, el segundo a partir de 1935.
Sin embargo, en mi opinión, esos artículos, reconociendo su valor, no son más que una gota de agua del mar de artículos que escribió Liddell Hart antes de la guerra. Si Liddell Hart estuviera convencido por aquella época de la excelencia y
supremacía de una teoría de la guerra blindada que defendiera la formación de grandes unidades de armas combinadas blindadas-mecanizadas ideadas para conseguir profundas penetraciones estratégicas, y, más aún, si estuviera a favor de una teoría que defendiera la estrategia ofensiva, entonces el astuto capitán seguramente que habría dedicado su pluma a producir algo más que unos artículos para unos periódicos destinados al público en general. El hecho, a mi juicio irrefutable, es que Liddell Hart sólo retrocedió lo andado cuando comprobó los resultados de las campañas alemanas en Polonia y Francia. Entonces y sólo entonces, hurgó en su vasta obra para rescatar esos artículos (sin éxito) en los años de posguerra, cuando su labor de reinventar su propia historia. Pero dejemos este asunto, que no es lo que quiero contaros.
Azar Gat presenta fríamente las maniobras que realizó Liddell Hart para conseguir sus espurios objetivos. En su Capítulo 2, que lleva por título
British Influence and the evolution of the Panzer Arm, Gat desvela de forma muy detallada las astucias que este extraordinario personaje que fue Liddell Hart realizó con varios generales alemanes retratados en su
The Other Side of the Hill (1948), que nosotros conocemos mejor por el título de la edición americana,
The German Generals Talk. Nos pone el ejemplo de tres grandes celebridades alemanas: Manstein, Rommel y Guderia. Como él lo cuenta muy bien, yo sólo voy a traducir sus pasajes, advirtiendo que la cursiva entre paréntesis es mía, pues como veréis, lamentablemente sobran comentarios.
Sobre Manstein:
[En el caso de Manstein los esfuerzos de Liddell Hart no dieron fruto, a pesar del hecho de que el mariscal estaba fuertemente en deuda. Liddell Hart intervino para aliviar las dificultades y la humillación que soportó Manstein en el campo de prisioneros de guerra. A petición de Manstein, hizo los arreglos para que su mujer e hijo fueran transferidos a la casa de su hermana en la zona francesa de ocupación de Alemania. Hizo campaña para que Manstein no fuera juzgado como criminal de guerra, asistió en su defensa cuando fue llevado a juicio, y luchó por su libertad después de que hubiera sido condenado. Se hizo cargo de la publicación de la edición inglesa de las memorias de guerra de Manstein,
Lost Victories (1958), y tan tarde como en la década de 1960 intervino para asegurar una plaza en Cambridge para el hijo de Manstein. Sin embargo, a pesar de la gratitud de Manstein, (
Manstein) se resistió a los intentos indirectos de Liddell Hart, a través del biógrafo y abogado de Manstein, para hacer de Liddell Hart la inspiración detrás de la operación de las Ardenas que había concebido Manstein y que había conducido al colapso aliado de 1940 en el Oeste. Liddell Hart, quien en sus libros de entreguerras había hecho en varias ocasiones la observación de que las Ardenas no eran infranqueables, deseaba que Manstein refrendara la frase: “
había quedado impresionado, dijo, por un artículo del capitán Liddell Hart argumentando que un ataque blindado a través de las Ardenas era técnicamente posible”. Pero Manstein no concedería específicamente nada más que la no comprometedora: “
el capitán Liddell Hart, dijo, había sugerido en un artículo antes de la guerra que era técnicamente posible un ataque blindado a través de las Ardenas.” Esto no detuvo a Liddell Hart para poner sus propias palabras en boca de Manstein en sus
Memorias. (las memorias de Liddell Hart)] (Página 44)
Sobre Rommel:
[Liddell Hart tuvo más suerte con la familia de Rommel. La viuda y el hijo del mariscal tenían muchas ganas de que Liddell Hart pudiera publicar una edición inglesa de sus documentos. Rommel tenía muchos críticos en el ejército alemán y en el estado mayor general, quienes cuestionaban su calificación como estratega y su conducta en África del Norte y Normandía, y quienes mantenían que sus capacidades habían sido exageradas en gran medida por la propaganda de guerra de los aliados y alemanes. Liddell Hart indicó claramente en su primera carta a la señora Rommel que presentaría un caso favorable en su defensa. Ante su persistente exhortación (
de Liddell Hart), la familia de Rommel y su jefe de estado mayor en África del Norte, Bayerlein, le proporcionaron débiles pero razonables pruebas de que Rommel, como la mayoría de los oficiales alemanes, había sabido de Liddell Hart durante la década de 1930 y probablemente había leído alguno de sus escritos, aunque él mismo (
Rommel) no se había pasado al blindaje antes de 1940. Las pruebas posteriores mostraron que durante la guerra Rommel había mencionado en dos ocasiones diferentes el fracaso de sus oponentes británicos en adoptar las teorías de guerra blindada desarrolladas originalmente por “críticos militares británicos (Bayerlein: Fuller and Liddell Hart). En uno de sus documentos Rommel también se había referido específicamente a un artículo que Liddell Hart había escrito durante la guerra. Sin embargo, Liddell Hart no aceptó el trabajo de publicar los documentos de Rommel antes de sacar de la familia de Rommel y de Bayerlein declaraciones que convertían a Rommel nada menos que en su “discípulo”, quien había sido “altamente influenciado por sus concepciones estratégicas y tácticas”. (
Liddell Hart) Insertó esta declaración en la edición inglesa de
The Rommel Papers (1953), pero no consiguió que Bayerlein la incorporara en la edición alemana.] (Página 45)
Sobre Guderian:
[
The Other Side of the Hill había sido publicado antes de que él (
Guderian) y Liddell Hart se encontraran, pero Liddell Hart estaba planeando una segunda y más amplia edición del libro. Seis meses después (
después de septiembre de 1948) de que comenzaran su correspondencia, informó (
Liddell Hart) a Guderian de que tenía pensado dedicarle un capítulo completo en la nueva edición. Más o menos por el mismo tiempo, indagó si Guderian había considerado escribir sus memorias de guerra. Guderian, que no estaba recibiendo pensión, estaba entonces viviendo con su mujer en una habitación bajo condiciones de virtual pobreza. Como escribió a Liddell Hart (quien también estaba involucrado en conseguir que se restaurasen las pensiones a los generales alemanes), publicar sus memorias era para él, si no más, un medio de ganarse la vida. Liddell Hart se hizo cargo de encontrar editores británicos y americanos para las memorias, y también puso a Guderian en contacto con periódicos británicos y americanos. Sin embargo, el conseguir que las memorias se aceptasen para su publicación en el Oeste fue muy difícil. Dos editoriales, Collins y Cassell, rechazaron sucesivamente el manuscrito, describiéndolo (correctamente) como “
lleno de autocompasión e impenitente nacionalismo, típico de un oficial alemán de la escuela nacionalsocialista”. Liddell Hart trabajó duro para suavizar y eliminar los pasajes problemáticos del libro, encontrar otra editorial y, finalmente, asegurar las mejores condiciones financieras para Guderian. Cuando el libro,
Panzer Leader (1952), se convirtió en un best-seller, pidió el 25% de las regalías que el mismo Guderian le había ofrecido por su enorme labor. Su petición quedó sin respuesta, pues Guderian acababa de morir.
Tal como subrayó Mearheismer (
autor del que ya he hablado en posts anteriores), cuanto más crecía la deuda de Guderian con Liddell Hart, más persistentes se hicieron las peticiones de Liddell Hart con relación a su influencia sobre él, y más se daba cuenta Guderian de que tendría que contribuir a este tipo de reconocimiento que deseaba Liddell Hart para la relación mutuamente beneficiosa. Al tiempo que Liddell Hart trataba el asunto de la publicación de las memorias de Guderian y prometía a Guderian que el capítulo dedicado a él en la nueva edición de
The Other Side of the Hill lo presentaría como más importante que Hitler, también le envió su crítica de las
Lectures on FSR III de Fuller, indicando claramente, una y otra vez, dónde creía que yacía su propia contribución a la teoría de la guerra blindada. Cuando Guderian no captó sus indirectas, recurrió a medidas más directas.] (Páginas 45 y 46)
Ahora quiero explicaros, mejor dicho lo explica Gat, cómo apareció el parágrafo "extraño" en la edición de
Panzer Leader, que he referenciado al principio de este topic. El asunto es que Liddell Hart no se conformaba con que Guderian lo nombrara al lado de Fuller y Martel, así que le escribió una carta donde se lee:
[Aprecio mucho lo que usted dice en el parágrafo….Y estoy seguro que lo mismo harán Fuller y Martel. Es un generoso reconocimiento. Pero a causa de nuestra especial asociación, y el deseo de que yo escribiera el prólogo de su libro, la gente puede preguntar por qué no hay una referencia independiente a lo que enseñaron mis escritos. Debería insertar una reseña sobre mi énfasis en el uso de las fuerzas blindadas para operaciones de largo alcance contra las comunicaciones del ejército oponente, y también de proponer un tipo de división blindada combinando unidades panzer y de infantería panzer, y que esos aspectos le impresionaron a usted particularmente.] (Página 47)
Guderian no se opuso a esta petición pues se sentía obligado por los tremendos esfuerzos que Liddell Hart hizo en su favor, y añadió el parágrafo que todos conocemos a la edición inglesa de sus memorias (
Panzer Leader).
Luego Liddell Hart sacó de su archivo la correspondencia comprometedora de Guderian, y negó, al menos en una ocasión a un estudioso, conocer las razones por las diferencias entre las ediciones alemana e inglesa de las memorias de Guderian. Kenneth Macksey descubrió en la década de 1970, después de la muerte de Liddell Hart, las cartas comprometedoras y las devolvió al archivo de Liddell Hart.
* Aquí tenéis una breve reseña profesional sobre Azar Gat:
http://spirit.tau.ac.il/poli/faculty/gat/gat.html
Saludos cordiales
José Luis