Plan para la liberación de Mussolini en el Gran Sasso.
Otto Skorzeny recordó……………………
Preparados para aterrizar! Aquí está……Siguió el silencio, todavía estábamos arriba y en medio de las nubes y luego quedamos libres, el avión remolcador se marchó. Pude ver a Campo Imperatore a unos 1.000 – 1.500 metros debajo mio. Busqué nuestro lugar de aterrizaje, la meseta trapezoidal al noroeste del hotel. Pero no pude hallar el pequeño lugar y luego pude ver el terrible error que habíamos cometido. La fotografía aérea nos había engañado. En vez de la meseta con una inclinación de 10º era algo así como una ladera de unos 45º de inclinación, quebrada y con un punto de aterrizaje como una tabla. No había tiempo ya para deliberar. Grité descenso en picado tan cerca del hotel como sea posible. El Leutnant Meyer ladeo el planeador y picó contra las expresas órdenes del general de que el descenso en picado estaba prohibido. Detrás nuestro el planeador # 4 hizo lo mismo.
Luego Meyer gritó: Agarrensé y sentimos un golpe cuando liberó el paracaídas de frenado del planeador en picado, un choque, cerramos los ojos un breve instante y aterrizamos. Sobre el suelo firme soplaba una corriente de aire fresco, saltamos del planeador y ya estábamos frente al hotel!. El Leutnant Meyer logró posar el aparato a solo 15 metros del hotel.
El grueso se ha concentrado detras de la ametralladora, el arma del planeador fue emplazada por el Leutnant Meyer. El resto del personal de mi aparato marchó hacia el hotel. El General Soleti iba entre nosotros. Allí había un puesto de guardia italiano. El General les habló en su idioma nativo: no disparen y la guardia ni se movió. Los dejamos solos y entramos al hotel. Una puerta abierta llevaba hacia el cuarto de radio. Un italiano estaba concentrado en el equipo y no notó nuestra presencia. Un llamado lo sacó de su silla y con unos golpes de la culata de una pistola el equipo fue inutilizado. Pero no había ninguna puerta hacia el interior del hotel.
Afuera!. Dimos la vuelta por la esquina, a lo largo del porche. Otro centinela. Nuevamente el General Italiano gritó: Non abagliare! (No dispare) y este guardia también permaneció quieto y sin hacer absolutamente nada. Quedo congelado de terror. Ahora solamente algo así como una pared de unos 2 metros de altura se interponía a nuestro avance. Trepé sobre los hombros de uno de mis hombres y escalé, los otros treparon detrás mío y ya estamos en la terraza ante la entrada principal del hotel.
Primero que todo pude ver la superficie rocosa y cubierta de piedras donde acababa de aterrizar otro planeador. Habían transcurrido solamente un minuto y medio desde que aterrizamos. Allí aterrizaba el otro aparato a solo unos 100 metros de donde estábamos. Era el #4 y pudimos ver al Obersturmführer Radl, a Menzel y sus hombres trepando. Una ventana del primer piso del hotel se abrió y apareció Mussolini!; él nos gritó y nos saludó con una inclinación de cabeza.
Uno de los planeadores utilizados y que más tarde fue incendiado al no poder ser recuperado............
http://www.fallschirmjager.net/Bundesar ... index.html
Fuente: The rescue of Mussolini. Intelligence Document Branch Nº 2174777.
Bernd Bosshammer in http://www.eagle19.freeserve.co.uk/veteran.htm
Saludos. Raúl M .