Vamos a ver aquí algunos datos sobre Coburgo, concepto que desde bien pronto significó para los nazis algo más que el nombre de un pueblo bávaro de marcado carácter conservador. Como veremos a continuación, en torno a Coburgo se fomentó todo un mito que acompañó al NSDAP hasta el último día. Este mito encuentra su fundamento en que ese nombre representaba para el NSDAP dos cosas: su primera y plenamente exitosa demostración de poderío fuera de Munich y su primera victoria en unas elecciones. Ambos sucesos estuvieron separados por apenas seis años y medio.
La región de Coburgo pasó a formar parte del condado de Sajonia-Coburgo-Gotha en 1826, tras la desaparición del condado de Sajonia-Gotha-Altheburg y la consiguiente reestructuración política de la zona. A pesar de unirse política y administrativamente, las regiones de Gotha y Coburgo se encontraban separadas por varias decenas de kilómetros y entre ellas se extendían tierras de Prusia y Sajonia-Meiningen. Además, el carácter de las gentes y las estructuras socioeconómicas de ambas regiones diferían tanto (Coburgo era una región más moderna, clave en la ruta comercial norte-sur, mientras que Gotha se aparecía casi enquistada en una estructura feudal) que en la práctica hubo dos formas diferenciadas de administración y una relación nada fácil. Pasaron así 92 años, hasta que el final de la Gran Guerra determinó el fin del régimen monárquico alemán en general y de la dinastía ducal de Sajonia-Coburgo-Gotha en particular.
Recién finalizada la guerra y depuesto el Duque Carl Eduard, Hermann Quarck, el último cabeza de gobierno de la era ducal, se mantuvo provisionalmente en su puesto manejando muy cabalmente la confusa situación. En noviembre de 1918, justo al acabar la contienda mundial, había aparecido en la escena coburguesa un Consejo de Trabajadores y Soldados (CTS) –a imagen de los formados en otras ciudades con ideas revolucionarias- creado a instancias del comandante de la guarnición de Coburgo, von Erffa. Este CTS no llegó a tomar el poder en ningún momento y actuó siempre de manera moderada y respetuosa con Quarck y Coburgo, de modo que no pasó de ser un órgano consultivo con el que Quarck acordó convocar las primeras elecciones para el día 9 de febrero de 1919. Esas primeras votaciones trajeron consigo una mayoría socialista (SPD), pero a la hora de ser elegido un gobierno de tres hombres, un puesto fue cedido a Quarck por unanimidad. Este hecho sólo se explica por la falta de experiencia de los socialistas coburgueses y su confianza en un experimentado político que era ampliamente respetado en la región. Es de destacar que desde la caída del ducado, Coburgo existió como un Estado Libre durante aproximadamente un año y medio, con moneda propia y una variante particular de la Einwohnerwher*: la Bürgerwehr.
Por su parte, la región de Gotha había quedado rodeada de territorios que se unieron para formar el estado de Turingia, así que tomó la decisión de formar parte también de ese nuevo estado. Esta nueva ordenación territorial colocaba a la región de Coburgo en una situación física complicada, a caballo entre Turingia por el norte y Baviera por el sur. Interesados ambos estados en acoger en su seno a la región, presentaron sendas ofertas de unión y esperaron una decisión. El 30 de noviembre de 1919 los coburgueses pudieron decidir en un referéndum a qué estado unirse, respondiendo a una pregunta que adoptó la siguiente forma:
- ¿Debe Coburgo aceptar el tratado de unión, y todas sus cláusulas, con los estados turingios?
Decidido el nuevo destino de Coburgo, la actividad política y la situación general de la ciudad no resultó tan agitada como en otras ciudades durante ese mismo periodo, aunque fueron inevitables los enfrentamientos más o menos habituales entre extremistas de ambos bandos. Una de las inmediatas consecuencias de la unión con Baviera fue la sustitución de la Bürgerwehr coburguesa por un grupo local de la Einwohnerwehr. El antiguo Duque Carl Eduard, lejos de huir de cualquier actividad política, se involucró personalmente en la defensa del nacionalismo alemán y se encargó de dirigir este grupo. Asociaciones ultranacionalistas como la Deutschvölkische Schutz-und Trutzbund y la Jungdeutsche Orden, esta última muy parecida al partido nazi por su violento antisemitismo y sus continuas refriegas callejeras con simpatizantes del SPD, tuvieron un apoyo muy importante. Lo mismo ocurrió con la liga Stahlhelm y algunos grupos de los Freikorps (formados tras la supresión de la Einwohnerwehr) como fueron la Bund Viking y la Bund Bayern und Reich. El sentimiento nacionalista y conservador en Coburgo estaba muy arraigado, tanto que, en general, el movimiento socialista no estaba realmente decantado hacia un sistema republicano y perfectamente su hubiera conformado con la instauración de una monarquía constitucional. La mayoría socialista –mayoría que gobernó la región en los primeros años, pero que no supo mantener el apoyo popular- prefería en esos convulsos años de posguerra velar por el mantenimiento del orden y trabajar junto a la vieja burocracia para devolver la estabilidad a Alemania, sin reformar los servicios civiles o la judicatura y temiendo más la influencia de la izquierda revolucionaria de la vecina Gotha que la que pudiera existir en Coburgo. De este modo, nunca llegó a haber una verdadera tendencia progresista frente a las fuerzas conservadoras o de extrema derecha, como sí pasó en otras ciudades o en la misma capital Munich. Un dato que da buena cuenta de cuan poco "revolucionaria" era la población de Coburgo es que allí el Partido Comunista Alemán (KPD) nunca fue capaz de conseguir más que unos centenares de votos, como atestiguan los 379 (el 1,11%) conseguidos en las primeras elecciones al Reichstag, en junio de 1920.
Llegado el año 1922, los días 14 y 15 de octubre se celebró en Coburgo el Tercer Día Alemán, un fin de semana de concentración de partidos, asociaciones y grupos nacionalistas de diferente índole venidos de toda Alemania y algunos países fronterizos. El NSDAP participó muy activamente en el evento y dejó una importante impresión de fortaleza y liderazgo durante unas jornadas que transcurrieron entre continuos incidentes y que pasarían a formar parte fundamental de la mitología del movimiento nazi. Este tema, del que por desgracia no abunda la información, ha sido tratado aquí: viewtopic.php?t=1376
Los eventos de ese fin de semana dieron al nazismo algo de lo carecía: tradición. En mi opinión, ello era producto más de una necesidad psicológica para un partido todavía sin historia tras de sí que de un suceso trascendental. Como vienen a decir Hayward y Morris en la obra ya referenciada, de entonces en adelante, los militantes de ese partido que tanta importancia daba al pasado glorioso y a las luchas históricas, podían mirar a los días de Coburgo como un hito en su camino de la salvación de Alemania.
Una de las más importantes consecuencias del éxito nazi durante ese Día Alemán quedó finalmente definida tres meses después, el 14 de enero de 1923: partiendo de una base de unos 40 miembros, se fundaba por primera vez en Coburgo un grupo local del NSDAP. Su líder sería Franz Schwede, un valioso elemento para el partido por su incesante dedicación a la agitación política y su empeño en hacer prosperar a su agrupación. En septiembre de 1923 eran ya 600 miembros los que conforman ese joven Orstgruppe.
Con el NSDAP prohibido por culpa del intento de golpe de estado de Hitler, en abril de 1924 se celebraron elecciones al Landtag bávaro y el bloque de partidos de extrema derecha Völkischer Block resultó el más votado en Coburgo, con un programa que incluía despojar a los judíos de todos sus derechos como ciudadanos alemanes. El antisemitismo arraigaba fuerte en Coburgo y terminó por traer fatales consecuencias unos años más tarde. Para las siguientes elecciones municipales, en diciembre, todavía estaba vigente la prohibición del NSDAP, así que se presentó su partido heredero: el NS-Freiheitbewegung. El grupo consiguió el 14% de los votos y tres asientos en el ayuntamiento, uno de los cuales sería para Franz Schwede.
A finales de la década, Schwede, aparte de concejal, nazi convencido y rabioso antisemita, era un empleado público en una planta energética de propiedad municipal hasta que a principios de 1929 fue puesto en el punto de mira por el consistorio. El motivo fue su irrespetuosa actitud para con el director general de una empresa de productos alimenticios de la ciudad, la Großmann AG, empresa que trabajaba en buena relación con los servicios públicos del ayuntamiento. Este director general, apellidado Friedmann, era de origen judío, por lo que Schwede encontró en él un blanco adecuado contra el que lanzar violentas críticas desde el periódico nazi coburgués Der Weckruf. Cansado por los ataques verbales de Schwede, Friedmann terminó por hacer saber al consistorio que su empresa trataría de buscar el abastecimiento de combustible necesario para su actividad laboral lejos de Coburgo. Queriendo salvar la inminente pérdida de un buen cliente, el pleno del ayuntamiento acordó despedir a Schwede de su puesto de trabajo tras una votación que dejó un balance de 13 votos a favor del despido frente a 10 en contra.
La reacción de la derecha nacionalista llegó de inmediato en forma de encendidas protestas y demostraciones por toda la ciudad -amén de la frenética actividad propagandística desplegada por el NSDAP- que se consumaron en una propuesta de referéndum sobre la actitud del ayuntamiento, propuesta que recibió el suficiente apoyo popular para que la consulta se hiciera efectiva. Así, el referéndum tuvo lugar el 5 de mayo, resultando en un apoyo de más dos tercios al voto de no confianza contra el consejo municipal, con todo lo que de antisemita y antirrepublicano entrañaba. Tal resultado obligaba a convocar elecciones de manera anticipada, pero, en virtud de la legislación vigente, el gobierno resultante sería una especie de gabinete temporal que cubriría lo que quedaba de legislatura, en este caso, unos seis meses.
La fecha elegida para las elecciones anticipadas fue el 23 de junio. Todos los partidos se contentaron con poner en escena durante la campaña electoral a sus líderes locales, todos salvo uno: el NSDAP. Conscientes de que Coburgo se había convertido en poco tiempo en uno de los máximos exponentes del nacionalismo bávaro que unos años antes había tratado de marchar sobre Berlín para subvertir las bases del nuevo régimen, el partido nacionalsocialista echó el resto y movilizó a su máximo líder para conseguir un triunfo local real que por primera vez se veía factible. Llegado el día de las elecciones, el NSDAP consiguió, con el 42,84 % de los votos, una representación de 13 concejales sobre un total de 25. Coburgo se convirtió así en el primer consistorio con gobierno nazi. En apenas dos meses, Franz Schwede pasaba de ser despedido de su empleo municipal a ser el alcalde del pueblo.
- Balance de las elecciones del 23 de junio de 1929, en el que destaca el irrisorio 1,23 % logrado por el KPD:
Censo: 16.800
Votos totales: 11.997
Votos válidos: 11.938
Votos nulos: 59
NSDAP: 5140 votos (42,84%). 13 concejales.
SPD: 3440 votos (28,67%). 7 concejales.
DNP: 1357 votos (11,31%). 3 concejales.
Nat.-lib. Verb.: 1057 votos (8,81%). 2 concejales.
DDP: 420 votos (3,5%)
BVP: 376 votos (3,13%)
KPD: 148 votos (1,23%)
Pero tan sólo seis meses después, en diciembre, los coburgueses tenían ocasión de revertir el resultado en las elecciones regulares. Los ciudadanos tenían la oportunidad de demostrar que en junio habían elegido al NSDAP sin ser plenamente conscientes del significado de su voto. Pero nada cambió. Durante la campaña, el SPD –la única alternativa real a los nazis- mostró una sorprendente laxitud ante la amenaza nazi e insistió en dejar sus mítines en manos de sus políticos locales. El NSDAP, por su parte, volvió a llevar a Hitler a Coburgo para dar el empuje definitivo. Hitler apeló a la formación de un gobierno municipal que pudiera ser admirado por toda Alemania como el modelo de gobierno nacionalsocialista: "Es una locura creer que las localidades deben ser gobernadas de diferente manera que el Reich". Efectuado el recuento de los votos, el NSDAP se afianzó como la fuerza más votada, con mayoría suficiente para gobernar en solitario. A partir de entonces, ya sólo el cataclismo del fin del nazismo dejaría limpio el ayuntamiento de Coburgo.
En el mismo año en que los nazis ganaron Coburgo con el 42,84% de los sufragios, en Berlín consiguieron un 5,8%, en Lubeck un 8,1% y en Munich un 15,4%. Si en Coburgo pasaron de tener un 14% en 1924 a tener un 42,84% en 1929, en Alemania pasaron del 2,63% en 1928 al 18,33% en 1930 y al 37,83% en 1932. Con esta muestra en la mano, se puede asegurar que Coburgo fue con toda claridad un anticipo del espectacular salto cuantitativo en el número de votos que el NSDAP recibiría en las elecciones generales de 1930.
Así fue, muy a grandes rasgos, la historia del Coburgo previo al nazismo y del camino nazi hacia su primer gobierno.
* La Einwohnerwehr era una gran fuerza paramilitar creada en Baviera para proteger al estado de los revolucionarios y la extrema izquierda. Inevitablemente, por su propia naturaleza, esta fuerza estaba viciada políticamente y vinculada a la extrema derecha.
Fuentes:
- HAYWARD, N. F. y MORRIS, D. S. The First Nazi Town. St. Martin's Press, Inc. Nueva York: 1988.
- LARGE, David Clay. Where Ghosts Walked. Munich Road's to the Third Reich. W. W. Norton & Company, Inc. USA: 1997.
- KERSHAW, Ian. Hitler 1889-1936. Ed. Península S.A. Barcelona: 1999.
- http://www.gonschior.de/weimar/index.htm