Werto escribió:Ya bueno, es que como ya dijimos Rommel de estratégia no sabia nada.
Koniev o Zhukov podián mostrar el más absoluto desprecio por la vida de sus sobordinados, pero sabián que tenián entre manos y la forma de sacar partido -ventaja estratégica- de sus fuerzas.
Comparar a Rommel con alguien que tuviese la más mímina idea de lo que era la proyección de fuerzas, o de las dificultades que tenía el aporviisionamiento logístico de una fuerza militar, y más en la situación de Alemania, es hacerle un flaco favor a Rommel porque va a salir perdiendo.
Rommel podía ser un excelente jefe de unidad, e incluso de división, pero como mando de ejército dejaba mucho que desear.
El lugar de los generales al mando de un cuerpo no es el campo de batalla, sin saber delegar responsabilidades, y menos moviendose de un lado para otro exponiendose -inlcuso volando uno mismo aparatos de reconocimiento y enlace a pesar de no tener licencia de piloto- a la acción enemiga, es lugar d eun ofia al mando de un cuerpo o de un ejército es el cuartel general. Y desde luego Rommel no estaba a la altura como ofial administrativo ni como estrátega -no táctico-.
Hubiese sido un excelente jefe de regimiento, de brigada , incluso de división, pero como jefe de ejército era una patraña -lo que les pasaba a la mayoria de los militares alemanes por cierto-., que no paraba de plantear estupideces, o de pedir imposibles -2 divisiones acorazadas más en Egipto, -concentrar a las unidades del OB West cerca de las playas-, pedir 6.000.000 de minas en su sector, sin tener ni la más remota idea de la situación general de la guerra.
Era tan corto de miras que pensaba incluso en mayo de 1944 que los alemanes podrián ganar la guerra, cuando era evidente, y ya desde bastante antes, desde bastante antes que estabn acabados.
Rommel hubiese sido -fue de hecho- un excelente capitán, un excelente coronel, o incluso un buen general de brigada, pero ciertamente como mando de una estructura mayor era bastante incapaz, en especial en comparación con genios de la logística y la organización como Bradley o Eisenhower -ya hubiesen deseado los alemanes tener los oficiales administrativos de los americanos- o maestros del sacrificio ajeno como Koniev o Zhukov.
No hay por donde coger semejante cúmulo de despropósitos. Cualquiera de las afirmaciones previas es una simpleza absoluta. Mis más cordiales saludos y a estudiar un poco, por favor.