tigre escribió: pero ¿tuvo AH algo que ver en la inclusión de oficiales de las fuerzas policiales (y de la SA) en el Heer en particular y la Wehrmacht en general? Saludos. Raúl M
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De oficiales retirados sirviendo en fuerzas policiales se echó mano para cubrir el déficit de oficiales (al igual que de oficiales en la reserva, etc.), sin resolver del todo el problema. Sin mis fuentes a mano no puedo confirmarlo, pero creo que AH nada tuvo que ver, o muy poco. Piensa que hasta la destitución de Blomberg (que era comandante en jefe de la Wehrmacht y ministro de Guerra), Hitler no se inmiscuyó demasiado en la organización del ejército ni en cómo solucionar los problemas generados por tan acelerado rearme y expansión de las fuerzas armadas. Con Blomberg y Fritsch fuera del ejército, seguido de la purga de la vieja guardia militar de febrero-marzo de 1938, culminando con la dimisión de Beck en agosto, el Heer quedó completamente debilitado (Brauchitsch y Halder eran demasiado pusilánimes) y, más o menos, a merced de Hitler, que pasó a ejercer, a través de Keitel y el OKW, de comandante en jefe de facto del ejército (cosa que haría de iure en diciembre de 1941).
Ahora, retomando el tema de este hilo, el cuerpo de oficiales del Reichswer recibió positivamente la llegada de Hitler al poder. No porque fuera un cuerpo de oficiales de ideología nazi (salvo excepciones), sino porque veía al régimen nazi como un excelente instrumento para devolver a las fuerzas armadas, y al ejército de tierra en especial, el papel y privilegios que creía merecer, como en el antiguo régimen. Hitler se reunió en casa de Hammerstein en febrero de 1933 (junto con un grupo de generales del Reichsheer) y expuso sus planes de rearme y expansión (que más tarde iría modificando, siempre acelerándolos, hasta que descubrió finalmente sus cartas en noviembre de 1937 -memorando Hossbach-). A los generales les pareció muy interesante esa reunión, pero pronto surgieron los problemas relacionados con las camisas pardas (SA), cuyos jefes querían disputar el poder militar al Reichsheer. Como sabéis, Hitler tomó partido por el Reichsheer con los asesinatos de los jefes de la SA (Noche de los Cuchillos Largos de junio de 1934). Luego murió Hindenburg, Hitler se hizo Führer y Blomberg impuso el juramento de lealtad de agosto de 1934 (por cierto, que todos los oficiales juraron excepto uno cuyo nombre no recuerdo, pero que se cita en la introducción a las memorias de Balck en inglés, publicadas hace uno año o dos). Y así llegó el periodo que algunos llaman "luna de miel" entre la Wehrmacht y Hitler (1934-1937), hasta la reunión que nos contó Friedrich Hossbach de noviembre de 1937, cuando Blomberg y Fritsch se mostraron muy fríos con los planes de guerra de Hitler.
Hasta 1938 no se puede hablar de resistencia (oposición encubierta, conspiración, rechazo clandestino...) militar a Hitler. Había militares que odiaban a los nazis (sobre todo en el Abwehr, y sobre todo Oster), unos pocos que despreciaban a Hitler y que lo habían combatido durante los últimos años de Weimar (Hammerstein el más temido por Hitler), y otros (los más) que, sin que necesariamente les entusiasmaran Hitler y los nazis, eran unos oportunistas de tomo y lomo a quienes sólo importaba su carrera militar.
Con la crisis checa de verano de 1938 comenzó a formarse un pequeño círculo de conspiradores, inspirados por Beck (en contacto con un círculo de conspiradores civiles) que recibieron el apoyo de algunos altos oficiales (como Witzleben) que cuajó en un selecto grupo de oficiales con mando de tropas que, dirigidos por Halder, debían arrestar-asesinar a Hitler si éste invadía Checoslovaquia como era su intención en septiembre de 1938.
Pero hasta esas fechas y a mi juicio, lo que caracterizó a los jefes de la Wehrmacht, en general, fue el sometimiento y adoctrinamiento de los principios básicos del nazismo que impusieron en sus fuerzas armadas. Lo hicieron sin que Hitler los obligara a ello, para ganarse los favores del señor nazi. Salvo dignas pero muy contadas excepciones, los generales alemanes que sirvieron en el Reichswehr-Wehrmacht entre 1933 y 1938 fueron todos ellos un firme soporte para los fines nazis. Y ya a partir de 1939, la cosa fue todavía mucho más escandalosa, al margen de excepciones siempre importantes pero reducidas.
Saludos cordiales
JL