Landsberg, en la alta Baviera, aquí fueron ajusticiadas y enterradas algunas de las figuras más abominables de nuestra historia, las penas de muerte ejecutas aquí en 1951 fueron dictadas por los americanos. Alemania fue conquistada y sometida.. Los vencedores ocupaban ahora las más altas instancias del poder estatal y judicial y castigaron los crímenes de guerra y el exterminio masivo, pero los alemanes no se veían como responsables de sus acciones, las llevaron a cabo según la ley o por orden del fuhrer, considerrado la más alta instancia judicial.
" Era sorprendente la firmeza con la que todos ellos --- dice Karl Ermann, capellán de la prisión--- encaraban la muerte. Ninguno de ellos--- yo acompañé a cinco de los siete condenados--- dio muestras de tener miedo o de estar deprimido, como valierntes soldados iban hacia la muerte con la cabeza bien alta".
La ejecución de los siete de Landsberg encendió polvareda en la iglesia, la prensa, los partidos políticos y a toda la nación entre los rios Rin y Elba. Ahora, aquí estaba la república federal, mitad soberana y mitad bajo vigilancia de las potencias ocupantes. La pena de muerte se abolió, pero el gobierno aún no era el amo en su casa. Desde el fin de la guerra, las fuerzas de ocupación colgaron a 650 personas. La mayoría hombres de las SS de poca entidad. Pero su ajusticiamiento formaba parte de un programa de castigo, depuración y reeducación destinado a todos los alemanes. Quedó un término con el paso del tiempo: la justicia de los vencedores.
" Yo tenía muy claro que el conjunto de estos doce procesos posteriores obedecía a un determinado objetivo de política exterior afirma el defensor Otto Kranzbuhler,--- justificar la política de ocupación".
" Los procesos de Nuremberg fueron quizás el último eslabón de la guerra --- afirma el acusador americano Benjamin Ferencz--- y deseaba acabarlos."
En la batalla de Berlin los alemanes defendieron hasta el último metro su III Reich Desde el Oder hasta las calles de la capital caen 30 000 soldados alemanes más sin ninguna posibilidad de éxito militar por miedo o por locura. El alto mando de Wehrmacht capitula con toda la formalidad con guantes, bastón de mando y monóculo . El mariscal Keitel ya se los imaginaba " el vencedor de la guerra total denunciaría al perdedor como criminal, borraría su orden estatal y lo sustituiría por el suyo propio, todo eso ya lo había calculado Keitel, por eso pensaba, como la mayoría no que había perdido por ser un criminal, sino que era un criminal por el hecho de haber perdido. Un gran error. Aquí los que dictaban las reparaciones y el nuevo orden, se llamaban a si mismo fuerzas de liberación, y exceptuando a Stalin, lo llegaron a ser con el tiempo.
Los soldados y la población civil de los países atacados por Alemania sufrieron crímenes contra el derecho internacional, contra la humanidad y la civilización.. Los ganadores de la guerra prometieron paliar la barbarie, penarla, criminalizarla. Los responsables políticos de tanto horror fueron localizados y detenidos.
Se detienen industriales, altos funcionarios y directivos. Habrá falta meses para saber si el detenido es culpable o no. Eso si se llega a averiguar. También se detiene a los responsables del partido nazi. Eso incluye a todo el mundo hasta los niveles más bajos de la jerarquía. Se interroga a centenares de miles en los campos. Nadie vio nada ni había hecho nada.
No existían dudas razonable por lo que respecta a las cúpulas dirigentes del partido, el gobierno y la Wehrmacht. Desde 1941, los aliados habían acordado un objetivo de guerra que no conocía precedentes. Los jefes enemigos serían detenidos y procesados, siempre que, en primer lugar fuesen vencidos sin condiciones, en segundo lugar, que fuesen desposeídos de su poder por medio de la ocupación y en tercer lugar que no hubiesen tenido un papel político. Estas circunstancias se cumplieron en 1946. Elñ tribunal dicto 12 penas de muerte, 7 de reclusión y tres absoluciones. Parta la vista oral, miles de investigadores buscaron pruebas en el Reich y en toda Europa. Pero la criminalidad del gobierno nazi ya se desprende sólo del número de víctimas, se fundamenta en montañas de documentos considerados botín de guerra.
Los renovadores de Alemania, se enfrentaban a un problema de masas: unos cuantos jefes tenían conocimiento de los crímenes y dieron su visto bueno; pero detrás de ellos, había todo un pueblo que, como mínimo, conocían a sus gobernantes y los había querido. Evidentemente, los seis millones de afiliados al partido eran mucha gente piara expulsarla de la sociedad., pero se les podía pedir una reparación, renuncia al cargo ocupado, confiscación de patrimonio, trabajos forzados o al menos una rectificación. Así, las fuerzas de ocupación diseñaron un proceso de desnazificación que enseguida confiaron a sus colaboradores alemanes, a los gobiernos de los landers. Los políticos de los diferentes partidos no querían castigar, querían reconciliar y rehabilitar.
" La ley ofrece a los colaboradores del régimen nazi la posibilidad de pasarse al bando de las fuerzas democráticas mediante el pago de una multa al fondo de reparaciones o efectuando trabajos voluntarios". La tendencia general inequívocamente hacia la reconciliación, pero una facción del gobierno americano, cada vez más minoritaria, reclamaba con insistencia la aplicación de los principios jurídicos. La encabezaba el general de brigada Telford Taylor. Durante la guerra fue oficial del servicio de información militar.
"Un idealista que cree realmente en lo que dice, pero estaba muy influido por el contexto y las vivencias americanas ---- apunta Kranzbuhler--- y cree, quizás hoy todavía, que es posible juzgar el comportamiento de las personas que ejercen el poder en tiempo de guerra aplicando estrictamente los principios del derecho penal."
" Creo que lo importante de eso era mostrar a los alemanes que quieran leer o que sintiesen hablar, hacerles ver que les había pasado a sus médicos, a sus jueces. Que les había pasado a los hombres que habían cometido esas atrocidades. Que todo ello había sido un gran error --- afirma Taylor--- que lo que había pasado en Alemania, a lo largo de cinco años, significó para ellos una cosa terrible."
En la sala del jurado de Nuremberg --- dice el locutor del noticiero de la época--- comenzó exactamente un año después de la apertura el primer gran juicio por crímenes de guerra. La primera vista fue contra 23 jefes médicos nacionalsocialistas.
El típico médico que se consideraba adalid de la ciencia, se veía ahora equiparado al doctor Frankensttein. Llevo a cabo experimentos cruentos, pero utilizando parásitos humanos. La raza aria iba a salir beneficiada de estas investigaciones.aEl primer día estaba reservado a la lectura de la acusación, Fue a cargo del jefe de la acusación americana, el general Telford Taylor, El cargo Incluye tres grupos de delitos: conspiración, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. Entre los delitos que figuran hay incontables asesinatos y horrores, registrados en los campos de concentración, hospitales y clínicas de investigación cometidos sobre hombres y mujeres indefensas.
La única mujer que se sienta en el banquillo de los acusados es Herta Oberhause, médico del campo de concentrración de Ravensbruck. Algunas de las víctimas, comparecieron con la protección del tribunal para mostrar sus heridas y señalar a los culpables.
continuara