Ahora es el turno de hablar de Fort Eben Emael,una de mis visitas más deseadas en los recorridos históricos europeos.
Solamente se abre en ciertos fines de semana del año, pero se llega muy fácil desde Lieja: bus 76 con salida a las 11 desde Gare Léopold (calle aledaña a la plaza de st lambert), tarifa de 5 zonas (horizon plus).
coincidí con un grupo de recreación militar que montó un campamento en el exterior
el museo se puede visitar libremente por unas 30 salas, en visitas guiadas cada ciertos intervalos de tiempo o con tours especiales como hice yo, tuve la suerte de tocarme un guía en solitario y con Jean aprendi múltiples anécdotas del fuerte y su existencia como museo,también le agradezco invitarme a una bebida al finalizar
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Para visitar galerías subterráneas es recomendado algo de abrigo, lo ideal es sudadera de manga larga y capucha, porque además protege vuestra cabeza de algún coscorrón y de la suciedad. Una vez nos encaramos en una torreta donde apenas cabían 2 personas, aunque fueran delgadas. Costaba imaginarse a 2 soldados ahí metidos durante horas, haciendo disparos y recibiendo fuego enemigo, tenía que ser claustrofóbico y ensordecedor.
Podeis esperar vuestro turno en la cafetería que también funciona como tienda, no olvideis mirar los otros museos anunciados en el tablón de anuncios.En Bélgica se come bastante bien y entre todos los museos que he visitado, tienen sin duda la mejor cafetería, la tarta casera que me tomé de albaricoques estaba deliciosa.
belga del 2ºrgto granaderos
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efectos de una carga alemana en una de las puertas de la cúpula norte
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pieza de 75mm
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