La contraofensiva de Moscú: primera fase (5/15-12-1941)
Moderadores: José Luis, Audie Murphy
La contraofensiva de Moscú: primera fase (5/15-12-1941)
¡Hola a todos!
La Operación Tifón (Taifun) se reanudó el 15 de noviembre con el ataque del Noveno Ejército de Strauss y terminó el 3 de diciembre con la retirada del Cuarto Ejército de Kluge. Esta segunda fase de Tifón nunca se debió haber emprendido, si Halder y Bock hubieran hecho caso a las valoraciones de los jefes de estado mayor de los grupos de ejércitos y ejércitos que se reunieron en Orsha con el jefe del EMG el 13 de noviembre (1). En Orsha, Halder escuchó de Brennecke que el Grupo de Ejércitos Norte estaba inmovilizado y sin posibilidad de llevar a cabo un gran ataque en el futuro inmediato tras su estancamiento en Tikhvin. Sodenstern le repitió lo que ya le había dicho anteriormente Rundstedt, que el Grupo de Ejércitos Sur debía suspender inmediatamente las operaciones para poder mantener la fuerza de combate de sus tropas. Greiffenberg, haciéndose eco de la opinión de su jefe, Bock, rechazaba los objetivos de Halder, aunque era partidario de continuar los ataques. Y de un tenor similar opinaron los demás jefes de estado mayor; por ejemplo, Hofamnn que el Noveno Ejército ya estaba a la defensiva y, dadas las circunstancias del Decimosexto Ejército, no podía lanzar otro ataque; Hünersdorff rechazó un avance del Panzergruppe 3 hacia Yaroslavl; Beaulieu estaba en contra de reanudar las operaciones, cualesquiera que fueran los objetivos; Liebenstein, ante la propuesta de que el Segundo Ejército Panzer avanzara hacia Gorki, recordó que no era el mes de mayo ni estaban en Francia; y Blumentritt dudaba que el ala derecha de su Cuarto Ejército fuera capaz de atacar en el futuro inmediato. Todos estos caballeros citados expresaron en Orsha las opiniones y convicciones de los comandantes de sus grupos de ejércitos y ejércitos.
Estos jefes de estado mayor de los grupos y ejércitos de campaña tenían sus fundadas razones para aconsejar a Halder la suspensión de cualquier nueva ofensiva de envergadura. Sus tropas estaban realmente exhaustas, y muy mermadas en su número, tras casi cinco meses de combates continuados y bajas constantes, difíciles, si no imposibles, de reemplazar a corto plazo. Y una situación similar contemplaba su equipamiento y armamento, con la notable carencia de equipo de invierno para las tropas. Además, había grandes problemas, irresolubles a corto plazo, con el flujo y entrega de suministros al frente. La meteorología, por otra parte, sólo podía empeorar todavía más esos problemas y deficiencias.
Pero las cosas en el OKH se veían de forma diferente a la experimentadas en el frente. En realidad, Halder y el OKH estaban viviendo en otra aurora y cerrando sus ojos a la cruda realidad pintada por los informes de los estados mayores de las formaciones de campaña. El jefe del EMG del OKH creía, en esos días de Orsha, que el Grupo de Ejércitos Centro todavía podía contar con unas seis semanas de tiempo frío con poca nieve, lo que permitía llevar a cabo grandes operaciones con importantes objetivos como Vologda, Stalingrado y Maikop; es decir, según su optimista valoración de las cosas, todavía se podía reanudar una gran ofensiva de todo el Ostheer, pese a que desde mediados de julio ya no había sido posible una ofensiva mayor simultánea de los tres grupos de ejércitos.
También Bock fue víctima del optimismo, si bien en grado menor, cuando defendió una reanudación de las operaciones con objetivos mucho menos ambiciosos que los de Halder. Al final Halder coincidió con Bock y ambos sellaron el destino del Grupo de Ejércitos Centro y el del Ostheer. Halder, que desde el comienzo de Barbarroja no había dejado de conspirar contra ciertas órdenes de Hitler (2), demostró no poco cinismo cuando el mayor Eckstein, que estaba a cargo de los suministros del Grupo de Ejércitos Centro, le advirtió de que sería imposible proporcionar a los ejércitos de Bock suficientes suministros para un ataque tan profundo como hacia el Moskva. Al oír esto, Halder le dijo a Eckstein que eran ciertos sus cálculos, pero que el OKH no debía entrometerse en el camino de Bock, si éste creía que podía tener éxito. “También necesitas un poquito de suerte en la guerra”, concluyó el jefe del EMG (3).
Había, finalmente, una convicción (realmente ilusión) compartida por casi todos los mariscales, generales y oficiales superiores de esta historia, tanto en las formaciones de campaña como en el OKH, OKW y Hitler. Era producto de la arrogancia y soberbia de estos caballeros, por una parte, y del menosprecio (de no poca índole racial) que mostraban sobre la fortaleza del Ejército Rojo y la capacidad de movilización del estado soviético, por otra parte. Y ello pese a que desde el comienzo de la campaña venían observando todo lo contrario. Aceptaban que el Ostheer estaba al final de su capacidad ofensiva, pero estaban convencidos de que el Ejército Rojo estaba en condiciones muchísimo peores. Por ello había que realizar el último gran esfuerzo para asestarle el golpe de gracia. Cuando el 3 de diciembre la ofensiva alemana llegó a su forzoso fin sin la consecución de los objetivos esperados, Hitler, el OKH, el OKW y el mando del Grupo de Ejércitos Centro se consolaron con la convicción de que habían dejado al Ejército Rojo tan tocado que sería incapaz de realizar una contraofensiva mayor en el futuro cercano. Cuando entre el 5 y 8 de diciembre el Ejército Rojo lanzó una gran contraofensiva contra el Grupo de Ejércitos Centro, la sorpresa en todos esos cuarteles generales fue absoluta.
Seguiremos en otra ocasión.
(1) Sobre los antecedentes de Tifón, véase viewtopic.php?f=5&t=10291
Sobre la reunión en Orsha y sus antecedentes véase el último post de la primera página de ese enlace. Además, véase Klaus Reinhardt, Moscow, The Turning Point (Oxford: Berg Publishers Limited, 1992), pp. 191-196, y Earl F. Ziemke y Magna E. Bauer, Moscow to Stalingrad: Decision in the East (Washington: Center of Military History. United States Army, 1992), pp. 44-46. A la reunión de Orsha asistieron los siguientes jefes de estado mayor: Greiffenberg del Grupo de Ejércitos Centro (Bock), Sodenstern del Grupo de Ejércitos Sur (Rundstedt), Brennecke del Grupo de Ejércitos Norte (Leeb), Harteneck del Segundo Ejército (Schmidt), Blumentritt del Cuarto Ejército (Kluge), Heim del Sexto Ejército (Reichenau), Hofmann del Noveno Ejército (Strauss), Wuthmann del Decimosexto Ejército (Busch), Müller del Decimoséptimo Ejército (Hoth), Waeger del Decimoctavo Ejército (Küchler), Liebenstein del Segundo Ejército Panzer (Guderian), Hünersdorff del Panzergruppe 3 (Reinhardt), y Chales de Beaulieu del Panzergruppe 4 (Hopener). También asistieron los generales Wagner (Intendente General del OKH) y Buhle (Jefe del Departamento de Organización del EMG del OKH), y otros oficiales como Heusinger (jefe del Departamento de Operaciones del EMG del OKH), Grolman (Ia de Heusinger), Gehlen (oficial de inteligencia del Fremde Heere Ost del EMG del OKH) y Eckstein (jefe de la oficina de campaña de la Intendencia General del OKH).
(2) Véase viewtopic.php?f=5&t=16425
(3) Reinhardt, Op. Cit., p. 192.
Saludos cordiales
JL
La Operación Tifón (Taifun) se reanudó el 15 de noviembre con el ataque del Noveno Ejército de Strauss y terminó el 3 de diciembre con la retirada del Cuarto Ejército de Kluge. Esta segunda fase de Tifón nunca se debió haber emprendido, si Halder y Bock hubieran hecho caso a las valoraciones de los jefes de estado mayor de los grupos de ejércitos y ejércitos que se reunieron en Orsha con el jefe del EMG el 13 de noviembre (1). En Orsha, Halder escuchó de Brennecke que el Grupo de Ejércitos Norte estaba inmovilizado y sin posibilidad de llevar a cabo un gran ataque en el futuro inmediato tras su estancamiento en Tikhvin. Sodenstern le repitió lo que ya le había dicho anteriormente Rundstedt, que el Grupo de Ejércitos Sur debía suspender inmediatamente las operaciones para poder mantener la fuerza de combate de sus tropas. Greiffenberg, haciéndose eco de la opinión de su jefe, Bock, rechazaba los objetivos de Halder, aunque era partidario de continuar los ataques. Y de un tenor similar opinaron los demás jefes de estado mayor; por ejemplo, Hofamnn que el Noveno Ejército ya estaba a la defensiva y, dadas las circunstancias del Decimosexto Ejército, no podía lanzar otro ataque; Hünersdorff rechazó un avance del Panzergruppe 3 hacia Yaroslavl; Beaulieu estaba en contra de reanudar las operaciones, cualesquiera que fueran los objetivos; Liebenstein, ante la propuesta de que el Segundo Ejército Panzer avanzara hacia Gorki, recordó que no era el mes de mayo ni estaban en Francia; y Blumentritt dudaba que el ala derecha de su Cuarto Ejército fuera capaz de atacar en el futuro inmediato. Todos estos caballeros citados expresaron en Orsha las opiniones y convicciones de los comandantes de sus grupos de ejércitos y ejércitos.
Estos jefes de estado mayor de los grupos y ejércitos de campaña tenían sus fundadas razones para aconsejar a Halder la suspensión de cualquier nueva ofensiva de envergadura. Sus tropas estaban realmente exhaustas, y muy mermadas en su número, tras casi cinco meses de combates continuados y bajas constantes, difíciles, si no imposibles, de reemplazar a corto plazo. Y una situación similar contemplaba su equipamiento y armamento, con la notable carencia de equipo de invierno para las tropas. Además, había grandes problemas, irresolubles a corto plazo, con el flujo y entrega de suministros al frente. La meteorología, por otra parte, sólo podía empeorar todavía más esos problemas y deficiencias.
Pero las cosas en el OKH se veían de forma diferente a la experimentadas en el frente. En realidad, Halder y el OKH estaban viviendo en otra aurora y cerrando sus ojos a la cruda realidad pintada por los informes de los estados mayores de las formaciones de campaña. El jefe del EMG del OKH creía, en esos días de Orsha, que el Grupo de Ejércitos Centro todavía podía contar con unas seis semanas de tiempo frío con poca nieve, lo que permitía llevar a cabo grandes operaciones con importantes objetivos como Vologda, Stalingrado y Maikop; es decir, según su optimista valoración de las cosas, todavía se podía reanudar una gran ofensiva de todo el Ostheer, pese a que desde mediados de julio ya no había sido posible una ofensiva mayor simultánea de los tres grupos de ejércitos.
También Bock fue víctima del optimismo, si bien en grado menor, cuando defendió una reanudación de las operaciones con objetivos mucho menos ambiciosos que los de Halder. Al final Halder coincidió con Bock y ambos sellaron el destino del Grupo de Ejércitos Centro y el del Ostheer. Halder, que desde el comienzo de Barbarroja no había dejado de conspirar contra ciertas órdenes de Hitler (2), demostró no poco cinismo cuando el mayor Eckstein, que estaba a cargo de los suministros del Grupo de Ejércitos Centro, le advirtió de que sería imposible proporcionar a los ejércitos de Bock suficientes suministros para un ataque tan profundo como hacia el Moskva. Al oír esto, Halder le dijo a Eckstein que eran ciertos sus cálculos, pero que el OKH no debía entrometerse en el camino de Bock, si éste creía que podía tener éxito. “También necesitas un poquito de suerte en la guerra”, concluyó el jefe del EMG (3).
Había, finalmente, una convicción (realmente ilusión) compartida por casi todos los mariscales, generales y oficiales superiores de esta historia, tanto en las formaciones de campaña como en el OKH, OKW y Hitler. Era producto de la arrogancia y soberbia de estos caballeros, por una parte, y del menosprecio (de no poca índole racial) que mostraban sobre la fortaleza del Ejército Rojo y la capacidad de movilización del estado soviético, por otra parte. Y ello pese a que desde el comienzo de la campaña venían observando todo lo contrario. Aceptaban que el Ostheer estaba al final de su capacidad ofensiva, pero estaban convencidos de que el Ejército Rojo estaba en condiciones muchísimo peores. Por ello había que realizar el último gran esfuerzo para asestarle el golpe de gracia. Cuando el 3 de diciembre la ofensiva alemana llegó a su forzoso fin sin la consecución de los objetivos esperados, Hitler, el OKH, el OKW y el mando del Grupo de Ejércitos Centro se consolaron con la convicción de que habían dejado al Ejército Rojo tan tocado que sería incapaz de realizar una contraofensiva mayor en el futuro cercano. Cuando entre el 5 y 8 de diciembre el Ejército Rojo lanzó una gran contraofensiva contra el Grupo de Ejércitos Centro, la sorpresa en todos esos cuarteles generales fue absoluta.
Seguiremos en otra ocasión.
(1) Sobre los antecedentes de Tifón, véase viewtopic.php?f=5&t=10291
Sobre la reunión en Orsha y sus antecedentes véase el último post de la primera página de ese enlace. Además, véase Klaus Reinhardt, Moscow, The Turning Point (Oxford: Berg Publishers Limited, 1992), pp. 191-196, y Earl F. Ziemke y Magna E. Bauer, Moscow to Stalingrad: Decision in the East (Washington: Center of Military History. United States Army, 1992), pp. 44-46. A la reunión de Orsha asistieron los siguientes jefes de estado mayor: Greiffenberg del Grupo de Ejércitos Centro (Bock), Sodenstern del Grupo de Ejércitos Sur (Rundstedt), Brennecke del Grupo de Ejércitos Norte (Leeb), Harteneck del Segundo Ejército (Schmidt), Blumentritt del Cuarto Ejército (Kluge), Heim del Sexto Ejército (Reichenau), Hofmann del Noveno Ejército (Strauss), Wuthmann del Decimosexto Ejército (Busch), Müller del Decimoséptimo Ejército (Hoth), Waeger del Decimoctavo Ejército (Küchler), Liebenstein del Segundo Ejército Panzer (Guderian), Hünersdorff del Panzergruppe 3 (Reinhardt), y Chales de Beaulieu del Panzergruppe 4 (Hopener). También asistieron los generales Wagner (Intendente General del OKH) y Buhle (Jefe del Departamento de Organización del EMG del OKH), y otros oficiales como Heusinger (jefe del Departamento de Operaciones del EMG del OKH), Grolman (Ia de Heusinger), Gehlen (oficial de inteligencia del Fremde Heere Ost del EMG del OKH) y Eckstein (jefe de la oficina de campaña de la Intendencia General del OKH).
(2) Véase viewtopic.php?f=5&t=16425
(3) Reinhardt, Op. Cit., p. 192.
Saludos cordiales
JL
"Dioses, no me juzguéis como un dios
sino como un hombre
a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)
sino como un hombre
a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)
Re: La contraofensiva de Moscú: primera fase (5/15-12-1941)
¡Hola a todos!
El Stavka comenzó a contemplar una contraofensiva a principios de noviembre, después de que el avance alemán quedara temporalmente estancado contra la línea Mozhaisk con las lluvias otoñales. Desde el 21 de octubre al 2 de noviembre, había ordenado la formación, a completar el 1 de diciembre, de 9 ejércitos de reserva y, al mismo tiempo, 9 brigadas de tanques, 49 batallones de tanques independientes, y más de 100 batallones de esquíes, amén de reforzar los frentes Occidental y Kalinin con 90.000 reemplazos. Sin embargo, la ofensiva alemana de 15 de noviembre obligó al Stavka a posponer su contraofensiva y a emplear sus reservas existentes para primero amortiguar y luego detener la embestida alemana, especialmente tras la caída de Solnechnogorsk el 23 de noviembre (4).
El 24 y 25 de noviembre, el Stavka ordenó el despliegue de los ejércitos 10º, 26º y 61º a Razyan, Riazhsk y Ranenburg, respectivamente, con la intención de detener el avance alemán. Mientras estos y otros despliegues tenían lugar, el EMG del Ejército Rojo, bajo la jefatura de Shaposhnikov, planificó la contraofensiva contra el Grupo de Ejércitos Centro. El 29 de noviembre, Zhukov solicitó permiso al Stavka para el comienzo de su contraofensiva:
[El 29 de noviembre llamé por teléfono al Comandante en Jefe Supremo y, tras informarle de la situación, le pedí que situara al 1º Ejército de Choque y el 10º Ejército bajo mi mando, de tal modo que pudiera asestar golpes más fuertes contra el enemigo y hacerle retroceder para alejarlo más allá de Moscú.
Stalin escuchó atentamente lo que tenía que decirle y luego preguntó: “¿Está seguro de que el enemigo ha alcanzado una situación crítica y es incapaz de hacer concurrir nuevas unidades a sus fuerzas?”. “El enemigo está exhausto”, le dije, “Pero sin la ayuda del 1º Ejército de Choque y el 10º Ejército los soldados de mi frente (Frente Occidental) serán incapaces de eliminar algún saliente peligroso. Si no eliminamos esos salientes ahora, tal vez más adelante el enemigo consiga reforzar sus unidades en la zona de Moscú haciendo llegar grandes reservas desde el norte y el sur. En ese caso, nuestra situación sería mucho más grave”.
Stalin dijo que estudiaría la cuestión con el Estado Mayor General.] (5).
Zhukov encargó a su jefe de estado mayor, Sokolovsky, que llamara al EMG para convencerlos de que pusieran los citados dos ejércitos bajo su mando. Al anochecer del 29 de noviembre el Stavka confirmó el despliegue en esos términos y pidió para el día siguiente los planes de la contraofensiva de Zhukov (6).
En realidad, no hubo un plan general para la contraofensiva (7). En dicha contraofensiva iban a participar tres frentes soviéticos (Kalini, Occidental y el ala derecha del Suroccidental), pero Zhukov (Frente Occidental) preparó su plan que fue aceptado por el Stavka el 30 de noviembre, y el Stavka cursó directivas independientes a los otros dos frentes, intentando coordinar las operaciones de los tres frentes. De esta forma, el concepto general de la contraofensiva, teniendo en cuenta lo que hemos dicho sobre su planificación, contemplaba que el ala derecha (norte) del Frente Occidental de Zhukov (30º Ejército del general Lelyushenko, 1º Ejército de Choque del general Kuznetsov, 20º Ejército del general Vlasov, y 16º Ejército del general Rokossovsky) atacaría al Panzergruppe 3 del general Reinhardt, mientras que su ala izquierda (sur) (50º Ejército del General Boldin, 10º Ejército del general Golikov y el Grupo Operacional Belov) debía atacar al Segundo Ejército Panzer de Guderian.
Para el Frente de Kalinin del general Konev (que recibió la directiva final del ataque de Vasilevsky el 4 de diciembre) se encomendaba al 22º Ejército del general Ershakov la defensa del sector Selizharevo-Torzhok, mientras que los ejércitos 29º del general Maslennnikov y 31º del general Iushkevich debían atacar al oeste y este de Kalinin. El 30º Ejército del general Lelyushenko, que había sido transferido al control de Zhukov, tenía que atacar entre la presa superior del Volga (también llamada Mar de Moscú) y el canal Volga-Moscú.
Por su parte, el Frente Suroccidental de Timoshenko encargaba a los ejércitos 13º del general Gorodniansky y 3º del general Kreizer, y al Grupo Operacional Kostenko el ataque sobre Elets y Livny, mientras que sus ejércitos 21º, 40º, 38º y 6º debían defender el sector restante del frente hacia el sur (8).
En otras palabras, el centro de gravedad del ataque soviético estaba en el Frente Occidental de Zhukov, el cual, en conjunción con los frentes Kalinin y Occidental, debía destruir a las principales fuerzas alemanas que estaban intentando envolver Moscú desde el norte y sur. Se previó un avance de unos 60 kms norte de Moscú, y unos 100 kms al sur. Fuera de esto no había objetivos posteriores, sino que “las operaciones subsiguientes se determinarían en el curso de la contraofensiva, en función de la situación vigente, con el objetivo general de causar el mayor número de bajas en el enemigo y de hacerlo retroceder lo máximo posible de Moscú, eliminando con ella la amenaza inmediata que se cernía sobre la capital” (9).
En el siguiente mapa podemos observar la disposición de los ejércitos soviéticos y alemanes a lo largo del eje estratégico central del Frente Oriental con la línea de frente de 6 de diciembre y la línea de frente (a cuadraditos) de 15 de diciembre:
Fuente: Ziemke, Op. Cit., p. 72 (mapa 6).
Faltan por recoger en este mapa, arriba al norte, los ejércitos del Frente Kalinin y formaciones del Noveno Ejército alemán. Pero diré como estaban desplegadas de norte a sur: 22º Ejército soviético encarando al XXIII Cuerpo de Ejército (Noveno Ejército) del general Schubert; 29º Ejército soviético encarando al VI Cuerpo de Ejército (Panzergruppe III del Noveno Ejército) del general Förster; y el 31º Ejército soviético encarando al XXVII Cuerpo de Ejército (Noveno Ejército) del general Wäger.
Ya en el mapa tenemos en primer lugar el ala derecha (norte) del Frente Occidental comenzando (de norte a sur) con el 30º Ejército. Incluiré las formaciones alemanas que más o menos enfrentaban: el 30º Ejército y el 1º Ejército de Choque a los cuerpos de ejército motorizados LVI y XXXXI (Panzergruppe 3) de los generales Schaal y Model, respectivamente. Los ejércitos 20º y 16º (el 60º y 24º estaban desplegados en la reserva de Moscú) encaraban a los cuerpos de ejército motorizados XXXXVI y XXXX (Panzergruppe 4 del Cuarto Ejército) de los generales Viettinghoff-Scheel y Stumme, respectivamente.
A continuación vienen los ejércitos que formaban el eje central del Frente Occidental, cuya misión era clavar a las formaciones del Cuarto Ejército de Kluge. El 5º Ejército soviético encaraba los cuerpos de ejército IX y VII de los generales Geyer y Fahrmbacher, respectivamente; el 33º Ejército soviético al XX Cuerpo de Ejército del general Materna; y los ejércitos soviéticos 43º y 49º tenían enfrente y entre sí a los cuerpos de ejércitos LVII (motorizado), XII (Panzergruppe 4) y XIII (Segundo Ejército) de los generales Kirchner, Schroth y Felber, respectivamente.
Finalmente el ala izquierda (sur) del Frente Occidental, es decir, el Grupo Operacional Belov (que no aparece en el mapa), y los ejércitos 50º y 10º. Aquí veréis que la línea de frente de 6 de diciembre (la línea a guiones) comienza a formar una cuña, a la altura del área de Tula donde está el 50º Ejército soviético, que penetra hasta el área de Mikhavlov (al este de la cual está el 10º Ejército Soviético), y luego cierra hacia la divisoria del 3º Ejército soviético. Pues bien, estas tres formaciones soviéticas que rodean la cuña intentarán cercar y destruir a los dos cuerpos de ejército alemanes que hay en su interior: el LIII Cuerpo de Ejército (Segundo Ejército) del general Weikersthal, y el XXIV Cuerpo de Ejército Motorizado (Segundo Ejército Panzer) del general Geyr von Schweppenburg. Fuera de la cuña, hacia el oeste, estaban el XXXXIII Cuerpo de Ejército (Segundo Ejército) del general Heinrici, al noroeste del 50º Ejército soviético, y más abajo al sur, frente al noroeste del 3º Ejército soviético, estaba el XXXXVII Cuerpo de Ejército Motorizado (Segundo Ejército Panzer) del general Lemelsen.
Entre los ejércitos soviéticos 3º y 13º, y el Grupo Operacional Kostenko (que no aparece en el mapa) se encontraban, de norte a sur, el Höheres Kommando z.b.V. XXXV del general Kämpfe y el Höheres Kommando z.b.V. XXXIV del general Metz, rematando con el XXXXVIII Cuerpo de Ejército Motorizado del general Kempf (las tres formaciones del Segundo Ejército Panzer) (10).
Mañana más.
(4) David M. Glantz, Barbarossa. Hitler's Invasion of Russia 1941 (Tempus Publishing Ltd., 2001), p. 185.
(5) Georgi K. Zhukov, Grandes Batallas de la Segunda Guerra Mundial. Traducción de Ricardo García Pérez (Barcelona: Ediciones Península, junio de 2009), p. 122. Glantz, Op. Cit., p. 186.
(6) Ibid., 122-123.
(7) Véase Glantz, Op. Cit., p. 229, nota 13.
(8) Ibid., p. 229, notas 14, 15 y 16.
(9) Zhukov, Op. Cit., p. 124.
(10) Para esta relación de formaciones opuestas me he servido del mapa 5, p. 433, de la obra citada de Klaus Reinhardt, y para sus comandantes de varias fuentes que he cotejado, aunque estoy lejos de ser concluyente en la exactitud de los comandantes y sus comisiones en la fecha de 6 de diciembre de 1941.
Saludos cordiales
JL
El Stavka comenzó a contemplar una contraofensiva a principios de noviembre, después de que el avance alemán quedara temporalmente estancado contra la línea Mozhaisk con las lluvias otoñales. Desde el 21 de octubre al 2 de noviembre, había ordenado la formación, a completar el 1 de diciembre, de 9 ejércitos de reserva y, al mismo tiempo, 9 brigadas de tanques, 49 batallones de tanques independientes, y más de 100 batallones de esquíes, amén de reforzar los frentes Occidental y Kalinin con 90.000 reemplazos. Sin embargo, la ofensiva alemana de 15 de noviembre obligó al Stavka a posponer su contraofensiva y a emplear sus reservas existentes para primero amortiguar y luego detener la embestida alemana, especialmente tras la caída de Solnechnogorsk el 23 de noviembre (4).
El 24 y 25 de noviembre, el Stavka ordenó el despliegue de los ejércitos 10º, 26º y 61º a Razyan, Riazhsk y Ranenburg, respectivamente, con la intención de detener el avance alemán. Mientras estos y otros despliegues tenían lugar, el EMG del Ejército Rojo, bajo la jefatura de Shaposhnikov, planificó la contraofensiva contra el Grupo de Ejércitos Centro. El 29 de noviembre, Zhukov solicitó permiso al Stavka para el comienzo de su contraofensiva:
[El 29 de noviembre llamé por teléfono al Comandante en Jefe Supremo y, tras informarle de la situación, le pedí que situara al 1º Ejército de Choque y el 10º Ejército bajo mi mando, de tal modo que pudiera asestar golpes más fuertes contra el enemigo y hacerle retroceder para alejarlo más allá de Moscú.
Stalin escuchó atentamente lo que tenía que decirle y luego preguntó: “¿Está seguro de que el enemigo ha alcanzado una situación crítica y es incapaz de hacer concurrir nuevas unidades a sus fuerzas?”. “El enemigo está exhausto”, le dije, “Pero sin la ayuda del 1º Ejército de Choque y el 10º Ejército los soldados de mi frente (Frente Occidental) serán incapaces de eliminar algún saliente peligroso. Si no eliminamos esos salientes ahora, tal vez más adelante el enemigo consiga reforzar sus unidades en la zona de Moscú haciendo llegar grandes reservas desde el norte y el sur. En ese caso, nuestra situación sería mucho más grave”.
Stalin dijo que estudiaría la cuestión con el Estado Mayor General.] (5).
Zhukov encargó a su jefe de estado mayor, Sokolovsky, que llamara al EMG para convencerlos de que pusieran los citados dos ejércitos bajo su mando. Al anochecer del 29 de noviembre el Stavka confirmó el despliegue en esos términos y pidió para el día siguiente los planes de la contraofensiva de Zhukov (6).
En realidad, no hubo un plan general para la contraofensiva (7). En dicha contraofensiva iban a participar tres frentes soviéticos (Kalini, Occidental y el ala derecha del Suroccidental), pero Zhukov (Frente Occidental) preparó su plan que fue aceptado por el Stavka el 30 de noviembre, y el Stavka cursó directivas independientes a los otros dos frentes, intentando coordinar las operaciones de los tres frentes. De esta forma, el concepto general de la contraofensiva, teniendo en cuenta lo que hemos dicho sobre su planificación, contemplaba que el ala derecha (norte) del Frente Occidental de Zhukov (30º Ejército del general Lelyushenko, 1º Ejército de Choque del general Kuznetsov, 20º Ejército del general Vlasov, y 16º Ejército del general Rokossovsky) atacaría al Panzergruppe 3 del general Reinhardt, mientras que su ala izquierda (sur) (50º Ejército del General Boldin, 10º Ejército del general Golikov y el Grupo Operacional Belov) debía atacar al Segundo Ejército Panzer de Guderian.
Para el Frente de Kalinin del general Konev (que recibió la directiva final del ataque de Vasilevsky el 4 de diciembre) se encomendaba al 22º Ejército del general Ershakov la defensa del sector Selizharevo-Torzhok, mientras que los ejércitos 29º del general Maslennnikov y 31º del general Iushkevich debían atacar al oeste y este de Kalinin. El 30º Ejército del general Lelyushenko, que había sido transferido al control de Zhukov, tenía que atacar entre la presa superior del Volga (también llamada Mar de Moscú) y el canal Volga-Moscú.
Por su parte, el Frente Suroccidental de Timoshenko encargaba a los ejércitos 13º del general Gorodniansky y 3º del general Kreizer, y al Grupo Operacional Kostenko el ataque sobre Elets y Livny, mientras que sus ejércitos 21º, 40º, 38º y 6º debían defender el sector restante del frente hacia el sur (8).
En otras palabras, el centro de gravedad del ataque soviético estaba en el Frente Occidental de Zhukov, el cual, en conjunción con los frentes Kalinin y Occidental, debía destruir a las principales fuerzas alemanas que estaban intentando envolver Moscú desde el norte y sur. Se previó un avance de unos 60 kms norte de Moscú, y unos 100 kms al sur. Fuera de esto no había objetivos posteriores, sino que “las operaciones subsiguientes se determinarían en el curso de la contraofensiva, en función de la situación vigente, con el objetivo general de causar el mayor número de bajas en el enemigo y de hacerlo retroceder lo máximo posible de Moscú, eliminando con ella la amenaza inmediata que se cernía sobre la capital” (9).
En el siguiente mapa podemos observar la disposición de los ejércitos soviéticos y alemanes a lo largo del eje estratégico central del Frente Oriental con la línea de frente de 6 de diciembre y la línea de frente (a cuadraditos) de 15 de diciembre:
Fuente: Ziemke, Op. Cit., p. 72 (mapa 6).
Faltan por recoger en este mapa, arriba al norte, los ejércitos del Frente Kalinin y formaciones del Noveno Ejército alemán. Pero diré como estaban desplegadas de norte a sur: 22º Ejército soviético encarando al XXIII Cuerpo de Ejército (Noveno Ejército) del general Schubert; 29º Ejército soviético encarando al VI Cuerpo de Ejército (Panzergruppe III del Noveno Ejército) del general Förster; y el 31º Ejército soviético encarando al XXVII Cuerpo de Ejército (Noveno Ejército) del general Wäger.
Ya en el mapa tenemos en primer lugar el ala derecha (norte) del Frente Occidental comenzando (de norte a sur) con el 30º Ejército. Incluiré las formaciones alemanas que más o menos enfrentaban: el 30º Ejército y el 1º Ejército de Choque a los cuerpos de ejército motorizados LVI y XXXXI (Panzergruppe 3) de los generales Schaal y Model, respectivamente. Los ejércitos 20º y 16º (el 60º y 24º estaban desplegados en la reserva de Moscú) encaraban a los cuerpos de ejército motorizados XXXXVI y XXXX (Panzergruppe 4 del Cuarto Ejército) de los generales Viettinghoff-Scheel y Stumme, respectivamente.
A continuación vienen los ejércitos que formaban el eje central del Frente Occidental, cuya misión era clavar a las formaciones del Cuarto Ejército de Kluge. El 5º Ejército soviético encaraba los cuerpos de ejército IX y VII de los generales Geyer y Fahrmbacher, respectivamente; el 33º Ejército soviético al XX Cuerpo de Ejército del general Materna; y los ejércitos soviéticos 43º y 49º tenían enfrente y entre sí a los cuerpos de ejércitos LVII (motorizado), XII (Panzergruppe 4) y XIII (Segundo Ejército) de los generales Kirchner, Schroth y Felber, respectivamente.
Finalmente el ala izquierda (sur) del Frente Occidental, es decir, el Grupo Operacional Belov (que no aparece en el mapa), y los ejércitos 50º y 10º. Aquí veréis que la línea de frente de 6 de diciembre (la línea a guiones) comienza a formar una cuña, a la altura del área de Tula donde está el 50º Ejército soviético, que penetra hasta el área de Mikhavlov (al este de la cual está el 10º Ejército Soviético), y luego cierra hacia la divisoria del 3º Ejército soviético. Pues bien, estas tres formaciones soviéticas que rodean la cuña intentarán cercar y destruir a los dos cuerpos de ejército alemanes que hay en su interior: el LIII Cuerpo de Ejército (Segundo Ejército) del general Weikersthal, y el XXIV Cuerpo de Ejército Motorizado (Segundo Ejército Panzer) del general Geyr von Schweppenburg. Fuera de la cuña, hacia el oeste, estaban el XXXXIII Cuerpo de Ejército (Segundo Ejército) del general Heinrici, al noroeste del 50º Ejército soviético, y más abajo al sur, frente al noroeste del 3º Ejército soviético, estaba el XXXXVII Cuerpo de Ejército Motorizado (Segundo Ejército Panzer) del general Lemelsen.
Entre los ejércitos soviéticos 3º y 13º, y el Grupo Operacional Kostenko (que no aparece en el mapa) se encontraban, de norte a sur, el Höheres Kommando z.b.V. XXXV del general Kämpfe y el Höheres Kommando z.b.V. XXXIV del general Metz, rematando con el XXXXVIII Cuerpo de Ejército Motorizado del general Kempf (las tres formaciones del Segundo Ejército Panzer) (10).
Mañana más.
(4) David M. Glantz, Barbarossa. Hitler's Invasion of Russia 1941 (Tempus Publishing Ltd., 2001), p. 185.
(5) Georgi K. Zhukov, Grandes Batallas de la Segunda Guerra Mundial. Traducción de Ricardo García Pérez (Barcelona: Ediciones Península, junio de 2009), p. 122. Glantz, Op. Cit., p. 186.
(6) Ibid., 122-123.
(7) Véase Glantz, Op. Cit., p. 229, nota 13.
(8) Ibid., p. 229, notas 14, 15 y 16.
(9) Zhukov, Op. Cit., p. 124.
(10) Para esta relación de formaciones opuestas me he servido del mapa 5, p. 433, de la obra citada de Klaus Reinhardt, y para sus comandantes de varias fuentes que he cotejado, aunque estoy lejos de ser concluyente en la exactitud de los comandantes y sus comisiones en la fecha de 6 de diciembre de 1941.
Saludos cordiales
JL
"Dioses, no me juzguéis como un dios
sino como un hombre
a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)
sino como un hombre
a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)
Re: La contraofensiva de Moscú: primera fase (5/15-12-1941)
¡Hola a todos!
La historia oficial soviética presentó unas cifras, probablemente confusas, sobre la cantidad de fuerzas que se iban a enfrentar en la contraofensiva soviética de 5 de diciembre de 1941. Por ejemplo, el coronel Andronikov (11) echó mano de la Historia de la IIGM 1939-1945 (Istoriya vtoroy mirovoy voyny 1939-1945), vol. 4 (1975), pp. 92-93 y 283-284, para adjudicar al Grupo de Ejércitos Centro de von Bock una fuerza de 1.708.000 hombres (incluyendo las unidades de la Luftwaffe asignadas a Bock), “alrededor de 13.500 cañones y morteros, 1.170 tanques y 615 aviones”. En el bando soviético, otorgó a los frentes Kalinin y Occidental y al ala derecha del Frente Suroccidental alrededor de 1.100.000 hombres, “7.700 cañones y morteros, 774 tanques (incluyendo 222 medios y pesados) y 1.000 aviones”. Glantz (12) recoge las mismas cifras de la Gran Guerra Patriótica 1941-1945 (Velikaia Otechestvennaia voina 1941-1945), Libro I (1988), p. 252, aunque inmediatamente las tilda de exageraciones y de dar una falsa imagen de superioridad alemana, salvo en aviación.
Yo creo que las cifras no son irreales en lo que respecta a personal (ya veremos en otra ocasión el resto de capítulos); lo es, sin embargo, su aplicación. Me refiero a que hay que distinguir entre la fuerza total (normalmente medida por cantidad de ranchos), que incluye todo el personal militar y civil asignado a tareas administrativas (por utilizar un término general que incluye personal, logística, intendencia, servicios médicos, veterinarios....y unidades de la fuerza aérea operando dentro del grupo de ejércitos, unidades de seguridad y policía, servicios de retaguardia, fuerzas de ocupación administración retaguardia...), y la fuerza real de combate, es decir las tropas que combaten realmente contra el enemigo. Así, en mi opinión, podemos admitir que la fuerza total de los dos frentes y medio soviéticos al 5 de diciembre de 1941 era de poco más de un millón de hombres, pero su fuerza real de tropas de combate era de 388.000 hombres, según Shaposhnikov (13), 759.518, según un documento soviético (14), o bien 718.000, según la cuenta de Sokolovsky (15).
Cuando Glantz cita a Shaposhnikov para dar la cifra de 388.000 hombres, interpreto que se refiere a la fuerza de combate desplegada en el ataque del día 5 de diciembre de 1941, esto es el ataque del Frente Kalinin, pues Zhukov y Timoshenko atacaron a partir del día siguiente, y después aún entrarían más ejércitos soviéticos en combate. En este sentido, Glantz (Shaposhnikov) dice que el 5 de diciembre de 1941 los rusos desplegaron 388.000 tropas de combate, 5.635 cañones y morteros, y 550 tanques, frente a 240.000 tropas alemanas equipadas con 5.350 piezas de artillería y 600 tanques (16).
Ahora bien, esto no nos aclara mucho sobre la fuerza total y fuerza de combate del Grupo de Ejércitos Centro al 5 de diciembre de 1941. Según el propio diario de guerra del Grupo de Ejércitos Centro, el 2 de octubre de 1941 (tras la incorporación de nuevas formaciones para Tifón) tenía una fuerza total de 1.929.406 hombres (17), mucho mayor de la que había desplegado el 22 de junio. Si tenemos en cuenta que durante prácticamente toda la Operación Tifón, en concreto desde el 30 de septiembre hasta finales de noviembre, el Grupo de Ejércitos Centro tuvo 120.996 bajas, y si consideramos el resto de bajas hasta el 5 de diciembre y sumamos a ello las bajas médicas de toda la Operación Tifón, su fuerza total al 5 de diciembre rondaría las cifras dadas por la historiografía soviética, en torno a 1.700.000 hombres. ¿Pero cuál era su fuerza de combate? A falta de tener a mi disposición una fuente solvente que lo establezca, sólo puedo hacer un ejercicio de extrapolación. Sé que el Noveno Ejército alemán tenía al 19 de enero de 1942 una fuerza total de 151.100 hombres y una fuerza de combate de 59.582 hombres (18). Lo que significa que la fuerza de combate representaba casi el 40 por ciento de la fuerza total. Si aplicamos este mismo porcentaje a la fuerza total de la formación de Bock en 5 de diciembre de 1941 (convengamos en cifrarla en 1.700.000 hombres), la fuerza de combate resultante sería de 680.000 hombres. Así que durante la primera fase de la contraofensiva soviética unos 750.000 soviéticos se enfrentaron a unos 680.000 alemanes, concediendo que mis cálculos no incurran en un gran margen de error.
Seguiremos en otra ocasión.
(11) N. G. Andronikov, “El Amanecer de una Gran Victoria”, publicado en ruso en el Voyenno-Istoricheskiy Zhurnal, 12, diciembre 1986, pp. 11-21, y publicado en inglés por JPRS Publications (JPRS-UMA-87-028) el 13 de mayo de 1987 con el título “1941 Battle of Moscow Recounted”, pp. 1-14.
(12) Glantz, Op. Cit., p.p. 187-188.
(13) Ibid. Glantz, p. 229, nota 18, cita para esta cifra un documento secreto de Shaposhnikov, Razgrom nemetskikh voisk pod Moskvoi v trex chastei, chast' pervaia i vtoraia (La derrota de las fuerzas alemanas en Moscú en tres partes, partes una y dos) Moscú (1943). Clasificado secreto, parte 2, p. 12.
(14) Klaus Reinhardt, Op. Cit., p. 286, nota 39. Reinhardt cita ahí “Moskovskaja bitva v cifrach. Dokumenti i materiali”, Parte II, en el Voyenno-Istoricheskiy Zhurnal (1967), Tabla 4, p. 92, para cifrar la fuerza total reunida para la contraofensiva soviética en 1.060.300 hombres, para luego matizar en la nota referida que, según dicha fuente, 759.518 hombres se encuadran como “combatientes”.
(15) Ibid., pp. 286-287, nota 39, continuación de la anterior, donde Reinhardt cita a Sokolovsky, Razgrom nemecko-fasistskich vojsk pod Moskvoj, (1964), p. 169, para decir que los rusos sólo tenían 718.000 hombres.
(16) Glantz, Op. Cit., p. 188.
(17) David Stahel, Kiev 1941 (Cambridge University Press, 2012), p. 339.
(18) Horst Boog et al, Germany and the Second World War. Volume 4: The Attack on the Soviet Union (Oxford University Press, 1998), p. 750, nota 705. La fuente primaria es el diario de guerra del Noveno Ejército: AOK 9/Ia, KTB, 1 enero-31 marzo 1942, BA-MA, 9. Armee, 21520/1.
Saludos cordiales
JL
La historia oficial soviética presentó unas cifras, probablemente confusas, sobre la cantidad de fuerzas que se iban a enfrentar en la contraofensiva soviética de 5 de diciembre de 1941. Por ejemplo, el coronel Andronikov (11) echó mano de la Historia de la IIGM 1939-1945 (Istoriya vtoroy mirovoy voyny 1939-1945), vol. 4 (1975), pp. 92-93 y 283-284, para adjudicar al Grupo de Ejércitos Centro de von Bock una fuerza de 1.708.000 hombres (incluyendo las unidades de la Luftwaffe asignadas a Bock), “alrededor de 13.500 cañones y morteros, 1.170 tanques y 615 aviones”. En el bando soviético, otorgó a los frentes Kalinin y Occidental y al ala derecha del Frente Suroccidental alrededor de 1.100.000 hombres, “7.700 cañones y morteros, 774 tanques (incluyendo 222 medios y pesados) y 1.000 aviones”. Glantz (12) recoge las mismas cifras de la Gran Guerra Patriótica 1941-1945 (Velikaia Otechestvennaia voina 1941-1945), Libro I (1988), p. 252, aunque inmediatamente las tilda de exageraciones y de dar una falsa imagen de superioridad alemana, salvo en aviación.
Yo creo que las cifras no son irreales en lo que respecta a personal (ya veremos en otra ocasión el resto de capítulos); lo es, sin embargo, su aplicación. Me refiero a que hay que distinguir entre la fuerza total (normalmente medida por cantidad de ranchos), que incluye todo el personal militar y civil asignado a tareas administrativas (por utilizar un término general que incluye personal, logística, intendencia, servicios médicos, veterinarios....y unidades de la fuerza aérea operando dentro del grupo de ejércitos, unidades de seguridad y policía, servicios de retaguardia, fuerzas de ocupación administración retaguardia...), y la fuerza real de combate, es decir las tropas que combaten realmente contra el enemigo. Así, en mi opinión, podemos admitir que la fuerza total de los dos frentes y medio soviéticos al 5 de diciembre de 1941 era de poco más de un millón de hombres, pero su fuerza real de tropas de combate era de 388.000 hombres, según Shaposhnikov (13), 759.518, según un documento soviético (14), o bien 718.000, según la cuenta de Sokolovsky (15).
Cuando Glantz cita a Shaposhnikov para dar la cifra de 388.000 hombres, interpreto que se refiere a la fuerza de combate desplegada en el ataque del día 5 de diciembre de 1941, esto es el ataque del Frente Kalinin, pues Zhukov y Timoshenko atacaron a partir del día siguiente, y después aún entrarían más ejércitos soviéticos en combate. En este sentido, Glantz (Shaposhnikov) dice que el 5 de diciembre de 1941 los rusos desplegaron 388.000 tropas de combate, 5.635 cañones y morteros, y 550 tanques, frente a 240.000 tropas alemanas equipadas con 5.350 piezas de artillería y 600 tanques (16).
Ahora bien, esto no nos aclara mucho sobre la fuerza total y fuerza de combate del Grupo de Ejércitos Centro al 5 de diciembre de 1941. Según el propio diario de guerra del Grupo de Ejércitos Centro, el 2 de octubre de 1941 (tras la incorporación de nuevas formaciones para Tifón) tenía una fuerza total de 1.929.406 hombres (17), mucho mayor de la que había desplegado el 22 de junio. Si tenemos en cuenta que durante prácticamente toda la Operación Tifón, en concreto desde el 30 de septiembre hasta finales de noviembre, el Grupo de Ejércitos Centro tuvo 120.996 bajas, y si consideramos el resto de bajas hasta el 5 de diciembre y sumamos a ello las bajas médicas de toda la Operación Tifón, su fuerza total al 5 de diciembre rondaría las cifras dadas por la historiografía soviética, en torno a 1.700.000 hombres. ¿Pero cuál era su fuerza de combate? A falta de tener a mi disposición una fuente solvente que lo establezca, sólo puedo hacer un ejercicio de extrapolación. Sé que el Noveno Ejército alemán tenía al 19 de enero de 1942 una fuerza total de 151.100 hombres y una fuerza de combate de 59.582 hombres (18). Lo que significa que la fuerza de combate representaba casi el 40 por ciento de la fuerza total. Si aplicamos este mismo porcentaje a la fuerza total de la formación de Bock en 5 de diciembre de 1941 (convengamos en cifrarla en 1.700.000 hombres), la fuerza de combate resultante sería de 680.000 hombres. Así que durante la primera fase de la contraofensiva soviética unos 750.000 soviéticos se enfrentaron a unos 680.000 alemanes, concediendo que mis cálculos no incurran en un gran margen de error.
Seguiremos en otra ocasión.
(11) N. G. Andronikov, “El Amanecer de una Gran Victoria”, publicado en ruso en el Voyenno-Istoricheskiy Zhurnal, 12, diciembre 1986, pp. 11-21, y publicado en inglés por JPRS Publications (JPRS-UMA-87-028) el 13 de mayo de 1987 con el título “1941 Battle of Moscow Recounted”, pp. 1-14.
(12) Glantz, Op. Cit., p.p. 187-188.
(13) Ibid. Glantz, p. 229, nota 18, cita para esta cifra un documento secreto de Shaposhnikov, Razgrom nemetskikh voisk pod Moskvoi v trex chastei, chast' pervaia i vtoraia (La derrota de las fuerzas alemanas en Moscú en tres partes, partes una y dos) Moscú (1943). Clasificado secreto, parte 2, p. 12.
(14) Klaus Reinhardt, Op. Cit., p. 286, nota 39. Reinhardt cita ahí “Moskovskaja bitva v cifrach. Dokumenti i materiali”, Parte II, en el Voyenno-Istoricheskiy Zhurnal (1967), Tabla 4, p. 92, para cifrar la fuerza total reunida para la contraofensiva soviética en 1.060.300 hombres, para luego matizar en la nota referida que, según dicha fuente, 759.518 hombres se encuadran como “combatientes”.
(15) Ibid., pp. 286-287, nota 39, continuación de la anterior, donde Reinhardt cita a Sokolovsky, Razgrom nemecko-fasistskich vojsk pod Moskvoj, (1964), p. 169, para decir que los rusos sólo tenían 718.000 hombres.
(16) Glantz, Op. Cit., p. 188.
(17) David Stahel, Kiev 1941 (Cambridge University Press, 2012), p. 339.
(18) Horst Boog et al, Germany and the Second World War. Volume 4: The Attack on the Soviet Union (Oxford University Press, 1998), p. 750, nota 705. La fuente primaria es el diario de guerra del Noveno Ejército: AOK 9/Ia, KTB, 1 enero-31 marzo 1942, BA-MA, 9. Armee, 21520/1.
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Re: La contraofensiva de Moscú: primera fase (5/15-12-1941)
¡Hola a todos!
La fuerza total de tanques en el Grupo de Ejércitos Centro otorgada por la historiografía soviética (1.170 tanques, como ya hemos apuntado) es una completa exageración a todas luces; es más razonable la cantidad estimada en la cuenta de Glantz-Shaposhnikov (600 tanques). El GEC de Bock empezó Tifón con más de 1.500 tanques (19) entre las 14 divisiones panzer de sus tres grupos panzer. Estimo que no contaría con más de 600 tanques operacionales cuando reanudó la segunda parte de Tifón el 15 de noviembre. Desde esta fecha a finales de mes perdió 300 tanques (20), con lo que al 5 de diciembre no creo que los tanques disponibles en los tres grupos panzer llegasen siquiera a 300. El 18 de noviembre, por ejemplo, Guderian declaró ante una Panzer-Sonderkommission de la Oficina de Intendencia del OKH que su grupo panzer había comenzado Barbarroja con unos 1.000 tanques y que durante su desarrollo había recibido otros 150. Sin embargo, ahora, el 18 de noviembre de 1941, su Segundo Ejército Panzer sólo tenía 150 tanques (21). Una gran mayoría de esos 150 tanques (110 tanques) fue desplegada por el Grupo Eberbach (6º, 35º y 39º regimientos panzer) cuando inició su ataque el 18 de noviembre. Seis días más tarde, el 24, ya sólo le quedaban 32 tanques. Y acabando ese mismo día, a la 17ª División Panzer sólo le quedaban 5 tanques (22). Por tanto, si sumamos los tanques reparados y entregados y las nuevas entregas, es plausible estimar una cifra de alrededor de 600 tanques en el GEC en torno al 5 de diciembre.
En cuanto a la Luftwaffe, su situación era dramática. Al 5 de diciembre de 1941 había perdido, desde el comienzo de Barbarroja, en todo el Frente Oriental un total de 5.585 aviones, de los cuales 3.189 fueron pérdidas absolutas (23). En la reanudación de Tifón el 15 de noviembre, el GEC iba a perder gran parte del apoyo de la Luftflotte 2, pues Hitler había decidido enviar un fuerte contingente aéreo al Mediterráneo. Así pues, a partir del 18 de noviembre, Bock sólo contaría con el apoyo del VIII Fliegerkorps de Richthoffen (24). Desde mediados a finales de noviembre, perdió 533 aviones (25), y el 5 de diciembre sólo contaba escasamente con 600 aviones, frente a los 1.376 que desplegaron los soviéticos en el frente de Moscú. En todo el Frente Oriental el 6 de diciembre, la Luftwaffe sólo tenía 487 cazas, y de ellos sólo 200 operacionales, frente a los 674 cazas soviéticos (480 operacionales) del frente de Moscú (26).
Las cifras que he estimado hasta ahora han de mantenerse con cierta reserva (27), pero no creo que su margen de error desdibuje mucho el cuadro real de la situación al 5 de diciembre. Sin embargo, las cifras, aun exactas, no dejan de ser eso, cifras que pueden ser muy engañosas. Veamos unos ejemplos.
Personal. Aunque las fuerzas enfrentadas en la contraofensiva soviética de 5 de diciembre arrojasen una ligera superioridad cuantitativa a favor del bando alemán, la efectividad de las mismas variaba mucho. En general, las tropas alemanas ya había llegado, por esas fechas, al límite de su aguante físico, psíquico y moral. Si las tropas soviéticas que las atacaron fuesen más experimentadas, estuviesen mejor equipadas, y sus líderes más capacitados, no albergo duda alguna que habrían destruido al grueso de los ejércitos del GEC, y con ello quizás trajesen el colapso final del Ostheer. Pero las tropas y oficiales, en general, de los nuevos ejércitos soviéticos carecían del entrenamiento debido y no estaban muy bien equipadas (aunque notablemente mejor que las alemanas en equipo de invierno). De los nuevos ejércitos fomados desde octubre (10º, 28º, 39º, 58º, 59º, 60º, 61º, 1º de Choque, 20º y 24º), el 10º era, con mucho, el mejor equipado. Tenía una fuerza total de unos 100.000 hombres equipados con 65.000 fusiles, 2.000 ametralladoras, 249 morteros, 69 cañones antitanque y 27 cañones antiaéreos de bajo calibre. Pero al comienzo del ataque carecía de servicios de suministros, apenas tenía vehículos y casi ningún tanque (aunque seguro que los recibieron más tarde). Sólo disponía de una compañía de señales para todo el ejército, la organización del personal dejaba mucho que desear y el grueso de las tropas eran reservistas sin ninguna experiencia de combate. Sólo un tercio de los comandantes de unidad eran soldados en el servicio activo, y la mayoría de los comandantes de los cuarteles generales regimentales y divisionales eran igualmente reservistas sin ningún entrenamiento básico (28). Sin embargo, fueron tropas y oficiales como éstos los que hicieron retroceder, en no pocos casos en desbandada y pánico, a las formaciones del GEC, causándoles un número enorme de bajas en personal y armamento, una clara demostración del estado de extenuación y desmoronamiento que padecían las tropas alemanas en esas fechas.
Lo mismo sucedía con el armamento. Los soviéticos, aparte de la superioridad numérica cuando se dio, disponían de armamento acondicionado para la guerra de invierno y estaban mucho más cerca de sus bases de suministros que las tropas alemanas. La aviación alemana -por razón del mal estado de sus aeródromos, su escasez numérica, de mantenimiento y, en general, por los problemas técnicos derivados del clima invernal- apenas podía realizar salidas de combate; la VVS, en cambio, representaba la otra cara de la moneda. Los tanques alemanes, como los vehículos en general, aparte de las enormes pérdidas sufridas (al 5 de diciembre se habían perdido un total de 3.290 tanques en todo el frente oriental) (29), padecían igualmente los problemas técnicos derivados del frío invierno, escasez de piezas de recambio, combustible y munición.
En breve, el Ostherr en general y el GEC en particular habían alcanzado el límite humano y material de sus fuerzas. Y el 5 de diciembre todavía no sabían lo que se les venía encima.
Seguiremos otro día.
(19) Stahel, Op. Cit., 339.
(20) Reinhardt, Op. Cit., 243.
(21) Ibid., 230, nota 20.
(22) Ibid., 237, nota 108.
(23) Ibid., 249, nota 7.
(24) Ibid., 199, 202 (nota 2).
(25) Ibid., 243.
(26) Christer Bergström, Barbarossa: The Air Battle July-December 1941 (Midland/Ian Allan Publishing, 2007), p. 111.
(27) Probablemente los nuevos libros de Zetterling (Drive on Moscow), ya publicado, y Stahel (Typhoon), previsto para marzo de 2013, aporten nuevos datos fundados que corrijan mis estimaciones.
(28) Reinhardt, Op. Cit., 282-283.
(29) Ibid., 249, nota 6.
Saludos cordiales
JL
La fuerza total de tanques en el Grupo de Ejércitos Centro otorgada por la historiografía soviética (1.170 tanques, como ya hemos apuntado) es una completa exageración a todas luces; es más razonable la cantidad estimada en la cuenta de Glantz-Shaposhnikov (600 tanques). El GEC de Bock empezó Tifón con más de 1.500 tanques (19) entre las 14 divisiones panzer de sus tres grupos panzer. Estimo que no contaría con más de 600 tanques operacionales cuando reanudó la segunda parte de Tifón el 15 de noviembre. Desde esta fecha a finales de mes perdió 300 tanques (20), con lo que al 5 de diciembre no creo que los tanques disponibles en los tres grupos panzer llegasen siquiera a 300. El 18 de noviembre, por ejemplo, Guderian declaró ante una Panzer-Sonderkommission de la Oficina de Intendencia del OKH que su grupo panzer había comenzado Barbarroja con unos 1.000 tanques y que durante su desarrollo había recibido otros 150. Sin embargo, ahora, el 18 de noviembre de 1941, su Segundo Ejército Panzer sólo tenía 150 tanques (21). Una gran mayoría de esos 150 tanques (110 tanques) fue desplegada por el Grupo Eberbach (6º, 35º y 39º regimientos panzer) cuando inició su ataque el 18 de noviembre. Seis días más tarde, el 24, ya sólo le quedaban 32 tanques. Y acabando ese mismo día, a la 17ª División Panzer sólo le quedaban 5 tanques (22). Por tanto, si sumamos los tanques reparados y entregados y las nuevas entregas, es plausible estimar una cifra de alrededor de 600 tanques en el GEC en torno al 5 de diciembre.
En cuanto a la Luftwaffe, su situación era dramática. Al 5 de diciembre de 1941 había perdido, desde el comienzo de Barbarroja, en todo el Frente Oriental un total de 5.585 aviones, de los cuales 3.189 fueron pérdidas absolutas (23). En la reanudación de Tifón el 15 de noviembre, el GEC iba a perder gran parte del apoyo de la Luftflotte 2, pues Hitler había decidido enviar un fuerte contingente aéreo al Mediterráneo. Así pues, a partir del 18 de noviembre, Bock sólo contaría con el apoyo del VIII Fliegerkorps de Richthoffen (24). Desde mediados a finales de noviembre, perdió 533 aviones (25), y el 5 de diciembre sólo contaba escasamente con 600 aviones, frente a los 1.376 que desplegaron los soviéticos en el frente de Moscú. En todo el Frente Oriental el 6 de diciembre, la Luftwaffe sólo tenía 487 cazas, y de ellos sólo 200 operacionales, frente a los 674 cazas soviéticos (480 operacionales) del frente de Moscú (26).
Las cifras que he estimado hasta ahora han de mantenerse con cierta reserva (27), pero no creo que su margen de error desdibuje mucho el cuadro real de la situación al 5 de diciembre. Sin embargo, las cifras, aun exactas, no dejan de ser eso, cifras que pueden ser muy engañosas. Veamos unos ejemplos.
Personal. Aunque las fuerzas enfrentadas en la contraofensiva soviética de 5 de diciembre arrojasen una ligera superioridad cuantitativa a favor del bando alemán, la efectividad de las mismas variaba mucho. En general, las tropas alemanas ya había llegado, por esas fechas, al límite de su aguante físico, psíquico y moral. Si las tropas soviéticas que las atacaron fuesen más experimentadas, estuviesen mejor equipadas, y sus líderes más capacitados, no albergo duda alguna que habrían destruido al grueso de los ejércitos del GEC, y con ello quizás trajesen el colapso final del Ostheer. Pero las tropas y oficiales, en general, de los nuevos ejércitos soviéticos carecían del entrenamiento debido y no estaban muy bien equipadas (aunque notablemente mejor que las alemanas en equipo de invierno). De los nuevos ejércitos fomados desde octubre (10º, 28º, 39º, 58º, 59º, 60º, 61º, 1º de Choque, 20º y 24º), el 10º era, con mucho, el mejor equipado. Tenía una fuerza total de unos 100.000 hombres equipados con 65.000 fusiles, 2.000 ametralladoras, 249 morteros, 69 cañones antitanque y 27 cañones antiaéreos de bajo calibre. Pero al comienzo del ataque carecía de servicios de suministros, apenas tenía vehículos y casi ningún tanque (aunque seguro que los recibieron más tarde). Sólo disponía de una compañía de señales para todo el ejército, la organización del personal dejaba mucho que desear y el grueso de las tropas eran reservistas sin ninguna experiencia de combate. Sólo un tercio de los comandantes de unidad eran soldados en el servicio activo, y la mayoría de los comandantes de los cuarteles generales regimentales y divisionales eran igualmente reservistas sin ningún entrenamiento básico (28). Sin embargo, fueron tropas y oficiales como éstos los que hicieron retroceder, en no pocos casos en desbandada y pánico, a las formaciones del GEC, causándoles un número enorme de bajas en personal y armamento, una clara demostración del estado de extenuación y desmoronamiento que padecían las tropas alemanas en esas fechas.
Lo mismo sucedía con el armamento. Los soviéticos, aparte de la superioridad numérica cuando se dio, disponían de armamento acondicionado para la guerra de invierno y estaban mucho más cerca de sus bases de suministros que las tropas alemanas. La aviación alemana -por razón del mal estado de sus aeródromos, su escasez numérica, de mantenimiento y, en general, por los problemas técnicos derivados del clima invernal- apenas podía realizar salidas de combate; la VVS, en cambio, representaba la otra cara de la moneda. Los tanques alemanes, como los vehículos en general, aparte de las enormes pérdidas sufridas (al 5 de diciembre se habían perdido un total de 3.290 tanques en todo el frente oriental) (29), padecían igualmente los problemas técnicos derivados del frío invierno, escasez de piezas de recambio, combustible y munición.
En breve, el Ostherr en general y el GEC en particular habían alcanzado el límite humano y material de sus fuerzas. Y el 5 de diciembre todavía no sabían lo que se les venía encima.
Seguiremos otro día.
(19) Stahel, Op. Cit., 339.
(20) Reinhardt, Op. Cit., 243.
(21) Ibid., 230, nota 20.
(22) Ibid., 237, nota 108.
(23) Ibid., 249, nota 7.
(24) Ibid., 199, 202 (nota 2).
(25) Ibid., 243.
(26) Christer Bergström, Barbarossa: The Air Battle July-December 1941 (Midland/Ian Allan Publishing, 2007), p. 111.
(27) Probablemente los nuevos libros de Zetterling (Drive on Moscow), ya publicado, y Stahel (Typhoon), previsto para marzo de 2013, aporten nuevos datos fundados que corrijan mis estimaciones.
(28) Reinhardt, Op. Cit., 282-283.
(29) Ibid., 249, nota 6.
Saludos cordiales
JL
"Dioses, no me juzguéis como un dios
sino como un hombre
a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)
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Re: La contraofensiva de Moscú: primera fase (5/15-12-1941)
Hola a todos!
Fuente: Robert Forczyk “Hitler desafiado en Moscu” Osprey RBA 2007 pag 85
Saludos
Dejo este otro mapa que tambien puede venir bien sobre la contraofensiva sovietica:José Luis escribió:
En el siguiente mapa podemos observar la disposición de los ejércitos soviéticos y alemanes a lo largo del eje estratégico central del Frente Oriental con la línea de frente de 6 de diciembre y la línea de frente (a cuadraditos) de 15 de diciembre:
Fuente: Ziemke, Op. Cit., p. 72 (mapa 6).
Faltan por recoger en este mapa, arriba al norte, los ejércitos del Frente Kalinin y formaciones del Noveno Ejército alemán. Pero diré como estaban desplegadas de norte a sur: 22º Ejército soviético encarando al XXIII Cuerpo de Ejército (Noveno Ejército) del general Schubert; 29º Ejército soviético encarando al VI Cuerpo de Ejército (Panzergruppe III del Noveno Ejército) del general Förster; y el 31º Ejército soviético encarando al XXVII Cuerpo de Ejército (Noveno Ejército) del general Wäger.
Fuente: Robert Forczyk “Hitler desafiado en Moscu” Osprey RBA 2007 pag 85
Saludos
Una vision; un propósito;un sueño...Siempre.
Re: La contraofensiva de Moscú: primera fase (5/15-12-1941)
¡Hola a todos!
Hecha esta revaluación, que en absoluto pretende ser definitiva, iniciaré el resumen de las operaciones en mi siguiente intervención.
(30)Великая Oreчественная без грифа секретности. Книга потерь. Новейшее справочное издание / Г:Ф. Кривошеев, В.М. Андроников, п.д. Буриков, В.В. Гуркин. - М. : Вече, 2010, p. 100.
Saludos cordiales
JL
Probablemente, esta interpretación mía esté errada. Al comprobar los ejércitos que participaron en el ataque del Frente de Kalinin (Konev) el 5 de diciembre, para armar la historia operacional (y en menor medida táctica) que pretendo resumir en este hilo, me parece que los pocos ejércitos de Konev no podían desplegar semejante fuerza de combate. Para verificar, hasta donde me es posible, la fuerza total de los tres frente soviéticos involucrados en la contraofensiva, me he ido al libro de Krivosheev et al sobre las bajas de la GGP, pero el actualizado, de edición rusa, de 2010 (30). En el epígrafe dedicado a la Operación Ofensiva de Moscú (5-12-1941/7-1-1942), en la tabla de la página 100, se cifra la fuerza total de los tres frentes soviéticos (excepto el de Briansk, que no da datos, pero que para esta primera fase que cubre el hilo podemos prescindir, pues no entró en combate). En ella se da al Frente Occidental una fuerza total de 748.700 hombres; al de Kalinin, 192.200, y al ala derecha del Suroccidental, 80.800. Es decir, una fuerza total de 1.021.700 hombres. La cifra que yo estimé de fuerza de combate para esa fuerza total es de 750.000 hombres, lo que viene a suponer poco más del 73 por ciento de la fuerza total. Me parece plausible (quizás con un margen de error de cinco puntos a la baja), pues las formaciones de combate del Ejército Rojo no tenían el enorme aparato de administración-suministros propio de las alemanas. Si aplico ese 73 por ciento para la fuerza de combate desplegada por el Frente de Kalinin el 5 de diciembre, la cifra sería de unas 140.000 tropas.José Luis escribió: Cuando Glantz cita a Shaposhnikov para dar la cifra de 388.000 hombres, interpreto que se refiere a la fuerza de combate desplegada en el ataque del día 5 de diciembre de 1941, esto es el ataque del Frente Kalinin, pues Zhukov y Timoshenko atacaron a partir del día siguiente, y después aún entrarían más ejércitos soviéticos en combate.
Hecha esta revaluación, que en absoluto pretende ser definitiva, iniciaré el resumen de las operaciones en mi siguiente intervención.
(30)Великая Oreчественная без грифа секретности. Книга потерь. Новейшее справочное издание / Г:Ф. Кривошеев, В.М. Андроников, п.д. Буриков, В.В. Гуркин. - М. : Вече, 2010, p. 100.
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JL
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Re: La contraofensiva de Moscú: primera fase (5/15-12-1941)
¡Hola a todos!
Para la historiografía soviética, la batalla de Moscú comenzó el 30 de septiembre de 1941 y terminó el 20 de abril de 1942. A su vez la subdividen en dos partes: una defensiva y otra ofensiva. La primera cuenta con las operaciones defensivas de Orel-Briansk, Viazma, Kalinin, Mozhaisk y Tula. La segunda comprende dos grandes operaciones ofensivas: la operación ofensiva de Moscú (5-12-1941/7-1-1942) y la operación ofensiva Rzhev-Viazma (7-1-1942/20-4-1942).
Bien, la Operación Ofensiva de Moscú se compuso, a su vez, de cinco grandes operaciones ofensivas: la ofensiva de Kalinin (a cargo del Frente Kalinin 5-12-1941/7-1-1942), la ofensiva de Klin-Solnechnogorsk (a cargo del ala derecha del Frente Occidental 6/25-12-1941), la ofensiva de Tula (ala izquierda del Frente Occidental 6/16-12-1941), la ofensiva de Eletskikh (ala derecha del Frente Suroccidental 6/16-12-1941), y la ofensiva de Kaluga (ala izquierda del Frente Occidental 18-12-1941/6-1-1942). En total fueron 34 días de combate sobre un frente de 1.000 kms (desde Kalinin a Elets) que los soviéticos penetraron en una profundidad de entre 100 y 250 kms (31).
Mapa general de la Operación Ofensiva de Moscú:
Fuente: Alexei V. Isaev, Краткий курс истории ВОВ. Наступление маршала Шапошникова (Historia de la Segunda Guerra Mundial. La Ofensiva del Mariscal Shaposhnikov) (Moscú: Jauza, Penguin Books, 2005) (32).
Ofensiva de Kalinin
El Frente de Kalinin de Konev tenía la misión inicial de cercar y destruir a las fuerzas de infantería del Noveno Ejército de Strauss en Kalinin, y después, virando hacia el sur, penetrar la retaguardia del Panzergruppe 3 y destruirlo en conjunción con el ala derecha del Frente Occidental de Zhukov (33).
A tal fin, el 29º Ejército de Maslennikov debía atacar Kalinin desde el oeste, y el 31º Ejército de Iushkevich desde el este y sureste. La planificación de Konev contemplaba en su primera etapa romper las defensas alemanas durante el primer día de la operación con la captura de Kalinin y luego avanzar 14-15 kms hacia el suroeste de la ciudad hasta alcanzar la línea Danilovskoe-Negotino-Kozlov. Durante la segunda etapa (duración estimada de tres días, con una profundidad de más de 40 kms, a una media de 12-15 kms por día) el grupo de choque del frente debía alcanzar la línea Shoshi (34).
Iushkevich (31º Ejército) planificó lanzar a sus divisiones de fusiles 119ª del mayor general Berezin y 250ª del coronel Stepanenko hacia Pushkino, manteniendo como reserva del ejército a la 262ª División de Fusiles del coronel Tereshchenko. Para desviar la atención de los alemanes, se lanzarían dos ataques secundarios: hacia Peremerki con la 256ª División de Fusiles y hacia Smolino con la 5ª DF (35).
Konev planificó el comienzo de su ataque para el 4 de diciembre (día en que llegó al frente Vasilevsky para supervisar la operación), pero la demora de la 262ª División de Fusiles (31º Ejército) en tránsito hacia sus posiciones de partida retrasó el ataque para el día siguiente (36).
El 5 de diciembre, 03:00 horas, comenzaron su avance los batallones del primer escalón de las divisiones del 31º Ejército de Iushkevich cruzando el helado Volga para conseguir puntos fuertes en la orilla derecha del río. A las 10:00 horas, unidades de las divisiones de fusiles 119ª y 5ª se hicieron con unas cabezas de puente en Gorokhov y Vieja-Semonov. A las 13:00 horas comenzó una descarga de artillería de 45 minutos de duración, junto con ataques de la VVS asignada a Iushkevich. A continuación comenzó la ofensiva del grueso del 31º Ejército. Al finalizar el día, las unidades del 31º Ejército consiguieron superar la resistencia alemana y romper su primera línea defensiva, carretera Moscú-Kalinin, con algunas unidades avanzando 4-5 kms hasta acercarse al Ferrocarril de Octubre (37).
Unidades del 29º Ejército de Maslennikov lanzaron su ofensiva a las 11:00 horas del 5 de diciembre en dirección Danilovskoe. Tropas de la 246ª División de Fusiles del mayor general Melnikov y de la 252ª del coronel Zabaluev cruzaron el helado Volga hacia las 14:00 horas, tomando la carretera Krasnov-Migalovo. La 243ª División de Fusiles del mayor general Polenov se topó con una dura resistencia en su avance hacia el norte de Kalinin. Los alemanes contraatacaron haciendo retroceder a la izquierda del Volga a unidades de las divisiones de fusiles 246ª y 252ª, de tal forma que al finalizar el día estaban en sus posiciones originales de partida. A la 243ª se le ordenó no detenerse en batallas de desgaste en las calles de Kalinin, sino conseguir información de inteligencia sobre las posiciones alemanas (38).
Seguiremos en otra ocasión.
(31) Ibid., 99.
(32) En adelante, Isaev. Este libro está disponible para su lectura online en la biblioteca de la web http://militera.lib.ru/
(33) Isaev, 37.
(34) Ю. М. Бошняк, Д. Д. Слёзкин, Н. А. Якиманский. “Калининское операционное направление в битве под Москвой” (“Dirección Operacional de Kalinin en la Batalla de Moscú”), en M. J. Maistrovskii (ed.), На правом фланге Московской битвы (En el Frente Derecho de la Batalla de Moscú) (Tver, Moscú: рабочий, 1991), p. 48. Disponible en la misma web citada en nota anterior.
(35) Ibid.
(36) Ibid., 49.
(37) Ibid.
(38) Ibid., 50.
Saludos cordiales
JL
Para la historiografía soviética, la batalla de Moscú comenzó el 30 de septiembre de 1941 y terminó el 20 de abril de 1942. A su vez la subdividen en dos partes: una defensiva y otra ofensiva. La primera cuenta con las operaciones defensivas de Orel-Briansk, Viazma, Kalinin, Mozhaisk y Tula. La segunda comprende dos grandes operaciones ofensivas: la operación ofensiva de Moscú (5-12-1941/7-1-1942) y la operación ofensiva Rzhev-Viazma (7-1-1942/20-4-1942).
Bien, la Operación Ofensiva de Moscú se compuso, a su vez, de cinco grandes operaciones ofensivas: la ofensiva de Kalinin (a cargo del Frente Kalinin 5-12-1941/7-1-1942), la ofensiva de Klin-Solnechnogorsk (a cargo del ala derecha del Frente Occidental 6/25-12-1941), la ofensiva de Tula (ala izquierda del Frente Occidental 6/16-12-1941), la ofensiva de Eletskikh (ala derecha del Frente Suroccidental 6/16-12-1941), y la ofensiva de Kaluga (ala izquierda del Frente Occidental 18-12-1941/6-1-1942). En total fueron 34 días de combate sobre un frente de 1.000 kms (desde Kalinin a Elets) que los soviéticos penetraron en una profundidad de entre 100 y 250 kms (31).
Mapa general de la Operación Ofensiva de Moscú:
Fuente: Alexei V. Isaev, Краткий курс истории ВОВ. Наступление маршала Шапошникова (Historia de la Segunda Guerra Mundial. La Ofensiva del Mariscal Shaposhnikov) (Moscú: Jauza, Penguin Books, 2005) (32).
Ofensiva de Kalinin
El Frente de Kalinin de Konev tenía la misión inicial de cercar y destruir a las fuerzas de infantería del Noveno Ejército de Strauss en Kalinin, y después, virando hacia el sur, penetrar la retaguardia del Panzergruppe 3 y destruirlo en conjunción con el ala derecha del Frente Occidental de Zhukov (33).
A tal fin, el 29º Ejército de Maslennikov debía atacar Kalinin desde el oeste, y el 31º Ejército de Iushkevich desde el este y sureste. La planificación de Konev contemplaba en su primera etapa romper las defensas alemanas durante el primer día de la operación con la captura de Kalinin y luego avanzar 14-15 kms hacia el suroeste de la ciudad hasta alcanzar la línea Danilovskoe-Negotino-Kozlov. Durante la segunda etapa (duración estimada de tres días, con una profundidad de más de 40 kms, a una media de 12-15 kms por día) el grupo de choque del frente debía alcanzar la línea Shoshi (34).
Iushkevich (31º Ejército) planificó lanzar a sus divisiones de fusiles 119ª del mayor general Berezin y 250ª del coronel Stepanenko hacia Pushkino, manteniendo como reserva del ejército a la 262ª División de Fusiles del coronel Tereshchenko. Para desviar la atención de los alemanes, se lanzarían dos ataques secundarios: hacia Peremerki con la 256ª División de Fusiles y hacia Smolino con la 5ª DF (35).
Konev planificó el comienzo de su ataque para el 4 de diciembre (día en que llegó al frente Vasilevsky para supervisar la operación), pero la demora de la 262ª División de Fusiles (31º Ejército) en tránsito hacia sus posiciones de partida retrasó el ataque para el día siguiente (36).
El 5 de diciembre, 03:00 horas, comenzaron su avance los batallones del primer escalón de las divisiones del 31º Ejército de Iushkevich cruzando el helado Volga para conseguir puntos fuertes en la orilla derecha del río. A las 10:00 horas, unidades de las divisiones de fusiles 119ª y 5ª se hicieron con unas cabezas de puente en Gorokhov y Vieja-Semonov. A las 13:00 horas comenzó una descarga de artillería de 45 minutos de duración, junto con ataques de la VVS asignada a Iushkevich. A continuación comenzó la ofensiva del grueso del 31º Ejército. Al finalizar el día, las unidades del 31º Ejército consiguieron superar la resistencia alemana y romper su primera línea defensiva, carretera Moscú-Kalinin, con algunas unidades avanzando 4-5 kms hasta acercarse al Ferrocarril de Octubre (37).
Unidades del 29º Ejército de Maslennikov lanzaron su ofensiva a las 11:00 horas del 5 de diciembre en dirección Danilovskoe. Tropas de la 246ª División de Fusiles del mayor general Melnikov y de la 252ª del coronel Zabaluev cruzaron el helado Volga hacia las 14:00 horas, tomando la carretera Krasnov-Migalovo. La 243ª División de Fusiles del mayor general Polenov se topó con una dura resistencia en su avance hacia el norte de Kalinin. Los alemanes contraatacaron haciendo retroceder a la izquierda del Volga a unidades de las divisiones de fusiles 246ª y 252ª, de tal forma que al finalizar el día estaban en sus posiciones originales de partida. A la 243ª se le ordenó no detenerse en batallas de desgaste en las calles de Kalinin, sino conseguir información de inteligencia sobre las posiciones alemanas (38).
Seguiremos en otra ocasión.
(31) Ibid., 99.
(32) En adelante, Isaev. Este libro está disponible para su lectura online en la biblioteca de la web http://militera.lib.ru/
(33) Isaev, 37.
(34) Ю. М. Бошняк, Д. Д. Слёзкин, Н. А. Якиманский. “Калининское операционное направление в битве под Москвой” (“Dirección Operacional de Kalinin en la Batalla de Moscú”), en M. J. Maistrovskii (ed.), На правом фланге Московской битвы (En el Frente Derecho de la Batalla de Moscú) (Tver, Moscú: рабочий, 1991), p. 48. Disponible en la misma web citada en nota anterior.
(35) Ibid.
(36) Ibid., 49.
(37) Ibid.
(38) Ibid., 50.
Saludos cordiales
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Re: La contraofensiva de Moscú: primera fase (5/15-12-1941)
¡Hola a todos!
El ataque de las fuerzas de Konev de 5 de diciembre alarmó en gran medida al Noveno Ejército de Strauss, quien ordenó gravitar el esfuerzo principal de la defensa hacia el este, exigiendo “incisivas acciones defensivas” (39). Durante la noche del 5 al 6 de diciembre, los alemanes contraatacaron, y durante la mañana recuperaron varias plazas de las que habían sido desalojados el día anterior. Una parte de la 250ª División de Fusiles del coronel Stepanenko, que había conseguido el mayor éxito soviético del día anterior, fue forzada a cruzar el Volga hacia su ribera izquierda. Al parecer, la principal razón de esta retirada fue la falta de unas comunicaciones adecuadas en la división. El 6 de diciembre se revirtió la posición del 922º Regimiento de Fusiles para contrarrestar la amenaza de los alemanes sobre la vecina 5ª División de Fusiles. Esta maniobra, que supuso la salida del regimiento de Kuzminski, debilitó la posición de los regimientos de fusiles 916º y 918º, que comenzaron a retirarse en desbandada, presos del pánico. Hubo pérdidas enormes: 1.500 muertos, heridos y desaparecidos. Por esta retirada no autorizada, fueron condenados los comandantes y comisarios de ambos regimientos: a pena de muerte el comandante del 918º, su comisario y el comisarios del 916º; a 10 años de prisión el comandante del 916º (40).
Para restablecer la situación, Iushkevich comprometió en la tarde del 6 de diciembre a su división de reserva, la 262ª. Todo ese día discurrió con grandes combates por el cruce del Volga. Ese mismo día atacó el ala derecha del frente de Konev, con el 1º Ejército de Choque golpeando al Panzergruppe 3 en Yakhroma, consiguiendo amplias y profundas penetraciones que obligaron a Reinhardt a ordenar la retirada de su frente. Al día siguiente, Reinhardt se refirió a sus tropas como “ya no...operacionales”. Dijo que era imposible cerrar las penetraciones soviéticas o incluso lanzar contraataques (41). El 8 de diciembre el flanco izquierdo de Iushkevich capturó la estación de ferrocarril de Chupriyanovka, y en su flanco derecho, la 256º División de Fusiles también cortó el ferrocarril (42).
El 7 de diciembre Halder escribió en su diario de guerra que la situación “es muy tensa” en los Panzergruppen 3 y 4. “Fuertes penetraciones enemigas desde el norte hacia Klin” (43).
El 9 de diciembre el flanco derecho de Iushkevich capturó el baluarte de Koltsovo y avanzó hacia Kuzminskoe. Al acabar el día, la 256ª División de Fusiles cortó la carretera Turginovo-Kalinin, kilómetro y medio al este de Mozzharina. A los cinco días de iniciada la ofensiva, el 31º Ejército consiguió penetrar el frente de Strauss en 10-12 kms de profundidad, rompiendo en realidad toda la zona defensiva táctica alemana (44). Sin embargo, el 29º Ejército de Maslennikov era incapaz de enlazar con el 31º Ejército. En vista de esto, Konev ordenó a Iushkevich formar un grupo de choque (con elementos de 4 divisiones de fusiles, 1 de caballería, 2 batallones de tanques, 2 regimientos de artillería y 2 batallones de Katiushas) para que, en conjunción con el 29º Ejército, completaran el cerco de los alemanes en Kalinin. Sólo así, el 16 de diciembre, los dos ejércitos de Konev capturaron Kalinin, aunque los alemanes lograron retirarse a tiempo (45).
La captura de Kalinin fue, en buena parte, producto de la entrada en batalla del 30º Ejército de Lelyushenko (6 de diciembre), que junto con el 31º, a ambas partes de la presa del Volga, consiguieron romper el contacto de las alas internas del Noveno Ejército y del Panzergruppe 3 el 7 de diciembre. Aunque Bock envió a este sector reservas (batallones y compañías), no se pudo recuperar el contacto. Sólo cabía la retirada del Panzergruppe 3, y con él la de su vecino del sur, el Panzergruppe 4. El mismo día, Hitler autorizó la retirada de los dos panzergruppen; para coordinar la retirada, y a instancias de Hoepner, el 8 de diciembre Bock puso al Panzergruppe 3 bajo el mando de Hoepner. El 30º Ejército soviético avanzó hacia el oeste de Klin llegando a Nekrasino el 10 de diciembre, luego del fracaso del ataque de la 1ª División Panzer, incapaz de cerrarle la ruta de acceso. Esta situación representaba una gran amenaza a la ruta de retirada desde Klin, ciudad que Reinhardt reconoció no podía defender por mucho tiempo. Por tanto, sugirió una retirada inmediata de Klin en dirección oeste, pero esta ruta de retirada estaba completamente atiborrada de unidades del GEC, del V Cuerpo de Ejército y de otras unidades de suministros, y además sometida al bombardeo de la VVS. Las cosas se complicaron todavía más cuando el 30º Ejército soviético (un grupo de choque) consiguió bloquear la carretera durante medio día, pese a los contraataques alemanes. Se produjeron grandes pérdidas. El 13 de diciembre, la 6ª División Panzer sólo contaba con una fuerza de 350 fusileros, habiendo perdido todos sus tanques; el 16 de diciembre la 7ª División Panzer reportó una fuerza de combate de sólo 200 hombres, mientras que la 6ª División Panzer se había reducido a 180 (46).
El 11 de diciembre, los ejércitos soviéticos 29º y 30º destrozaron a la 162ª División de Infantería del teniente general Hermann Franke (47), amenazando así las rutas de retirada de Kalinin. Para evitar que se completara el cerco, el 14 de diciembre el mando alemán ordenó la evacuación de la ciudad, que se ejecutó durante los dos días siguientes. El ala derecha del Noveno Ejército tenía que retirarse lo suficientemente lejos para poder restablecer el enlace en el frente de Ruza-Lama de los panzergruppen 3 y 4 vía Staritsa. De las doce divisiones del Noveno Ejército del Generaloberst Strauss, una fue destruida, cinco duramente castigadas, cuatro todavía clasificadas como “buenas”, y dos como “normales” (48).
Los soviéticos afirman, con razón, que derrotaron a la mitad de las divisiones de Strauss. Según Maistrovskii, el Frente de Kalinin, desde el 5 al 16 de diciembre de 1941, eliminó a más de 7.000 soldados y oficiales alemanes y destruyó 220 camiones y unos 120 cañones, morteros y ametralladoras. Capturó 94 prisioneros, 14 tanques, 200 vehículos, 3 aviones, 101 cañones, 49 morteros, 176 ametralladoras, 7 ametralladoras pesadas y más de 1.200 fusiles. La ciudad de Kalinin quedó increíblemente destruida (49).
Seguiremos otro día.
(39) Reinhardt, Op. Cit., 291.
(40) ”Dirección Operacional de Kalinin”, 50.
(41) Reinhardt, Op. Cit., 291-292.
(42) ”Dirección Operacional...”, 50.
(43) War Journal of Franz Halder, Vol. VII, 7-12-1941.
(44) ”Dirección Operacional...”, 52.
(45) Isaev, Op. Cit., 38-39.
(46) Reinhardt, Op. Cit., 292-293.
(47) Ibid., 329, nota 30. El 15 de diciembre el Noveno Ejército alemán reportó sobre el estado de esta división: “muy pocos hombres, grueso de la división hecho prisionero, herido, eliminado”.
(48) Ibid., 295.
(49) ”Dirección Operacional...”, 58.
Saludos cordiales
JL
El ataque de las fuerzas de Konev de 5 de diciembre alarmó en gran medida al Noveno Ejército de Strauss, quien ordenó gravitar el esfuerzo principal de la defensa hacia el este, exigiendo “incisivas acciones defensivas” (39). Durante la noche del 5 al 6 de diciembre, los alemanes contraatacaron, y durante la mañana recuperaron varias plazas de las que habían sido desalojados el día anterior. Una parte de la 250ª División de Fusiles del coronel Stepanenko, que había conseguido el mayor éxito soviético del día anterior, fue forzada a cruzar el Volga hacia su ribera izquierda. Al parecer, la principal razón de esta retirada fue la falta de unas comunicaciones adecuadas en la división. El 6 de diciembre se revirtió la posición del 922º Regimiento de Fusiles para contrarrestar la amenaza de los alemanes sobre la vecina 5ª División de Fusiles. Esta maniobra, que supuso la salida del regimiento de Kuzminski, debilitó la posición de los regimientos de fusiles 916º y 918º, que comenzaron a retirarse en desbandada, presos del pánico. Hubo pérdidas enormes: 1.500 muertos, heridos y desaparecidos. Por esta retirada no autorizada, fueron condenados los comandantes y comisarios de ambos regimientos: a pena de muerte el comandante del 918º, su comisario y el comisarios del 916º; a 10 años de prisión el comandante del 916º (40).
Para restablecer la situación, Iushkevich comprometió en la tarde del 6 de diciembre a su división de reserva, la 262ª. Todo ese día discurrió con grandes combates por el cruce del Volga. Ese mismo día atacó el ala derecha del frente de Konev, con el 1º Ejército de Choque golpeando al Panzergruppe 3 en Yakhroma, consiguiendo amplias y profundas penetraciones que obligaron a Reinhardt a ordenar la retirada de su frente. Al día siguiente, Reinhardt se refirió a sus tropas como “ya no...operacionales”. Dijo que era imposible cerrar las penetraciones soviéticas o incluso lanzar contraataques (41). El 8 de diciembre el flanco izquierdo de Iushkevich capturó la estación de ferrocarril de Chupriyanovka, y en su flanco derecho, la 256º División de Fusiles también cortó el ferrocarril (42).
El 7 de diciembre Halder escribió en su diario de guerra que la situación “es muy tensa” en los Panzergruppen 3 y 4. “Fuertes penetraciones enemigas desde el norte hacia Klin” (43).
El 9 de diciembre el flanco derecho de Iushkevich capturó el baluarte de Koltsovo y avanzó hacia Kuzminskoe. Al acabar el día, la 256ª División de Fusiles cortó la carretera Turginovo-Kalinin, kilómetro y medio al este de Mozzharina. A los cinco días de iniciada la ofensiva, el 31º Ejército consiguió penetrar el frente de Strauss en 10-12 kms de profundidad, rompiendo en realidad toda la zona defensiva táctica alemana (44). Sin embargo, el 29º Ejército de Maslennikov era incapaz de enlazar con el 31º Ejército. En vista de esto, Konev ordenó a Iushkevich formar un grupo de choque (con elementos de 4 divisiones de fusiles, 1 de caballería, 2 batallones de tanques, 2 regimientos de artillería y 2 batallones de Katiushas) para que, en conjunción con el 29º Ejército, completaran el cerco de los alemanes en Kalinin. Sólo así, el 16 de diciembre, los dos ejércitos de Konev capturaron Kalinin, aunque los alemanes lograron retirarse a tiempo (45).
La captura de Kalinin fue, en buena parte, producto de la entrada en batalla del 30º Ejército de Lelyushenko (6 de diciembre), que junto con el 31º, a ambas partes de la presa del Volga, consiguieron romper el contacto de las alas internas del Noveno Ejército y del Panzergruppe 3 el 7 de diciembre. Aunque Bock envió a este sector reservas (batallones y compañías), no se pudo recuperar el contacto. Sólo cabía la retirada del Panzergruppe 3, y con él la de su vecino del sur, el Panzergruppe 4. El mismo día, Hitler autorizó la retirada de los dos panzergruppen; para coordinar la retirada, y a instancias de Hoepner, el 8 de diciembre Bock puso al Panzergruppe 3 bajo el mando de Hoepner. El 30º Ejército soviético avanzó hacia el oeste de Klin llegando a Nekrasino el 10 de diciembre, luego del fracaso del ataque de la 1ª División Panzer, incapaz de cerrarle la ruta de acceso. Esta situación representaba una gran amenaza a la ruta de retirada desde Klin, ciudad que Reinhardt reconoció no podía defender por mucho tiempo. Por tanto, sugirió una retirada inmediata de Klin en dirección oeste, pero esta ruta de retirada estaba completamente atiborrada de unidades del GEC, del V Cuerpo de Ejército y de otras unidades de suministros, y además sometida al bombardeo de la VVS. Las cosas se complicaron todavía más cuando el 30º Ejército soviético (un grupo de choque) consiguió bloquear la carretera durante medio día, pese a los contraataques alemanes. Se produjeron grandes pérdidas. El 13 de diciembre, la 6ª División Panzer sólo contaba con una fuerza de 350 fusileros, habiendo perdido todos sus tanques; el 16 de diciembre la 7ª División Panzer reportó una fuerza de combate de sólo 200 hombres, mientras que la 6ª División Panzer se había reducido a 180 (46).
El 11 de diciembre, los ejércitos soviéticos 29º y 30º destrozaron a la 162ª División de Infantería del teniente general Hermann Franke (47), amenazando así las rutas de retirada de Kalinin. Para evitar que se completara el cerco, el 14 de diciembre el mando alemán ordenó la evacuación de la ciudad, que se ejecutó durante los dos días siguientes. El ala derecha del Noveno Ejército tenía que retirarse lo suficientemente lejos para poder restablecer el enlace en el frente de Ruza-Lama de los panzergruppen 3 y 4 vía Staritsa. De las doce divisiones del Noveno Ejército del Generaloberst Strauss, una fue destruida, cinco duramente castigadas, cuatro todavía clasificadas como “buenas”, y dos como “normales” (48).
Los soviéticos afirman, con razón, que derrotaron a la mitad de las divisiones de Strauss. Según Maistrovskii, el Frente de Kalinin, desde el 5 al 16 de diciembre de 1941, eliminó a más de 7.000 soldados y oficiales alemanes y destruyó 220 camiones y unos 120 cañones, morteros y ametralladoras. Capturó 94 prisioneros, 14 tanques, 200 vehículos, 3 aviones, 101 cañones, 49 morteros, 176 ametralladoras, 7 ametralladoras pesadas y más de 1.200 fusiles. La ciudad de Kalinin quedó increíblemente destruida (49).
Seguiremos otro día.
(39) Reinhardt, Op. Cit., 291.
(40) ”Dirección Operacional de Kalinin”, 50.
(41) Reinhardt, Op. Cit., 291-292.
(42) ”Dirección Operacional...”, 50.
(43) War Journal of Franz Halder, Vol. VII, 7-12-1941.
(44) ”Dirección Operacional...”, 52.
(45) Isaev, Op. Cit., 38-39.
(46) Reinhardt, Op. Cit., 292-293.
(47) Ibid., 329, nota 30. El 15 de diciembre el Noveno Ejército alemán reportó sobre el estado de esta división: “muy pocos hombres, grueso de la división hecho prisionero, herido, eliminado”.
(48) Ibid., 295.
(49) ”Dirección Operacional...”, 58.
Saludos cordiales
JL
"Dioses, no me juzguéis como un dios
sino como un hombre
a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)
sino como un hombre
a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)
Re: La contraofensiva de Moscú: primera fase (5/15-12-1941)
¡Hola a todos!
Ofensiva de Klin-Solnechnogorsk
Esta operación ofensiva corrió a cargo del ala derecha (norte) del Frente Occidental de Zhukov, integrada por el 30º Ejército del general Lelyushenko, 1º Ejército de Choque del general Kuznetsov, 20º Ejército del general Vlasov, y 16º Ejército del general Rokossovsky. Comprendía un total de 152.000 hombres, 2.295 cañones y morteros, 300 cañones antitanque y 270 tanques. Opuesto a a ellos estaban los dos panzergruppen de Reinhardt y Hoepner, y según esta misma fuente comprendían 75.000 hombres, 1.410 cañones y morteros, 470 cañones antitanque y 380 tanques (50). En formaciones, los soviéticos desplegaban 20 divisiones de fusiles, 1 de fusiles motorizada, 1 de tanques, 9 de caballería, 17 brigadas de fusiles, 11 brigadas de tanques, y una serie de batallones de tanques independientes, esquíes y ametralladoras. Los dos panzergruppen desplegaban cuatro cuerpos motorizados y dos cuerpos de ejército, con un total de 17 divisiones y media (7 de infantería, 7 panzer, 3 motorizadas y una brigada motorizada) (51).
El objetivo inmediato del ala derecha del Frente Occidental consistía en lanzar a los cuatro ejércitos citados en un ataque convergente sobre Klin, Solnechnogorsk e Istra para derrotar a los panzergruppen 3 y 4 y alejarlos de Moscú (52). Durante la última fase del ataque alemán sobre Moscú, el Panzergruppe 4 de Hoepner consiguió sortear la presa de Istra a través de la ciudad de Klin, una ruta que defendía el Panzergruppe 3 de Reinhardt, flanco izquierdo de la ofensiva alemana. Klin era, pues, un nundo vital de comunicaciones para los alemanes (53).
Mapa de la operación Klin-Solnechnogorsk
Fuente: http://www.serpukhov.su/dima/war/eng/eklins.jpg
Para ello, el 30º Ejército debía atacar desdel el norte y los otros tres ejércitos soviéticos (de norte a sur, 1º de Choque, 20º y 16º) desde el este para cortar la fuerza principal de los panzergruppen 3 y 4 en el área de Klin, Istra, Solnechnogorsk y crear condiciones favorables para el desarrollo posterior de la ofensiva en el Oeste. El flanco derecho, 5º Ejército de Govorov, del centro del Frente Occidental debía mantener la cobertura de y conexión con el 16º Ejército de Rokossovsky (54).
En el 30º Ejército (55), Lelyushenko decidió realizar dos ataques, uno principal y otro secundario. El ataque principal, hacia Klin, con las ddff 365ª y 371ª, apoyadas por las bbtt 8ª y 21ª. El ataque auxiliar, hacia Rogachyovo, con la 348ª de Fusiles y las divisiones de caballería 18ª y 24ª (56).
El 6 de diciembre las unidades de Lelyushenko rompieron el centro del frente defensivo del Panzergruppe 3 (dos divisiones motorizadas) y hacia el final del día (57) habían avanzado 17 kms, alcanzando a mediodía del 7 Shchapovo, pueblo que estaba a 8 kms al noroeste de Klin, donde estaba el puesto de mando del LVI Cuerpo Motorizado alemán. Superada la resistencia alemana en este pueblo y otros centros de resistencia, el 30º Ejército había penetrado, al acabar el 7, unos 25 kms en dirección a Klin. Dos días más tarde, al anochecer del 9 de diciembre, las tropas de Lelyushenko alcanzaron las inmediaciones al norte y noroeste de Klin (58).
Seguiremos otro día.
(50) Glantz, Op. Cit., p. 229, nota 28. Primaria ya citada de Shaposhnikov, Parte 2, 13-14.
(51) Isaev, 20.
(52) AA. VV., Битва под Москвой. Хроника, факты, люди. Книга вторая (Москва ЮЛМА-ПРЕСС, 2001). La Batalla de Moscú. Crónicas, hechos, gente. Libro 2 (Moscú: Yulma Press, 2001), p. 11.
(53) Isaev, 21.
(54) Ibid., 22.
(55) Compuesto por la 107ª División de Fusiles Motorizada, 185ª, 365ª, 371ª, 379ª y 348ª divisiones de fusiles, 8ª y 21ª brigadas de tanques, y 18ª, 24ª, 46ª y 82ª divisiones de caballería. Isaev, 22.
(56) Ibid.
(57) Según Isaev; según la fuente de la nota 52 que precede, que bebe toda ella de diarios de guerra, fue al final del día 7. Dado que esta última fuente advierte que, debido al mal estado de algunos documentos oficiales, puede haber alguna inexactitud por momentos, he decidido seguir, en general, la cuenta de Isaev.
(58) Isaev, 23.
Saludos cordiales
JL
Ofensiva de Klin-Solnechnogorsk
Esta operación ofensiva corrió a cargo del ala derecha (norte) del Frente Occidental de Zhukov, integrada por el 30º Ejército del general Lelyushenko, 1º Ejército de Choque del general Kuznetsov, 20º Ejército del general Vlasov, y 16º Ejército del general Rokossovsky. Comprendía un total de 152.000 hombres, 2.295 cañones y morteros, 300 cañones antitanque y 270 tanques. Opuesto a a ellos estaban los dos panzergruppen de Reinhardt y Hoepner, y según esta misma fuente comprendían 75.000 hombres, 1.410 cañones y morteros, 470 cañones antitanque y 380 tanques (50). En formaciones, los soviéticos desplegaban 20 divisiones de fusiles, 1 de fusiles motorizada, 1 de tanques, 9 de caballería, 17 brigadas de fusiles, 11 brigadas de tanques, y una serie de batallones de tanques independientes, esquíes y ametralladoras. Los dos panzergruppen desplegaban cuatro cuerpos motorizados y dos cuerpos de ejército, con un total de 17 divisiones y media (7 de infantería, 7 panzer, 3 motorizadas y una brigada motorizada) (51).
El objetivo inmediato del ala derecha del Frente Occidental consistía en lanzar a los cuatro ejércitos citados en un ataque convergente sobre Klin, Solnechnogorsk e Istra para derrotar a los panzergruppen 3 y 4 y alejarlos de Moscú (52). Durante la última fase del ataque alemán sobre Moscú, el Panzergruppe 4 de Hoepner consiguió sortear la presa de Istra a través de la ciudad de Klin, una ruta que defendía el Panzergruppe 3 de Reinhardt, flanco izquierdo de la ofensiva alemana. Klin era, pues, un nundo vital de comunicaciones para los alemanes (53).
Mapa de la operación Klin-Solnechnogorsk
Fuente: http://www.serpukhov.su/dima/war/eng/eklins.jpg
Para ello, el 30º Ejército debía atacar desdel el norte y los otros tres ejércitos soviéticos (de norte a sur, 1º de Choque, 20º y 16º) desde el este para cortar la fuerza principal de los panzergruppen 3 y 4 en el área de Klin, Istra, Solnechnogorsk y crear condiciones favorables para el desarrollo posterior de la ofensiva en el Oeste. El flanco derecho, 5º Ejército de Govorov, del centro del Frente Occidental debía mantener la cobertura de y conexión con el 16º Ejército de Rokossovsky (54).
En el 30º Ejército (55), Lelyushenko decidió realizar dos ataques, uno principal y otro secundario. El ataque principal, hacia Klin, con las ddff 365ª y 371ª, apoyadas por las bbtt 8ª y 21ª. El ataque auxiliar, hacia Rogachyovo, con la 348ª de Fusiles y las divisiones de caballería 18ª y 24ª (56).
El 6 de diciembre las unidades de Lelyushenko rompieron el centro del frente defensivo del Panzergruppe 3 (dos divisiones motorizadas) y hacia el final del día (57) habían avanzado 17 kms, alcanzando a mediodía del 7 Shchapovo, pueblo que estaba a 8 kms al noroeste de Klin, donde estaba el puesto de mando del LVI Cuerpo Motorizado alemán. Superada la resistencia alemana en este pueblo y otros centros de resistencia, el 30º Ejército había penetrado, al acabar el 7, unos 25 kms en dirección a Klin. Dos días más tarde, al anochecer del 9 de diciembre, las tropas de Lelyushenko alcanzaron las inmediaciones al norte y noroeste de Klin (58).
Seguiremos otro día.
(50) Glantz, Op. Cit., p. 229, nota 28. Primaria ya citada de Shaposhnikov, Parte 2, 13-14.
(51) Isaev, 20.
(52) AA. VV., Битва под Москвой. Хроника, факты, люди. Книга вторая (Москва ЮЛМА-ПРЕСС, 2001). La Batalla de Moscú. Crónicas, hechos, gente. Libro 2 (Moscú: Yulma Press, 2001), p. 11.
(53) Isaev, 21.
(54) Ibid., 22.
(55) Compuesto por la 107ª División de Fusiles Motorizada, 185ª, 365ª, 371ª, 379ª y 348ª divisiones de fusiles, 8ª y 21ª brigadas de tanques, y 18ª, 24ª, 46ª y 82ª divisiones de caballería. Isaev, 22.
(56) Ibid.
(57) Según Isaev; según la fuente de la nota 52 que precede, que bebe toda ella de diarios de guerra, fue al final del día 7. Dado que esta última fuente advierte que, debido al mal estado de algunos documentos oficiales, puede haber alguna inexactitud por momentos, he decidido seguir, en general, la cuenta de Isaev.
(58) Isaev, 23.
Saludos cordiales
JL
"Dioses, no me juzguéis como un dios
sino como un hombre
a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)
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Re: La contraofensiva de Moscú: primera fase (5/15-12-1941)
¡Hola a todos!
La penetración de Lelyushenko y su aproximación a Klin amenazaban el cruce de carreteras que era vital para la retirada de las unidades de vanguardia de Reinhardt desde Dimitrov y Solnechnogorsk, donde se encontraban sometidas a los ataques del 1º Ejército de Choque y del 20º Ejército. Esta amenaza llevó a Reinhardt, tras comunicárselo a Bock, a ordenar al mediodía del 6 de diciembre una operación retrógrada (retirada) hacia Klin de las divisiones panzer 1ª, 2ª, 6ª y 7ª, así como a la 14ª División Motorizada. Con ello iba a quedar desprotegido el flanco izquierdo del Panzergruppe 4 de Hoepner, y, en consecuencia, propiciaría la ruptura llevada a cabo por el 1º Ejército de Choque y los ejércitos 20º y 16º (59).
El 6 de diciembre Kuznetsov y Vlasov lanzaron sus ejércitos desde el norte y sur de Dimitrov sobre el canal Volga-Moscú y al día siguiente presionaron hacia el oeste hacia los sectores de Iakhroma y Krasnaia Poliana (60). Ese mismo día, 7 de diciembre, pasaron a la ofensiva las tropas de Rokossovsky con incesantes combates en los sectores de Krasnaia Poliana, Liyalovo y Kryukovo. En esta última plaza los alemanes opusieron una terrible resistencia, y Rokossovsky comprometió a su 8ª División de Fusiles de Guardias, un batallón de tanques reforzado, la 17ª Brigada de Infantería y la 44ª División de Caballería, apoyadas con dos regimientos de cañones de artillería y dos batallones de Katyushas. Sólo se pudo romper la resistencia alemana el 8 de diciembre. En la batalla de Kryukovo los soviéticos capturaron 60 tanques, 120 vehículos y un montón de armamento, munición y suministros (61).
Al anochecer del 10 de diciembre, las formaciones de Reinhardt y Hoepner comenzaron a retirarse hacia la línea de la presa del Istra. El 12 de diciembre las tropas de Vlasov capturaron Solnechnogorsk, y un día antes las de Rokossovsky, Istra (62). Para parar a Rokossovsky, los alemanes volaron la presa de Istra. Para superar Istra, Rokossovsky había creado dos grupos de choque, uno con la 145ª Brigada de Tanques, la 44ª División de Caballería y la 17ª Brigada de Infantería, que debía salvar la presa de Istra al norte; el otro estaba formado por la 9ª División de Fusiles de Guardias, 17ª, 36ª y 40ª brigadas de tanques, y el 89º Batallón de Tanques, que debían sortearla por el sur. Varias unidades de ambos grupos cruzaron la presa y atacaron de frente. Los alemanes volaron la presa, creando grandes dificultades al 16º Ejército, pero el 15 de diciembre los dos grupos de choque provocaron (junto con los ataques por parte del 20º Ejército de Vlasov) la retirada alemana y Rokossovsky pudo seguir avanzando hacia Volokolamsk. Sin embargo, la voladura de la presa y la resistencia alemana retrasaron tres días las ruptura soviética de la defensa alemana en la presa de Istra, dando tiempo a que los alemanes se retiraran y organizaran nuevas posiciones defensivas en el río Ruza (63).
Al anochecer del 13 de diciembre las vanguardias soviéticas (de los ejércitos 20º y 30º y 1º de Choque) semicercaron a los alemanes en la ciudad de Klinskaya y sus alrededores, pero el grupo alemán se defendiço tenazmente. El “corredor” Klin-Vysokovsk era la ruta elegida por el mando alemán para retirarse en dirección oeste hacia Volokolamsk, ruta que no pudieron cortar los soviéticos por los fuertes contraataques alemanes. Teryaebo Sloboda era un nudo vital de comunicaciones de Klin a Volokolamsk, lugar por el que debían retirarse los cuerpos XLI y LVI del Panzergruppe 3, y ahí fueron combatidos por el 30º Ejército de Lelyushenko, quien encargó la captura de Teryaebo Sloboda a la 107ª División de Fusiles Motorizada y 82ª División de Caballería, plaza defendida principalmente por la 1ª División Panzer. Los soviéticos, a pesar de lanzar un contingente de paracaidistas (147 hombres) no pudieron tomar la plaza hasta el 18 de diciembre. El 14 de diciembre Klin fue atacada por el 30º Ejército por el norte y noroeste y por el flanco derecho del 1º Ejército de Choque por el sureste, día que se retiraron de la ciudad la 7ª División Panzer y la 14ª División Motorizada. Al anochecer del 15 de diciembre, las divisiones de fusiles 371ª y 348ª (30º Ejército) entraron en la ciudad, entablando una dura batalla hasta que consiguieron hacerse con la ciudad. Al día siguiente el 30º Ejército fue transferido al Frente Kalinin (64).
Recapitulando, el 11 de diciembre el 16º Ejército había capturado la ciudad de Istra; el día siguiente cayó Solnechnogorsk en manos del 20º Ejército, que a continuación rompió las defensas del V Cuerpo de Ejército alemán al norte de la presa de Istra (seguidas por las conseguidas por el ejército de Rokossovsky). El 13 de diciembre el 5º Ejército penetró el flanco derecho del Panzergruppe 4 en el Movska en Ruza, y Hoepner aceleró la retirada de sus tropas hacia el sector Ruza-Lama. Para evitar la ruptura entre los ejércitos de Kluge y Strauss, el 14 de diciembre Bock intervino en la retirada de Hoepner (que entonces tenía bajo su mando a los dos panzergruppen) intentando sujetarlo en la línea formada por el Lago Narskie y el extremo sur de la presa del Volga. Esto irritó a Hoepner, que creía que estaba rodeado, y dijo a Bock que tenía que retirarse a toda costa. Así que Hoepner siguió su retirada, con ambos panzergruppen llegando al sector de los ríos Ruza-Lama el 20 de diciembre. Durante las batallas de esta retirada la fuerza de combate del Panzergruppe 3 se vio tan mermada que el 19 de diciembre el LVI Cuerpo Motorizado reportó sólo 900 “combatientes” y el XXXXI Cuerpo de Ejército sólo 1.821. Las cuatro divisiones panzer del LVI Cuerpo Motorizado sólo tenían en total 34 tanques operacionales (la 1ª División Panzer, 6; la 2ª, 23; la 6ª, ninguno; y la 7ª, 5). El 18 de diciembre, el Panzergruppe 4 tenía sus unidades con sólo el 25-30 por ciento de su fuerza inicial de armamento, y agotadas sus reservas. Zhukov había conseguido, a pesar de todos los problemas de su ala norte, echar a las fuerzas de los panzergruppen de Reinhardt y Hoepner del norte de Moscú, haciéndoles retroceder en algunos casos hasta 100 kms (hasta el 25 de diciembre, cuando acabó esta ofensiva), y eliminado la amenaza que los alemanes habían conseguido desde el norte sobre la capital soviética (65).
En la próxima ocasión veremos la ofensiva de Tula.
(59) Glantz, Op. Cit., 189; La Batalla de Moscú. Crónicas..., 12.
(60) Ibid., 190.
(61) K. K. Rokossovsky, Солдатский долг (Deber de Soldado) (М.: Воениздат, 1988) (Moscú: Publicaciones Militares, 1988), pp. 97-98. Edición con los textos censurados en ediciones previas. Disponible lectura online en la biblioteca de militera.lib.ru.
(62) Glantz, 194; Reinhardt, 328, nota 21.
(63) Isaev, 28.
(64) Isae, 26-27.
(65) Reinhardt, 293-294, 328 notas 21-27.
Saludos cordiales
JL
La penetración de Lelyushenko y su aproximación a Klin amenazaban el cruce de carreteras que era vital para la retirada de las unidades de vanguardia de Reinhardt desde Dimitrov y Solnechnogorsk, donde se encontraban sometidas a los ataques del 1º Ejército de Choque y del 20º Ejército. Esta amenaza llevó a Reinhardt, tras comunicárselo a Bock, a ordenar al mediodía del 6 de diciembre una operación retrógrada (retirada) hacia Klin de las divisiones panzer 1ª, 2ª, 6ª y 7ª, así como a la 14ª División Motorizada. Con ello iba a quedar desprotegido el flanco izquierdo del Panzergruppe 4 de Hoepner, y, en consecuencia, propiciaría la ruptura llevada a cabo por el 1º Ejército de Choque y los ejércitos 20º y 16º (59).
El 6 de diciembre Kuznetsov y Vlasov lanzaron sus ejércitos desde el norte y sur de Dimitrov sobre el canal Volga-Moscú y al día siguiente presionaron hacia el oeste hacia los sectores de Iakhroma y Krasnaia Poliana (60). Ese mismo día, 7 de diciembre, pasaron a la ofensiva las tropas de Rokossovsky con incesantes combates en los sectores de Krasnaia Poliana, Liyalovo y Kryukovo. En esta última plaza los alemanes opusieron una terrible resistencia, y Rokossovsky comprometió a su 8ª División de Fusiles de Guardias, un batallón de tanques reforzado, la 17ª Brigada de Infantería y la 44ª División de Caballería, apoyadas con dos regimientos de cañones de artillería y dos batallones de Katyushas. Sólo se pudo romper la resistencia alemana el 8 de diciembre. En la batalla de Kryukovo los soviéticos capturaron 60 tanques, 120 vehículos y un montón de armamento, munición y suministros (61).
Al anochecer del 10 de diciembre, las formaciones de Reinhardt y Hoepner comenzaron a retirarse hacia la línea de la presa del Istra. El 12 de diciembre las tropas de Vlasov capturaron Solnechnogorsk, y un día antes las de Rokossovsky, Istra (62). Para parar a Rokossovsky, los alemanes volaron la presa de Istra. Para superar Istra, Rokossovsky había creado dos grupos de choque, uno con la 145ª Brigada de Tanques, la 44ª División de Caballería y la 17ª Brigada de Infantería, que debía salvar la presa de Istra al norte; el otro estaba formado por la 9ª División de Fusiles de Guardias, 17ª, 36ª y 40ª brigadas de tanques, y el 89º Batallón de Tanques, que debían sortearla por el sur. Varias unidades de ambos grupos cruzaron la presa y atacaron de frente. Los alemanes volaron la presa, creando grandes dificultades al 16º Ejército, pero el 15 de diciembre los dos grupos de choque provocaron (junto con los ataques por parte del 20º Ejército de Vlasov) la retirada alemana y Rokossovsky pudo seguir avanzando hacia Volokolamsk. Sin embargo, la voladura de la presa y la resistencia alemana retrasaron tres días las ruptura soviética de la defensa alemana en la presa de Istra, dando tiempo a que los alemanes se retiraran y organizaran nuevas posiciones defensivas en el río Ruza (63).
Al anochecer del 13 de diciembre las vanguardias soviéticas (de los ejércitos 20º y 30º y 1º de Choque) semicercaron a los alemanes en la ciudad de Klinskaya y sus alrededores, pero el grupo alemán se defendiço tenazmente. El “corredor” Klin-Vysokovsk era la ruta elegida por el mando alemán para retirarse en dirección oeste hacia Volokolamsk, ruta que no pudieron cortar los soviéticos por los fuertes contraataques alemanes. Teryaebo Sloboda era un nudo vital de comunicaciones de Klin a Volokolamsk, lugar por el que debían retirarse los cuerpos XLI y LVI del Panzergruppe 3, y ahí fueron combatidos por el 30º Ejército de Lelyushenko, quien encargó la captura de Teryaebo Sloboda a la 107ª División de Fusiles Motorizada y 82ª División de Caballería, plaza defendida principalmente por la 1ª División Panzer. Los soviéticos, a pesar de lanzar un contingente de paracaidistas (147 hombres) no pudieron tomar la plaza hasta el 18 de diciembre. El 14 de diciembre Klin fue atacada por el 30º Ejército por el norte y noroeste y por el flanco derecho del 1º Ejército de Choque por el sureste, día que se retiraron de la ciudad la 7ª División Panzer y la 14ª División Motorizada. Al anochecer del 15 de diciembre, las divisiones de fusiles 371ª y 348ª (30º Ejército) entraron en la ciudad, entablando una dura batalla hasta que consiguieron hacerse con la ciudad. Al día siguiente el 30º Ejército fue transferido al Frente Kalinin (64).
Recapitulando, el 11 de diciembre el 16º Ejército había capturado la ciudad de Istra; el día siguiente cayó Solnechnogorsk en manos del 20º Ejército, que a continuación rompió las defensas del V Cuerpo de Ejército alemán al norte de la presa de Istra (seguidas por las conseguidas por el ejército de Rokossovsky). El 13 de diciembre el 5º Ejército penetró el flanco derecho del Panzergruppe 4 en el Movska en Ruza, y Hoepner aceleró la retirada de sus tropas hacia el sector Ruza-Lama. Para evitar la ruptura entre los ejércitos de Kluge y Strauss, el 14 de diciembre Bock intervino en la retirada de Hoepner (que entonces tenía bajo su mando a los dos panzergruppen) intentando sujetarlo en la línea formada por el Lago Narskie y el extremo sur de la presa del Volga. Esto irritó a Hoepner, que creía que estaba rodeado, y dijo a Bock que tenía que retirarse a toda costa. Así que Hoepner siguió su retirada, con ambos panzergruppen llegando al sector de los ríos Ruza-Lama el 20 de diciembre. Durante las batallas de esta retirada la fuerza de combate del Panzergruppe 3 se vio tan mermada que el 19 de diciembre el LVI Cuerpo Motorizado reportó sólo 900 “combatientes” y el XXXXI Cuerpo de Ejército sólo 1.821. Las cuatro divisiones panzer del LVI Cuerpo Motorizado sólo tenían en total 34 tanques operacionales (la 1ª División Panzer, 6; la 2ª, 23; la 6ª, ninguno; y la 7ª, 5). El 18 de diciembre, el Panzergruppe 4 tenía sus unidades con sólo el 25-30 por ciento de su fuerza inicial de armamento, y agotadas sus reservas. Zhukov había conseguido, a pesar de todos los problemas de su ala norte, echar a las fuerzas de los panzergruppen de Reinhardt y Hoepner del norte de Moscú, haciéndoles retroceder en algunos casos hasta 100 kms (hasta el 25 de diciembre, cuando acabó esta ofensiva), y eliminado la amenaza que los alemanes habían conseguido desde el norte sobre la capital soviética (65).
En la próxima ocasión veremos la ofensiva de Tula.
(59) Glantz, Op. Cit., 189; La Batalla de Moscú. Crónicas..., 12.
(60) Ibid., 190.
(61) K. K. Rokossovsky, Солдатский долг (Deber de Soldado) (М.: Воениздат, 1988) (Moscú: Publicaciones Militares, 1988), pp. 97-98. Edición con los textos censurados en ediciones previas. Disponible lectura online en la biblioteca de militera.lib.ru.
(62) Glantz, 194; Reinhardt, 328, nota 21.
(63) Isaev, 28.
(64) Isae, 26-27.
(65) Reinhardt, 293-294, 328 notas 21-27.
Saludos cordiales
JL
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sino como un hombre
a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)
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Re: La contraofensiva de Moscú: primera fase (5/15-12-1941)
¡Hola a todos!
La Ofensiva de Tula
La gran cuña o bolsa que los alemanes (Segundo Ejército Panzer de Guderian) habían formado en su ataque a Moscú tenía entre 120-130 kms de norte a sur y unos 150 kms de este a oeste (66). Guderian tenía concentrado en la parte norte de la cuña, al este de Tula y en Venev, a las divisiones panzer 3ª y 4ª del XXIV Cuerpo Motorizado y a la 17ª División Panzer del XXXXVII Cuerpo Motorizado. El flanco derecho (sureste) de esa fuerza estaba cubierto, al suroeste de Mikhaylov, por las divisiones de infantería 112ª (LII CE) y 167ª (LIII CE) y las motorizadas 29ª (LIII), 25ª (LIII) y 10ª (XXXXVII CP). Había otras formaciones más dentro de la cuña, como el Regimiento de Infantería Grossdeutschland, suroeste de Tula, 296ª División de Infantería (HK z.b.V. XXXV) más al sur, y 19ª División Panzer (LVII CM) en el área de Volovo (67).
Mapa situación del ejército panzer de Guderian al 5-12-1941:
Fuente: Guderian, Panzer Leader (Da Capo Press, 2nd edition 2002), p. 253.
La ofensiva soviética de Tula (6/16-12-1941) iba a ser ejecutada por el ala izquierda (sur) del Frente Occidental de Zhukov (conjuntamente con el ala derecha del Frente Suroccidental, que ejecutaría la ofensiva de Eletskikh), compuesta por el 49º Ejército del general Zakharkin, 50º Ejército del general Boldin, 10º Ejército del general Golikov y el Grupo Operacional Belov. Estas formaciones de Konev levantaban una fuerza de combate de 140.000 hombres, 1.605 cañones y morteros, 200 cañones antitanques y 100 tanques. Las fuerzas alemanas atacadas se estimaron por esta fuente en 78.000 hombres, 1.495 cañones y morteros, 510 cañones antitanque y 300 tanques (68).
La planificación ofensiva de Zhukov preveía un ataque del 50º Ejército hacia el sur y sureste para posibilitar el ataque del Grupo Operacional Belov hacia Stalinogorsk. Al 49º Ejército se le encomendó rodear y destruir a los alemanes en el Alexina y avanzar hacia Kaluga a continuación. El 10º Ejército debía atacar contra el principal grupo alemán en la dirección principal de Mikhailov-Stalinogorsk (69).
Las dos fuerzas principales de la ofensiva soviética eran el 10º Ejército y el Grupo Operacional Belov. El primero estaba compuesto por siete divisiones de fusiles frescas (hasta entonces en la reserva) que constituían la columna vertebral del ejército de Golikov: 330ª del coronel Sokolov, 322ª del coronel Filimonov, 328ª del coronel Eremin, 324ª del mayor general Kiryukhin, 326ª del coronel Andreev, 323ª del coronel Gartsev y 325ª del coronel Ibyansky. Luego estaban las divisiones de caballería 75ª del coronel Koninsky y 57ª del coronel Murov. A última hora se unieron dos formaciones más: la 239ª División de Fusiles y la 41ª División de Caballería (70). Por su parte, el Grupo Operacional Belov comprendía dos divisiones de caballería de guardias (1ª y 2ª), la 112ª División de Tanques, la 173ª División de Fusiles, la 9ª Brigada de Tanques, los batallones de tanques independientes 35º y 127º, y el 15º Regimiento de Morteros de Guardias (Katyushas) (71).
Mapa de la ofensiva de Tula:
Fuente: http://www.serpukhov.su/dima/war/eng/etulan.htm
Seguiremos otro día.
(66) Isae, 41.
(67) Guderian, Op. Cit., 253.
(68) Glantz, 230, nota 44 (Shaposhnikov).
(69) Isaev, 43-44.
(70) Ibid., 43.
(71) Glantz, 230, nota 47.
Saludos cordiales
JL
La Ofensiva de Tula
La gran cuña o bolsa que los alemanes (Segundo Ejército Panzer de Guderian) habían formado en su ataque a Moscú tenía entre 120-130 kms de norte a sur y unos 150 kms de este a oeste (66). Guderian tenía concentrado en la parte norte de la cuña, al este de Tula y en Venev, a las divisiones panzer 3ª y 4ª del XXIV Cuerpo Motorizado y a la 17ª División Panzer del XXXXVII Cuerpo Motorizado. El flanco derecho (sureste) de esa fuerza estaba cubierto, al suroeste de Mikhaylov, por las divisiones de infantería 112ª (LII CE) y 167ª (LIII CE) y las motorizadas 29ª (LIII), 25ª (LIII) y 10ª (XXXXVII CP). Había otras formaciones más dentro de la cuña, como el Regimiento de Infantería Grossdeutschland, suroeste de Tula, 296ª División de Infantería (HK z.b.V. XXXV) más al sur, y 19ª División Panzer (LVII CM) en el área de Volovo (67).
Mapa situación del ejército panzer de Guderian al 5-12-1941:
Fuente: Guderian, Panzer Leader (Da Capo Press, 2nd edition 2002), p. 253.
La ofensiva soviética de Tula (6/16-12-1941) iba a ser ejecutada por el ala izquierda (sur) del Frente Occidental de Zhukov (conjuntamente con el ala derecha del Frente Suroccidental, que ejecutaría la ofensiva de Eletskikh), compuesta por el 49º Ejército del general Zakharkin, 50º Ejército del general Boldin, 10º Ejército del general Golikov y el Grupo Operacional Belov. Estas formaciones de Konev levantaban una fuerza de combate de 140.000 hombres, 1.605 cañones y morteros, 200 cañones antitanques y 100 tanques. Las fuerzas alemanas atacadas se estimaron por esta fuente en 78.000 hombres, 1.495 cañones y morteros, 510 cañones antitanque y 300 tanques (68).
La planificación ofensiva de Zhukov preveía un ataque del 50º Ejército hacia el sur y sureste para posibilitar el ataque del Grupo Operacional Belov hacia Stalinogorsk. Al 49º Ejército se le encomendó rodear y destruir a los alemanes en el Alexina y avanzar hacia Kaluga a continuación. El 10º Ejército debía atacar contra el principal grupo alemán en la dirección principal de Mikhailov-Stalinogorsk (69).
Las dos fuerzas principales de la ofensiva soviética eran el 10º Ejército y el Grupo Operacional Belov. El primero estaba compuesto por siete divisiones de fusiles frescas (hasta entonces en la reserva) que constituían la columna vertebral del ejército de Golikov: 330ª del coronel Sokolov, 322ª del coronel Filimonov, 328ª del coronel Eremin, 324ª del mayor general Kiryukhin, 326ª del coronel Andreev, 323ª del coronel Gartsev y 325ª del coronel Ibyansky. Luego estaban las divisiones de caballería 75ª del coronel Koninsky y 57ª del coronel Murov. A última hora se unieron dos formaciones más: la 239ª División de Fusiles y la 41ª División de Caballería (70). Por su parte, el Grupo Operacional Belov comprendía dos divisiones de caballería de guardias (1ª y 2ª), la 112ª División de Tanques, la 173ª División de Fusiles, la 9ª Brigada de Tanques, los batallones de tanques independientes 35º y 127º, y el 15º Regimiento de Morteros de Guardias (Katyushas) (71).
Mapa de la ofensiva de Tula:
Fuente: http://www.serpukhov.su/dima/war/eng/etulan.htm
Seguiremos otro día.
(66) Isae, 41.
(67) Guderian, Op. Cit., 253.
(68) Glantz, 230, nota 44 (Shaposhnikov).
(69) Isaev, 43-44.
(70) Ibid., 43.
(71) Glantz, 230, nota 47.
Saludos cordiales
JL
"Dioses, no me juzguéis como un dios
sino como un hombre
a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)
sino como un hombre
a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)
Re: La contraofensiva de Moscú: primera fase (5/15-12-1941)
¡Hola a todos!
Guderian escribe en sus memorias que en los días siguientes al 5 de diciembre de 1941 “la retirada del XXIV CM procedió según el plan, mientras continuaba ejérciéndose una fuerte presión enemiga contra el LIII CE desde el área de Kashira; durante la noche del 7-8 de diciembre, Michailov, en el área del XLVII CP, cayó en poder los rusos y se infligieron grandes bajas en la 10ª División de Infantería (Motorizada). A nuestra derecha, el Segundo Ejército perdió Yeletz por las mismas fechas; el enemigo empujaba hacia Livny mientras acumulaba su fuerza ante Yefremov” (72).
La “retirada según el plan” obedecía a la orden que había dado Guderian durante la noche del 5-6 de diciembre a sus unidades más avanzadas para que, rompiendo el contacto con los soviéticos, se retiraran a posiciones defensivas preparadas en la línea del Don Superior-Shat-Upa (73). En realidad, Guderian tenía todo su frente (flancos y retaguardia) expuesto debido a la ceguera que él mismo y sus dos jefes inmediatos (Bock y Halder) habían demostrado los días inmediatamente anteriores al 5 de diciembre al mantener en curso una ofensiva que ya había perdido todo su ímpetu y había sobrepasado, con mucho, su punto de culminación. Si alguien se pregunta por qué lo hicieron, encontrará la respuesta en su creencia de que los soviéticos estaban en las últimas y, de todas formas, incapaces de contraatacar en fuerza.
Todo el saliente que ocupaba Guderian al este de Tula era vulnerable a un ataque soviético. Y el Segundo Ejército Panzer fue atacado desde el norte, el este y el sur. Además, Zhukov concentró su fuerza más poderosa, el 10º Ejército de Golikov, contra el sector más débil de Guderian, el que se extendía más al este. Golikov atacó el 6 de diciembre lanzando a su 330ª DF hacia Mikhailov, capturada en la noche del 7 de diciembre (74). El 8 de diciembre sus fuerzas habían penetrado 30 kms las defensas de Guderian, amenazando con el cerco a un tercio de sus tropas (75). Parte del 50º Ejército de Boldin atacó el 8 de diciembre al norte de Tula, en el sector defendido por el XXXXIII Cuerpo de Ejército del general Gotthard Heinrici. Ya desde hacía dos días, Heinrici había advertido en varias ocasiones de los peligros a los que estaba expuesto su sector. Dada la amplitud del mismo, 70 kms, y la muy limitada fuerza de su cuerpo, avisó de que no podría resistir un ataque soviético entre Tula y Aleksin. Por eso el ataque de Boldin el 8 de diciembre rompió rápidamente las líneas de Heinrici en la divisoria de las divisiones de infantería 31ª y 296ª. Guderian reconoció en el acto el peligro y pidió al Cuarto Ejército de Kluge el envío de refuerzos. Fallaron los intentos de desplegar al Grossdeutschland para cerrar el agujero porque Kluge no podía liberar ninguna fuerza más. Boldin no dejó pasar la ocasión y atacó a la 296ª División de Infantería y al XXIV CP, que todavía defendía hacia el este, para sujetarlos e impedir que establecieran contacto con la 31ª División de Infantería que había roto hacia el noroeste. Las divisiones de fusiles 258ª y 290ª avanzaron inmediatamente en dirección oeste hacia Dubna y Voskresenskoye contra las líneas de suministro del Segundo Ejército Panzer (76). Durante el 8-10 de diciembre las fuerzas del 10º Ejército, habiendo avanzado unos 110 kms, llegaron al Don. El 9 de diciembre el grupo Belov capturó Venev y al día siguiente estaba en los alrededores de Stalinogorsk, que caería el 11 de diciembre (77).
El 10 de diciembre el agujero creado por Boldin se había incrementado hasta los 20 kms de ancho. Bock no consiguió liberar a la 137ª División de Infantería, en la retaguardia del Cuarto Ejército, para lanzar un contraataque y restablecer contacto con las tropas de Guderian. E igualmente fallaron los intentos de Guderian, en igual sentido, con los restos de las divisiones panzer 3ª y 4ª, imposibilitadas para moverse por la nieve y el mal estado de las carreteras y sus aledaños (78).
Pese al relativamente rápido avance de las fuerzas de Golikov, el 10º Ejército no fue capaz de rodear a las fuerzas alemanas que se retiraban de Venev y Tula. El 11 de diciembre, Zhukov había ordenado a Belov y Boldin cercar a los alemanes, con las fuerzas del primero avanzando hacia el sur desde Tula y las del último avanzando hacia Plavsk. A Golikov le ordenó, al mismo tiempo, reorientar el avance de su ejército desde Stalinogorsk a Plavsk con la intención de efectuar un cerco todavía mayor. Pero la reagrupación de sus fuerzas le llevó a Golikov 3 días, mientras que el ataque de Boldin se topó una dura resistencia alemana; sólo el grupo de Belov logró un avance exitoso (79).
Debido a los problemas surgidos en el área del Segundo Ejército (General der Panzertruppe Rudolf Schmidt), el 12 de diciembre, a petición de Guderian, Bock puso el Segundo Ejército bajo el mando del Segundo Ejército Panzer, agrupando todas esas fuerzas en el “Panzergruppe Guderian” con la orden de detener la penetración soviética en frente de Kursk, línea Orel-Plavskoie-Aleksin, retirándose en caso de necesidad al Oka (80).
El 14 de diciembre pasó al ataque el flanco izquierdo del 49º Ejército, avanzando en los tres días siguientes entre 10-20 kms (81) y atacando tras el 17 de diciembre a ambos lados del Protva al XIII Cuerpo de Ejército (Cuarto Ejército), capturando Aleksin. El día anterior, 16 de diciembre, Hitler destituyó a Brauchitsch y aceptó la dimisión de Bock (reemplazado por Kluge) por razones de salud en medio de una grave crisis en el alto mando alemán (82), crisis que veremos al finalizar el siguiente resumen sobre la ofensiva de Eletskikh.
La ofensiva soviética de Tula puso fin a la inmediata amenaza meridional alemana sobre Moscú y obligó a retirarse a las fuerzas alemanas unos 130 kms hacia el oeste.
(72) Guderian, 260.
(73) Ibid., 259.
(74) Isaev, 44.
(75) Glantz, 199.
(76) Reinhardt, 295-296.
(77) Isaev, 44; Glantz, 200.
(78) Reinhardt, 296.
(79) Glantz, 200.
(80) Reinhardt, 298; Guderian, 262. Guderian sitúa erradamente la fecha de esta transferencia de mando dos días más tarde, el 14 de diciembre, pero la orden del GEC, firmada por Greiffenberg el 12 de diciembre no deja lugar a la duda. Véase Reinhardt, 331, nota 65.
(81) Isaev, 46.
(82) Reinhardt, 309-310.
Saludos cordiales
JL
Guderian escribe en sus memorias que en los días siguientes al 5 de diciembre de 1941 “la retirada del XXIV CM procedió según el plan, mientras continuaba ejérciéndose una fuerte presión enemiga contra el LIII CE desde el área de Kashira; durante la noche del 7-8 de diciembre, Michailov, en el área del XLVII CP, cayó en poder los rusos y se infligieron grandes bajas en la 10ª División de Infantería (Motorizada). A nuestra derecha, el Segundo Ejército perdió Yeletz por las mismas fechas; el enemigo empujaba hacia Livny mientras acumulaba su fuerza ante Yefremov” (72).
La “retirada según el plan” obedecía a la orden que había dado Guderian durante la noche del 5-6 de diciembre a sus unidades más avanzadas para que, rompiendo el contacto con los soviéticos, se retiraran a posiciones defensivas preparadas en la línea del Don Superior-Shat-Upa (73). En realidad, Guderian tenía todo su frente (flancos y retaguardia) expuesto debido a la ceguera que él mismo y sus dos jefes inmediatos (Bock y Halder) habían demostrado los días inmediatamente anteriores al 5 de diciembre al mantener en curso una ofensiva que ya había perdido todo su ímpetu y había sobrepasado, con mucho, su punto de culminación. Si alguien se pregunta por qué lo hicieron, encontrará la respuesta en su creencia de que los soviéticos estaban en las últimas y, de todas formas, incapaces de contraatacar en fuerza.
Todo el saliente que ocupaba Guderian al este de Tula era vulnerable a un ataque soviético. Y el Segundo Ejército Panzer fue atacado desde el norte, el este y el sur. Además, Zhukov concentró su fuerza más poderosa, el 10º Ejército de Golikov, contra el sector más débil de Guderian, el que se extendía más al este. Golikov atacó el 6 de diciembre lanzando a su 330ª DF hacia Mikhailov, capturada en la noche del 7 de diciembre (74). El 8 de diciembre sus fuerzas habían penetrado 30 kms las defensas de Guderian, amenazando con el cerco a un tercio de sus tropas (75). Parte del 50º Ejército de Boldin atacó el 8 de diciembre al norte de Tula, en el sector defendido por el XXXXIII Cuerpo de Ejército del general Gotthard Heinrici. Ya desde hacía dos días, Heinrici había advertido en varias ocasiones de los peligros a los que estaba expuesto su sector. Dada la amplitud del mismo, 70 kms, y la muy limitada fuerza de su cuerpo, avisó de que no podría resistir un ataque soviético entre Tula y Aleksin. Por eso el ataque de Boldin el 8 de diciembre rompió rápidamente las líneas de Heinrici en la divisoria de las divisiones de infantería 31ª y 296ª. Guderian reconoció en el acto el peligro y pidió al Cuarto Ejército de Kluge el envío de refuerzos. Fallaron los intentos de desplegar al Grossdeutschland para cerrar el agujero porque Kluge no podía liberar ninguna fuerza más. Boldin no dejó pasar la ocasión y atacó a la 296ª División de Infantería y al XXIV CP, que todavía defendía hacia el este, para sujetarlos e impedir que establecieran contacto con la 31ª División de Infantería que había roto hacia el noroeste. Las divisiones de fusiles 258ª y 290ª avanzaron inmediatamente en dirección oeste hacia Dubna y Voskresenskoye contra las líneas de suministro del Segundo Ejército Panzer (76). Durante el 8-10 de diciembre las fuerzas del 10º Ejército, habiendo avanzado unos 110 kms, llegaron al Don. El 9 de diciembre el grupo Belov capturó Venev y al día siguiente estaba en los alrededores de Stalinogorsk, que caería el 11 de diciembre (77).
El 10 de diciembre el agujero creado por Boldin se había incrementado hasta los 20 kms de ancho. Bock no consiguió liberar a la 137ª División de Infantería, en la retaguardia del Cuarto Ejército, para lanzar un contraataque y restablecer contacto con las tropas de Guderian. E igualmente fallaron los intentos de Guderian, en igual sentido, con los restos de las divisiones panzer 3ª y 4ª, imposibilitadas para moverse por la nieve y el mal estado de las carreteras y sus aledaños (78).
Pese al relativamente rápido avance de las fuerzas de Golikov, el 10º Ejército no fue capaz de rodear a las fuerzas alemanas que se retiraban de Venev y Tula. El 11 de diciembre, Zhukov había ordenado a Belov y Boldin cercar a los alemanes, con las fuerzas del primero avanzando hacia el sur desde Tula y las del último avanzando hacia Plavsk. A Golikov le ordenó, al mismo tiempo, reorientar el avance de su ejército desde Stalinogorsk a Plavsk con la intención de efectuar un cerco todavía mayor. Pero la reagrupación de sus fuerzas le llevó a Golikov 3 días, mientras que el ataque de Boldin se topó una dura resistencia alemana; sólo el grupo de Belov logró un avance exitoso (79).
Debido a los problemas surgidos en el área del Segundo Ejército (General der Panzertruppe Rudolf Schmidt), el 12 de diciembre, a petición de Guderian, Bock puso el Segundo Ejército bajo el mando del Segundo Ejército Panzer, agrupando todas esas fuerzas en el “Panzergruppe Guderian” con la orden de detener la penetración soviética en frente de Kursk, línea Orel-Plavskoie-Aleksin, retirándose en caso de necesidad al Oka (80).
El 14 de diciembre pasó al ataque el flanco izquierdo del 49º Ejército, avanzando en los tres días siguientes entre 10-20 kms (81) y atacando tras el 17 de diciembre a ambos lados del Protva al XIII Cuerpo de Ejército (Cuarto Ejército), capturando Aleksin. El día anterior, 16 de diciembre, Hitler destituyó a Brauchitsch y aceptó la dimisión de Bock (reemplazado por Kluge) por razones de salud en medio de una grave crisis en el alto mando alemán (82), crisis que veremos al finalizar el siguiente resumen sobre la ofensiva de Eletskikh.
La ofensiva soviética de Tula puso fin a la inmediata amenaza meridional alemana sobre Moscú y obligó a retirarse a las fuerzas alemanas unos 130 kms hacia el oeste.
(72) Guderian, 260.
(73) Ibid., 259.
(74) Isaev, 44.
(75) Glantz, 199.
(76) Reinhardt, 295-296.
(77) Isaev, 44; Glantz, 200.
(78) Reinhardt, 296.
(79) Glantz, 200.
(80) Reinhardt, 298; Guderian, 262. Guderian sitúa erradamente la fecha de esta transferencia de mando dos días más tarde, el 14 de diciembre, pero la orden del GEC, firmada por Greiffenberg el 12 de diciembre no deja lugar a la duda. Véase Reinhardt, 331, nota 65.
(81) Isaev, 46.
(82) Reinhardt, 309-310.
Saludos cordiales
JL
"Dioses, no me juzguéis como un dios
sino como un hombre
a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)
sino como un hombre
a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)
Re: La contraofensiva de Moscú: primera fase (5/15-12-1941)
¡Hola a todos!
Ofensiva de Eletsk
Fuente: http://www.serpukhov.su/dima/war/eng/eele.htm
El Segundo Ejército del general Schmidt había estado atacando hasta el mismo 6 de diciembre y de esta forma no había tenido tiempo de ocupar posiciones defensivas preparadas cuando atacó el ala derecha del Frente Suroccidental de Timoshenko. Estas fuerzas soviéticas estaban compuestas por los ejércitos 3º de Kreizer y 13º del mayor general Gorodniansky, y el Grupo Operacional Kostenko, levantando al 4 de diciembre un total de 40.000 hombres, 245 cañones y morteros y 16 tanques. Según esta misma fuente, se oponían cuatro divisiones de infantería alemanas: 262ª del general Edgar Theissen, 134ª del teniente general Conrad von Cochenhausen (que murió, probablemente suicidándose, en la noche del 13 al 14 de diciembre mientras pretendía liberar a su división cercada, siendo reemplazado provisionalmente el 17 de diciembre por el general Hans Schlemmer), 45ª del teniente general Fritz Schlieper, y 95ª del teniente general von Arnim, (HK. z.b.V. XXXIV del general Hermann Metz y HK z.b.V. XXXV del general Rudolf Kämpfe), con un total de 31.500 hombres, 470 cañones y morteros, y 30-40 tanques (83).
El plan soviético preveía un ataque envolvente por dos grupos de choque atacando desde el noreste y sur de Elets, el primero al mando de Moskalenko (307ª División de Fusiles, 55ª División de Caballería, 150ª Brigada de Tanques con 3 T-34 y 9 T-26, y más tarde la 132ª División de Fusiles y la 57ª Brigada de Fusiles Motorizada) y subordinado al 13º Ejército, y el segundo bajo el mando de Kostenko (5º Cuerpo de Caballería, 1ª División de Fusiles de Guardias, 32ª División de Caballería, 129ª Brigada de Tanques y 34ª Brigada de Fusiles de Guardias) también subordinado al 13º Ejército (84).
Desde el norte y en torno a Elets, Moskalenko atacó el 6 de diciembre a las 08:00 horas contra la divisoria de los dos HH.KK. XXXIV y XXXV, consiguiendo que el mando alemán sacara fuerzas del sector donde precisamente los soviéticos iban lanzar su ataque principal. Al día siguiente, Kostenko atacó las debilitadas defensas alemanas en el eje Kastornoe-Livny, al sur de Elets, cogiendo totalmente por sorpresa a la 95ª División de Infantería de von Arnim. El flanco izquierdo de Kostenko (5º Cuerpo de Caballería) se topó en adelante con una tenaz oposición de la división de von Arnim, avanzando en ese día sólo 2-4 kms. Progresó más su flanco derecho (1ª División de Fusiles de Guardias), entre 5 y 15 kms, al haber atacado el sector más débil de la defensa alemana. El 8 de diciembre el grupo Kostenko avanzó 10 kms, el día siguiente 12 kms, capturando Elets, y el 10 de diciembre llegó a los 20 kms. A mediodía del 10 de diciembre, cortó la línea de comunicaciones principal del H.K. XXXIV, la carretera Livny-Elets, cerrando así con la 101ª DFG la ruta de retirada del H.K. XXXIV hacia Livny. Ahora las tropas del 13º Ejército se lanzaron en persecución de las fuerzas alemanas en retirada en todo el frente (85).
En realidad, el ataque del grupo Kostenko sobre la 95ª División de von Arnim se había facilitado gracias a que el 6 de diciembre la inteligencia soviética capturó a un oficial del cuartel general de von Arnim llevando consigo documentos sobre la disposición y planes de la división alemana. Aprovechando este azar, Kostenko atacó a la división de von Arnim, que estaba ella misma atacando, y el 7 de diciembre la obligó a retirarse (junto con la 45ª DI de Schlieper) hacia el norte, lanzando Kostenko a su caballería y blindaje en dirección Livny. El 9 de diciembre consiguió la ruptura del Segundo Ejército, fallando Schmidt en aislar las vanguardias de Kostenko atacando sus flancos. Cuando el 10 de diciembre atacó el 13º Ejército, el H.K. XXXV se retiró hacia el oeste. Entonces Schmidt pidió al mando alemán un refuerzo de “al menos cuatro divisiones” a poner bajo su mando, porque no podía defender un sector del frente de unos 300 kms con sus siete debilitadas divisiones, cuya fuerza de combate, según dijo, no superaba como mucho la fuerza de combate de cuatro divisiones. Pero no había reservas de ninguna clase, pues el GEC las tenía comprometidas en todo su frente. Como último recurso, se pidieron dos regimientos reforzados de dos divisiones de infantería (299ª y 168ª) del Grupo de Ejércitos Sur, pero no podrían llegar a Kursk hasta el 13-14 de diciembre, y de todas formas no eran suficientes para cerrar la brecha. También fracasaron inicialmente el 10 de diciembre los intentos por restablecer el contacto con el H.K. XXXIV cercado en Elets. La situación era crítica: en Livny los soviéticos habían abierto una brecha de casi 30 kms de anchura y los alemanes no tenían fuerzas para cerrarla. Todo el H.K. XXXIV con las dos divisiones de infantería 45ª y 134ª, junto con la 95ª División de Infantería, habían sido cercados y, en su mayor parte, destruidos (de hecho, el 21 de diciembre se disolvería el H.K. XXXIV). Como resultado de estos éxitos soviéticos, la moral de las tropas alemanas cayó en tal grado que Schmidt, el comandante en jefe del Segundo Ejército, ordenó que se fusilara de inmediato a los individuos que hicieran comentarios derrotistas. Por otra parte, la situación era tan peligrosa que Bock decidió el 12 de diciembre, como ya hemos visto anteriormente, poner a todas las tropas que había entre Tula y Tim bajo el mando de Guderian, dándole así el mando del ejército de Schmidt. Los soldados alemanes experimentaron el “miedo” a los tanques soviéticos, huyendo ante su vista. La razón principal de este pánico era que sus armas antitanque habituales no eran eficaces ante el blindaje soviético. Y hay que añadir que Hitler había prohibido el empleo de proyectiles de carga hueca, muy eficaces, por puras razones de secretismo. Temía que cayeran en poder de los soviéticos y que copiaran para utilizarlos contra los panzers. El 22 de diciembre, superado por las circunstancias del frente, se vio obligado a permitir el uso de estos proyectiles (86).
El 12 de diciembre el cuerpo de caballería de Kryuchekin capturó Rossoshnoe, al noroeste de Elets, pero fue cercado por el H.K. XXXIV, a su vez cercado. Cuatro días más tarde fueron prácticamente destruidas las divisiones de infantería alemanas, 134ª, 95ª y 45ª. Por esas fechas las fuerzas del ala norte de Timoshenko, reforzadas por el 61º Ejército, alcanzaron la línea de Tim y comenzaron a reagruparse para una nueva operación. Los soviéticos habían avanzando 80-100 kms hacia el oeste (87).
La próxima y última intervención remataremos la exposición viendo la crisis desatada en el mando alemán.
(83) Glantz, 230, nota 49.
(84) Isaev, 49.
(85) Glantz, 200-201; Isaev, 49-50.
(86) Reinhardt, 297-298, 330-331.
(87) Isaev, 52.
Saludos cordiales
JL
Ofensiva de Eletsk
Fuente: http://www.serpukhov.su/dima/war/eng/eele.htm
El Segundo Ejército del general Schmidt había estado atacando hasta el mismo 6 de diciembre y de esta forma no había tenido tiempo de ocupar posiciones defensivas preparadas cuando atacó el ala derecha del Frente Suroccidental de Timoshenko. Estas fuerzas soviéticas estaban compuestas por los ejércitos 3º de Kreizer y 13º del mayor general Gorodniansky, y el Grupo Operacional Kostenko, levantando al 4 de diciembre un total de 40.000 hombres, 245 cañones y morteros y 16 tanques. Según esta misma fuente, se oponían cuatro divisiones de infantería alemanas: 262ª del general Edgar Theissen, 134ª del teniente general Conrad von Cochenhausen (que murió, probablemente suicidándose, en la noche del 13 al 14 de diciembre mientras pretendía liberar a su división cercada, siendo reemplazado provisionalmente el 17 de diciembre por el general Hans Schlemmer), 45ª del teniente general Fritz Schlieper, y 95ª del teniente general von Arnim, (HK. z.b.V. XXXIV del general Hermann Metz y HK z.b.V. XXXV del general Rudolf Kämpfe), con un total de 31.500 hombres, 470 cañones y morteros, y 30-40 tanques (83).
El plan soviético preveía un ataque envolvente por dos grupos de choque atacando desde el noreste y sur de Elets, el primero al mando de Moskalenko (307ª División de Fusiles, 55ª División de Caballería, 150ª Brigada de Tanques con 3 T-34 y 9 T-26, y más tarde la 132ª División de Fusiles y la 57ª Brigada de Fusiles Motorizada) y subordinado al 13º Ejército, y el segundo bajo el mando de Kostenko (5º Cuerpo de Caballería, 1ª División de Fusiles de Guardias, 32ª División de Caballería, 129ª Brigada de Tanques y 34ª Brigada de Fusiles de Guardias) también subordinado al 13º Ejército (84).
Desde el norte y en torno a Elets, Moskalenko atacó el 6 de diciembre a las 08:00 horas contra la divisoria de los dos HH.KK. XXXIV y XXXV, consiguiendo que el mando alemán sacara fuerzas del sector donde precisamente los soviéticos iban lanzar su ataque principal. Al día siguiente, Kostenko atacó las debilitadas defensas alemanas en el eje Kastornoe-Livny, al sur de Elets, cogiendo totalmente por sorpresa a la 95ª División de Infantería de von Arnim. El flanco izquierdo de Kostenko (5º Cuerpo de Caballería) se topó en adelante con una tenaz oposición de la división de von Arnim, avanzando en ese día sólo 2-4 kms. Progresó más su flanco derecho (1ª División de Fusiles de Guardias), entre 5 y 15 kms, al haber atacado el sector más débil de la defensa alemana. El 8 de diciembre el grupo Kostenko avanzó 10 kms, el día siguiente 12 kms, capturando Elets, y el 10 de diciembre llegó a los 20 kms. A mediodía del 10 de diciembre, cortó la línea de comunicaciones principal del H.K. XXXIV, la carretera Livny-Elets, cerrando así con la 101ª DFG la ruta de retirada del H.K. XXXIV hacia Livny. Ahora las tropas del 13º Ejército se lanzaron en persecución de las fuerzas alemanas en retirada en todo el frente (85).
En realidad, el ataque del grupo Kostenko sobre la 95ª División de von Arnim se había facilitado gracias a que el 6 de diciembre la inteligencia soviética capturó a un oficial del cuartel general de von Arnim llevando consigo documentos sobre la disposición y planes de la división alemana. Aprovechando este azar, Kostenko atacó a la división de von Arnim, que estaba ella misma atacando, y el 7 de diciembre la obligó a retirarse (junto con la 45ª DI de Schlieper) hacia el norte, lanzando Kostenko a su caballería y blindaje en dirección Livny. El 9 de diciembre consiguió la ruptura del Segundo Ejército, fallando Schmidt en aislar las vanguardias de Kostenko atacando sus flancos. Cuando el 10 de diciembre atacó el 13º Ejército, el H.K. XXXV se retiró hacia el oeste. Entonces Schmidt pidió al mando alemán un refuerzo de “al menos cuatro divisiones” a poner bajo su mando, porque no podía defender un sector del frente de unos 300 kms con sus siete debilitadas divisiones, cuya fuerza de combate, según dijo, no superaba como mucho la fuerza de combate de cuatro divisiones. Pero no había reservas de ninguna clase, pues el GEC las tenía comprometidas en todo su frente. Como último recurso, se pidieron dos regimientos reforzados de dos divisiones de infantería (299ª y 168ª) del Grupo de Ejércitos Sur, pero no podrían llegar a Kursk hasta el 13-14 de diciembre, y de todas formas no eran suficientes para cerrar la brecha. También fracasaron inicialmente el 10 de diciembre los intentos por restablecer el contacto con el H.K. XXXIV cercado en Elets. La situación era crítica: en Livny los soviéticos habían abierto una brecha de casi 30 kms de anchura y los alemanes no tenían fuerzas para cerrarla. Todo el H.K. XXXIV con las dos divisiones de infantería 45ª y 134ª, junto con la 95ª División de Infantería, habían sido cercados y, en su mayor parte, destruidos (de hecho, el 21 de diciembre se disolvería el H.K. XXXIV). Como resultado de estos éxitos soviéticos, la moral de las tropas alemanas cayó en tal grado que Schmidt, el comandante en jefe del Segundo Ejército, ordenó que se fusilara de inmediato a los individuos que hicieran comentarios derrotistas. Por otra parte, la situación era tan peligrosa que Bock decidió el 12 de diciembre, como ya hemos visto anteriormente, poner a todas las tropas que había entre Tula y Tim bajo el mando de Guderian, dándole así el mando del ejército de Schmidt. Los soldados alemanes experimentaron el “miedo” a los tanques soviéticos, huyendo ante su vista. La razón principal de este pánico era que sus armas antitanque habituales no eran eficaces ante el blindaje soviético. Y hay que añadir que Hitler había prohibido el empleo de proyectiles de carga hueca, muy eficaces, por puras razones de secretismo. Temía que cayeran en poder de los soviéticos y que copiaran para utilizarlos contra los panzers. El 22 de diciembre, superado por las circunstancias del frente, se vio obligado a permitir el uso de estos proyectiles (86).
El 12 de diciembre el cuerpo de caballería de Kryuchekin capturó Rossoshnoe, al noroeste de Elets, pero fue cercado por el H.K. XXXIV, a su vez cercado. Cuatro días más tarde fueron prácticamente destruidas las divisiones de infantería alemanas, 134ª, 95ª y 45ª. Por esas fechas las fuerzas del ala norte de Timoshenko, reforzadas por el 61º Ejército, alcanzaron la línea de Tim y comenzaron a reagruparse para una nueva operación. Los soviéticos habían avanzando 80-100 kms hacia el oeste (87).
La próxima y última intervención remataremos la exposición viendo la crisis desatada en el mando alemán.
(83) Glantz, 230, nota 49.
(84) Isaev, 49.
(85) Glantz, 200-201; Isaev, 49-50.
(86) Reinhardt, 297-298, 330-331.
(87) Isaev, 52.
Saludos cordiales
JL
"Dioses, no me juzguéis como un dios
sino como un hombre
a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)
sino como un hombre
a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)
Re: La contraofensiva de Moscú: primera fase (5/15-12-1941)
¡Hola a todos!
La contraofensiva soviética de 5-6 de diciembre sentó como una inesperada bofetada en la cara del mando alemán. Y sin embargo, algunos de sus principales líderes, como Halder y el propio Hitler, alejados del frente, no despertaron del todo tras recibir este sonoro golpe, sino que continuaron empecinados en mantener su descrédito hacia la capacidad ofensiva del Ejército Rojo, a pesar de las evidencias en contra.
Ya el 7 de diciembre, el mariscal de campo Fedor von Bock, comandante en jefe del GEC, se vio obligado a reconocer que las operaciones de su grupo de ejércitos en las anteriores semanas habían sido un error. Como queriendo descargar la responsabilidad de su parte, admitió que esas operaciones, la persecución de las unidades y formaciones del Ejército Rojo camino de Moscú, sólo habrían estado justificadas en tanto en cuanto el Mando Supremo (es decir, Hitler, Brauchitsch y Halder, o por extensión el OKW y el OKH) tuviera evidencias de que los soviéticos estaban luchando “por su vida con su última fuerza”. Sólo así, reconocía Bock ahora, hubiera merecido la pena el mayor esfuerzo alemán en esa persecución, tal como demandó el OKH. Pero, a tenor de la contraofensiva lanzada por los soviéticos, resultaba claro que esa creencia había sido un error que ahora obligaba al GEC a ponerse a la defensiva en las circunstancias más difíciles. Las razones de Bock para la “grave crisis” en que estaba ahora su GEC eran la estación del barro otoñal, que había paralizado los suministros y evitado conseguir la victoria en Vyazma; el colapso de los ferrocarriles, y finalmente, la “subestimación de la resistencia enemiga y sus reservas de personal y matériel” (88).
Sin embargo, Bock había sido igual de responsable de ese error que ahora achacaba al alto mando, pues desde los días de la conferencia de Orsha, a mediados de noviembre, era plenamente consciente de las insuficiencias del sistema ferroviario de suministros, y no podía ignorar cómo era y sería el clima ruso en las semanas venideras. Además, y pese a reiteradas advertencias, Bock no fue quien de preparar a tiempo las posiciones de retaguardia de su GEC. Como observó Reinhardt, a quien sigo en los datos, cuando Hitler ordenó el 8 de diciembre pasar a la defensiva, no se daban los requisitos previos para una retirada de las tropas. Hitler sólo permitiría una retirada de unidades luego de que “las áreas de retaguardia hubieran sido establecidas por adelantado”, lo que ofrecería a las tropas mejores condiciones de vida y posibilidades defensivas que las posiciones actuales donde las cogió la contraofensiva soviética. Pero salvo los ejércitos Noveno y Cuarto, el resto de formaciones del GEC, que habían sido forzadas a pasar de una posición ofensiva a una defensiva, no tenían ninguna posición reforzada en la zona de batalla ni podían liberar unidades del frente para construir posiciones de retaguardia (89).
Los grandes comandantes alemanes habían labrado paso a paso su propia desgracia. Y lo hicieron a golpe de soberbia y desprecio; soberbia nacida de su complejo de superioridad, y desprecio resultante de su subestimación de la capacidad de movilización de reservas del régimen soviético y de la resistencia y tenacidad de sus ejércitos. Todos ellos -Halder, Bock, Strauss, Schmidt, Guderian, Hoepner, Reinhardt... y sus jefes de estado mayor- conocían la famosa sentencia de Clausewitz sobre el “punto de culminación” del ataque, aquel momento en que el atacante, desgastado por el transcurso de su ofensiva, pierde su ímpetu y sus fuerzas comienzan a ser inferiores a las del defensor. En líneas generales, el Ostheer ya había alcanzado el punto de culminación de su ataque durante la primera fase de la Operación Tifón, pero, pavoneándose en la soberbia y el desprecio comentados, decidieron continuar en la convicción de que el Ejército Rojo estaba en peores condiciones que el Ostheer. Clausewitz había advertido que continuar el ataque habiendo alcanzado el punto de culminación sólo podía traer el desastre. Y esto era lo que tenía que encajar ahora el mando alemán.
Si Bock optaba por escapar de la presión soviética, sólo podía hacerlo retirando a sus tropas a líneas de frente más cortas detrás de un saliente. Pero con la nieve profunda, el hielo de las carreteras y una escasez de combustible y tractores para transportar el armamento pesado, dicha retirada tendría que hacerse a costa de perder la mayor parte de su equipo pesado, con lo que se encontraría en nuevas posiciones defensivas en peores condiciones que las anteriores. Ante estas evidencias, Bock quería mantener las posiciones actuales, pero siempre y cuando le enviaran refuerzos. En el OKH le contestaron que Hitler había prohibido el envío de divisiones intactas, y que, en todo caso, los problemas de transporte no harían posible su llegada hasta después de mediados de enero de 1942. También le dijeron que el ataque soviético era de alcance limitado y que, por tanto, no había razón para una gran alarma (90).
Estaba claro que los comandantes del GEC, por una parte, y el OKH y Hitler, por la otra, estaban viviendo en dos mundos diferentes; los primeros en la dura realidad del frente; los segundos en las ilusiones creadas en los altos cuarteles generales a cientos de kilómetros del frente. Por ello, poco después del comienzo de la contraofensiva soviética, los comandantes de los ejércitos de Bock comenzaron a hablar de una “crisis de confianza” que achacaban a una incapacidad de comprensión de las decisiones del alto mando y a la impresión entre las tropas de estar siendo abandonadas, creyendo que estaban siendo sacrificadas en vano. La frase de Guderian, escrita en un informe de 9 de diciembre, sobre “ ha surgido una grave crisis de confianza...entre las tropas y los suboficiales”, podía aplicarse perfectamente a lo que sucedía en otros ejércitos y panzergruppen (91). Cuando Halder tuvo noticia del informe de Guderian, por medio de Bock, no se lo tomó en serio, especialmente porque él mismo todavía se estaba pintando un cuadro muy optimista de la situación. En efecto, creía que las unidades soviéticas que estaban atacando eran sólo secciones de retaguardia que, de otra forma, los soviéticos habrían dejado en retaguardia para su descanso y reacondicionamiento hasta la primavera de 1942. Halder estaba convencido de que el contraataque soviético sólo duraría hasta mediados o finales de mes, y que luego las cosas se calmarían. Cuando Bock le respondió que para entonces su GEC estaría acabado, Halder replicó que jamás se podría acabar con el soldado alemán. Y añade Reinhardt al comentar este pasaje: “Con ilusiones de este tipo no podían controlar la situación” (92).
El 10 de diciembre Hitler decidió traer dos o tres divisiones del Oeste, pero como su transporte no podía comenzar hasta después del 16 de diciembre, y duraría unas cuatro semanas, Bock no podía contar con esos refuerzos antes de mediados de enero. Y la situación en el frente empeoraba. El 10 de diciembre la escasez de locomotoras rusas y las averías de las alemanas produjeron una “crisis de ranchos” en varias áreas del frente. Cuando la temperatura bajaba de los -15ºC no de podía asegurar más que en torno al 50 por ciento de suministros, y cuando las ventiscas acumulaban nieve cabía esperar algunas veces la completa interrupción del flujo de trenes. Teniendo en cuenta que las tropas en el frente no tenían suministro alguno, es fácil imaginar lo que supondría para las mismas la interrupción de un solo tren de suministros. Pero toda esta grave situación iba a peor a medida que se iban perdiendo, durante las retiradas, gran cantidad de vehículos, y el clima invernal hacía impracticables las carreteras (93).
Brauchitsch, ya por entonces enfermo del corazón, intentaba calmar los temores surgidos en el GEC enviando a su comandante telegramas con buenas palabras. Por ejemplo, el 10 de diciembre escribió a Bock, “El comandante en jefe del ejército de tierra, como nuestro Supremo Comandante...son perfactemente conscientes...de la difícil situación en el frente”, que se estaba haciendo todo lo posible para aliviar la situación, y que él, Brauchitsch, continuaba confiando en la voluntad de ganar de los soldados alemanes. Pero en el GEC no bastaban esas palabras; querían que Brauchitsch acudiera allí en persona. Sólo cuando Guderian y Kluge amenazaron con hablar directamente con Hitler, o enviarle un telegrama, sólo entonces acudió Brauchitsch al frente, viajando a Smolensk el 13 de diciembre. Allí Bock le dijo que estaba en las últimas y que ya no era capaz de hacer propuestas sobre cómo continuar las operaciones, “pues la cuestión que ha de decidirse ahora...va más allá del ejército”. Propuso discutir si el GEC debía continuar manteniendo el frente y arriesgarse a ser destruido en el intento, o si debía retirarse dejando por el camino la mayor parte de su armamento pesado. Bock era partidario de esta última opción y de ordenarla inmediatamente. Concluyó pidiendo a Brauchitsch que fuera pensando en reemplazarlo, pues se encontraba “físicamente agotado” (94).
Al día siguiente, tras reunirse con Kluge y Guderian en Roslavl, Brauchitsch llegó a la conclusión de que la única manera de salvar al GEC era mediante una retirada gradual hacia la línea de retaguardia, sugerida por el GEC, de Kursk-Orel-Medyn-Gzhatsk-Rzhev-Lago Volgo, pero que él no se atrevía a tomar una decisión sobre esto. Así las cosas, el coronel Schmundt, el ayudante de Hitler para el ejército, al que Hitler también había enviado a Smolensk, llamó a Jodl y le pidió que persuadiera al Führer para dar su permiso para una retirada. Hitler consintió inmediatamente en ceder terreno en las áreas de Klin y Kalinin, y en la retirada de las fuerzas de Guderian, pero no se abandonaría nada más y no se haría ninguna retirada más hasta que no se hubieran establecido las condiciones necesarias en las líneas de retaguardia (95).
Siguió el desconcierto. El 15 de diciembre a mediodía Heusinger informó a Bock que Hitler le había dado luz verde para retirarse a la línea de Kursk-Orel-Gzhatsk-Rzhev, pero por la tarde Halder dijo a Bock que Hitler no tomaría una decisión final sobre el asunto hasta el día siguiente. De hecho, el 15 de diciembre Hitler respondió a la petición de retirada de Bock con una orden, que éste sólo conoció el día siguiente, prohibiendo al GEC, en general, romper contacto con el enemigo, y ordenando mantener el terreno y cerrar las brechas comprometiendo todas sus reservas. Bock no daba crédito; pidió inmediatamente a Halder que informara a Hitler que “no tenía más reservas, ni un simple hombre” (96).
Era evidente que Hitler no tenía una idea cabal de la verdadera situación del frente. Decía en esas fechas, ante la petición de refuerzos que le llegaban de sus comandantes, que no podía enviar todo lo que tenía a combatir en ese invierno sólo porque las defensas del GEC hubieran sido penetradas en unos cuantos lugares. Lo cual hace pensar que el OKH, pese a lo que dijo una y otra vez a Bock, no estaba informando a Hitler de todo lo que estaba sucediendo en el frente. Y es que las relaciones entre el OKH y Hitler estaban tensas hasta lo intolerable, hasta el punto de que un Brauchitsch enfermo evitaba por todos los medios enfrentarse a Hitler. Sólo cuando en la tarde del 14 de diciembre Schmundt informó a Hitler, tras su viaje a Smolensk, de la gravedad de la situación del GEC, sólo entonces Hitler se decidió a actuar inmediatamente. Esa misma noche ordenó al Generaloberst Fromm, el comandante en jefe del Ejército de Reemplazo, que examinara qué tropas podía enviar al frente. Fromm le informó que, a corto plazo, sólo podía enviar 4 divisiones y media, pero que reunir esas formaciones de entre todos los distritos militares supondría un gran problema. Pese a todo, Hitler ordenó la inmediata activación de esas tropas, y otras unidades ad hoc, incluidos destacamentos aéreos de caza y transporte, y ver la manera de cómo podrían enviarse rápidamente al frente (97).
El 16 de diciembre cursó su famosa Haltebefehl, la “orden para resistir”, en la que declaraba que el frente debía defenderse hasta el último hombre, con resistencia fanática, ignorando las penetraciones enemigas de flancos y retaguardias. No más retiradas. Todos los comandantes, desde Brauchitsch al último comandante de división en el GEC, discreparon de la orden de Hitler, creyendo que era imposible ejecutarla y que llevaría a la destrucción de sus formaciones. Hoepner informó a Bock que no podía mantener los sectores que le habían asignado, por falta de reservas. Resistir como se le pedía sólo llevaría a la destrucción de sus indefensas tropas. De igual tenor se expresaron los comandantes en jefe de los ejércitos Segundo y Noveno, mientras que Guderian se negó a transmitir la orden a sus comandantes, aun a riesgo de ser llevado ante un consejo de guerra (98).
En ese mismo día, Hitler destituyó a Brauchitsch como comandante en jefe del ejército de tierra. Schmundt, su ayudante, sería el encargado de mantener un enlace directo con el GEC. El 19 de diciembre, oficialmente, Hitler asumiría la jefatura del Heer. También aceptó en ese día la sustitución de Bock, que fue reemplazado por Kluge, que inicialmente también mantendría el mando del Cuarto Ejército. Seguirían muchas otras destituciones, pero más allá del periodo tratado en este hilo.
La contraofensiva soviética de 5-6 de diciembre, que no acabaría en su primera fase hasta el 7 de enero de 1942 para reanudarse al día siguiente pero en todo el frente oriental, trajo consigo la confirmación militar y económica del fracaso estratégico de la Operación Barbarroja, un fracaso que se había comenzado a gestar a partir de mediados de julio de 1941, cuando la complicada maquinaria del Ostheer ya no fue capaz de funcionar al unísono, y comenzó a evidenciarse que Alemania no podría derrotar a la URSS en 1941. Incapaz de derrotar definitivamente al Ejército Rojo y destruir el estado soviético en una campaña relámpago, Hitler ya no podía convertir a la URSS en la base económica soñada para combatir en el futuro a los Estados Unidos de Norteamérica. Toda la estrategia blitzkrieg de Barbarroja se vino abajo y con ello se desvaneció su ilusión de una guerra corta en la URSS. Ahora que comenzaba para Alemania una guerra de desgaste, el Ostheer (y por ende la Wehrmacht) ya no volvería a desplegar la fortaleza alcanzada en junio de 1941. Rommel se retiraba en Libia, y Japón, con su ataque a Pearl Harbor, precipitaba la entrada de USA en la guerra. La Unión Soviética -su gobierno, su ejército y sus gentes- había acabado con un temible mito nacido en la primavera de 1940: el de la invencibilidad de la Wehrmacht.
(88) Reinhardt, 299.
(89) Ibid., 300.
(90) Ibid., 301.
(91) Ibid.
(92) Ibid., 302.
(93) Ibid.
(94) Ibid., 303.
(95) Ibid.
(96) Ibid., 304.
(97) Ibid., 305-306.
(98) Ibid., 308.
Saludos cordiales
JL
La contraofensiva soviética de 5-6 de diciembre sentó como una inesperada bofetada en la cara del mando alemán. Y sin embargo, algunos de sus principales líderes, como Halder y el propio Hitler, alejados del frente, no despertaron del todo tras recibir este sonoro golpe, sino que continuaron empecinados en mantener su descrédito hacia la capacidad ofensiva del Ejército Rojo, a pesar de las evidencias en contra.
Ya el 7 de diciembre, el mariscal de campo Fedor von Bock, comandante en jefe del GEC, se vio obligado a reconocer que las operaciones de su grupo de ejércitos en las anteriores semanas habían sido un error. Como queriendo descargar la responsabilidad de su parte, admitió que esas operaciones, la persecución de las unidades y formaciones del Ejército Rojo camino de Moscú, sólo habrían estado justificadas en tanto en cuanto el Mando Supremo (es decir, Hitler, Brauchitsch y Halder, o por extensión el OKW y el OKH) tuviera evidencias de que los soviéticos estaban luchando “por su vida con su última fuerza”. Sólo así, reconocía Bock ahora, hubiera merecido la pena el mayor esfuerzo alemán en esa persecución, tal como demandó el OKH. Pero, a tenor de la contraofensiva lanzada por los soviéticos, resultaba claro que esa creencia había sido un error que ahora obligaba al GEC a ponerse a la defensiva en las circunstancias más difíciles. Las razones de Bock para la “grave crisis” en que estaba ahora su GEC eran la estación del barro otoñal, que había paralizado los suministros y evitado conseguir la victoria en Vyazma; el colapso de los ferrocarriles, y finalmente, la “subestimación de la resistencia enemiga y sus reservas de personal y matériel” (88).
Sin embargo, Bock había sido igual de responsable de ese error que ahora achacaba al alto mando, pues desde los días de la conferencia de Orsha, a mediados de noviembre, era plenamente consciente de las insuficiencias del sistema ferroviario de suministros, y no podía ignorar cómo era y sería el clima ruso en las semanas venideras. Además, y pese a reiteradas advertencias, Bock no fue quien de preparar a tiempo las posiciones de retaguardia de su GEC. Como observó Reinhardt, a quien sigo en los datos, cuando Hitler ordenó el 8 de diciembre pasar a la defensiva, no se daban los requisitos previos para una retirada de las tropas. Hitler sólo permitiría una retirada de unidades luego de que “las áreas de retaguardia hubieran sido establecidas por adelantado”, lo que ofrecería a las tropas mejores condiciones de vida y posibilidades defensivas que las posiciones actuales donde las cogió la contraofensiva soviética. Pero salvo los ejércitos Noveno y Cuarto, el resto de formaciones del GEC, que habían sido forzadas a pasar de una posición ofensiva a una defensiva, no tenían ninguna posición reforzada en la zona de batalla ni podían liberar unidades del frente para construir posiciones de retaguardia (89).
Los grandes comandantes alemanes habían labrado paso a paso su propia desgracia. Y lo hicieron a golpe de soberbia y desprecio; soberbia nacida de su complejo de superioridad, y desprecio resultante de su subestimación de la capacidad de movilización de reservas del régimen soviético y de la resistencia y tenacidad de sus ejércitos. Todos ellos -Halder, Bock, Strauss, Schmidt, Guderian, Hoepner, Reinhardt... y sus jefes de estado mayor- conocían la famosa sentencia de Clausewitz sobre el “punto de culminación” del ataque, aquel momento en que el atacante, desgastado por el transcurso de su ofensiva, pierde su ímpetu y sus fuerzas comienzan a ser inferiores a las del defensor. En líneas generales, el Ostheer ya había alcanzado el punto de culminación de su ataque durante la primera fase de la Operación Tifón, pero, pavoneándose en la soberbia y el desprecio comentados, decidieron continuar en la convicción de que el Ejército Rojo estaba en peores condiciones que el Ostheer. Clausewitz había advertido que continuar el ataque habiendo alcanzado el punto de culminación sólo podía traer el desastre. Y esto era lo que tenía que encajar ahora el mando alemán.
Si Bock optaba por escapar de la presión soviética, sólo podía hacerlo retirando a sus tropas a líneas de frente más cortas detrás de un saliente. Pero con la nieve profunda, el hielo de las carreteras y una escasez de combustible y tractores para transportar el armamento pesado, dicha retirada tendría que hacerse a costa de perder la mayor parte de su equipo pesado, con lo que se encontraría en nuevas posiciones defensivas en peores condiciones que las anteriores. Ante estas evidencias, Bock quería mantener las posiciones actuales, pero siempre y cuando le enviaran refuerzos. En el OKH le contestaron que Hitler había prohibido el envío de divisiones intactas, y que, en todo caso, los problemas de transporte no harían posible su llegada hasta después de mediados de enero de 1942. También le dijeron que el ataque soviético era de alcance limitado y que, por tanto, no había razón para una gran alarma (90).
Estaba claro que los comandantes del GEC, por una parte, y el OKH y Hitler, por la otra, estaban viviendo en dos mundos diferentes; los primeros en la dura realidad del frente; los segundos en las ilusiones creadas en los altos cuarteles generales a cientos de kilómetros del frente. Por ello, poco después del comienzo de la contraofensiva soviética, los comandantes de los ejércitos de Bock comenzaron a hablar de una “crisis de confianza” que achacaban a una incapacidad de comprensión de las decisiones del alto mando y a la impresión entre las tropas de estar siendo abandonadas, creyendo que estaban siendo sacrificadas en vano. La frase de Guderian, escrita en un informe de 9 de diciembre, sobre “ ha surgido una grave crisis de confianza...entre las tropas y los suboficiales”, podía aplicarse perfectamente a lo que sucedía en otros ejércitos y panzergruppen (91). Cuando Halder tuvo noticia del informe de Guderian, por medio de Bock, no se lo tomó en serio, especialmente porque él mismo todavía se estaba pintando un cuadro muy optimista de la situación. En efecto, creía que las unidades soviéticas que estaban atacando eran sólo secciones de retaguardia que, de otra forma, los soviéticos habrían dejado en retaguardia para su descanso y reacondicionamiento hasta la primavera de 1942. Halder estaba convencido de que el contraataque soviético sólo duraría hasta mediados o finales de mes, y que luego las cosas se calmarían. Cuando Bock le respondió que para entonces su GEC estaría acabado, Halder replicó que jamás se podría acabar con el soldado alemán. Y añade Reinhardt al comentar este pasaje: “Con ilusiones de este tipo no podían controlar la situación” (92).
El 10 de diciembre Hitler decidió traer dos o tres divisiones del Oeste, pero como su transporte no podía comenzar hasta después del 16 de diciembre, y duraría unas cuatro semanas, Bock no podía contar con esos refuerzos antes de mediados de enero. Y la situación en el frente empeoraba. El 10 de diciembre la escasez de locomotoras rusas y las averías de las alemanas produjeron una “crisis de ranchos” en varias áreas del frente. Cuando la temperatura bajaba de los -15ºC no de podía asegurar más que en torno al 50 por ciento de suministros, y cuando las ventiscas acumulaban nieve cabía esperar algunas veces la completa interrupción del flujo de trenes. Teniendo en cuenta que las tropas en el frente no tenían suministro alguno, es fácil imaginar lo que supondría para las mismas la interrupción de un solo tren de suministros. Pero toda esta grave situación iba a peor a medida que se iban perdiendo, durante las retiradas, gran cantidad de vehículos, y el clima invernal hacía impracticables las carreteras (93).
Brauchitsch, ya por entonces enfermo del corazón, intentaba calmar los temores surgidos en el GEC enviando a su comandante telegramas con buenas palabras. Por ejemplo, el 10 de diciembre escribió a Bock, “El comandante en jefe del ejército de tierra, como nuestro Supremo Comandante...son perfactemente conscientes...de la difícil situación en el frente”, que se estaba haciendo todo lo posible para aliviar la situación, y que él, Brauchitsch, continuaba confiando en la voluntad de ganar de los soldados alemanes. Pero en el GEC no bastaban esas palabras; querían que Brauchitsch acudiera allí en persona. Sólo cuando Guderian y Kluge amenazaron con hablar directamente con Hitler, o enviarle un telegrama, sólo entonces acudió Brauchitsch al frente, viajando a Smolensk el 13 de diciembre. Allí Bock le dijo que estaba en las últimas y que ya no era capaz de hacer propuestas sobre cómo continuar las operaciones, “pues la cuestión que ha de decidirse ahora...va más allá del ejército”. Propuso discutir si el GEC debía continuar manteniendo el frente y arriesgarse a ser destruido en el intento, o si debía retirarse dejando por el camino la mayor parte de su armamento pesado. Bock era partidario de esta última opción y de ordenarla inmediatamente. Concluyó pidiendo a Brauchitsch que fuera pensando en reemplazarlo, pues se encontraba “físicamente agotado” (94).
Al día siguiente, tras reunirse con Kluge y Guderian en Roslavl, Brauchitsch llegó a la conclusión de que la única manera de salvar al GEC era mediante una retirada gradual hacia la línea de retaguardia, sugerida por el GEC, de Kursk-Orel-Medyn-Gzhatsk-Rzhev-Lago Volgo, pero que él no se atrevía a tomar una decisión sobre esto. Así las cosas, el coronel Schmundt, el ayudante de Hitler para el ejército, al que Hitler también había enviado a Smolensk, llamó a Jodl y le pidió que persuadiera al Führer para dar su permiso para una retirada. Hitler consintió inmediatamente en ceder terreno en las áreas de Klin y Kalinin, y en la retirada de las fuerzas de Guderian, pero no se abandonaría nada más y no se haría ninguna retirada más hasta que no se hubieran establecido las condiciones necesarias en las líneas de retaguardia (95).
Siguió el desconcierto. El 15 de diciembre a mediodía Heusinger informó a Bock que Hitler le había dado luz verde para retirarse a la línea de Kursk-Orel-Gzhatsk-Rzhev, pero por la tarde Halder dijo a Bock que Hitler no tomaría una decisión final sobre el asunto hasta el día siguiente. De hecho, el 15 de diciembre Hitler respondió a la petición de retirada de Bock con una orden, que éste sólo conoció el día siguiente, prohibiendo al GEC, en general, romper contacto con el enemigo, y ordenando mantener el terreno y cerrar las brechas comprometiendo todas sus reservas. Bock no daba crédito; pidió inmediatamente a Halder que informara a Hitler que “no tenía más reservas, ni un simple hombre” (96).
Era evidente que Hitler no tenía una idea cabal de la verdadera situación del frente. Decía en esas fechas, ante la petición de refuerzos que le llegaban de sus comandantes, que no podía enviar todo lo que tenía a combatir en ese invierno sólo porque las defensas del GEC hubieran sido penetradas en unos cuantos lugares. Lo cual hace pensar que el OKH, pese a lo que dijo una y otra vez a Bock, no estaba informando a Hitler de todo lo que estaba sucediendo en el frente. Y es que las relaciones entre el OKH y Hitler estaban tensas hasta lo intolerable, hasta el punto de que un Brauchitsch enfermo evitaba por todos los medios enfrentarse a Hitler. Sólo cuando en la tarde del 14 de diciembre Schmundt informó a Hitler, tras su viaje a Smolensk, de la gravedad de la situación del GEC, sólo entonces Hitler se decidió a actuar inmediatamente. Esa misma noche ordenó al Generaloberst Fromm, el comandante en jefe del Ejército de Reemplazo, que examinara qué tropas podía enviar al frente. Fromm le informó que, a corto plazo, sólo podía enviar 4 divisiones y media, pero que reunir esas formaciones de entre todos los distritos militares supondría un gran problema. Pese a todo, Hitler ordenó la inmediata activación de esas tropas, y otras unidades ad hoc, incluidos destacamentos aéreos de caza y transporte, y ver la manera de cómo podrían enviarse rápidamente al frente (97).
El 16 de diciembre cursó su famosa Haltebefehl, la “orden para resistir”, en la que declaraba que el frente debía defenderse hasta el último hombre, con resistencia fanática, ignorando las penetraciones enemigas de flancos y retaguardias. No más retiradas. Todos los comandantes, desde Brauchitsch al último comandante de división en el GEC, discreparon de la orden de Hitler, creyendo que era imposible ejecutarla y que llevaría a la destrucción de sus formaciones. Hoepner informó a Bock que no podía mantener los sectores que le habían asignado, por falta de reservas. Resistir como se le pedía sólo llevaría a la destrucción de sus indefensas tropas. De igual tenor se expresaron los comandantes en jefe de los ejércitos Segundo y Noveno, mientras que Guderian se negó a transmitir la orden a sus comandantes, aun a riesgo de ser llevado ante un consejo de guerra (98).
En ese mismo día, Hitler destituyó a Brauchitsch como comandante en jefe del ejército de tierra. Schmundt, su ayudante, sería el encargado de mantener un enlace directo con el GEC. El 19 de diciembre, oficialmente, Hitler asumiría la jefatura del Heer. También aceptó en ese día la sustitución de Bock, que fue reemplazado por Kluge, que inicialmente también mantendría el mando del Cuarto Ejército. Seguirían muchas otras destituciones, pero más allá del periodo tratado en este hilo.
La contraofensiva soviética de 5-6 de diciembre, que no acabaría en su primera fase hasta el 7 de enero de 1942 para reanudarse al día siguiente pero en todo el frente oriental, trajo consigo la confirmación militar y económica del fracaso estratégico de la Operación Barbarroja, un fracaso que se había comenzado a gestar a partir de mediados de julio de 1941, cuando la complicada maquinaria del Ostheer ya no fue capaz de funcionar al unísono, y comenzó a evidenciarse que Alemania no podría derrotar a la URSS en 1941. Incapaz de derrotar definitivamente al Ejército Rojo y destruir el estado soviético en una campaña relámpago, Hitler ya no podía convertir a la URSS en la base económica soñada para combatir en el futuro a los Estados Unidos de Norteamérica. Toda la estrategia blitzkrieg de Barbarroja se vino abajo y con ello se desvaneció su ilusión de una guerra corta en la URSS. Ahora que comenzaba para Alemania una guerra de desgaste, el Ostheer (y por ende la Wehrmacht) ya no volvería a desplegar la fortaleza alcanzada en junio de 1941. Rommel se retiraba en Libia, y Japón, con su ataque a Pearl Harbor, precipitaba la entrada de USA en la guerra. La Unión Soviética -su gobierno, su ejército y sus gentes- había acabado con un temible mito nacido en la primavera de 1940: el de la invencibilidad de la Wehrmacht.
(88) Reinhardt, 299.
(89) Ibid., 300.
(90) Ibid., 301.
(91) Ibid.
(92) Ibid., 302.
(93) Ibid.
(94) Ibid., 303.
(95) Ibid.
(96) Ibid., 304.
(97) Ibid., 305-306.
(98) Ibid., 308.
Saludos cordiales
JL
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sino como un hombre
a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)
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Re: La contraofensiva de Moscú: primera fase (5/15-12-1941)
Estimado José LuisJosé Luis escribió:¡Hola a todos!
......un fracaso que se había comenzado a gestar a partir de mediados de julio de 1941, cuando la complicada maquinaria del Ostheer ya no fue capaz de funcionar al unísono, y comenzó a evidenciarse que Alemania no podría derrotar a la URSS en 1941. Incapaz de derrotar definitivamente al Ejército Rojo y destruir el estado soviético en una campaña relámpago, Hitler ya no podía convertir a la URSS en la base económica soñada para combatir en el futuro a los Estados Unidos de Norteamérica. Toda la estrategia blitzkrieg de Barbarroja se vino abajo y con ello se desvaneció su ilusión de una guerra corta en la URSS.....
he estado leyendo con interés tu exposición, concuerdo con muchas cosas y otras no, pero lo que quería resaltar es este fragmento de texto donde concluyes que "Hitler ya no podía convertir a la URSS en la base económica soñada para combatir en el futuro a los Estados Unidos de Norteamérica", sin embargo es exactamente lo que hizo, le declaró la guerra a USA el 11 de diciembre, en plena hecatombe, ¿no te parece este hecho contradictorio con tu conclusión?.
Cordiales saludos
Bendito sea el SEÑOR, mi roca, que adiestra mis manos para la guerra, y mis dedos para la batalla.
Salmos 144:1
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