PARTE V
El 30 de marzo de 1942, Lord Cherwell envió una nota al Primer Ministro en la que afirmaba que el analisis de los ataques alemanes sobre Birmingham, Hull y otras ciudades británicas probaba que por cada tonelada de bombas, quedaban sin hogar entre 100 y 200 personas. Estimaba que el promedio de vida operativa de los aparatos del Mando era de 14
''raids'', en los cuales podían arrojar un total de 40 toneladas de bombas y dejar sin hogar de 4.000 a 8.000 personas. Había puesto al descubierto que en 1938, 22 millones de alemanes vivían en 58 ciudades de poblacion superior a los 100.000 habitantes. Creía que el Mando de Bombardeo era capaz de localizar y alcanzar esas 58 ciudades. Esperaba que para mediados de 1943 el Mando de Bombardeo recibiera un total de 10.000 bombarderos pesados nuevos. Con la mitad de la capacidad de bombardeo de estos aviones se podría dejar sin hogar a un tercio de la poblacion total de Alemania. Según Lord Cherwell, eso destruiría el espiritu del pueblo.
Como pronto fue puesto de manifiesto, los datos e incluso los fundamentos de ese razonamiento eran discutibles. Sin embargo, la nota de Lord Cherwell era tan simple, clara y decidida, que hizo resurgir los debates estrategicos en favor del Mando de Bombardeo, y proporcionó al mariscal del aire Harris una oportunidad de probar su capacidad.
La noche del 28 de marzo de 1942, unos 243 aviones del Mando de Bombardeo salieron hacia Lübeck, ciudad medieval situada a orillas del Báltico y construida parcialmente con madera. Por primera vez se emplearon al mismo tiempo: el
Gee, nuevas tacticas de bombardeo, nueva cantidad de bombas y nuevos aviones. Aunque Lübeck estaba fuera del alcance del
Gee, las tripulaciones que lo llevaban a bordo tenían mayores posibilidades de encontrar el objetivo porque les era factible seguir el trayecto adecuado durante gran parte del camino, reduciendo asi su dependencia en la suerte o la simple estima. Los aparatos equipados con
Gee, tripulados por dotaciones especialmente elegidas, se colocaron en vanguardia con ordenes de iluminar el objetivo con bengalas y, si fuera posible, de prenderlo fuego con bombas incendiarias. Todo ello debía hacerse con la intencion de hacer resaltar el objetivo ante el grueso de las fuerzas que venían detras, en su mayoría tripulaciones con menos experiencia y sin aparatos
Gee. Ademas, estos ultimos transportaban mayor carga de bombas incendiarias. Se puso en practica la idea de traspasar las ventajas de la experiencia de algunas tripulaciones y de los aparatos
Gee al resto de las fuerzas. Tambien se puso a prueba la idea de explotar la capacidad autodestructiva de algunos objetivos, en este caso su inflamabilidad, en lugar de destruirlos fragmentariamente.
El resultado de estas pruebas fue un extraordinario exito. La mayoría de las tripulaciones que regresaron dijeron haber tenido exito en alcanzar el area del objetivo señalado; investigaciones posteriores, suministradas por la fotografía aerea, un arte enormemente afinado, confirmó plenamente tan alentadoras declaraciones. Ademas, el reconocimiento fotografico realizado sobre el area el 12 de abril, mostró que casi la mitad de la ciudad, unos 400.000 metros cuadrados, había sido devastada. La impresion era que habían sido destruidas unas 2.000 casas. Tambien fueron alcanzados la estacion de generadora de corriente electrica, la estacion de ferrocarril, varios almacenes y fabricas, el banco nacional, el mercado y la catedral. Por primera vez en la guerra, un ataque del Mando de Bombardeo sobre una ciudad alemana no solo inquietaba a esa ciudad, sino que tambien lograba producir cierta alarma en Berlín, donde los acontecimientos del frente ruso recibían normalmente mucha mayor atencion que cualquier actividad del Mando. Ellos fueron los portadores del aviso del castigo que habría de destruir a los alemanes, quienes empezaron entonces a recoger la cosecha producto de su siembra. Gran parte de la concepcion tactica del ataque a Lübeck estaba inspirada en los métodos empleados por los alemanes en sus ataques a Inglaterra durante el invierno anterior.
Pero Lübeck solo tenía una ligera importancia dentro de los planes estrategicos del Mando de Bombardeo. No era una ciudad de gran importancia industrial, y si fue escogida como objetivo, lo fue mas por lo adecuada para un experimento operativo que por su significado estrategico. Los objetivos mas importantes, como especificaban las directrices del mes de febrero, estaban en el Ruhr o sus alrededores, mas al oeste y dentro del alcance del
Gee, pero tambien tierra adentro, fuertemente protegidas y, frecuentemente, ocultas por los humos residuales de las industrias. De todas ellas, era Essen el gran atractivo; alli, en su centro, estaban las fábricas Krupp. Por más que lo intento, el Mando de Bombardeo no pudo reproducir alli su exito sobre Lübeck.
Los objetivos situados tierra adentro eran mucho mas dificiles de localizar que los costeros, porque por la noche lo mas facil de reconocer, si es que había algo visible en la naturaleza, era la diferencia entre mar y tierra. Tambien había otro tipo de dificultades que protegían el Ruhr y los varios objetivos a los que los alemanes daban máxima importancia. Si se volaba a menos de 3.000 metros de altura, las tripulaciones corrían riesgo de cegarse con los reflectores; ademas eran altamente vulnerables al fuego antiaereo. Si se volaba sobre los 3.000 metros o, mejor aun, sobre los 4.500, se reducían los anteriores riesgos, pero en cambio desde esa altura no había manera de identificar con la vista las areas correctas escogidas como objetivo. Teniendo en cuenta que los bombardeos por zonas, para tener exito, dependían de la capacidad de concentracion de los ataques sobre un punto o serie de puntos elegidos como blancos, no podían realizarse bombardeando aquellos en forma imprecisa. El
Gee no era todavía lo suficientemente exacto para permitir el bombardeo sin visibilidad, asi que para acertar en el blanco era aun necesario poder divisar el area donde se encontraban los objetivos: primero era necesario ver la zona, y luego era suficiente con distinguirla por los incendios producidos o tambien por las bengalas. Todo ello fue posible en el caso de Lübeck. Los ataques se hicieron volando a altitudes relativamente escasas, por lo que hubo gran numero de bajas, y la operacion se llevó a cabo en una noche de luna con la ayuda que significaba el poder distinguir perfectamente la linea de la costa. Pero el caso de Essen era de un orden totalmente distinto.
Otra dificultad era el efecto cada vez mas grave que producía sobre los bombarderos la aviacion alemana de caza nocturna. A principios de 1942, los cazas nocturnos producían, aproximadamente, el 1% de bajas en los efectivos atacantes del Mando de Bombardeo. Para el verano de ese mismo año, la proporcion había aumentado hasta el 3,5%. Durante el período de agosto a octubre de 1941, el 3,2% de los efectivos enviados sobre Alemania no regresaron, y de todas las tripulaciones que lo hicieron, el 1,4% informó haber sido atacado por cazas nocturnos. Durante el mismo período de 1942, la proporcion de perdidas aumentó al 5,3%, y la de supervivientes atacados por los cazas al 2,9%. Un 5% de pérdidas durante un período completo de tres meses era lo maximo que el Mando de Bombardeo podía permitirse si quería sobrevivir como arma bélica efectiva. Como el asunto no es en modo alguno evidente y como es, a su vez, de fundamental importancia para comprender la ofensiva estrategica de bombardeo, requiere una breve explicacion.
A las perdidas producidas en accion, es decir las tripulaciones que no regresaban a Inglaterra, había que añadir las bajas de aquellas tripulaciones que habían recibido heridas, y las de aquellas heridas o muertes en acciones posteriores al regreso o en simples vuelos de prueba no operativos e, incluso, las de los enfermos y las de aquellos que flaqueaban. Si por todas estas causas se perdía un 7% de las tripulaciones enviadas por el Mando de Bombardeo sobre territorio enemigo, y en el período de 3 meses antes mencionado cada tripulacion hacía alrededor de 30 incursiones, resultaba que, de 100 tripulaciones que empezaran un turno de 100 incursiones, 90 se perderían. Aparte del efecto moral, estaba la consideracion mas inmediata de lo que sería del Mando de Bombardeo cuando se llegara al punto en que practicamente todas las dotaciones de bombarderos fueran inexpertas. El verdadero significado de esto era que, cuando fuera que la proporcion de bajas del Mando se acercaran o superaran el 5% se imponía una cierta prudencia.
Las señales de radar, que empezaban a ser de gran ayuda para los bombarderos en la oscuridad, eran un arma de dos filos, pues tambien podían ser de gran ayuda para los cazas nocturnos y los cañones antiaereos alemanes. Por lo tanto, el Mando de Bombardeo se veía enfrentado no solo a mantener diseminadas las defensas germanas, sino tambien con el de confundirlas y destruirlas.
Un método para conseguir esto ultimo era aumentar el volumen y la intensidad de los ataques. Como los cazas nocturnos alemanes estaban organizados y dirigidos por zonas y cada caza operaba en un pasillo, era lógico suponer que, independientemente del numero de bombarderos que pasaran, serían derribados todos los aparatos que lo cruzaran, y ello servía de base a la esperanza de que al aumentar la intensidad de los ataques se reduciría el porcentaje de bajas. Por razones no muy diferentes, estas consideraciones eran aplicables tambien a los cañones antiaereos dirigidos por radar. Tambien había otra razon para aumentar la intensidad y frecuencia de los ataques. La posibilidad que se ofrecía era de que ante tales ataques, los servicios de rescate y los bomberos alemanes quedaran totalmente sobrepasados, dando con ello motivos para que el Mando de Bombardeo creyera que la magnitud de los destrozos producidos por toneladas de bombas arrojadas fuera aun mayor.
Por estas razones, el Mando de Bombardeo fijó sus miras en los siguientes puntos: utilizar un mayor numero de fuerzas, haciendolas atravesar Alemania en grupos mucho mas compactos; y hacer que los bombardeos se llevaran a cabo en espacios de tiempo mucho mas cortos que por ejemplo el de Lübeck, cuyo plan de ataque se hizo para una duracion de hora y media. Por la noche, los aviones de bombardeo, sin luces de navegacion, eran practicamente invisibles entre sí, salvo por destellos instantaneos; y si no fuera por alguna sacudida de vez en cuando, o por las corrientes de aire producidas por estos grandes aparatos, varios cientos de aviones podían perfectamente cruzar Alemania sin darse cuenta de la existencia de los otros, salvo cuando se incendiaban o se chacaban entre sí. Las tacticas de concentracion e intensificacion de los bombardeos dependían, por tanto, de la precision en los metodos de navegacion, cuestion tomada muy en serio por el Mando de Bombardeo. Venían en camino, como refuerzo del
Gee, nuevos e ingeniosos sistemas de ayuda a la navegacion. El Mando de Bombardeo suprimió el puesto de segundo piloto. El lugar vacante fue ocupado por bombarderos especializados, y los especialistas en navegacion sustituyeron a los antiguos observadores. La tripulacion de los cuatrimotores pesados quedo compuesta así: un piloto, un ingeniero de vuelo, un bombardero, un navegante, un operador de radio, un ametrallador en la cabina superior y otro en la trasera.
Las tecnicas de concentracion de bombardeos dependían tambien de la muestra de objetivos. Un metodo podía consistir en que las tripulaciones de mas experiencia mostraran el blanco a las demas dejando caer bengalas sobre él, como se hizo en Lübeck. Otro era el crear un cuerpo especifico, entrenado solamente para ese proposito. Despues de mucho discutir sobre los pros y contras de crear un
''Corps d'elite'', se eligió finalmente este ultimo método, y en agosto de 1942 nació la
''Pathfinder Force''. Sería equipada con tripulaciones minuciosamente escogidas, y provistas de los mejores y más modernos materiales.
Pero, en realidad, lo esencial para la intensificacion de los bombardeos se reducía solamente a cifras, y, en este sentido, el Mando de Bombardeo continuó, durante todo 1942, siendo muy debil. En noviembre de 1941 habían estado disponibles, por noche, un promedio de 506 aparatos con sus respectivas tripulaciones. En mayo de 1942, el numero bajó a 417 aparatos; y en enero de 1943 subió a 515. En estas condiciones puede parecer verdaderamente notable que el 30 de mayo de 1942, cinco minutos despues del mediodía, Sir Arthur Harris ordenara el ''Plan Mil de Colonia'' (
Thousand Plan Cologne). Esa misma noche, 1.046 bombarderos despegaron de Inglaterra para bombardear Colonia en la que fue, en su momento, la operacion aerea mas importante en la historia de la guerra. Para llevar a cabo esto, el comandante en jefe puso en juego todo el poderío ofensivo de que disponía e hizo reclutar todos los aparatos y tripulaciones dìsponibles; algunas de estas con muy poca experiencia y otras con más, pero equipadas con aparatos anticuados de las unidades de entrenamiento del Mando de Bombardeo. Fue como llevar una teoría a la practica sin que la primera tomara forma. Iba a ser un adelanto de lo que se podía hacer en adelante con un Mando de Bombardeo mucho mayor. Fue algo de un riesgo increíble, pero que acabó en un éxito memorable.
A las 5 de la mañana del día siguiente, el piloto de un
Mosquito que sobrevolaba la zona en mision de reconocimiento, a 7.000 metros, vió un palio de humo que llegaba hasta una altura de 4.500 metros en forma de nube cúmulo-nimbada. Una extension de 2.400.000 metros cuadrados de Colonia había sido devastada. 40 bombarderos no regresaron a su base, y 116 lo hicieron averíados. Por fin, el Mando de Bombardeo se había apuntado un éxito en el ataque a un objetivo de máxima importancia. Pese al fracaso de dos posteriores ''Ataques Mil'' hechos sobre Essen y Bremen, y pese al otoño e invierno descoranozadores y a lo costosas que, con frecuencia, eran sus acciones, el Mando de Bombardeo estaba ya verdaderamente bien orientado y se había centrado dentro de la gran estrategia bélica aliada.
El Estado Mayor del Aire estadounidense, al mando del general Henry Harley Arnold, no quedó muy impresionado por estos logros tanto como sus colegas británicos hubieran deseado. Esto era de un interes puramente academico, ya que la Octava Fuerza Aerea de EEUU estuvo creandose y fortaleciendose, durante el año de 1942, en bases inglesas preparandose para intervenir en la ofensiva de bombardeo estrategico contra Alemania.
Los americanos estaban decididos a montar su ofensiva a la luz del día, y pretendían que consistiera en atacar con precision puntos clave de la economía bélica alemana. Su concepto de bombardeo estrategico se parecía mucho a aquel con el que los británicos habían entrado en la guerra. Lo sorprendente era que la experiencia britanica de bombardeo en acción, que les hizo a estos dejar de llevar a cabo operaciones a la luz del día y adoptar las tacticas de bombardeo por zonas, había, sin embargo, dejado indemnes las doctrinas de los norteamericanos. Para ello había diversas razones. No cabe duda de que los americanos estaban decididos a que su contribucion en la ofensiva tuviera su propio sello. A pesar de que EEUU había ayudado enormemente al Mando de Bombardeo, por ejemplo proporcionando motores Merlin para ser instalados en los aviones
Lancaster, no hubo manera de agregar a la Octava Fuerza Aerea como refuerzo del Mando. Al igual que el ejercito del general Pershing en la I Guerra Mundial, hubo de ser un cuerpo de ejercito separado, formado y dirigido por americanos, dentro de la alianza militar. Ademas, los americanos habían desarrollado, y estaban a punto de introducir operativamente, un bombardero cuatrimotor de largo alcance; la ''Fortaleza Volante B-17''. Una version anterior, probada por el Mando de Bombardeo, no se encontró adecuada para el bombardeo nocturno, entre otras razones por las llamaradas que salían de sus tubos de escape. Los nuevos modelos enviados a Inglaterra, con armamento mucho mas potente que el de los bombarderos pesados británicos, eran aptos para volar a grandes alturas, por lo que parecían diseñados a proposito para vuelos diurnos. Ademas, al principio, las tripulaciones de los bombarderos estadounidenses iban muy bien entrenadas en lo referente a volar en formacion cerrada, pero muy poco en lo que se refiere a navegacion. Hay que mencionar tambien que gran parte de las doctrinas americanas sobre bombardeo se habían creado a raíz de algunas experiencias realizadas en Texas, donde la visibilidad a gran altitud era frecuentemente excelente. Por ultimo, los americanos no quedaron muy impresionados por los resultados de los bombardeos nocturnos hechos por los britanicos sobre Alemania en los años 1940-41, cuando, como nacion neutral, todavía tenían contactos diplomaticos y comerciales allí.
Bombardero y navegante de un B-17
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El jefe del Estado Mayor del Aire británico, Sir Charles Portal, estaba muy preocupado. Preveía, como amargos acontecimientos pronto demostrarían, que las teorías americanas que encomendaban a los bombarderos pesados la tarea de operar a plena luz del día, dependiendo para su supervivencia de sus propias defensas, iban a terminar en desastre. Hizo lo que pudo para convencerles de que debían dedicarse al bombardeo nocturno, pero pronto se dió cuenta de que los americanos estaban decididos a llevar a cabo la empresa de realizar sus bombardeos diurnos, y de que si continuaba oponiendose a tal plan, solo conseguiría la retirada americana de la ofensiva de bombardeo estrategico contra Alemania.
El punto de friccion entre el Mando de Bombardeo y la Octava Fuerza Aerea, entre Portal y Arnold e incluso, en ocasiones, entre Churchill y Roosevelt no era el de la precision o imprecision del bombardeo; todos deseaban que los bombardeos se hicieran con precision. Tampoco era si debían de hacerse bombardeos de tipo general o indiferenciado, o sea, atacar objetivos identificables cualesquiera que ellos fueran, o bombardear en forma selectiva, concentrandose sobre elementos particulares vitales de la organizacion enemiga hasta dislocarla. La divergencia era simplemente entre bombardeo nocturno o bombardeo diurno; entre lo que, desde el punto de vista británico, se veía como posible e imposible y lo que, desde la postura americana, parecía o no valer la pena. Lo irónico del caso es que, a pesar de la prudencia, prevision y valor mostrados por ambos bandos, ninguno de ellos vió, como los hechos pondrían de manifiesto mas tarde, cual era en verdad el punto mas importante. La mayor ironía del asunto es que, aun en el caso de que cualquiera de las dos teorías hubiera cedido ante la otra, ni la idea británica ni la estadounidense hubieran tenido completo exito por si solas.
Estas perspectivas, que habrían de irse aclarando al ir pasando de tristes experiencias a resultados triunfales, quedaban sin embargo y desgraciadamente para las fuerzas de bombardeo anglo-americanas, para un futuro aun lejano. En 1942, la unica incursion importante hecha sobre Alemania a la luz del día, fue efectuada por los británicos. El 17 de abril, el jefe de escuadrilla John Dering Nettleton condujo una formación de 12 bombarderos
Lancaster, pertenecientes al 5º Grupo, en un ataque de baja altura contra las factorías ''MAN'' en Augsburg, donde eran construidos motores para submarinos. De los 12 aparatos que partieron, solo 5 regresaron, y al jefe de escuadrilla Nettleton se le concedió la Cruz Victoria, aun cuando estuvo lejos de crear nuevas tacticas de guerra. En 1942, los bombardeos diurnos estadounidenses eran de otra naturaleza. Los ataques se hacían desde grandes alturas y en formacion, de forma que los bombarderos podían apoyarse mutuamente co fuego defensivo. Estos ataques estaban, ademas, limitados a los territorios ocupados por Alemania, ya que las defensas antiaereas establecidas en los objetivos alli ubicados eran solo de relativa importancia. Los raids empezaron el 17 de agosto de 1942, cuando 12 bombarderos de la Octava Fuerza Aerea atacaron las zonas de aprovisionamiento y distribucion de materiales de Rouen sin una sola baja.
CONTINUA