José Luis escribió: El 24 de enero de 1943 el presidente estadounidense F. D. Roosevelt, en conferencia de prensa en Casablanca, resumió los acuerdos de la llamada Conferencia de Casablanca. En su discurso “coló” como objetivo irrenunciable de la guerra para los aliados la exigencia de la “rendición incondicional” del Eje: Alemania, Japón e Italia.
Estoy leyendo una de tantas lecturas que tengo pendiente y, como resultado, retomo este tema en un asunto que tiene que ver con las citas de referencia.beltzo escribió: Según el propio Churchill aunque algo se había mencionado en la conferencia de Casablanca el anuncio de Roosevelt ante la prensa de la exigencia de rendición incondicional le cogió por sorpresa.
Elena Agarossi es profesora de Historia Contemporánea en la Universidad de Aquila y en la Escuela Superior de la Administración Pública en Roma, y entre sus obras publicadas está A Nation Collapses. The Italian Surrender of September 1943 (New York: Cambridge University Press, Paperback edition, 2006), obra que fue publicada originalmente en italiano en 1993 y en inglés en 2000, y que actualmente estoy leyendo.
Al tratar el tema de la supuesta improvisación de la “rendición incondicional” por Roosevelt y la supuesta sorpresa de Churchill ante ese comunicado, Agarossi desmonta el mito gestado por esos dos líderes políticos. Tanto Roosevelt como Churchill subrayaron más tarde “la naturaleza improvisada e incluso accidental de la decisión”. Roosevelt confió a su amigo y confidente Harry Hopkins que la idea le había surgido de improvisto, mientras que Churchill declaró en la Cámara de los Comunes el 21 de julio de 1949 que había oído esa expresión (Rendición incondicional) por vez primera cuando Roosevelt la pronunció en la conferencia de prensa en Casablanca.
Agarossi afirma, y demuestra, que dicha decisión no fue espontánea ni casual, sino que fue la consecuencia de una política previamente elaborada. Roosevelt no fue el primero en usar esa expresión, sino que, probablemente, la primera vez que se utilizó fue en una reunión del Subcomité sobre Problemas de Seguridad (nombrado por el Departamento de Estado en mayo de 1942), donde se concluyó que “debería buscarse la rendición incondicional más que un armisticio de los principales enemigos, Alemania y Japón, excepto quizás Italia”. Roosevelt fue informado de esas conclusiones y, por tanto, el Departamento de Estado había establecido, a pesar de algunas diferencias entre militares y funcionarios del mismo Departamento de Estado (como el propio secretario de estado), la rendición incondicional mucho tiempo antes de la Conferencia de Casablanca.
En un documento preparado por el mencionado subcomité del Departamento de Estado en noviembre de 1942 se establecieron los principios que debían aplicarse a la ocupación de Italia en el probable supuesto de que “(se) terminaran las hostilidades por la rendición incondicional del enemigo”. Estos principios se aplicaron tras el armisticio con Italia en septiembre de 1943 (salvo la imprevista ocupación alemana de parte del territorio italiano), por lo que es interesante exponer la parte central del mismo:
Es la previsión de las Naciones Unidas que las hostilidades terminarán con la rendición incondicional del enemigo. A esto seguirá, en el caso de Italia, la ocupación militar del país. Los siguientes principios son considerados como aplicables a tal ocupación:
1.Italia debería se ocupada por una fuerza móvil de tamaño moderado, estacionada en centros estratégicos por todo el país pero con pleno poder para moverse libremente adonde fuese necesario.
2.Esta fuerza debería estar unificada bajo un único mando y debería estar compuesta de fuerzas americanas y británicas operando en el teatro europeo.
3.Aunque las políticas generales de la administración de la ocupación serán formuladas por las autoridades políticas de las Naciones Unidas, el comandante militar debería tener absoluta autoridad, dentro del alcance de esas políticas, sobre todo el territorio ocupado.
4.El comandante militar debería tener el poder de cursar decretos, establecer tribunales, ejercer el poder político y remover funcionarios locales que no cooperen lealmente con su administración....
5.Si será reconocido o no un gobierno nacional italiano...........será determinado por las autoridades políticas de las Naciones Unidas en consulta con el comandante militar.
En diciembre de 1942, los Jefes de Estado Mayor Conjunto sugirieron que no se ofreciera ningún armisticio a Alemania, Japón, Italia o sus países satélites hasta que aceptasen la “rendición incondicional” de sus fuerzas armadas. En una reunión de Roosevelt con estos últimos el 7 de enero de 1943, antes de partir para Casablanca, el presidente americano repitió su intención de presentar la idea de “rendición incondicional” como la base de los objetivos americanos.
Agarossi dice que Churchill, en sus memorias, alteró sus declaraciones anteriores de que no había sido informado de las intenciones de Roosevelt al respecto. Durante la conferencia, Roosevelt planteó a Churchill la cuestión de si la rendición incondicional debería adoptarse en el caso italiano. Ambos habían pensado exigir dicha condición a Alemania y Japón, y excluir a Italia para animar una ruptura dentro del propio país, es decir, para buscar una paz por separado con Italia. Churchill telegrafió al Gabinete de Guerra pidiendo su opinión; la respuesta fue de exigir igualmente a Italia la rendición incondicional, pues “sería un error hacer una distinción entre los tres socios del Eje”.
Para una mayor abundancia, véase la página 20 y siguientes del libro citado.
Agarossi dice que la razón principal (no la única) para exigir la rendición incondicional por parte de Roosevelt&Churchill fue la de asegurar a Stalin la voluntad de los gobiernos occidentales de continuar la guerra hasta la derrota total de Alemania (y de paso evitar la posibilidad de que Stalin firmase una paz por separado con Hitler, posibilidad abierta en los primeros meses de 1943).
Saludos cordiales
JL