Bloqueo y contrabloqueo, la partida decisiva.

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SMS Derfflinger
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Re: Bloqueo y contrabloqueo, la partida decisiva.

Mensaje por SMS Derfflinger » Mié Dic 08, 2021 7:05 pm

Johann Heinrich Graf von Bernstorff

Al contrario que todos los personajes cuya biografía hemos leído hasta el momento, el Conde Bernstorff no escribió un libro con sus memorias, escribió dos; uno llega a preguntarse si en la derrotada Alemania había suficiente existencia de papel para que las editoriales pudiesen publicar tantas memorias como las escritas durante aquellos años. La primera de ellas se titula “My Three Years in America”, que en realidad sabemos fueron más de ocho como Embajador en Estados Unidos, pero con buen criterio a mi entender, el autor se ciñe a los tres años de guerra. Pese a ser un tocho de 400 páginas no resulta una lectura plúmbea, me atrevo a recomendarla, y para aquellos interesados en las relaciones entre el Imperio alemán y Estados Unidos durante la Gran Guerra, resulta imprescindible. Algunos pasajes ya se han tratado en el hilo y no voy a repetirlos, pero otros merecen nuestra atención porque resultan bastante reveladores de las diferencias de criterio existentes durante todo el conflicto entre la facción política o diplomática encabezada por Bethmann-Hollweg y los altos mandos militares, con Guillermo II como árbitro, ya conocemos el resultado. En la pluma de Von Bernstorff: “Parece que nuestro destino fue que todas nuestras decisiones más importantes de la guerra fueron el resultado de consideraciones militares y no políticas. En el lado de la Entente ocurrió lo contrario, y es por eso que, aunque sufrió muchos reveses militares, ganó la guerra”. Clemenceau lo hubiese resumido en “La guerra es un asunto demasiado serio para dejarlo en manos de los militares”.

También resulta reseñable el siguiente texto de su obra: “Como ya he señalado, el factor que en mi opinión fue en gran medida responsable de determinar el rumbo que finalmente adoptamos fue la subestimación e ignorancia sobre Estados Unidos, que estaba tan extendida en Alemania. Desde el primer momento el problema no fue entendido adecuadamente por la nación alemana, se pasó por alto el hecho de que la batalla más importante de la guerra estaba teniendo lugar en Washington, y cuando la tragedia llegó a su punto culminante, nadie creía que, con todo su poder político, militar y económico, los Estados Unidos de América entrarían en guerra”.

Cuando Bernstorff hubo de abandonar Washington recibió el siguiente mensaje del Coronel House: "Es muy triste que su Gobierno haya declarado la guerra submarina irrestricta en un momento en que estábamos tan cerca de la paz. Llegará el día en que la gente en Alemania verá cuánto ha hecho por su país en Estados Unidos". Apreciación errónea por parte del Coronel, no solo porque la recepción una vez en Alemania no fue precisamente amistosa, incluso después de la guerra, en el Comité de Examen de la Asamblea Nacional, donde debían estudiarse los hechos que llevaron a la caída del Imperio, pero que en la práctica no sirvió de nada, el General Ludendorff tuvo la caradura de acusar a Bernstorff de ser el principal responsable de la entrada en guerra de Estados Unidos. El Conde se defendió con los siguientes tres puntos ante el Comité, irrefutables:

(1) Que deseaba aceptar la oferta de mediación del Sr. Wilson.

(2) Que el Gobierno, el Emperador, el Cuartel General o cualquier persona responsable de tener la última palabra no quiso aceptar la oferta de mediación del Sr. Wilson, con el fin de declarar la guerra submarina sin restricciones en su lugar.

(3) Que las Autoridades Navales se habían declarado en condiciones de obligar a realizar una oferta de paz por parte de Inglaterra en cinco meses a partir del 1 de Febrero.

También resulta interesante conocer el amplio resumen que Bernstorff hace de los condicionantes que le llevaron a defender su política durante la guerra:

(1) Ya no era posible lograr una victoria decisiva de Alemania después de la primera Batalla del Marne, es por eso que la política alemana debería haberse dirigido hacia la obtención de "Paz sin Victoria" y, como resultaron las cosas, tal hecho solo se obtendría por medio de la mediación estadounidense.

(2) La personalidad del Sr. Wilson no jugó un papel decisivo en la determinación de mi actitud. Nunca computé su amistad personal porque lo conocía demasiado bien para suponer que era capaz de tendencias proalemanas. No esperaba nada más de él que jugase el juego de Estados Unidos, el de Estados Unidos y el de ningún otro país, respaldado por la opinión pública de los Estados Unidos. La política estadounidense persiguió el objetivo de una "paz sin victoria" desde el punto de vista de la política práctica, para que ni Alemania ni Inglaterra puedan alcanzar una posición superlativamente poderosa. Una "paz sin victoria" de este tipo, bajo el patrocinio estadounidense, habría dejado a Estados Unidos en la posición indiscutible de la primera potencia política en el mundo. A esto se agregaron otras razones de naturaleza idealista, debido al hecho de que tanto el Sr. Wilson como la gran mayoría del pueblo estadounidense deseaban poner fin al derramamiento de sangre.

(3) El comienzo de la campaña irrestricta submarina estaba destinado, como se había desarrollado, a conducir automáticamente a la ruptura de las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos.

(4) Tal como estaban las cosas en Estados Unidos, la ruptura de las relaciones diplomáticas estaba igualmente obligada automáticamente a provocar una guerra con los Estados Unidos.

(5) La guerra con los Estados Unidos tuvo que evitarse a toda costa, porque la ayuda de Estados Unidos significaba darle a nuestro enemigo una preponderancia de poder tan abrumadora, que la derrota alemana se convirtió en una certeza absoluta.

(6) La situación política era tal que la aceptación de la oferta estadounidense de mediación era el único medio para evitar que Estados Unidos entrara en la guerra.

(7) Si Estados Unidos no hubiese entrado en la guerra, la Entente no estaba en condiciones de vencernos.

(8) Si el Sr. Wilson hubiera logrado llevar a las dos partes beligerantes a la mesa de negociaciones, se habría concluido una especie de Hubertusburg Peace (en referencia al Tratado de Hubertusburg, uno de los que puso fin a la Guerra de los Siete Años). A la vista de la situación, una paz desfavorable para nosotros era impensable. ¿Quién, en ese momento, podría habernos obligado a aceptar términos que considerásemos incompatibles con la posición de Alemania en el mundo? Herr Helfferich, ante el Comité de Examen de la Asamblea Nacional, expresó la opinión de que al final el Sr. Wilson nos habría forzado a la paz con la culata de un rifle. ¿Pero de dónde habría obtenido este poder? No tenía ninguno, y le llevó un año crear un Ejército. Nadie que esté familiarizado con los Estados Unidos puede creer que hubiera sido posible conducir a los estadounidenses a la guerra una vez que se hubiera organizado una Conferencia de Paz. Para entonces, solo habría sido una cuestión de decidir el destino de uno o dos trozos de territorio o colonias, en los que los estadounidenses no habrían sentido el más mínimo interés. Naturalmente deberíamos haber tenido que devolver Bélgica, aceptar el programa de desarme, etc., pero ya nos habíamos declarado listos para tomar estas medidas y, en lo que respecta al desarme, esta reforma era inevitable en vista de la posición económica de todos países involucrados. Si Estados Unidos no hubiera entrado en la guerra, nadie podría habernos obligado a aceptar términos menos ventajosos que el status quo anterior, posiblemente con alguna compensación mutua.

Resumiendo con las propias palabras de Bernstorff: “Querían convertirme en el chivo expiatorio de la entrada de Estados Unidos en la guerra, y esto, a pesar del hecho de que todo lo que había profetizado con respecto a la política estadounidense había demostrado ser correcto, y todo lo que mis oponentes habían profetizado había resultado equivocado”.

Tras permanecer algunos meses ocioso y a media paga, el Conde fue llamado de nuevo por el Ministerio de Asuntos Exteriores para ocupar el puesto de Embajador en el Imperio Otomano en Septiembre de 1917, vivencia que trata en su obra “Memoirs of Count Bernstorff”. Allí se preocupó por el exterminio armenio, relatando una conversación al respecto con el Gran Visir Talat Pasha, que ante las protestas del Embajador respondió con macabra ironía: “¿Qué es lo que quieres? La cuestión está resuelta, no hay más armenios”.

Después de la guerra Scheidemann le ofreció el puesto de Ministro de Asuntos Exteriores, pero rechazó la propuesta y fue uno de los miembros fundadores del Partido Democrático Alemán, cuya base social eran empresarios de clase media, funcionarios, docentes, científicos y artesanos, por lo que también fue conocido como el partido de “los judíos y los profesores”, que obtuvo un buen resultado en las elecciones de 1919 con más de 18% de los votos, pero que se fue diluyendo con el paso de los años. Bernstorff ocupó asiento en el Reichstag entre 1921 y 1928, siendo defensor de la creación de un Estado judío en Palestina. También fue miembro de la delegación alemana en la Sociedad de Naciones y, ante el cariz que estaba tomando la situación política en Alemania, en 1933 se exilió en Ginebra, lo que sin duda prolongó su vida, pues Hitler era uno de quienes se habían autoconvencido de las falacias de Ludendorff y acusaba a Bernstorff de ser “uno de esos hombres con la culpa y la responsabilidad del colapso de Alemania". Finalmente el Conde falleció el 6 de Octubre de 1939 a la edad de 76 años, posiblemente apenado de volver ver a su patria involucrada de nuevo en una Guerra Mundial.

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Johann Heinrich Graf von Bernstorff en Ginebra.

SMS Derfflinger
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Re: Bloqueo y contrabloqueo, la partida decisiva.

Mensaje por SMS Derfflinger » Mié Dic 08, 2021 7:15 pm

Bibliografía.

El Mar en la Gran Guerra - Luis de la Sierra.
Submarinos alemanes en la Gran Guerra - Cristino Castroviejo.
Castles of Steel - Robert K. Masie.
A naval history of WWI - Paul G Halpern.
The Rules of the Game - Andrew Gordon.
The Grand Fleet 1914-16 - John Jellicoe.
The German 1918 offensives - David Zabecki.
The Kaiser's Memoirs, Wilhelm II, Emperor of Germany, 1888-1918 - Guillermo II.
My War Memoirs, 1914-1918 - Erich Ludendorff.
Reflections on the World War - Theobald von Bethmann-Hollweg.
My Memoirs - Alfred von Tirpitz
My Three Years in America - Johann Heinrich Graf von Bernstorff
Germany's High Sea Fleet in the World War - Reinhard Scheer.

http://www.inquiriesjournal.com/article ... eprivation
https://en.wikipedia.org/wiki/Zimmermann_Telegram
https://en.wikipedia.org/wiki/Wilhelm_I ... an_Emperor
https://es.wikipedia.org/wiki/Theobald_ ... nn-Hollweg
https://en.wikipedia.org/wiki/Erich_Ludendorff
https://en.wikipedia.org/wiki/SM_U-35_(Germany)

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Re: Bloqueo y contrabloqueo, la partida decisiva.

Mensaje por SMS Derfflinger » Mié Dic 08, 2021 7:18 pm

Por fin doy por terminado este hilo, más bien un libro, pues contiene más de 50.000 palabras, lo que vendrían a ser al menos 150 páginas en un formato tipo Osprey. Mis felicitaciones (y agradecimiento) para quien haya logrado concluir su lectura sin quedarse dormido...

Saludos.

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José Luis
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Re: Bloqueo y contrabloqueo, la partida decisiva.

Mensaje por José Luis » Mié Dic 08, 2021 11:06 pm

¡Hola a todos!

Estimado SMS Derflinger:

En primer lugar quiero agradecerte el trabajo que te has tomado en trasladar a nuestro foro este tu estudio sobre el bloqueo y contrabloqueo de las potencias beligerantes en la Gran Guerra de 1914-18. Lo he seguido con interés, aunque hoy me he dado un atracón.

En segundo lugar quisiera comentar mis impresiones generales sobre este estudio.

Para empezar, habré de decirte que excede con mucho los límites que gobiernan normalmente la extensión de un artículo, y se asemeja más a una especie de disertación. Creo que podrías haber dejado al margen muchas de las extensas exposiciones periféricas que acompañan y alargan innecesariamente tu disertación, centrándote en el tema a tratar (el bloqueo naval británico [el francés no lo has tocado] y el contrabloqueo de los sumergibles alemanes). Las derivas (esto es, el contexto) siempre son necesarias, pero no para extenderse en ellas (porque entonces se corre el riesgo de que el lector pierda el correcto seguimiento del tema central de la disertación), sino para encuadrar someramente dentro del cuadro estratégico general el tema que se trata en particular. O simplemente señalarlas acompañadas de una llamada para citar la bibliografía para quien quiera profundizar en ellas. Por otra parte, esta sección de “Tribuna” ofrece la posibilidad de, una vez expuesto el artículo, profundizar en los asuntos que sólo se han comentado de pasada. Recapitulando, creo que la exposición que has hecho habría sido mucho más útil y acorde a esta sección del foro si hubieras metido la tijera en una buena parte de la misma para dejarla reducida a un artículo más o menos extenso.

La parte más interesante de tu exposición, a mi juicio, es la que se centra en las dificultades diplomáticas que determinaron las decisiones (en uno y otro sentido) que tuvieron que abordar y tomar las diferentes agencias institucionales (los ministerios de exteriores británico y alemán y sus respectivos almirantazgos, fundamentalmente) respecto del grado y alcance del bloqueo naval británico y del contrabloqueo alemán. En esto cabe resumir que ninguno de los dos bandos pudo liberarse de los problemas (repercusiones) que entrañaba un bloqueo naval total, o su contrapartida de una guerra submarina sin restricciones, con los países neutrales, especialmente Estados Unidos. Como suele suceder en todas las guerras, las cuestiones legales (el derecho internacional y los diferentes tratados afectos) quedan superadas (violadas) por las necesidades y objetivos imperiosos de la guerra. Si estas acciones de bloqueo y contrabloqueo no fueron a más hasta 1917, no fue por cuestiones legales ni morales sino por pura conveniencia y temor a las repercusiones que provocarían.

El bloqueo naval británico y francés fue un factor importante para socavar el esfuerzo de guerra alemán, pero no fue el factor determinante para la victoria de la Entente sobre las Potencias Centrales. Sobre todo si tenemos en cuenta que los efectos del bloqueo naval contra Alemania se agravaron sustancialmente por, me atrevería a decir, el desdén con que los líderes políticos y militares alemanes mostraron a la hora de corregir esos efectos de cara a la población alemana. Las advertencias de Rathenau ante este desdén cayeron en saco roto, y las consecuencias del bloqueo naval en la sociedad alemana se agravaron todavía más. Sobre esta cuestión remito a C. Paul Vicent, The Politics of Hunger. The Allied Blockade of Germany, 1915-1919 (1985), donde se trata especialmente la época en que el bloqueo aliado sí tuvo un efecto devastador sobre la sociedad alemana, esto es una vez acabada la guerra. Y ya que cito bibliografía, me ha extrañado en la bibliografía que has citado al final, SMS Derfflinger, no ver ningún monográfico sobre el bloqueo naval, por lo que me permito incluir dos libros que considero muy importantes. El primero es de Eric W. Osborne, Britain's Economic Blockade of Germany, 1914-1919 (Frank Cass, 2004), y el segundo de Lance E. Davis y Stanley L. Engerman, Naval Blockades in Peace and War. An Economic Histoy since 1750 (Cambridge University Press, 2006), cuyo capítulo 5 (International Law and Naval Blockades during Worl War I), pp. 159-238, es un magnífico resumen del tema, acompañado de unos cuadros estadísticos esclarecedores. Por cierto, el de la Tabla 5.3 (p. 169) muestra las pérdidas británicas de navíos mercantes entre agosto de 1914 y noviembre de 1918, mes a mes, año a año, pérdidas en tonelaje bruto de toda clase de barcos. El mes de mayores pérdidas es abril de 1917 con 526.447 toneladas, siendo igualmente 1917 el peor año con un total de 3.660.054 toneladas (1914: 252.378; 1915: 885.471; 1916: 1.231.867; y 1918: 1.632.228). El total de 1914-1918 fue de 7.661.998 toneladas. Pero hay otra tabla, la 5.7, que expone las pérdidas mercantes de los países aliados y neutrales, las cuales, incluyendo las pérdidas británicas ya citadas y que también se incluyen aquí, montan un total de 12.543.393 toneladas desde agosto de 1914 a noviembre de 1918. Me imagino que estos dos libros serían de gran interés para el autor de esta disertación.

Un punto que no se ha profundizado lo suficiente es el asunto del telegrama Zimmermann, que jugó un papel realmente determinante en el proceso conducente a la declaración de guerra de Estados Unidos. Para ello remito a Thomas Boghardt, The Zimmermann Telegram. Intelligence, Diplomacy, and America's Entry into World War I (Naval Institute Press, 2012).

Con estos comentarios generales sobre la exposición de SMS Derfflinger, que están muy lejos de pretender ser una crítica a un trabajo laborioso, profuso y encomiable, pongo fin a mi intervención agradeciendo una vez más a SMS Derffliger su valiosa aportación.

PD.: Deberías subsanar el gazapo cometido en tu gráfico sobre las huelgas. Como su título en inglés indica son numero de huelguistas (strikers) y horas perdidas, no número de huelgas (strikes). Le faltarían muchísimos días al año para acoger tal número de huelgas.

Saludos cordiales,
JL
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Re: Bloqueo y contrabloqueo, la partida decisiva.

Mensaje por José Luis » Jue Dic 09, 2021 9:23 am

¡Hola a todos!

Se me olvidó comentar una nota que había tomado en referencia al plan de mayo de 1914 comentado por SMS Derfflinger de los 220 sumergibles necesarios para una campaña exitosa en la guerra contra los mercantes. Según leí, el estudio fue realizado por el Kapitänleutnant Ulrich-Eberhard Blum y resumido verbalmente a Tirpitz en mayo. La nota que hice se refiere a los paralelismos que hay entre decisiones de calado tomadas durante el II Reich y el III Reich, en este caso sobre los sumergibles. Recuerdo que Dönitz, en sus memorias (Diez Años y Veinte Días. Esfera de Los Libros, 2005, p. 59-60), señalaba la necesidad, según su criterio, de contar con un frente submarino de 300 unidades, de las cuales 100 estarían en todo tiempo en los astilleros para reparación y mantenimiento, otras 100 estarían en rumbo hacia la zona de operaciones, y las otras 100 estarían en la zona de operaciones actuando contra el enemigo. "Con este número creía yo que se lograrían éxitos decisivos en la guerra comercial que se riñese contra el adversario".

En ambas situaciones (bajo Guillermo II y bajo Hitler) las decisiones fueron concentrarse en la construcción de barcos capitales (aunque el Plan Z bajo Hitler contemplaba la construcción de 230 submarinos, si bien dicho plan se estimaba que estaría completo en 1948), descuidando la construcción de submarinos. Sólo que bajo Hitler ya se tenía la experiencia de los sumergibles alemanes y su guerra contra los mercantes durante 1914-18, experiencia de la cual, y como en tantas otras, parece que no se extrajeron las lecciones correctas.

La Kriegsmarine inició la guerra (1-9-1939) con 46 sumergibles, de los cuales "sólo 22 resultaban aptos para poder hacer incursiones en el Atlántico. Los demás submarinos eran unidades pequeñas de 250t y, a causa de su corto radio de acción, sólo podían utilizarse en la zona del Mar del Norte. Esto significaba, por tanto, que en realidad sólo podría haber de 5 a 7 submarinos operando en el Atlántico contra el enemigo. La dura realidad mostró más tarde que aún había que reducir este número al verdadero de 2 submarinos actuantes. (...) Hasta febrero de 1941 no podríamos contar con 22 submarinos en el frente" (Dönitz, 80-81).

En agosto de 1914 la Kaiserliche Marine contaba con 25 sumergibles capaces de operar en altamar, aunque de los cuales 15 tenían motores a gasolina y un alcance (de operaciones) limitado. (Andreas Michelsen, Der U-Bootskrieg, 1914-1918. Koechler, 1925, p. 2).

En ambas situaciones, 1914 y 1939, asombra la osadía de los dirigentes alemanes de pretender convertirse en una potencia mundial sin contar con algo semejante a una Royal Navy. Bajo Guillermo II, y bajo sus antecesores, Bismarck y sus jefes de EMG sabían con certeza que Alemania saldría perdedora en una guerra larga (y en dos frentes), mientras que Hitler, que parecía haber tomado nota de ello, rompió esa regla cuando atacó a la Unión Soviética en 1941.

El estudio de SMS Derfflinger me ha hecho recordar un montón de similitudes más.

Saludos cordiales
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Re: Bloqueo y contrabloqueo, la partida decisiva.

Mensaje por SMS Derfflinger » Jue Dic 09, 2021 2:18 pm

Hola José Luis, gracias por comentar.

Ya lo hablamos en privado, desconocía las Normas de este Subforo, de otro modo hubiese podido trasladar otro artículo menos extenso que este, que como te avisé consta de más de 50.000 palabras. Lo de meter la tijera no me convence porque el resultado me agrada tal y como está, además de cumplir el objetivo que me marqué al escribirlo, que no es otro que tratar de forma minuciosa los hechos que dieron lugar al bloqueo y a la respuesta alemana, otorgando mucho espacio a las declaraciones de los protagonistas de la trama, de tal modo que no queden dudas sobre las posiciones de cada cual. Me centro principalmente en el bando germano, pues la lucha soterrada entre la facción político/diplomática y los Altos Mandos militares resulta en última instancia decisiva para el resultado del conflicto, y en mi opinión, no hay lugar a dudas sobre quiénes tenían razón y quiénes, con sus errores, llevaron al Imperio a la derrota. Como dice Sebastian Haffner, con la segunda campaña submarina irrestricta, se comete el mismo error que con la invasión de Bélgica; por la posibilidad de eliminar a un rival, finalmente frustrada, se asegura sumar a tus enemigos un rival igual o más poderoso. Por último, debo decir que disfruté escribiendo este trabajo, más que con otros mucho más "técnicos" (lo que no quita para que el resultado de estos últimos pueda haberme dejado más satisfecho, pero una vez concluidos), lo que no deja de resultar importante, al menos para mí... :-)

Respecto al telegrama Zimmerman, que tiene su espacio dentro del relato, no lo considero tan importante, salvo como el detonante final, que en mi opinión se hubiese producido igualmente tras la ruptura de relaciones diplomáticas, ya sea a raíz del torpedeamiento de un buque de pasajeros o de varios mercantes estadounidenses con su cúmulo de bajas; lo dijo claramente Wilson al leer el comunicado alemán anunciando la reanudación de la campaña submarina irrestricta: "Esto significa la guerra".

El bloqueo sí resultó muy importante para la victoria final de los Aliados, en el Frente porque sus tropas estaban mejor alimentadas (4.000 calorías diarias por 2.700 a finales de 1917), en la retaguardia porque los obreros alemanes debían contentarse con solo mil calorías, doblando turnos para poder conseguir algún sobresueldo con el que poder comprar alimentos en el mercado negro. Pero lo peor fue, como comento en el artículo, la respuesta germana al mismo, pues una buena campaña propagandística mostrando los parecimientos de la población debido al bloqueo del hambre en lugar de las sucesivas campañas submarinas, hubiese podido lograr la simpatía de los países neutrales, en especial Estados Unidos, y ya sabemos que Gran Bretaña estaba dispuesta a aflojar el bloqueo antes de enturbiar las relaciones con el gigante americano. A los alemanes también les faltó olfato en lo referente al derrumbe ruso, que se produjo poco después de declarar la segunda campaña submarina irrestricta, y que abría nuevas posibilidades de obtener materias primas y alimentos; el propio Tirpitz admitió que, de saber que Rusia caería, lo mejor hubiese sido no iniciar la campaña submarina.

La propuesta de Donitz de construir 300 submarinos en lugar de una potente flota de superficie tiene su lógica en el periodo de entreguerras, no así en los años anteriores a la Gran Guerra, pues por entonces el submarino era un arma poco más que experimental, y ninguna Armada podía basar su poder en los sumergibles. Respecto a que el Imperio alemán pretendiese convertirse en una potencia mundial en 1914, no puedo estar de acuerdo, porque ya era una de las principales potencias mundiales, amén de que no fue la principal culpable de que estallase el conflicto, culpa que en mi opinión recae principalmente en el Imperio habsburgo. Y en 1914 tenía todas las bazas para vencer una guerra en dos frentes, pero solo ante Francia y Rusia, el error fue ocupar Bélgica y con ello sumar Gran Bretaña a sus enemigos. Por lo demás sí tenía algo parecido a la Grand Fleet en 1914, pues para entonces la Hochseeflotte, aunque ligeramente inferior en número, contaba con mejores buques y podría haber logrado la victoria para finales de ese año, una vez asignados los clase Konig, si se hubiese hecho caso a Von Tirpitz y buscado la batalla. A partir de 1915, según se fueron asignando los Queen Elizabeth y más adelante los Revenge, la balanza se desequilibró definitivamente.

Saludos.

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Re: Bloqueo y contrabloqueo, la partida decisiva.

Mensaje por José Luis » Vie Dic 10, 2021 12:10 am

¡Hola a todos!
SMS Derfflinger escribió: El bloqueo sí resultó muy importante para la victoria final de los Aliados...
Como ya escribí: “El bloqueo naval británico y francés fue un factor importante para socavar el esfuerzo de guerra alemán, pero no fue el factor determinante para la victoria de la Entente sobre las Potencias Centrales”.

No escribí lo anterior por capricho. Si has seguido el desarrollo historiográfico sobre esta tema, verás que, sobre todo en el Reino Unido, el bloqueo naval sobre Alemania fue considerado el factor clave para la victoria final. Esta creencia es un mito desmontado en la historiografía actual. Hay hoy en día un consenso general entre los historiadores en cuanto a que “el bloqueo distante de Gran Bretaña fue un arma efectiva en el arsenal aliado, pero, a diferencia del bloqueo estadounidense del continente japonés en la IIGM o la bomba atómica, no fue un arma que por sí misma pudiera haber traído la guerra a un fin”.(“Britain’s distant blockade was an effective weapon in the Allied arsenal, but, unlike the American blockade of the Japanese mainland in World War II or the atomic bomb, it was not a weapon that by itself could have brought the war to an end” (Davis y Engerman, Op. Cit., p. 214).

El factor determinante para la victoria aliada fue, sin duda, la entrada en la guerra de Estados Unidos. Este hecho acabó por inclinar la balanza absolutamente del lado de la Entente. Con ello no estoy infravalorando los efectos del bloqueo naval aliado, pero sí intento despojarlos del mito que lo acompañan.
SMS Derfflinger escribió: Respecto a que el Imperio alemán pretendiese convertirse en una potencia mundial en 1914, no puedo estar de acuerdo, porque ya era una de las principales potencias mundiales, amén de que no fue la principal culpable de que estallase el conflicto, culpa que en mi opinión recae principalmente en el Imperio habsburgo.
Bueno, el II Reich no tenía más de 43 años en 1914, y aunque se había convertido desde su unificación en 1871 en una de las principales potencias europeas, estaba lejos todavía de ser una potencia mundial comparable a Gran Bretaña. A ello aspiraba.

Yo no estoy entre quienes creen y defienden que la principal responsabilidad (o culpa como se denominó el la retorcida cláusula del Tratado de Paz de Versalles) del inicio de la IGM recaiga en Alemania. Cada país tuvo su parte de responsabilidad en el camino hacia la guerra, unos más que otros. Y Alemania no estuvo entre los que menos. Austria-Hungría, que contaba con el apoyo alemán, declaró la guerra a Serbia con la esperanza de hacer una guerra localizada y corta (una especie de tercera guerra de los Balcanes), pero Serbia contaba con una alianza militar de Rusia, que fue el país que primero movilizó a su ejército (y la movilización, no lo olvidemos, equivalía a la guerra). Esta movilización rusa provocó una reacción en cadena de movilizaciones, entre ellas la de Alemania. La primera operación militar ofensiva de la guerra corrió a cargo del ejército francés contra Alsacia y Lorena. Así que aquí hay para dar y repartir, pero no es tema de debate en este hilo.
SMS Derfflinger escribió: Y en 1914 tenía todas las bazas para vencer una guerra en dos frentes, pero solo ante Francia y Rusia, el error fue ocupar Bélgica y con ello sumar Gran Bretaña a sus enemigos.
Bueno, tampoco es éste un tema de debate en este hilo, pero merece al menos un comentario de mi parte ante tal aventurada afirmación. No sé en qué te basas para decir lo que has dicho. No hubo ningún plan de guerra alemán contra Francia (ya fuera comenzando con Moltke el Viejo, siguiendo por Waldersee, Schlieffen o Moltke el Joven), en un solo frente o en dos frentes, que no contara con la violación de la neutralidad belga. Y como no hubo jamás tal plan de guerra, ya me dirás en qué te basas para decir que todas las bazas jugaban a favor de Alemania para vencer en una guerra de dos frentes (lo de dos frentes resulta obvio porque en 1914, dado el estado de alianzas, era imposible una guerra generalizada en un solo frente). Los estudios y juegos de guerra del EMG alemán sobre una guerra contra Francia y Rusia (que tuvieron varias variantes, ofensivas y defensivas, con prioridad en el Este o con prioridad en el Oeste), incluyeron siempre en su variante ofensiva Oeste a Bélgica (y en algunos casos también a los Países Bajos). Por tanto no tiene mucho sentido decir o inferir que el plan de guerra alemán que finalmente se adoptó tenía todas las bazas de la victoria y decir al mismo tiempo que su error fue invadir Bélgica, cuando esta invasión formaba parte, y era pieza esencial, del plan. Sin la invasión de Bélgica, sólo cabía una estrategia defensiva.

Saludos cordiales
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Re: Bloqueo y contrabloqueo, la partida decisiva.

Mensaje por SMS Derfflinger » Vie Dic 10, 2021 2:27 am

El factor determinante para la victoria aliada fue, sin duda, la entrada en la guerra de Estados Unidos.
En esto estamos de acuerdo, de hecho casi todo el artículo versa precisamente sobre eso...
Austria-Hungría, que contaba con el apoyo alemán, declaró la guerra a Serbia con la esperanza de hacer una guerra localizada y corta
En esto otro sin embargo no, el Imperio habsburgo había sido avisado por activa y por pasiva por parte de Rusia y Francia de que no dejarían que aplastase a Serbia, de modo que inició el conflicto a sabiendas de que con ello estaba incendiando Europa. Todos fueron responsables en mayor o menor medida, pero los austrohúngaros fueron quienes prendieron la mecha.
Bueno, el II Reich no tenía más de 43 años en 1914, y aunque se había convertido desde su unificación en 1871 en una de las principales potencias europeas, estaba lejos todavía de ser una potencia mundial comparable a Gran Bretaña.
El Imperio alemán no era una solo una de las principales potencias europeas, era la mayor potencia continental, militar y económicamente hablando, en 1913 producía casi el doble de acero que Gran Bretaña, solo superado por Estados Unidos. Pero a lo que íbamos es que el Imperio alemán, pese a las bravuconadas de Willy, no deseaba una guerra en 1914.
No hubo ningún plan de guerra alemán contra Francia (ya fuera comenzando con Moltke el Viejo, siguiendo por Waldersee, Schlieffen o Moltke el Joven), en un solo frente o en dos frentes, que no contara con la violación de la neutralidad belga.
Tampoco puedo estar de acuerdo, pese a que el Plan Schlieffen siempre fue el prioritario, existían planes alternativos para una ofensiva en el Este que solo fueron archivados en 1913.
Sin la invasión de Bélgica, sólo cabía una estrategia defensiva

¿Por qué? Cuando Gran Bretaña dejó claro (que ya debería estarlo, pero parece que el Estado Mayor alemán vivía en la inopia) que no toleraría una invasión de Bélgica, Willy preguntó a Moltke si no era posible cambiar el dispositivo para mantenerse a la defensiva en el Oeste y atacar en el Este, pero el General, que llevaba años estudiando y modificando el Plan Schlieffen dijo que nones. Tras la guerra, el General encargado de la movilización y los ferrocarriles, escribió un libro donde dejó claro que se podrían haber enviado cinco Ejércitos al Este y tres al Oeste, manteniéndose a la defensiva en la frontera francesa y avanzando a través de Polonia. De haberlo hecho, el Imperio alemán hubiese ganado la guerra.

Saludos.

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José Luis
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Re: Bloqueo y contrabloqueo, la partida decisiva.

Mensaje por José Luis » Vie Dic 10, 2021 10:22 am

¡Hola a todos!
SMS Derfflinger escribió:
No hubo ningún plan de guerra alemán contra Francia (ya fuera comenzando con Moltke el Viejo, siguiendo por Waldersee, Schlieffen o Moltke el Joven), en un solo frente o en dos frentes, que no contara con la violación de la neutralidad belga.
Tampoco puedo estar de acuerdo, pese a que el Plan Schlieffen siempre fue el prioritario, existían planes alternativos para una ofensiva en el Este que solo fueron archivados en 1913.
Vamos a ver, SMS Derfflinger, parece que está claro en mi cita de arriba que me refería a un "plan de guerra alemán contra Francia", no contra Rusia. El plan de Schlieffen al que tú te refieres (el Denkschrift
für einen Krieg gegen Frankreich
de 1905-06) como que "siempre fue prioritario" es un mito porque nunca fue un plan de guerra (Kriegsplan), ni un juego de guerra (Kriegsspiel), ni un plan de despliegue (Aufmarschplan), ni siquiera un estudio operacional (Operationsstudie), sino como su nombre indica, un estudio o memorando (que son los dos términos para la traducción de Denkschrift). Este mito fue desmontado por Terence Zuber y aceptado en este punto (que no era un plan de guerra) por sus críticos. Pero para el caso que discutimos da igual, porque la violación de la neutralidad de Bélgica era parte esencial del estudio. Y además, este Denkschrift für einen Krieg gegen Frankreich de 1905-06 (que hasta la entrada de Zuber en la historia siempre se consideró como la idea operacional en la que se basó el plan de guerra alemán de agosto de 1914) era un estudio para una guerra en un solo frente contra Francia. En este estudio, Schlieffen no dejó ni una sola fuerza en el Este.

Por supuesto, claro que existían planes alternativos (incluso con Gran Bretaña como beligerante). Pero nosotros estamos hablando de lo que ocurrió, ¿no?, y según lo que ocurrió (el plan de guerra que finalmente adoptaron los alemanes) no tiene mucho sentido todo lo que has dicho sobre que los alemanes tenían todas las bazas a su favor para ganar la guerra, y que su error fue invadir Bélgica. ¿En qué quedamos? Ahora, si tú quieres especular con lo que habría pasado si los alemanes atacaran en el Este en vez de hacerlo en el Oeste, bien, eso es historia contrafactual.
SMS Derfflinger escribió: Tras la guerra, el General encargado de la movilización y los ferrocarriles, escribió un libro donde dejó claro que se podrían haber enviado cinco Ejércitos al Este y tres al Oeste, manteniéndose a la defensiva en la frontera francesa y avanzando a través de Polonia. De haberlo hecho, el Imperio alemán hubiese ganado la guerra.
Ya, tras la guerra se dijeron muchas cosas. Groener, como el general Hermann von Kuhl y el teniente coronel Wolfgang Foerster (todos ellos oficiales de EMG), dijeron en 1920 que se habría conseguido una decisión en Francia en 1914 si el plan de Moltke el Joven se hubiera ajustado y ejecutado según el "plan" de Schlieffen (el famoso estudio de 1905), que no hablaba para nada de una ofensiva contra Rusia en primer lugar. Fueron precisamente estos tres oficiales los mayores responsables de la creación del mito del "Plan Schlieffen" (los tres participaron en la historia oficial del Reichsarchiv de los tres primeros volúmenes de la IGM, publicados en 1925). Como altos oficiales de EMG tenían que defenderse y defender a su EMG del fracaso de agosto de 1914, y qué mejor que echarle la culpa a un muerto (Moltke el Joven) y buscar a otro muerto (Schlieffen) para montar la coartada.

En fin, corramos un tupido velo sobre esto.

Saludos cordiales
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SMS Derfflinger
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Re: Bloqueo y contrabloqueo, la partida decisiva.

Mensaje por SMS Derfflinger » Vie Dic 10, 2021 2:03 pm

Vamos a ver, SMS Derfflinger, parece que está claro en mi cita de arriba que me refería a un "plan de guerra alemán contra Francia", no contra Rusia. El plan de Schlieffen al que tú te refieres
Pero si tú mismo dices más arriba que para el Imperio alemán estaba claro, desde que no renovó el acuerdo de Reaseguro, que en caso de guerra tendría que combatir en dos frentes, no podía existir un plan de guerra (que es lo que era Schlieffen, independientemente de cómo se quiera denominar) solo contra Francia, sin tener en cuenta la amenaza rusa.
Ahora, si tú quieres especular con lo que habría pasado si los alemanes atacaran en el Este en vez de hacerlo en el Oeste, bien, eso es historia contrafactual.
Especulo con qué hubiese ocurrido si Moltke le hubiese hecho caso a Willy, el Imperio alemán se mantiene a la defensiva en el Oeste y ataca en el Este, no se invade Bélgica y Gran Bretaña no entra en el conflicto, al menos no en Agosto de 1914. Por lo que sabemos acerca del desarrollo de la guerra, las Potencias Centrales se deberían haber impuesto a Francia y Rusia.
Ya, tras la guerra se dijeron muchas cosas. Groener, como el general Hermann von Kuhl y el teniente coronel Wolfgang Foerster (todos ellos oficiales de EMG), dijeron en 1920 que se habría conseguido una decisión en Francia en 1914 si el plan de Moltke el Joven se hubiera ajustado y ejecutado según el "plan" de Schlieffen
Una cosa no quita la otra, fue un error invadir Bélgica y sumar Gran Bretaña a tus enemigos, pero por otra parte Moltke no demostró ser un genio militar en la aplicación del Plan Schlieffen, sin los errores cometidos (sacar 100.000 hombres del ala derecha para enviarlos al Este, pasar al contraataque en la victoriosa ala izquierda en lugar de transferir tropas al centro y la derecha, mantenerse más cerca del frente y controlar el avance de los Ejércitos 1º y 2º, el giro hacia París...) quizá se hubiese logrado el propósito de vencer a Francia. No se puede desacreditar los estudios posteriores a la guerra de Groener y otros solo como búsqueda de una coartada.

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Re: Bloqueo y contrabloqueo, la partida decisiva.

Mensaje por José Luis » Vie Dic 10, 2021 8:17 pm

SMS Derfflinger escribió:
Vamos a ver, SMS Derfflinger, parece que está claro en mi cita de arriba que me refería a un "plan de guerra alemán contra Francia", no contra Rusia. El plan de Schlieffen al que tú te refieres
Pero si tú mismo dices más arriba que para el Imperio alemán estaba claro, desde que no renovó el acuerdo de Reaseguro, que en caso de guerra tendría que combatir en dos frentes, no podía existir un plan de guerra (que es lo que era Schlieffen, independientemente de cómo se quiera denominar) solo contra Francia, sin tener en cuenta la amenaza rusa.
Efectivamente, pero Schlieffen escribió su estudio en enero y febrero de 1906 (se antedató en diciembre de 1905 porque el 1 de enero de 1906 se retiró), teniendo como marco de referencia (en lo tocante a Rusia) la guerra ruso-japonesa de 1904-05, donde el ejército ruso salió muy mal parado, y la Revolución Rusa de 1905. Schlieffen consideró entonces (1906) que el ejército ruso no estaba en condiciones de lanzar una ofensiva contra Alemania, y, de lanzarla, bastaría con Austria-Hungría para hacerle frente. Es por eso que en ese famoso estudio, Schlieffen no destinó fuerza alguna al Este.

Yo me he leído el famoso Denkschrift de Schlieffen y otros muchos documentos gracias a las traducciones que se han hecho de los mismos. Estoy preparando un artículo para Tribuna que va a tratar sobre todo el debate que hubo desde 1999 hasta hoy con el plan Schlieffen, así como su historia desde 1920. Cuando lo termine, colocaré un enlace en este hilo, y allí tendrás cumplida cuenta de todo lo que he adelantado aquí.

Saludos cordiales
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Re: Bloqueo y contrabloqueo, la partida decisiva.

Mensaje por SMS Derfflinger » Vie Dic 10, 2021 8:45 pm

Perfecto, estaré muy interesado en leerlo y comentarlo.

Saludos.

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Re: Bloqueo y contrabloqueo, la partida decisiva.

Mensaje por Schwerpunkt » Lun Dic 13, 2021 2:45 pm

¡Saludos a tod@s !

He leído con mucho interés el largo artículo por parte de SMS Derfflinger. Me parece una exposición muy brillante aunque quizás un tanto alargada por las disgresiones sobre los principales personajes. No obstante he de decir que aunque eso alargue la exposición, explica por otra parte la absoluta falta de realismo estratégico del alto mando alemán, aunque eso es una opinión personal mía.

Posiblemente lo que pone de relieve el artículo es la falta de contacto con la realidad de los principales políticos y militares alemanes. El desprecio a las realidades políticas y estratégicas, el absoluto desprecio a cualquier solución que no pasara por la victoria militar total y por fin la absoluta irresponsabilidad ante la política realizada haciendo que otros asumieran las consecuencias de sus actos. Todos ellos parecen unos aprendices de brujo que después de haber sumido a su país y al mundo en la destrucción y caos absoluto se desentendieron de sus actos y "endilgaron el muerto" a los que no tenían nada que ver con sus decisiones.

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Re: Bloqueo y contrabloqueo, la partida decisiva.

Mensaje por SMS Derfflinger » Mar Dic 14, 2021 1:19 am

Gracias por comentar, Schwerpunkt. Ciertamente es un artículo muy largo que podría haberse sintetizado bastante, pero mi intención era no dejar lugar a dudas sobre la responsabilidad de cada cual en las decisiones estratégicas tomadas por el Imperio alemán, y leyendo tus comentarios, con los que coincido plenamente, creo que he conseguido mi propósito, hecho que me alegra.

Saludos.

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Re: Bloqueo y contrabloqueo, la partida decisiva.

Mensaje por Prometeo » Jue Dic 16, 2021 12:28 am

Mi enhorabuena y reconocimiento por este extenso artículo.

Muchas gracias
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