Foro Segunda Guerra Mundial

La Operación Market-Garden ha generado mucha literatura, es de aquellas operaciones de las que todo buen aficionado a la Segunda Guerra Mundial ha leído alguna que otra obra casi con toda seguridad de ahí que la primera impresión ante una nueva publicación sobre el tema nos preguntemos si habrá algo novedoso en la misma. En líneas generales no me ha parecido encontrar nuevos enfoques sobre la batalla, tal vez hay una mayor aportación al papel de la resistencia holandesa en el discurrir de la misma con respecto a otros libros que he tenido la oportunidad de leer, o por aportar algún que otro dato interesante su mención a la terrible represión que debió sufrir el pueblo holandés por parte alemana hasta el final de la guerra, del resto, creo que la teoría todavía en vigor sobre la mala planificación de Merket-Garden donde hubo un exceso de confianza en el mando Aliado sigue más vigente que nunca. Se pensó que una operación conjunta de fuerzas terrestres y divisiones aerotransportadas asociada a una velocidad de movimiento de las primeras y una eficaz toma de los puentes asignados de las segundas aseguraría un éxito que estaría por ver que pudiera ser explotado con eficacia. El resultado no pudo ser más decepcionante, aunque después se quisiera vender como una operación que valió la pena a pesar de no lograr los objetivos marcados al inicio de la misma. Siguen las críticas a Montgomery con su petulancia habitual, la desconsideración de los mandos británicos a la aportación polaca aerotransportada encarnado en los desaires del teniente general Browning( al mando del I Cuerpo Aerotransportado) hacia el general de división polaco Stanislaw Sosabowski, la rápida reacción alemana en forma de rápidos refuerzos de blindados que tanto menospreciaron los mandos Aliados, tampoco el tiempo acompañó a la hora de facilitar la llegada de las fuerzas aerotransportadas, si a todo esto le añadimos la lentitud del XXX Cuerpo de Ejército Británico que imposibilitó su llegada prevista a las 48 horas del lanzamiento de las fuerzas paracaidistas, parece evidente que no se alcanzara la victoria . En definitiva, una operación que se planteó deficientemente y que no se desarrolló como habían previsto los Aliados.

Después de este breve resumen uno se puede preguntar si merece la pena leer este libro ya que parece que tampoco ofrece nada nuevo bajo el sol. Aquí es donde entra la figura de su autor, Antony Beevor, un historiador que siempre es asociado a best-seller y que no siempre agrada a los más “puristas” aficionados a la Segunda Guerra Mundial. Su estilo es muy peculiar, su manera de cimentar una historia usando los testimonios personales, magníficamente integrados en el desarrollo de la batalla, es siempre digno de elogiar, por lo que este trabajo seguro que hará las delicias de todos aquellos a los que no sólo les agrada seguir la manera tradicional de seguir una batalla, sino que además valoran el componente humano y, sobre todo, la capacidad para hilar todas estas piezas de este puzle y darles forma tan brillantemente como habitual a realizar Beevor con sus trabajos. Son casi setecientas páginas de fascinante lectura y, en mi opinión personal, un buen relato de historia militar sin apabullarte con una sucesión de nombres y números, para eso hay otros estudios que son más idóneos, Beevor tiene otras cualidades y las deja patentes una vez más en este ameno trabajo.