Ardenas 1944. La última apuesta de Hitler, de
Antony Beevor.
Nº de páginas: 616 págs.
Encuadernación: Tapa dura
Editorial: CRITICA
Lengua: CASTELLANO
ISBN: 9788498928389
Antony Beevor vuelve a la carga con este trabajo sobre la Batalla de las Ardenas desarrollada en el mes de diciembre de 1944 en el frente occidental, una ofensiva germana con unos objetivos ¿imposibles? esa parece la gran cuestión que últimamente parece tener a los historiadores militares en cierta discrepancia. Para ello, Beevor nos relata el transcurrir de la batalla en las tremendas y difíciles condiciones climáticas que se dieron en la zona de operaciones y, además, la particular orografía llena de bosques inmensos que complicaban mucho más tanto el avance como la defensa. La descripción de los combates, aderezados con un detallado relato de las relaciones entre los mandos interaliados, es decir, Eisenhower con los grandes protagonistas sobre el terreno, Montgomery, Bradley, Patton, y, no nos olvidemos del campo contrario donde grandes militares como Model, Manteuffel, Dietrich, etc… tuvieron también su protagonismo.
¿Qué podemos esperar de este trabajo que no sea ya muy conocido por los aficionados a la IIGM? Principalmente la manera de relatar la batalla por Antony Beevor es, a mi modo de ver, una garantía, si algo sabe hacer muy bien el historiador británico es contar lo que pasó en el campo de batalla, además no sólo se centra en los aspectos puramente tácticos o estratégicos, la parte humana del soldado, de la población civil que se vio envuelta en el frente, también es uno de los platos fuertes del libro y donde nunca fracasa el autor. Beevor no se deja nada por explorar, tiene clara su visión estratégica sobre esta ofensiva y responde muy claramente a la pregunta que he dejado en el aire anteriormente, para él no hubo nunca posibilidad de conseguir los irreales objetivos alemanes….o podríamos decir de Hitler. Crítico, muy crítico se muestra con el dictado alemán al que ve fuera ya de la realidad del momento, eso no es óbice para mostrar también que el bando aliado pecó de cierta ingenuidad al no contar con la siempre sorprendente y arriesgada visión de Hitler sobre la guerra, una cosa era el pensamiento militar profesional y otra muy distinta los deseos del Fuhrer aunque a veces ambos iban de la mano por deseo expreso de este último.
Los crímenes de guerra, que se dieron y con mucha dureza en esta ofensiva, son otro de los puntos fuertes del libro, si alguien puede pensar que la guerra en el frente occidental era un paseo militar para los Aliados una vez desembarcados en Normandía está totalmente equivocado. Las Ardenas es un ejemplo destacado de lo que sucedió en el Este durante toda la contienda, los prisioneros eran más una carga y una fuente de venganza que unos soldados que se rinden y a los que se aplican las convenciones sobre presos de guerra, la barbarie en su grado más cruel. Y, algo que siempre parece amagarse las matanzas de los mencionados prisioneros se dieron en ambos bandos, aunque la más conocida y detallada fue la perpetrada en Malmedy por los hombres de Peiper. A pesar de todo esto podemos, o más bien Beevor afirma, que los estadounidenses se mostraron en la gran mayoría de las ocasiones muy complacientes con la población civil, sus servicios médicos dieron su mejor cara en este aspecto.
La Batalla de las Ardenas supuso el último gran intento alemán de retomar una iniciativa perdida hace ya mucho tiempo, una ofensiva que superaba todas sus expectativas….negativamente, su logística no era lo suficientemente eficaz para llevar a cabo una operación como aquella, Beevor nos lo parece estar diciendo a lo largo y ancho de la obra. Se sorprendió al enemigo, se consiguió poner en aprietos y muy nerviosos a los mandos Aliados, pero era un avance destinado a extinguirse por inanición germana ante la defensa firme de norteamericanos e ingleses. Montgomery, el gran odiado por Bradley, también recibe una buena ración de crítica, no supo aceptar de buen grado el papel jugado por los estadounidenses y menospreció a estos últimos hasta el punto de enervar al mismísimo Eisenhower. Bradley tampoco se lleva precisamente muchos halagos, su exceso de confianza en la defensa de la zona dio lugar a un inicial desfonde que costó caro a los Aliados y, que podría haber sido mucho peor. No tuvo Bradley su mejor momento en las Ardenas…..
En definitiva, para aquellos que disfrutan con la manera de narrar la historia militar de la IIGM de Beevor este será un gran libro, para sus detractores….pues seguirá pecando de los mismos defectos que le achacan….aunque lo ameno no está reñido con el rigor…tal vez este amor-odio que despierta Beevor entre muchos aficionados a la IIGM sea su mayor éxito. Nunca pasa desapercibido.
Fuente imagen:
http://www.casadellibro.com/libro-arden ... 89/2524995