The Viaz'ma Catastrophe
Publicado: Jue Sep 12, 2013 3:18 pm
Lev Lopukhovsky, The Viaz'ma Catastrophe, 1941. The Red Army's Disastrous Stand Against Operation Typhoon (Solihull, W.M.: Helion & Company 2013).
Lev Lopukhovsky es un militar ruso, graduado en Frunze en 1962, que sirvió durante diez años en las fuerzas de misiles estratégicos de la URSS, llegando al grado de coronel y al mando regimental. Se retiró del servicio activo en 1972 por problemas de salud, siendo destinado como profesor en la Academia Militar Frunze.
Stuart Britton es el traductor de esta edición en idioma inglés del original ruso publicado en 2008. Es un traductor del ruso experimentado al que hay que agradecer que nos haya dado a conocer más de una obra excelente de la literatura militar rusa, cual es la presente.
Lev Lopukhovsky ha escrito una historia documentada (mediante el uso de fuentes primarias y secundarias rusas y alemanas) y anotada sobre las operaciones defensivas de los frentes Occidental, Reserva y Briansk durante las tres primeras semanas de octubre de 1941 como consecuencia de la ofensiva alemana Tifón. En la introducción el autor detalla las razones que le llevaron a escribir este libro (fundamentalmente la investigación que llevó a cabo en busca de su padre, el coronel N. I. Lopukhovsky, comandante del 120º Regimiento de Artillería de Obuses, que fue declarado como desaparecido-en-combate en octubre de 1941), los obstáculos para acceder a los archivos rusos (especialmente los del EMG), el sesgo ideológico y la censura que han imperado (y siguen dominando de alguna forma) en la historiografía militar de la URSS y Rusia, y el estado actual de las fuentes.
El libro está estructurado en una introducción (ya citada), siete partes y un epílogo, junto con varios apéndices. La primera parte es una introducción a la ofensiva alemana de los primeros meses de la guerra nazi-soviética (Barbarroja) y de la defensa soviética, deteniéndose principalmente en las batallas de Smolensk y en los contraataques soviéticos, en particular las operaciones ofensivas soviéticas de Dukhovshchina y El'nia. Toca el tema de Zhukov y las bajas (50), la idoneidad sobre la posición de un comandante durante la batalla (53), las pérdidas alemanas en El'nia (60) y ofrece su punto de vista sobre lo que significó todo el asunto de Smolensk para los alemanes (punto de vista que yo no comparto). La segunda parte presenta los planes iniciales nazis y soviéticos para Tifón (79), las divisiones de milicias soviéticas (93), deteniéndose a modo de ejemplo en la 2ª División de Milicias. La tercera parte es una historia del desarrollo de Tifón que comienza con una crítica notable (en realidad, todo el libro está acompañado de una crítica sistemática del mando soviético a todos los niveles) a Eremenko (105), la estimación de Khomenko sobre el posible eje del ataque de las fuerzas de von Bock (115-116), la propaganda de la VVS (125-126), el desempeño particular de la 128ª Brigada de Tanques (134), las razones tras los informes falseados de los comandantes soviéticos (136-137), las historias del Grupo Boldin, de la 1. Kavallerie Division, la vergüenza de Orel (157) y el castigo soviético a una formación blindada de Guderian en Mtsensk (160), el fracaso del Stavka para coordinar los tres frentes soviéticos involucrados en Viazma y Briansk (164) y las razones del fracaso de la defensa soviética (172 y ss.), entre otras cuestiones.
La cuarta parte analiza la retirada soviética, deteniéndose en Lukin y el estado de sus municiones (177), la situación de Boldin (180-181), el desconocimiento del Stavka sobre la situación real de sus tres frentes (Occidental, Reserva y Briansk), la historia de Telegin (184), los problemas de comunicaciones de la VVS y las pérdidas de aviones IL-2 (191-192), la controversia por la retirada de Konev (193), Lukin (194), las mentiras de Konev (198) y su retirada a Viazma (201), el cierre del cerco alemán en Viazma (221) y la culpa de Konev en el mismo (223). Presenta una carta muy interesante del Cuartel General del Frente Occidental, los diferentes informes realizados por Lukin y Konev (225), la cuenta del 120º regimiento de su padre (229), la desaparición temporal del comandante del Frente de la Reserva (235 y ss.), la retirada de este frente (245) y la captura de Briansk por los alemanes. El autor remata esta parte tal como la comienza, con una crítica devastadora de Eremenko (248) y su falsificación (256). La quinta parte presenta la historia del cerco, el plan de von Bock del 7 de octubre (259), las órdenes y contraórdenes de Lukin (268-269), la fuerza de combate de la VVS (282), los comandantes Ershakov (20º Ejército) y Rakutin (24º E) (285), los cambios en el mando soviético (292) y la historia controvertida de la aparición de Zhukov en Moscú (294). La sexta parte narra la catástrofe de Viazma y Briansk, analizando la situación estratégica (325), los refuerzos soviéticos de mediados de octubre (327), los escapados del cerco de Viazma (378), el problema existente con el asunto de las pérdidas militares soviéticas en el cerco (y en la guerra) (407 y ss.), las pérdidas según los expedientes de identificación del TsAMO, rematando con una crítica a Zhukov (429).
La séptima parte analiza las dimensiones de la catástrofe soviética en Viazma y Briansk, y todos los problemas existentes con el asunto de las pérdidas militares soviéticas, realizando una crítica descarnada de la historiografía soviético-rusa al respecto, y especialmente al trabajo de Krivosheev y su equipo. El epílogo es una cuenta sobre el destino final de algunos de los militares protagonistas de esta historia y un comprensible y merecido reconocimiento al soldado ruso y su capacidad de sacrificio. Luego están los apéndices, unos 20 documentos de diferente índole.
Bien, lo anterior es simplemente la recopilación de las notas que he ido escribiendo durante la lectura de este libro, una lectura que, por razones que no vienen al caso, se vio interrumpida muchas veces durante los meses de julio y agosto. Sin embargo, ¿qué es lo verdaderamente interesante del libro de Lopukhovsky? En mi opinión, este libro es notable por las siguientes razones:
En primer lugar, porque nos da a conocer con cierto detalle la historia del desarrollo del cerco que las fuerzas de von Bock llevaron a cabo sobre los frentes Occidental y de la Reserva (Viazma) y el Frente de Briansk (Briansk) desde la perspectiva soviética (salpicada con el punto de vista alemán), examinando los informes oficiales existentes sobre las operaciones militares soviéticas (desgraciadamente los cuarteles generales de divisiones hasta frentes destruyeron toda la documentación que corría peligro de caer en manos alemanas). Hasta el momento, es la historia militar más completa, a grandes rasgos, de las decisiones y actuaciones de los comandantes soviéticos involucrados en Viazma y Briansk, y de las operaciones de sus frentes y ejércitos (con casos especiales de divisiones y regimientos), sin olvidar el papel igualmente importante que jugaron en esta historia el Stavka (Stalin) y el EMG del ER. Pese a que a veces puede resultar un poco tedioso la relación detallada de formaciones y unidades de combate, así como la profusión de informes y órdenes soviéticas y alemanas, memorias, etc., Lopukhovsky cuaja una brillante historia militar, contrastando y enfrentando muchas veces los puntos de vista soviético y alemán.
En segundo lugar, porque la historia viene acompañada de un crítica sistemática que pone de relieve los errores y falsificaciones de muchos comandantes soviéticos a la hora de tomar decisiones y realizar los informes de situación de sus formaciones de combate, no librándose prácticamente nadie en el nivel del alto mando, desde divisiones hasta el Stavka. Y porque viene a confirmar mis sospechas sobre el grado de credibilidad de la historiografía soviética y rusa sobre la historia de la Gran Guerra Patriótica, en general, y sobre los fracasos militares que el Ejército Rojo tuvo durante la misma, en particular en la historia de Viazma y Briansk. La censura y la ideología del liderazgo del PC durante la etapa soviética, por una parte, y el acomodamiento de muchos historiadores rusos a las indicaciones de los líderes políticos y militares rusos, por la otra, han sido las causas de que todavía esté pendiente de revisar, reescribir y, en no pocos casos, escribir una parte importante de la historia real del desempeño del ER durante la guerra, de las verdaderas causas de sus fracasos, conocidos y “ocultos”, y las responsabilidades personales de sus jefes militares y políticos. Y ello sólo se podrá realizar cuando, si alguna vez sucede, se ponga a disposición de los historiadores, y sin traba alguna, toda la documentación de archivo, relativa a la GGP, de las instituciones militares y políticas del estado ruso.
Cuando tenga un poco más de tiempo (espero que a partir de octubre), añadiré algunos comentarios más (sobre mapas y bibliografía) sobre este libro, que desde ya recomiendo sin reserva alguna a mis compañeros de foro.
Saludos cordiales
JL
Lev Lopukhovsky es un militar ruso, graduado en Frunze en 1962, que sirvió durante diez años en las fuerzas de misiles estratégicos de la URSS, llegando al grado de coronel y al mando regimental. Se retiró del servicio activo en 1972 por problemas de salud, siendo destinado como profesor en la Academia Militar Frunze.
Stuart Britton es el traductor de esta edición en idioma inglés del original ruso publicado en 2008. Es un traductor del ruso experimentado al que hay que agradecer que nos haya dado a conocer más de una obra excelente de la literatura militar rusa, cual es la presente.
Lev Lopukhovsky ha escrito una historia documentada (mediante el uso de fuentes primarias y secundarias rusas y alemanas) y anotada sobre las operaciones defensivas de los frentes Occidental, Reserva y Briansk durante las tres primeras semanas de octubre de 1941 como consecuencia de la ofensiva alemana Tifón. En la introducción el autor detalla las razones que le llevaron a escribir este libro (fundamentalmente la investigación que llevó a cabo en busca de su padre, el coronel N. I. Lopukhovsky, comandante del 120º Regimiento de Artillería de Obuses, que fue declarado como desaparecido-en-combate en octubre de 1941), los obstáculos para acceder a los archivos rusos (especialmente los del EMG), el sesgo ideológico y la censura que han imperado (y siguen dominando de alguna forma) en la historiografía militar de la URSS y Rusia, y el estado actual de las fuentes.
El libro está estructurado en una introducción (ya citada), siete partes y un epílogo, junto con varios apéndices. La primera parte es una introducción a la ofensiva alemana de los primeros meses de la guerra nazi-soviética (Barbarroja) y de la defensa soviética, deteniéndose principalmente en las batallas de Smolensk y en los contraataques soviéticos, en particular las operaciones ofensivas soviéticas de Dukhovshchina y El'nia. Toca el tema de Zhukov y las bajas (50), la idoneidad sobre la posición de un comandante durante la batalla (53), las pérdidas alemanas en El'nia (60) y ofrece su punto de vista sobre lo que significó todo el asunto de Smolensk para los alemanes (punto de vista que yo no comparto). La segunda parte presenta los planes iniciales nazis y soviéticos para Tifón (79), las divisiones de milicias soviéticas (93), deteniéndose a modo de ejemplo en la 2ª División de Milicias. La tercera parte es una historia del desarrollo de Tifón que comienza con una crítica notable (en realidad, todo el libro está acompañado de una crítica sistemática del mando soviético a todos los niveles) a Eremenko (105), la estimación de Khomenko sobre el posible eje del ataque de las fuerzas de von Bock (115-116), la propaganda de la VVS (125-126), el desempeño particular de la 128ª Brigada de Tanques (134), las razones tras los informes falseados de los comandantes soviéticos (136-137), las historias del Grupo Boldin, de la 1. Kavallerie Division, la vergüenza de Orel (157) y el castigo soviético a una formación blindada de Guderian en Mtsensk (160), el fracaso del Stavka para coordinar los tres frentes soviéticos involucrados en Viazma y Briansk (164) y las razones del fracaso de la defensa soviética (172 y ss.), entre otras cuestiones.
La cuarta parte analiza la retirada soviética, deteniéndose en Lukin y el estado de sus municiones (177), la situación de Boldin (180-181), el desconocimiento del Stavka sobre la situación real de sus tres frentes (Occidental, Reserva y Briansk), la historia de Telegin (184), los problemas de comunicaciones de la VVS y las pérdidas de aviones IL-2 (191-192), la controversia por la retirada de Konev (193), Lukin (194), las mentiras de Konev (198) y su retirada a Viazma (201), el cierre del cerco alemán en Viazma (221) y la culpa de Konev en el mismo (223). Presenta una carta muy interesante del Cuartel General del Frente Occidental, los diferentes informes realizados por Lukin y Konev (225), la cuenta del 120º regimiento de su padre (229), la desaparición temporal del comandante del Frente de la Reserva (235 y ss.), la retirada de este frente (245) y la captura de Briansk por los alemanes. El autor remata esta parte tal como la comienza, con una crítica devastadora de Eremenko (248) y su falsificación (256). La quinta parte presenta la historia del cerco, el plan de von Bock del 7 de octubre (259), las órdenes y contraórdenes de Lukin (268-269), la fuerza de combate de la VVS (282), los comandantes Ershakov (20º Ejército) y Rakutin (24º E) (285), los cambios en el mando soviético (292) y la historia controvertida de la aparición de Zhukov en Moscú (294). La sexta parte narra la catástrofe de Viazma y Briansk, analizando la situación estratégica (325), los refuerzos soviéticos de mediados de octubre (327), los escapados del cerco de Viazma (378), el problema existente con el asunto de las pérdidas militares soviéticas en el cerco (y en la guerra) (407 y ss.), las pérdidas según los expedientes de identificación del TsAMO, rematando con una crítica a Zhukov (429).
La séptima parte analiza las dimensiones de la catástrofe soviética en Viazma y Briansk, y todos los problemas existentes con el asunto de las pérdidas militares soviéticas, realizando una crítica descarnada de la historiografía soviético-rusa al respecto, y especialmente al trabajo de Krivosheev y su equipo. El epílogo es una cuenta sobre el destino final de algunos de los militares protagonistas de esta historia y un comprensible y merecido reconocimiento al soldado ruso y su capacidad de sacrificio. Luego están los apéndices, unos 20 documentos de diferente índole.
Bien, lo anterior es simplemente la recopilación de las notas que he ido escribiendo durante la lectura de este libro, una lectura que, por razones que no vienen al caso, se vio interrumpida muchas veces durante los meses de julio y agosto. Sin embargo, ¿qué es lo verdaderamente interesante del libro de Lopukhovsky? En mi opinión, este libro es notable por las siguientes razones:
En primer lugar, porque nos da a conocer con cierto detalle la historia del desarrollo del cerco que las fuerzas de von Bock llevaron a cabo sobre los frentes Occidental y de la Reserva (Viazma) y el Frente de Briansk (Briansk) desde la perspectiva soviética (salpicada con el punto de vista alemán), examinando los informes oficiales existentes sobre las operaciones militares soviéticas (desgraciadamente los cuarteles generales de divisiones hasta frentes destruyeron toda la documentación que corría peligro de caer en manos alemanas). Hasta el momento, es la historia militar más completa, a grandes rasgos, de las decisiones y actuaciones de los comandantes soviéticos involucrados en Viazma y Briansk, y de las operaciones de sus frentes y ejércitos (con casos especiales de divisiones y regimientos), sin olvidar el papel igualmente importante que jugaron en esta historia el Stavka (Stalin) y el EMG del ER. Pese a que a veces puede resultar un poco tedioso la relación detallada de formaciones y unidades de combate, así como la profusión de informes y órdenes soviéticas y alemanas, memorias, etc., Lopukhovsky cuaja una brillante historia militar, contrastando y enfrentando muchas veces los puntos de vista soviético y alemán.
En segundo lugar, porque la historia viene acompañada de un crítica sistemática que pone de relieve los errores y falsificaciones de muchos comandantes soviéticos a la hora de tomar decisiones y realizar los informes de situación de sus formaciones de combate, no librándose prácticamente nadie en el nivel del alto mando, desde divisiones hasta el Stavka. Y porque viene a confirmar mis sospechas sobre el grado de credibilidad de la historiografía soviética y rusa sobre la historia de la Gran Guerra Patriótica, en general, y sobre los fracasos militares que el Ejército Rojo tuvo durante la misma, en particular en la historia de Viazma y Briansk. La censura y la ideología del liderazgo del PC durante la etapa soviética, por una parte, y el acomodamiento de muchos historiadores rusos a las indicaciones de los líderes políticos y militares rusos, por la otra, han sido las causas de que todavía esté pendiente de revisar, reescribir y, en no pocos casos, escribir una parte importante de la historia real del desempeño del ER durante la guerra, de las verdaderas causas de sus fracasos, conocidos y “ocultos”, y las responsabilidades personales de sus jefes militares y políticos. Y ello sólo se podrá realizar cuando, si alguna vez sucede, se ponga a disposición de los historiadores, y sin traba alguna, toda la documentación de archivo, relativa a la GGP, de las instituciones militares y políticas del estado ruso.
Cuando tenga un poco más de tiempo (espero que a partir de octubre), añadiré algunos comentarios más (sobre mapas y bibliografía) sobre este libro, que desde ya recomiendo sin reserva alguna a mis compañeros de foro.
Saludos cordiales
JL