Mensaje
por José Luis » Mar Jun 09, 2015 6:30 pm
¡Hola a todos!
A mí no me gusta especialmente la manera que tiene Beevor de narrar sus historias. Aquí, en su nuevo libro sobre Las Ardenas, sigue la pauta de sus libros anteriores. No es sólo que no me convenza su énfasis en la historia oral como aproximación a la historia militar, sino que me disgustan sus circunloquios y sus excesivos e innecesarios adornos. Por ejemplo, los primeros cinco capítulos de su libro, unas 100 páginas, son, a mi juicio, una introducción -un contexto estratégico- demasiado extensa para situar y poner en escena la preparación de la planificación de la ofensiva alemana. Bastaban 20 ó 30 páginas para esto. Pero, además, este adorno, literariamente aceptable, es académicamente débil en tanto en cuanto el autor se permite afirmaciones que son, cuando menos, discutibles y sujetas al matiz, pero que se quedan en eso: afirmaciones sin más. Pondré un ejemplo (hay cientos en todo el libro). Hablando del levantamiento de Varsovia, escribe (traduzco de la versión inglesa, que es la que manejo): "Stalin, no queriendo una Polonia independiente, permitió cruelmente que los insurgentes fuesen destrozados por los alemanes". Bien, esto es mucho decir y responde a un topicazo. Resulta bastante ingenuo pensar o suponer que un levantamiento exitoso, con ayuda del Ejército Rojo, iba a impedir una Polonia bajo la órbita soviética. Esto supone despreciar el poder soviético y los acuerdos entre Stalin y Roosevelt. Beevor hubiera hecho mejor, a mi juicio, si omitiera ese juicio de valor; o en su defecto, que lo explicase y diese las razones y argumentos de tal aserto.
Por otra parte, en esta profusa, y mayormente innecesaria, introducción, Beevor cae en un vicio al que parece acostumbrado: soltar información sin anotar la fuente de la misma. Por ejemplo, un poco antes del pasaje arriba citado, en la página 23, escribe: "En tres meses de combate la Wehrmacht había perdido 589.425 hombres en el frente oriental y 156.726 en el oeste". Se refiere a junio-agosto de 1944, con la campaña de Normandía y la ofensiva soviética (Bagration), pero no anota la información. Hay muchos ejemplos así en el libro. Beevor es una buena mina para los aficionados en busca de errores (como el de sus tanques Tiger en Stalingrado).
Con esta crítica no quiero, en absoluto, menoscabar el trabajo de Beevor. Quizá sea el historiador militar en boga en Occidente, pero tengo para mí que lo será en tal caso respecto de la literatura popular. En los ámbitos académicos, estas fallas son insalvables.
Por lo demás, ¡otro libro más sobre el Frente Occidental y la ofensiva de Las Ardenas! ¿Tendrá que ver con su aniversario? Sea como fuere, bienvenido sea.
Saludos cordiales
JL
"Dioses, no me juzguéis como un dios
sino como un hombre
a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)