De las "Memorias de Rommel" en Africa
Publicado: Dom Sep 18, 2005 4:01 am
Las “Memorias de Rommel” son una serie de documentos, cartas y apuntes dictados apresuradamente por el Mariscal de Campo alemán, junto a una serie de informes y notas de ciertas personas que formaban parte de su secretaría. Fueron publicadas por la viuda del Mariscal con la supervisión del General Bayerlein, que fue Jefe de Estado Mayor del Africa Korps. Veamos algunas de sus páginas:
Primavera de 1941.-
“Las relaciones con los italianos son buenas: los soldados son excelentes, pacientes, resistentes, valerosos, pero se hallan mal dirigidos y armados. Es necesario mantener el mayor secreto sobre la preparación de la ofensiva; tengo fundados motivos para pensar que es ilusorio suponer que en Italia se pueda mantener total reserva sobre los propósitos más confidenciales: los Comandantes y los jefes hablan y charlan de ello sin ningún tipo de precaución. Roma es una especie de Shangai, un bazar levantino donde se intercambian las informaciones, se venden a precio de saldo, se regalan y se inventan. D. me ha comunicado en 24 horas banales cotilleos que me afectan, hechos en Africa y referidos, a orillas del Tíber pocas horas después; por lo demás, los ingleses están totalmente informados al minuto de las salidas de convoyes de los puertos italianos. Se debe a la maquiavélica maniobra de los Almirantes y Comandantes de las escotas –ahora duramente curtidos por la experiencia- el que las pérdidas no sean mayores; me cuentan que los Comandantes italianos contravienen en forma regular las órdenes operativas que les son comunicadas, ya que están seguros de encontrar inmediatamente, en su propia ruta, a los submarinos y aviones ingleses”.
El 22 de diciembre regresa el Teniente Moser con un mensaje del Führer. Hitler asegura haber tomado buena nota del informe. Elogia al AK. Ya ha estudiado con su Mando Supremo los planes para la ofensiva contra Egipto. Está perplejo por Túnez, pero prefiere proceder a lo ocupación.
Kesselring y Student estudiarán un plan para Malta con los italianos. Las preocupaciones para la zona del norte de Africa están justificadas. Hitler anuncia haber escrito a Mussolini para la ofensiva, aconsejándole el máximo secreto. El momento ideal es el otoño. Canaris estudiará el asunto de Abd-el-Krim. Rommel escribe a un amigo suyo (Enno):
“Tengo confianza en el destino del Afrika Korps, si las fuerzas me ayudasen conseguiría empujar a los ingleses hasta el Canal. La guerra, aquí, es totalmente distinta de cómo pueda imaginársela usted; las experiencias de Polonia y Francia no sirven; los ingleses son muy ricos en medios, pero prudentes; espero proporcionar una gran desilusión al menos a uno de los tres Cunningham.
El nuevo Comandante italiano, el General Bastico, es una persona seria y pienso que me proporcionará una ayuda eficaz. Ammon no ha regresado de Alejandría, pero he recibido la sorpresa de tener noticias suyas desde Jartum, donde está haciendo una excelente labor, a través del Lago Chad y el desierto libio; he recibido estas noticias por medio de una novelesca acción de un valeroso oficial italiano de Nápoles, propia de los libros de Karl May.
No he visto a Zech.
Saluda de mi parte a Frieda”.
15 de febrero de 1942.-
Los italianos han retirado una Unidad, ya que no retiro mis posiciones hacia atrás tal como ellos desearían.
25 de abril de 1942.-
Ayer tuve dos útiles cambios de impresiones con el General Barbasetti, sucesor de Gambara y actual Jefe del Mando Supremo italiano del norte de Africa. Se dice que Gambara ha sido sustituido porque, según se ha dejado escapar en un círculo de oficiales, quería permanecer en Africa hasta que tuviese ocasión de dirigir una división italiana contra nosotros.
En Salzburgo, entrevista entre Hitler y Mussolini, del 29 al 30 de abril. El único eco que llega de Roma a Libia, que afecte al AK, es la afirmación de que los dos Jefes del Eje han ‘tratado positivamente del problema de Túnez y de Bizerta’, lo cual provoca una solicitud de Rommel a la Embajada alemana en Roma, con fecha de 1 de mayo, para que inmediatamente se resuelva la cuestión de la ocupación de Túnez.
El General Cavallero manda a un enviado personal, el día 10, con una larga carta para Rommel; en síntesis, le urge para que ataque a fondo.
22 de mayo de 1942.-
… El General (Rommel) desea que usted se ocupe del envío de los instrumentos de radio para localización del enemigo. Estamos a punto de desencadenar un nuevo ataque contra el enemigo. Esta vez el General piensa contar con medios adecuados, y esperamos que la Providencia nos sea favorable.
El 26 de mayo, Rommel inicia su gran batalla, con amplia utilización de medios aéreos, navales y terrestres. Bir Akheim, una base inglesa al sur del frente de Tobruk que la propaganda británica había bautizado como ‘la Verdún del desierto’, fue cercada. Los ingleses y los gaullistas, vencidos, se retiran. Malta continúa siendo atacada desde el cielo por los aviones del Eje.
Los roces entre Rommel y Bastico se acentúan. El 22 de junio, la día siguiente de la conquista de Tobruk, los dos generales se entrevistan en el Mando táctico de Rommel, en Bardia.
22 de junio de 1942.-
El General (Rommel) ha mantenido una larga polémica con los italianos, que quieren cortarle las alas. Bastico ha insistido en que no se sobrepase la línea de Giarabub, con concesiones prudentemente defensivas. El General ha dado a entender claramente que no pretende recibir consejos sobre los planes ya previstos, y aceptados por el Führer. Por otro lado, dada la situación actual de agotamiento del VIII Ejército, es indispensable aprovechar el éxito obtenido y no dar tregua al enemigo, impidiéndole recuperarse. El General trata de conservar la ventaja actual y llevar la iniciativa, imponiendo al enemigo su propio juego.
Con la toma de Tobruk, nuestro flanco y nuestra retaguardia se hallan despejados y no ofrecen ningún peligro de que nuestros abastecimientos sean obstaculizados, entre otras cosas, porque el enemigo no dispone de la inyección de moral que poseían cuando tenía Tobruk en sus manos.
Detenerse, como pretende le Mando italiano, en la línea móvil de Sollum-Halfaya-Sidi Omar, permaneciendo en la frontera de Egipto, sin atacar, significaría dar a los ingleses todo el tiempo necesario para reorganizarse y establecerse definitivamente.
A pesar de las dificultades de nuestros convoyes, el desmantelamiento efectuado de las defensas de Malta y la mejor preparación y efectividad de las escoltas navales italianas deben darnos una relativa seguridad de no estar angustiados por seguir al VIII Ejército.
En Roma todavía insisten en la empresa de Malta y von Rintelen ha advertido al General que Mussolini ha escrito al Führer en este sentido; está claro que tal empresa habría sido muy útil si ya se hubiese efectuado. No es posible hoy desplazar medios bélicos y principalmente retirar aviones de Libia, arriesgando nuestra marcha hacia delante, frustrando las perspectivas de llegar victoriosos al Canal, con los efectos que cualquiera puede imaginar sobre la marcha del conflicto.
El General Bastico ha anunciado que el Mando Supremo italiano ha recibido una orden de Mussolini de no traspasar la línea de Marsa Matruk, informando por enésima vez que el ataque a Malta sería ahora decisivo para agosto.
El General (Rommel) está irritado contra el Mando Supremo italiano y contra los dirigentes de Roma, que discuten académicamente, levantando polémicas y cotilleos personales. El General Cavallero, tal como me ha telegrafiado el General von Rintelen, ha insistido para que el AK se detenga, mientras que hasta ayer aprobaba entusiasmado los planes del General. El General (Rommel) ha hecho entender al italiano (Bastico) que si los italianos no quieren marchar hacia delante, que no lo hagan, él, por su propia cuenta, avanzaría con el AK, terminando la entrevista con una invitación a una cena en El Cairo. Además, noticias llegadas a través de declaraciones de prisioneros e interceptadas por nosotros, confirman la perplejidad de los ingleses en Egipto, y tenemos razón al pensar que su orgullosa seguridad ha declinado enormemente.
27 de junio de 1942.-
El General me encarga informarle de que sus planes han obtenido el visto bueno de Roma, por intervención directa del Führer. Este ha escrito una larga carta a Mussolini, inspirada, sin duda ninguna, en el informe del General.
Fuente:
Crónica Militar y Política de la Segunda Guerra Mundial – Edita Sarpe – Tomo 3 – pag 806-807
Primavera de 1941.-
“Las relaciones con los italianos son buenas: los soldados son excelentes, pacientes, resistentes, valerosos, pero se hallan mal dirigidos y armados. Es necesario mantener el mayor secreto sobre la preparación de la ofensiva; tengo fundados motivos para pensar que es ilusorio suponer que en Italia se pueda mantener total reserva sobre los propósitos más confidenciales: los Comandantes y los jefes hablan y charlan de ello sin ningún tipo de precaución. Roma es una especie de Shangai, un bazar levantino donde se intercambian las informaciones, se venden a precio de saldo, se regalan y se inventan. D. me ha comunicado en 24 horas banales cotilleos que me afectan, hechos en Africa y referidos, a orillas del Tíber pocas horas después; por lo demás, los ingleses están totalmente informados al minuto de las salidas de convoyes de los puertos italianos. Se debe a la maquiavélica maniobra de los Almirantes y Comandantes de las escotas –ahora duramente curtidos por la experiencia- el que las pérdidas no sean mayores; me cuentan que los Comandantes italianos contravienen en forma regular las órdenes operativas que les son comunicadas, ya que están seguros de encontrar inmediatamente, en su propia ruta, a los submarinos y aviones ingleses”.
El 22 de diciembre regresa el Teniente Moser con un mensaje del Führer. Hitler asegura haber tomado buena nota del informe. Elogia al AK. Ya ha estudiado con su Mando Supremo los planes para la ofensiva contra Egipto. Está perplejo por Túnez, pero prefiere proceder a lo ocupación.
Kesselring y Student estudiarán un plan para Malta con los italianos. Las preocupaciones para la zona del norte de Africa están justificadas. Hitler anuncia haber escrito a Mussolini para la ofensiva, aconsejándole el máximo secreto. El momento ideal es el otoño. Canaris estudiará el asunto de Abd-el-Krim. Rommel escribe a un amigo suyo (Enno):
“Tengo confianza en el destino del Afrika Korps, si las fuerzas me ayudasen conseguiría empujar a los ingleses hasta el Canal. La guerra, aquí, es totalmente distinta de cómo pueda imaginársela usted; las experiencias de Polonia y Francia no sirven; los ingleses son muy ricos en medios, pero prudentes; espero proporcionar una gran desilusión al menos a uno de los tres Cunningham.
El nuevo Comandante italiano, el General Bastico, es una persona seria y pienso que me proporcionará una ayuda eficaz. Ammon no ha regresado de Alejandría, pero he recibido la sorpresa de tener noticias suyas desde Jartum, donde está haciendo una excelente labor, a través del Lago Chad y el desierto libio; he recibido estas noticias por medio de una novelesca acción de un valeroso oficial italiano de Nápoles, propia de los libros de Karl May.
No he visto a Zech.
Saluda de mi parte a Frieda”.
15 de febrero de 1942.-
Los italianos han retirado una Unidad, ya que no retiro mis posiciones hacia atrás tal como ellos desearían.
25 de abril de 1942.-
Ayer tuve dos útiles cambios de impresiones con el General Barbasetti, sucesor de Gambara y actual Jefe del Mando Supremo italiano del norte de Africa. Se dice que Gambara ha sido sustituido porque, según se ha dejado escapar en un círculo de oficiales, quería permanecer en Africa hasta que tuviese ocasión de dirigir una división italiana contra nosotros.
En Salzburgo, entrevista entre Hitler y Mussolini, del 29 al 30 de abril. El único eco que llega de Roma a Libia, que afecte al AK, es la afirmación de que los dos Jefes del Eje han ‘tratado positivamente del problema de Túnez y de Bizerta’, lo cual provoca una solicitud de Rommel a la Embajada alemana en Roma, con fecha de 1 de mayo, para que inmediatamente se resuelva la cuestión de la ocupación de Túnez.
El General Cavallero manda a un enviado personal, el día 10, con una larga carta para Rommel; en síntesis, le urge para que ataque a fondo.
22 de mayo de 1942.-
… El General (Rommel) desea que usted se ocupe del envío de los instrumentos de radio para localización del enemigo. Estamos a punto de desencadenar un nuevo ataque contra el enemigo. Esta vez el General piensa contar con medios adecuados, y esperamos que la Providencia nos sea favorable.
El 26 de mayo, Rommel inicia su gran batalla, con amplia utilización de medios aéreos, navales y terrestres. Bir Akheim, una base inglesa al sur del frente de Tobruk que la propaganda británica había bautizado como ‘la Verdún del desierto’, fue cercada. Los ingleses y los gaullistas, vencidos, se retiran. Malta continúa siendo atacada desde el cielo por los aviones del Eje.
Los roces entre Rommel y Bastico se acentúan. El 22 de junio, la día siguiente de la conquista de Tobruk, los dos generales se entrevistan en el Mando táctico de Rommel, en Bardia.
22 de junio de 1942.-
El General (Rommel) ha mantenido una larga polémica con los italianos, que quieren cortarle las alas. Bastico ha insistido en que no se sobrepase la línea de Giarabub, con concesiones prudentemente defensivas. El General ha dado a entender claramente que no pretende recibir consejos sobre los planes ya previstos, y aceptados por el Führer. Por otro lado, dada la situación actual de agotamiento del VIII Ejército, es indispensable aprovechar el éxito obtenido y no dar tregua al enemigo, impidiéndole recuperarse. El General trata de conservar la ventaja actual y llevar la iniciativa, imponiendo al enemigo su propio juego.
Con la toma de Tobruk, nuestro flanco y nuestra retaguardia se hallan despejados y no ofrecen ningún peligro de que nuestros abastecimientos sean obstaculizados, entre otras cosas, porque el enemigo no dispone de la inyección de moral que poseían cuando tenía Tobruk en sus manos.
Detenerse, como pretende le Mando italiano, en la línea móvil de Sollum-Halfaya-Sidi Omar, permaneciendo en la frontera de Egipto, sin atacar, significaría dar a los ingleses todo el tiempo necesario para reorganizarse y establecerse definitivamente.
A pesar de las dificultades de nuestros convoyes, el desmantelamiento efectuado de las defensas de Malta y la mejor preparación y efectividad de las escoltas navales italianas deben darnos una relativa seguridad de no estar angustiados por seguir al VIII Ejército.
En Roma todavía insisten en la empresa de Malta y von Rintelen ha advertido al General que Mussolini ha escrito al Führer en este sentido; está claro que tal empresa habría sido muy útil si ya se hubiese efectuado. No es posible hoy desplazar medios bélicos y principalmente retirar aviones de Libia, arriesgando nuestra marcha hacia delante, frustrando las perspectivas de llegar victoriosos al Canal, con los efectos que cualquiera puede imaginar sobre la marcha del conflicto.
El General Bastico ha anunciado que el Mando Supremo italiano ha recibido una orden de Mussolini de no traspasar la línea de Marsa Matruk, informando por enésima vez que el ataque a Malta sería ahora decisivo para agosto.
El General (Rommel) está irritado contra el Mando Supremo italiano y contra los dirigentes de Roma, que discuten académicamente, levantando polémicas y cotilleos personales. El General Cavallero, tal como me ha telegrafiado el General von Rintelen, ha insistido para que el AK se detenga, mientras que hasta ayer aprobaba entusiasmado los planes del General. El General (Rommel) ha hecho entender al italiano (Bastico) que si los italianos no quieren marchar hacia delante, que no lo hagan, él, por su propia cuenta, avanzaría con el AK, terminando la entrevista con una invitación a una cena en El Cairo. Además, noticias llegadas a través de declaraciones de prisioneros e interceptadas por nosotros, confirman la perplejidad de los ingleses en Egipto, y tenemos razón al pensar que su orgullosa seguridad ha declinado enormemente.
27 de junio de 1942.-
El General me encarga informarle de que sus planes han obtenido el visto bueno de Roma, por intervención directa del Führer. Este ha escrito una larga carta a Mussolini, inspirada, sin duda ninguna, en el informe del General.
Fuente:
Crónica Militar y Política de la Segunda Guerra Mundial – Edita Sarpe – Tomo 3 – pag 806-807