Rommel, Auchinleck y Crusader
Publicado: Mar Feb 09, 2010 10:13 am
¡Hola a todos!
Unas semanas antes de que Auchinleck mostrara su carta de presentación a Rommel con su ofensiva de 18 de noviembre de 1941 (Operación Crusader), Rommel había decidido (26 de octubre) rendir Tobruk mediante un ataque previsto para el 15/16 de noviembre. A pesar de que desde el OKH y desde su propio estado mayor le habían advertido que los británicos estaban preparando una ofensiva a gran escala, Rommel estaba determinado a capturar Tobruk y eliminar, así, esa piedra en el zapato que le impedía pensar en una ofensiva sobre Egipto. Desde el OKW, Keitel preguntó a Rommel si creía muy probable el éxito en la captura de Tobruk, si podía mantener el frente de Sollum y si no sería más aconsejable esperar al próximo año, cuando contaría con más fuerzas y suministros, para lanzar su ataque contra Tobruk. La respuesta de Rommel ya era un estribillo: si esperaba más tiempo para atacar Tobruk, los británicos serían mucho más fuertes que él.
Bien, ésta fue la tónica general que acompañó a Rommel a lo largo de su campaña en África del Norte, es decir, una situación generalmente caracterizada por la precariedad. La situación era algo diferente en el bando opuesto; no es que los británicos vivieran en la opulencia, pero sus expectativas de refuerzos y suministros eran mucho más altas y reales que las de sus enemigos, y, en la mayoría de las ocasiones, siempre dispusieron de una fuerza notablemente superior a la de Rommel. Este desequilibrio de fuerzas marcó finalmente la diferencia y dio la victoria en África del Norte a los británicos. Lo increíble, y en esto reside la grandeza de Rommel, es que esa victoria final de los británicos tardase en materializarse tanto tiempo. Lo que sucedió antes y durante Crusader me parece un buen ejemplo de cómo una ofensiva que debía traer una victoria cantada (y tal vez definitiva) casi estuvo a punto de convertirse en una sonora derrota, y, aun así, no consiguió destruir al DAK. Y también es un magnífico ejemplo para ilustrar las dificultades de combatir contra un hombre tan imprevisible y tenaz como Rommel.
Auchinleck no sólo contó para su ofensiva de noviembre con más fuerzas que Rommel, sino que se benefició, en un grado mucho mayor que Rommel, del servicio de inteligencia británico, en especial de la información proporcionada por el descifrado de las transmisiones de la máquina de claves alemana, Enigma, primero de la Enigma de la Luftwaffe y, después, de la del ejército de Rommel.
Gracias al descifrado de la Enigma de la Luftwaffe, la RAF y Auchinleck tuvieron informaciones regulares de la política táctica de la Luftwaffe, de su fuerza y disponibilidad, del estado y la localización de sus aeródromos, de sus transferencias y refuerzos, y de su situación de suministros. Auchinleck también fue capaz de saber el potencial aéreo con que podía contar Rommel para Crusader. De la fuerza aérea total del Eje en Cirenaica, 540 aviones, Rommel sólo tenía operacionales 313 aparatos, y carecía de reservas. A mediados de octubre la RAF contaba con un total de 528 aviones operacionales más una reserva que representaba el 50 por ciento de dicha cifra.
En julio de 1941, gracias a las interceptaciones de las comunicaciones usadas por los alemanes durante sus operaciones de peinado en Creta, el CBME (Combined Bureau Middle East) rompió el cifrado de grado medio utilizado por el ejército alemán en África del Norte. A finales de septiembre, la MI (Inteligencia Militar, Departamento de la Oficina de Guerra) estableció con bastante precisión las formaciones y unidades que integraban el Panzergruppe Afrika (PA) de Rommel.
De las varias claves de Enigma del ejército de tierra alemán (en principio de mayor complejidad que las de la Luftwaffe y usadas con mayor seguridad), se descifró una del frente ruso (llamada Vulture) en junio de 1941, pero las del PA resistieron los esfuerzos de la inteligencia británica (GS y CS, Government Code y Cypher School, respectivamente) hasta que el 17 de septiembre GS y CS descifraron una de ellas (que llamaron Chaffinch) en una escala sustancial por vez primera. Desde el 17 de septiembre al 19 de octubre de 1941 y desde el 2 de noviembre al 6 de diciembre de 1941, se leyó con cierta regularidad, aunque siempre con una semana o más de retraso. Chaffinch resultó tener tres claves relacionadas. Dos de ellas fueron usadas entre todas las principales bases de suministros en África, Roma y Salónica, y la tercera se utilizó para comunicaciones especiales, como apreciaciones diarias, entre África, Roma y Berlín. Las transmisiones para noviembre fueron capturadas el 28 de noviembre, en los primeros días de Crusader, y ayudaron a GC y CS con retraso a completar su lectura del tráfico de noviembre. Los documentos capturados también posibilitaron a GC y CS a romper el tráfico de una semana en una posterior clave de Enigma del ejército africano (llamada Phoenix en GC y CS) que se usó para comunicaciones operacionales entre divisiones y cuerpos, y cuerpos y ejército.
Durante la planificación de la ofensiva británica, estas nuevas fuentes proporcionaron valiosas identificaciones de unidades y formaciones alemanas e italianas, como las que ayudaron a esclarecer la composición del Panzergruppe Afrika*. Pero más importante aún, esas fuentes establecieron o confirmaron importantes re-disposiciones del Eje en la víspera de la ofensiva británica. Por entonces se había descubierto el movimiento de la división Ariete a Bir Gubi y, con la ayuda del reconocimiento y prisioneros de guerra, se había establecido la presencia de la división Trieste en el sector meridional, en Bir Hacheim. El 16 de noviembre, habiendo localizado ya en la zona de batalla a la 15. Panzer y a la zbV Afrika, se estableció que la 21. Panzer estaba llegando a un punto al noroeste de Capuzzo, entre Tobruk y la frontera egipcia, y que las dos unidades de reconocimiento terrestre del DAK estaban cubriendo el agujero entre la división Ariete y el mar. Esta información ayudó a la interpretación del exhaustivo reconocimiento aéreo británico de última hora que el 17 y 18 de noviembre no vio cambio alguno en el área de batalla.
Enigma proporcionó también una valiosa información de última hora sobre la fuerza del blindaje de Rommel y su disposición. Durante septiembre, la planificación procedió sobre el supuesto de que en noviembre la ratio de fuerza de tanques Eje-Británicos sería de 4:6. Este cálculo se corrigió cuando el tráfico Chaffinch produjo el 13 de noviembre el primer descifrado de un tipo que iba a estar regularmente disponible desde mediados de 1942. Dio la siguiente situación de tanques alemanes listos para la acción: total 244 (133 con la 15. Panzer: 38 Pz-II, 75 Pz-III y 20 Pz-IV; 111 con la 21. Panzer: 32 Pz-II, 64 Pz-III y 15 Pz-IV).
Al principio de la ofensiva británica, la MI estimó que el total combinado de tanques operacionales alemanes e italianos era de 385. Este cálculo fue notablemente preciso, pues la cifra verdadera era de 390 si se excluían los tanques ligeros italianos. También la MI estableció correctamente que, a diferencia de los británicos, el Eje no tenía reserva blindada.
Pero quizás lo más importante de todo fue que, desde mediados de septiembre, Enigma brindó a los británicos las intenciones de Rommel de atacar Tobruk, información que fue puliéndose notablemente en octubre y noviembre hasta facilitar casi todos los movimientos de Rommel. Por ejemplo, entre el 3 y el 11 de noviembre se supo que Rommel pedía mapas y un gran mosaico de Tobruk y más equipo de ataque, con expresiones de ansiedad de que esto no pudiera “llegar a tiempo”. A mediados de noviembre, Rommel pidió 100 cañones antitanque más, y el Fliegerkorps X pidió más combustible de aviación para el 20 de noviembre. El 7 de noviembre hablaban de un “ataque inminente”; el 10 revelaban que el Panzergruppe había suspendido los permisos y que la Trento había sido trasladada hasta Tobruk. El 16 se supo que el batallón italiano San Marco acababa de llegar a África, lo que indicaba que Rommel pensaba utilizar la infantería de marina para asaltar Tobruk desde el mar. El 17, sabiendo ya que Rommel había viajado a Roma el 1 de noviembre, se supo que regresaría al anochecer del 18 de noviembre.**
Recapitulando, para planificar su ofensiva de noviembre, el servicio de inteligencia británico, fundamentalmente, y el servicio de reconocimiento aéreo y de campaña del 8º Ejército, junto con sus interrogatorios de prisioneros, habían proporcionado a Auchinleck una información fabulosa sobre la fuerza, disposición, estado de suministros, movimientos e intenciones del Panzergruppe y su fuerza aérea, así como, esto no menos importante, fechas y rutas de los convoyes de suministros del Eje a África del Norte. Por su parte, Rommel también tenía información recibida a través de canales similares, sólo que en su caso no existía un servicio tan unificado y coherente como el británico. Las informaciones producto de la interceptación del tráfico de señales británico que recibió Rommel sobre la preparación británica de una ofensiva a gran escala, por ejemplo, no fueron corroboradas por su inteligencia de campaña (reconocimiento), y la información recibida sobre las fuerzas y equipo de guerra a disposición de Auchinleck no era tan precisa como la recibida por el jefe británico. Pero, en el fondo, Rommel no quería creer lo que le decían sus informaciones de señales porque, de hacerlo, tendría que olvidarse de su ataque a Tobruk. Saber cómo reaccionaría Rommel ante un ataque británico era ya algo que estaba fuera del alcance de la inteligencia británica; incluso fuera de la propia inteligencia alemana. Quizás fue esta peculiaridad del carácter imprevisto de Rommel lo que impidió que los británicos se beneficiaran con mayor éxito de Enigma/Ultra.
En otro momento trataré de explicar cómo planificó Auchinleck su operación Crusader y por qué estuvo a punto de fracasar estrepitosamente.
* Sólo fallaron en detalles menores. No se sabía si la División zbV Afrika estaba subordinada al DAK. Se asumió que la División Trento era parte del XXX Cuerpo italiano, que fue correctamente identificado como Corpo Mobile, cuando de hecho esa división era parte del XXI CE. Enigma ayudó a identificar a los cuerpos XX y XXI. La Sigint (Signal Intelligence, término general en inglés para el proceso de interceptación y descifrado y la información de inteligencia que produce) de campaña italiana dio detalles de las divisiones subordinadas al XXI Cuerpo y localizó su CG. Pero además de no saber con seguridad qué divisiones italianas formaban parte del PA, fue imposible establecer si la Division blindada Littorio estaba en Trípoli. Esta dificultad continuó complicando los cálculos del blindaje enemigo en los primeros meses de 1942.
** Esta información se cursó a primera hora del 18 de noviembre al coronel Keyes para que suspendiera su acción de comando contra el supuesto CG de Rommel; lamentablemente llegó demasiado tarde.
Fuente: Para la información que he facilitado del servicio de inteligencia británico he utilizado el libro de versión abreviada de Francis Harry Hinsley, British Intelligence in the Second World War (New York: Cambridge University Press, 1993), pp. 183 y ss.
Saludos cordiales
JL
Unas semanas antes de que Auchinleck mostrara su carta de presentación a Rommel con su ofensiva de 18 de noviembre de 1941 (Operación Crusader), Rommel había decidido (26 de octubre) rendir Tobruk mediante un ataque previsto para el 15/16 de noviembre. A pesar de que desde el OKH y desde su propio estado mayor le habían advertido que los británicos estaban preparando una ofensiva a gran escala, Rommel estaba determinado a capturar Tobruk y eliminar, así, esa piedra en el zapato que le impedía pensar en una ofensiva sobre Egipto. Desde el OKW, Keitel preguntó a Rommel si creía muy probable el éxito en la captura de Tobruk, si podía mantener el frente de Sollum y si no sería más aconsejable esperar al próximo año, cuando contaría con más fuerzas y suministros, para lanzar su ataque contra Tobruk. La respuesta de Rommel ya era un estribillo: si esperaba más tiempo para atacar Tobruk, los británicos serían mucho más fuertes que él.
Bien, ésta fue la tónica general que acompañó a Rommel a lo largo de su campaña en África del Norte, es decir, una situación generalmente caracterizada por la precariedad. La situación era algo diferente en el bando opuesto; no es que los británicos vivieran en la opulencia, pero sus expectativas de refuerzos y suministros eran mucho más altas y reales que las de sus enemigos, y, en la mayoría de las ocasiones, siempre dispusieron de una fuerza notablemente superior a la de Rommel. Este desequilibrio de fuerzas marcó finalmente la diferencia y dio la victoria en África del Norte a los británicos. Lo increíble, y en esto reside la grandeza de Rommel, es que esa victoria final de los británicos tardase en materializarse tanto tiempo. Lo que sucedió antes y durante Crusader me parece un buen ejemplo de cómo una ofensiva que debía traer una victoria cantada (y tal vez definitiva) casi estuvo a punto de convertirse en una sonora derrota, y, aun así, no consiguió destruir al DAK. Y también es un magnífico ejemplo para ilustrar las dificultades de combatir contra un hombre tan imprevisible y tenaz como Rommel.
Auchinleck no sólo contó para su ofensiva de noviembre con más fuerzas que Rommel, sino que se benefició, en un grado mucho mayor que Rommel, del servicio de inteligencia británico, en especial de la información proporcionada por el descifrado de las transmisiones de la máquina de claves alemana, Enigma, primero de la Enigma de la Luftwaffe y, después, de la del ejército de Rommel.
Gracias al descifrado de la Enigma de la Luftwaffe, la RAF y Auchinleck tuvieron informaciones regulares de la política táctica de la Luftwaffe, de su fuerza y disponibilidad, del estado y la localización de sus aeródromos, de sus transferencias y refuerzos, y de su situación de suministros. Auchinleck también fue capaz de saber el potencial aéreo con que podía contar Rommel para Crusader. De la fuerza aérea total del Eje en Cirenaica, 540 aviones, Rommel sólo tenía operacionales 313 aparatos, y carecía de reservas. A mediados de octubre la RAF contaba con un total de 528 aviones operacionales más una reserva que representaba el 50 por ciento de dicha cifra.
En julio de 1941, gracias a las interceptaciones de las comunicaciones usadas por los alemanes durante sus operaciones de peinado en Creta, el CBME (Combined Bureau Middle East) rompió el cifrado de grado medio utilizado por el ejército alemán en África del Norte. A finales de septiembre, la MI (Inteligencia Militar, Departamento de la Oficina de Guerra) estableció con bastante precisión las formaciones y unidades que integraban el Panzergruppe Afrika (PA) de Rommel.
De las varias claves de Enigma del ejército de tierra alemán (en principio de mayor complejidad que las de la Luftwaffe y usadas con mayor seguridad), se descifró una del frente ruso (llamada Vulture) en junio de 1941, pero las del PA resistieron los esfuerzos de la inteligencia británica (GS y CS, Government Code y Cypher School, respectivamente) hasta que el 17 de septiembre GS y CS descifraron una de ellas (que llamaron Chaffinch) en una escala sustancial por vez primera. Desde el 17 de septiembre al 19 de octubre de 1941 y desde el 2 de noviembre al 6 de diciembre de 1941, se leyó con cierta regularidad, aunque siempre con una semana o más de retraso. Chaffinch resultó tener tres claves relacionadas. Dos de ellas fueron usadas entre todas las principales bases de suministros en África, Roma y Salónica, y la tercera se utilizó para comunicaciones especiales, como apreciaciones diarias, entre África, Roma y Berlín. Las transmisiones para noviembre fueron capturadas el 28 de noviembre, en los primeros días de Crusader, y ayudaron a GC y CS con retraso a completar su lectura del tráfico de noviembre. Los documentos capturados también posibilitaron a GC y CS a romper el tráfico de una semana en una posterior clave de Enigma del ejército africano (llamada Phoenix en GC y CS) que se usó para comunicaciones operacionales entre divisiones y cuerpos, y cuerpos y ejército.
Durante la planificación de la ofensiva británica, estas nuevas fuentes proporcionaron valiosas identificaciones de unidades y formaciones alemanas e italianas, como las que ayudaron a esclarecer la composición del Panzergruppe Afrika*. Pero más importante aún, esas fuentes establecieron o confirmaron importantes re-disposiciones del Eje en la víspera de la ofensiva británica. Por entonces se había descubierto el movimiento de la división Ariete a Bir Gubi y, con la ayuda del reconocimiento y prisioneros de guerra, se había establecido la presencia de la división Trieste en el sector meridional, en Bir Hacheim. El 16 de noviembre, habiendo localizado ya en la zona de batalla a la 15. Panzer y a la zbV Afrika, se estableció que la 21. Panzer estaba llegando a un punto al noroeste de Capuzzo, entre Tobruk y la frontera egipcia, y que las dos unidades de reconocimiento terrestre del DAK estaban cubriendo el agujero entre la división Ariete y el mar. Esta información ayudó a la interpretación del exhaustivo reconocimiento aéreo británico de última hora que el 17 y 18 de noviembre no vio cambio alguno en el área de batalla.
Enigma proporcionó también una valiosa información de última hora sobre la fuerza del blindaje de Rommel y su disposición. Durante septiembre, la planificación procedió sobre el supuesto de que en noviembre la ratio de fuerza de tanques Eje-Británicos sería de 4:6. Este cálculo se corrigió cuando el tráfico Chaffinch produjo el 13 de noviembre el primer descifrado de un tipo que iba a estar regularmente disponible desde mediados de 1942. Dio la siguiente situación de tanques alemanes listos para la acción: total 244 (133 con la 15. Panzer: 38 Pz-II, 75 Pz-III y 20 Pz-IV; 111 con la 21. Panzer: 32 Pz-II, 64 Pz-III y 15 Pz-IV).
Al principio de la ofensiva británica, la MI estimó que el total combinado de tanques operacionales alemanes e italianos era de 385. Este cálculo fue notablemente preciso, pues la cifra verdadera era de 390 si se excluían los tanques ligeros italianos. También la MI estableció correctamente que, a diferencia de los británicos, el Eje no tenía reserva blindada.
Pero quizás lo más importante de todo fue que, desde mediados de septiembre, Enigma brindó a los británicos las intenciones de Rommel de atacar Tobruk, información que fue puliéndose notablemente en octubre y noviembre hasta facilitar casi todos los movimientos de Rommel. Por ejemplo, entre el 3 y el 11 de noviembre se supo que Rommel pedía mapas y un gran mosaico de Tobruk y más equipo de ataque, con expresiones de ansiedad de que esto no pudiera “llegar a tiempo”. A mediados de noviembre, Rommel pidió 100 cañones antitanque más, y el Fliegerkorps X pidió más combustible de aviación para el 20 de noviembre. El 7 de noviembre hablaban de un “ataque inminente”; el 10 revelaban que el Panzergruppe había suspendido los permisos y que la Trento había sido trasladada hasta Tobruk. El 16 se supo que el batallón italiano San Marco acababa de llegar a África, lo que indicaba que Rommel pensaba utilizar la infantería de marina para asaltar Tobruk desde el mar. El 17, sabiendo ya que Rommel había viajado a Roma el 1 de noviembre, se supo que regresaría al anochecer del 18 de noviembre.**
Recapitulando, para planificar su ofensiva de noviembre, el servicio de inteligencia británico, fundamentalmente, y el servicio de reconocimiento aéreo y de campaña del 8º Ejército, junto con sus interrogatorios de prisioneros, habían proporcionado a Auchinleck una información fabulosa sobre la fuerza, disposición, estado de suministros, movimientos e intenciones del Panzergruppe y su fuerza aérea, así como, esto no menos importante, fechas y rutas de los convoyes de suministros del Eje a África del Norte. Por su parte, Rommel también tenía información recibida a través de canales similares, sólo que en su caso no existía un servicio tan unificado y coherente como el británico. Las informaciones producto de la interceptación del tráfico de señales británico que recibió Rommel sobre la preparación británica de una ofensiva a gran escala, por ejemplo, no fueron corroboradas por su inteligencia de campaña (reconocimiento), y la información recibida sobre las fuerzas y equipo de guerra a disposición de Auchinleck no era tan precisa como la recibida por el jefe británico. Pero, en el fondo, Rommel no quería creer lo que le decían sus informaciones de señales porque, de hacerlo, tendría que olvidarse de su ataque a Tobruk. Saber cómo reaccionaría Rommel ante un ataque británico era ya algo que estaba fuera del alcance de la inteligencia británica; incluso fuera de la propia inteligencia alemana. Quizás fue esta peculiaridad del carácter imprevisto de Rommel lo que impidió que los británicos se beneficiaran con mayor éxito de Enigma/Ultra.
En otro momento trataré de explicar cómo planificó Auchinleck su operación Crusader y por qué estuvo a punto de fracasar estrepitosamente.
* Sólo fallaron en detalles menores. No se sabía si la División zbV Afrika estaba subordinada al DAK. Se asumió que la División Trento era parte del XXX Cuerpo italiano, que fue correctamente identificado como Corpo Mobile, cuando de hecho esa división era parte del XXI CE. Enigma ayudó a identificar a los cuerpos XX y XXI. La Sigint (Signal Intelligence, término general en inglés para el proceso de interceptación y descifrado y la información de inteligencia que produce) de campaña italiana dio detalles de las divisiones subordinadas al XXI Cuerpo y localizó su CG. Pero además de no saber con seguridad qué divisiones italianas formaban parte del PA, fue imposible establecer si la Division blindada Littorio estaba en Trípoli. Esta dificultad continuó complicando los cálculos del blindaje enemigo en los primeros meses de 1942.
** Esta información se cursó a primera hora del 18 de noviembre al coronel Keyes para que suspendiera su acción de comando contra el supuesto CG de Rommel; lamentablemente llegó demasiado tarde.
Fuente: Para la información que he facilitado del servicio de inteligencia británico he utilizado el libro de versión abreviada de Francis Harry Hinsley, British Intelligence in the Second World War (New York: Cambridge University Press, 1993), pp. 183 y ss.
Saludos cordiales
JL