José Luis escribió:El obstáculo sicológico que citan los autores no es exclusivo del pueblo ruso, y tiene común denominador en la difícil asunción del pasado, si bien Alemania (sus gobiernos), por ejemplo, está abanderando paulatinamente esta, para mí, obligación histórica. A muchos, en Rusia, les costará reconocer que el régimen stalinista, que venció al nazismo criminal, era asimismo un régimen criminal que cometió crímenes contra la humanidad.
Precisamente esta tesitura es en la que se encuentra la Rusia actual y se encontraba la Unión Soviética. La victoria contra la Alemania nazi y los tremendos sufrimientos del pueblo soviético parecieron dar carta blanca a los que opinaban que "despues de todo Stalin no lo hizo tan mal…" Sin querer entrar en un debate interminable sobre el carácter criminal del régimen stalinista contra su propio pueblo además de los ajenos que tuvieron la desgracia de caer bajo su dominio, la cuestión es que muchos rusos actuales disculpan los crímenes en aras del esfuerzo y sufrimiento común para vencer al invasor alemán. A muchos de los lectores les parecerá casi increíble pero Stalin era, después del zar Pedro el Grande, el político más valorado en Rusia en una encuesta realizada hace dos años.
Esta valoración del líder supremo sobre cualquier otra consideración tiende una cortina de humo sobre los métodos criminales para mantener el poder, la disciplina y los errores garrafales de gobierno. Apenas hay una crítica contra el gran Terror que diezmó a los mandos militares del gobierno, a los errores de apreciación respecto a las intenciones nazis y barbaridades como la colectivización y deportaciones. Incluso hoy no hay prácticamente mención a los cientos de miles de soviéticos que lucharon encuadrados en unidades alemanas fuera en el este u oeste más que para subrayar su carácter de traidores.
Rusia no ha realizado la catarsis realizada por otros países, en especial Alemania, a la hora de superar su tortuoso pasado. Es difícil asumir para muchos ciudadanos de su país el que sus dirigentes de la época cometieran unos crímenes espantosos en muchas ocasiones contra sus propios conciudadanos y que al mismo tiempo se ganara la guerra. Puesto que nunca se han realizado juicios contra los autores de esos crímenes -sean la matanza de Katyn, las deportaciones masivas y mortíferas de pueblos bálticos, caucásicos o minorías étnicas sospechosas de desafección política, el horror del Gulag y muchos más- ni se han emprendido esfuerzos serios por pedir perdón por los mísmos, es difícil que el clima social o político exprese una crítica contundente contra los mísmos. Tampoco las víctimas del Gulag han recibido compensaciones económicas de consideración y no olvidemos que durante muchos años después de terminada la guerra, éstas estuvieron privadas de derechos políticos y convertidas en ciudadanos de segunda. Por poner un ejemplo, los tártaros de Crimea o alemanes del Volga que en los años sesenta fueron regresando paulatinamente a sus regiones de origen habían perdido todas sus propiedades, casas y medios de vida de antes de la deportación y no ha recibido ninguna compensación.
No olvidemos que el actual presidente o primer ministro de facto es un antiguo teniente del KGB que propugna el olvido de esos crímenes y la reivindicación del pasado glorioso ruso lo cual no facilita las cosas precisamente...
Pero volvamos a la cuestión que nos ocupa... Para dar una idea de la tremenda dimensión del aquí llamado Holocausto soviético he compilado algunas cifras sobre el Gulag. Aunque el Gulag suscite la imagen del máximo horror, no fue más que una de las categorías administrativas, una de las medidas de represión del régimen por las cuales millones de personas sufrieron y murieron la represión stalinista:
La primera tabla y gráfico es la cifra de prisioneros en el Gulag y colonias de 1930 a 1953 según compilaciones de los registros del NKVD de 1 de enero de cada año. Estos registros no contemplan las cifras de deportados a regiones aisladas pero que no estaban sometidos a un régimen presidiario como los tártaros de Crimea, chechenos, alemanes del Volga y una miríada de minorías étnicas más.
La segunda tabla y gráfico es una compilación anual de muertes y porcentajes de mortalidad sobre el total de prisioneros en los campos del Gulag:
Permitidme a riesgo de ser tedioso una serie de consideraciones por las que estas cifras deben de acogerse con precaución y ponerse en el contexto de la represión de la sociedad soviética:
- Estas cifras no recogen las muertes durante la gran hambruna debido a la colectivización entre 1931-34 y que se cifran entre 6-10 millones de personas. Tampoco contemplan las muertes producidas durante los transportes, evacuaciones y –hay que mencionarlo- fusilamientos masivos de grupos o individuos considerados indeseables. Solamente los fusilamientos masivos totalizan entre 800-1.000.000 de muertes y se realizaron fuera de los campos del Gulag bajo la autoridad de la policía secreta.
- No todas las personas condenadas a trabajos forzados cumplieron su pena en campos de trabajo administrados por el Gulag.
- Hay diversas categorías de deportados y prisioneros que no se hallaban bajo la administración del Gulag (prisioneros de guerra de las potencias del Eje, deportados de minorías étnicas en régimen de exilio especial como bálticos, caucásicos, etc). Entre ellos hay al menos unos dos millones de kulaks que aunque expulsados de sus tierras, estuvieron en una especie de limbo administrativo en asentamientos especiales pero fuera del régimen del Gulag. Las muertes sufridas por esos grupos NO están en estos registros como el gran número de muertes sufridas por los prisioneros de guerra alemanes, japoneses, italianos, rumanos y húngaros y polacos. De estos últimos se cree que unos 20.000 oficiales fueron fusilados en Katyn y otros lugares.
Para ver la dimensión del horror las estimaciones hablan de entre 16-18 millones de personas que pasaron por el Gulag; algunas por un breve período de tiempo, otras para morir en el mismo, e incluso hubo algunas que despues de su liberación fueron detenidas por otros cargos. La suma compilada de 2.749.163 muertes en el Gulag no es más que un registro que hay que poner en la perspectiva de todo el sistema y tenerla en cuenta con múltiples reservas mentales.
Apróximadamente unos 6 millones de personas fueron sometidas al régimen de exilio especial: no estaban sometidas a trabajos forzados o a una disciplina carcelaria y sin embargo estaban confinadas en regiones inhóspitas, sin comunicaciones ni medios. Entre 1945 a 1953 hubo una media anual de 2-2.5 millones de exiliados especiales.
En realidad jamás sabremos el número de muertes sufridas. Para ello habría que averiguar el número de muertes debidas de manera directa o indirecta a la Revolución Bolchevique (Guerra Civil, hambrunas debido a la política de la colectivización, deportaciones y ejecuciones en masa, la II Guerra Mundial y las deportaciones y represión al final de la misma)
Fuente:
Anne Applebaum: Gulag: A History. Ed. Penguin 2003 (pág. 515-521)