de todos es sabida la capacidad que tenia hitler para hblar a las masas
podria poner alguen alguna direccion de alguna pagina que salga un discurso en video de hitler?
esque e estado buscando y no lo encuentro
gracias
Att.
Pelayo
discursos de hitler
Moderador: José Luis
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discursos de hitler
Si oís que mi barco ha sido capturado, dadme por muerto.
No podemos perder la confianza en la humanidad sabiendo que Mozart fue un hombre.
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- Eckart
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Algunos extractos:
1933:
http://www.youtube.com/watch?v=20ffh_cM ... ed&search=
http://www.youtube.com/watch?v=rJ_VSZSd ... ed&search=
http://www.youtube.com/watch?v=xtvsnrCM ... ed&search=
1934:
http://www.youtube.com/watch?v=UQZWn9sRsKk
http://www.youtube.com/watch?v=80lLU5-y ... ed&search=
Saludos.
1933:
http://www.youtube.com/watch?v=20ffh_cM ... ed&search=
http://www.youtube.com/watch?v=rJ_VSZSd ... ed&search=
http://www.youtube.com/watch?v=xtvsnrCM ... ed&search=
1934:
http://www.youtube.com/watch?v=UQZWn9sRsKk
http://www.youtube.com/watch?v=80lLU5-y ... ed&search=
Saludos.
«El conocimiento es mejor que la ignorancia; la historia es mejor que el mito».
Ian Kershaw
Ian Kershaw
Si no recuerdo mal, creo que este enlace fue publicado en este mismo foro pero en otro apartado, el video se llama "Hitler Speaks":
http://video.google.com/videoplay?docid ... 1617&hl=en
Todavía no lo he visto pero supongo que si el título dice ´speaks´, tratará sobre los discursos de Hitler.
Saludos,
FANGIO
http://video.google.com/videoplay?docid ... 1617&hl=en
Todavía no lo he visto pero supongo que si el título dice ´speaks´, tratará sobre los discursos de Hitler.
Saludos,
FANGIO
- Eckart
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- Ubicación: Valencia (España)
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El video al que se refiere fangio es muuuuy interesante. No trata precisamente de discursos de Hitler, sino de sus conversaciones particulares... pero ya digo que será del interés de todos. O casi.
Un saludo.
Un saludo.
«El conocimiento es mejor que la ignorancia; la historia es mejor que el mito».
Ian Kershaw
Ian Kershaw
General Carlos Casanova
El General Casanova, fuè vecino nuestro, vivía en la casa contigua a la de mis padres. Anciano ya, pero de una lucidez impresionante, tenía una formidable biblioteca y una colección de armas. Cordial y buen vecino solìa conversar con mi papà en la acera, cuando se encontraban al terminar de faenar los jardines respectivos. Hablaba correcto alemàn y francès. Nos impresionò el saber que había estado dos veces en Alemania como oficial alumno, la segunda de ellas en un curso de estado Mayor, y uno de sus comañeros de curso había sido Erwin Rommel, con quien había mantenido correspondencia, la que ví, cuidadosamente encuadernada en su casa. Al aprobar ese curso había recibido como testimonio, ademas del diploma una caja con una Luger con culata de rifle agregada la que tuve en mis manos.
En una oportunoidad, nos contó que en el primero de sus viajes a Alemania, había sido destinado a un regimiento de infantería ubicado en Munich, y que para que se familiarizara con el entorno, el mando había dispuesto que no se alojara en el cuartel, sino en una residencia en la ciudad. Así pues, el entonces joven capitàn, al salir de su instrucción se iba a esa casa...y nada tenía que hacer, salvo a veces escribir a su hogar o leer algo.
Un día, deseoso de algo mas entretenido hablò con el encargado del mesón de la casa y le preguntó si había algo que valiera la pena de conocer en la noche muniquesa y el empleado (que ostentaba una pequeña swastica en la solapa) le sugirió que fuera a determinada cervecería en tal parte..donde ocurrían "cosas interesantes" (sic).
Así, pues el capitàn Casanova, de civil, fué a esa cervecería y se enfrentó a un enorme jarro de un litro de cerveza. Al rato apareció Hitler con un séquito de guardaespaldas con quienes ocupó una larga mesa que les estaba reservada.
Hitler conversaba con sus hombres y de a poco fuè levantando el tono de su voz, al mismo tiempo que los otros parroquianos que repletaban el local empezaban a silenciar sus charlas. Y sobrevino un discurso, una arenga fenomenal, plenamente entendible para Casanova, quien hablaba alemàn.
Nos contó que Hitler tenía una extraña propiedad que miraba en forma intensa a su auditorio y cada cual tenía la impresión que lo miraba directamente a èl. Se refirió, además que el tono de su voz era atractivo y que su alemán tambièn lo era, ya que conservaba el tono austríaco, màs elegante y elocuente.
El discurso fué en crescendo hasta un apoteósico final de aplusos y ovaciones, en medio de las cuales Hitler se retiró abruptamente.
Don Carlos hizo el comentario que en su carrera militar había estado en muchas ceremonias y había escuchado oradores de nota, entre ellos a uno formidable, el que fuera presidente de Chile en los treinta, Arturo Alessandri, que por sus cualidades oratorias se le apodaba el León de Tarapacá, pero ni èste ni ningún otro podía ni siquiera compararse con la talla de Hitler.
Esa, noche, volvió a casa impresionado y NO PUDO conciliar el sueño, una y otra vez sentía la voz de Hitler y se la aparacía su cara con esa mirada penetrante. Es de imaginarse el efecto que producía Hitler entonces entre sus connacionales.
Concluyó su relato el anciano general contàndonos que a la mañana siguiente, luego de las primeras horas de instrucción, fuà a un "coffee break" al casino de oficiales del regimiento y tratando de compartir su experiencia les relató a sus compañeros alemanes lo que había presenciado la noche anterior. Ante su sorpresa, se largaron a reír y meneando la cabeza uno de ellos le dijo algo así como ..." no pierdas el tiempo yendo a escuchar a ese loco, no llegarà a ninguna parte".
En una oportunoidad, nos contó que en el primero de sus viajes a Alemania, había sido destinado a un regimiento de infantería ubicado en Munich, y que para que se familiarizara con el entorno, el mando había dispuesto que no se alojara en el cuartel, sino en una residencia en la ciudad. Así pues, el entonces joven capitàn, al salir de su instrucción se iba a esa casa...y nada tenía que hacer, salvo a veces escribir a su hogar o leer algo.
Un día, deseoso de algo mas entretenido hablò con el encargado del mesón de la casa y le preguntó si había algo que valiera la pena de conocer en la noche muniquesa y el empleado (que ostentaba una pequeña swastica en la solapa) le sugirió que fuera a determinada cervecería en tal parte..donde ocurrían "cosas interesantes" (sic).
Así, pues el capitàn Casanova, de civil, fué a esa cervecería y se enfrentó a un enorme jarro de un litro de cerveza. Al rato apareció Hitler con un séquito de guardaespaldas con quienes ocupó una larga mesa que les estaba reservada.
Hitler conversaba con sus hombres y de a poco fuè levantando el tono de su voz, al mismo tiempo que los otros parroquianos que repletaban el local empezaban a silenciar sus charlas. Y sobrevino un discurso, una arenga fenomenal, plenamente entendible para Casanova, quien hablaba alemàn.
Nos contó que Hitler tenía una extraña propiedad que miraba en forma intensa a su auditorio y cada cual tenía la impresión que lo miraba directamente a èl. Se refirió, además que el tono de su voz era atractivo y que su alemán tambièn lo era, ya que conservaba el tono austríaco, màs elegante y elocuente.
El discurso fué en crescendo hasta un apoteósico final de aplusos y ovaciones, en medio de las cuales Hitler se retiró abruptamente.
Don Carlos hizo el comentario que en su carrera militar había estado en muchas ceremonias y había escuchado oradores de nota, entre ellos a uno formidable, el que fuera presidente de Chile en los treinta, Arturo Alessandri, que por sus cualidades oratorias se le apodaba el León de Tarapacá, pero ni èste ni ningún otro podía ni siquiera compararse con la talla de Hitler.
Esa, noche, volvió a casa impresionado y NO PUDO conciliar el sueño, una y otra vez sentía la voz de Hitler y se la aparacía su cara con esa mirada penetrante. Es de imaginarse el efecto que producía Hitler entonces entre sus connacionales.
Concluyó su relato el anciano general contàndonos que a la mañana siguiente, luego de las primeras horas de instrucción, fuà a un "coffee break" al casino de oficiales del regimiento y tratando de compartir su experiencia les relató a sus compañeros alemanes lo que había presenciado la noche anterior. Ante su sorpresa, se largaron a reír y meneando la cabeza uno de ellos le dijo algo así como ..." no pierdas el tiempo yendo a escuchar a ese loco, no llegarà a ninguna parte".
Hitler speaks
Siguiendo la amable indicación de Fangio, encontrè el video en cuestión, es...formidable. Comienza con una detallada explicación acerca de un software diseñado especialmente para la interpretación del lenguaje siguiendo el movimiento de los labios, perfeccionado hasta el detalla más mínimo. Se exhiben las pruebas realizadas con un académico alemán que queda asombrado con el resultado. Participa además uno de los mejores lectores de labios de Alemania. La voz de Hitler (coloquial) la pudieron obtener de una cinta grabada con ocasión de la visita del mariscal Mannerheim de Finlandia al Führer, quien lo recibe en una estación ferroviaria y suben a conferenciar al vagón del Mariscal. Con ese tesoro en las manos, los tècnicos alemanes alimentaron el computador y obtuvieron la sonorización de los filmes (a color) tomados en Berchtesgaden. No sólo consiguen "hacer hablar" a Hitler, sino tambièn a Himmler, Ribbentropp y algunos más. No se lo pierdan, es muy interesante.
TEST