¿Porqué los aliados mitificaron a Rommel y no a otros grandes alemanes?

Dudas e interrogantes sobre la Segunda Guerra Mundial

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Re: ¿Porqué los aliados mitificaron a Rommel y no a otros grandes alemanes?

Mensaje por José Luis » Vie Dic 04, 2020 10:31 pm

¡Hola a todos!
Prometeo escribió:
José Luis, esta afirmación:
Rommel se diferenció de todos ellos porque decidió actuar al margen de lo que pudieran conseguir con su plan (conseguir matar a Hitler o fracasar), y su decisión fue rendir sus ejércitos a los aliados occidentales. Y hay pruebas irrefutable de que tomó esta decisión motivado en primer lugar para evitar más muertes innecesarias y por el bien del pueblo alemán.
Me parece muy interesante. Sólo he visto referencias a ello en este foro, en el tema de si Rommel estaba enterado del complot para asesinar a Hitler.

¿Podrías ahondar un poco en ella?
Sí que puedo, pero he de extenderme forzosamente un poco para el contexto en la evolución de Rommel hasta que rompió definitivamente su vínculo emocional con Hitler a finales de junio de 1944.

Las primeras noticias que tuvo Rommel sobre las masacres judías en la URSS fue en forma de rumores cuando estaba en África del Norte. Luego se enteró de las masacres del Lago Maggiore en Italia en septiembre de 1943. Más tarde, entre el 14 y el 18 de diciembre de 1943 cuando estuvo de permiso en Herrlingen, leyó el memorando que el Dr. Strölin había entregado poco antes a su mujer. Según recuerda su hijo Manfred, Rommel habló en esos días de las "matanzas masivas en el Este".

La siguiente vez que Rommel fue confrontado con los crímenes contra los judíos en el Este fue el 9 de febrero de 1944, durante uno de sus viajes de inspección de la costa del suroeste de Francia. Fue enterado de ello por el comandante en jefe del 1º Ejército, el Generaloberst Blaskowitz, en Burdeos. Más tarde, cuando estuvo nuevamente de permiso en su casa de Herrlingen entre el 22 de febrero y el 3 de marzo, escuchó toda la verdad sobre los crímenes nazis de boca del propio Strölin, en una reunión a la que también asistió la mujer del jefe de su estado mayor, Gause, su ayudante, su hijo Manfred y su mujer Lucie. Tras esta reunión se inició en Rommel la batalla ética que finalmente le llevaría a su decisión de rendir sus ejércitos; pero sólo fue el inicio, pues entonces su máxima preocupación era intentar rechazar el esperado desembarco de los aliados.

La primera vez que Rommel oyó hablar del círculo de la resistencia dentro del OKH, las preparaciones para un levantamiento y de los fallidos intentos de atentar contra Hitler hasta entonces, fue por boca del Generalquartiermeister des Heeres, General der Artillerie Eduard Wagner, en una visita que le hizo a La Roche-Guyon el 12 de mayo para hablar de problemas de suministros. Rommel rechazó categóricamente un intento de asesinar a Hitler, probablemente porque no quería convertirlo en un mártir, tal como argumentó más tarde Speidel (su nuevo jefe de estado mayor desde abril). Aquí probablemente empezó a tomar forma su futura decisión. Tres días después, el 15 de mayo, el jefe de los conspiradores en el Oeste, General von Stülpnagel, informó a Rommel de los argumentos y planes de la oposición militar.

El 28 y 29 de mayo, Speidel -que había sido enviado por Rommel para reunirse con Strölin y von Neurath- se reunió con estos dos hombres en su casa de Freudenstadt. Allí Strölin y Neurath le informaron que el problema central de todo era Hitler, con quien los aliados jamás entrarían en negociaciones políticas, y que la única solución era remover a Hitler de su puesto. Neurath le entregó un memorando describiendo el total aislamiento de Alemania en política exterior. Cuando Speidel regresó al CG de Rommel le informó de las conversaciones y le entregó el memorando de Neurath. Fue entonces cuando Rommel hizo saber a Strölin y Neurath que “estaba dispuesto a aceptar cualquier asignación sin ningún reclamo personal” (»er ohne jeden persönlichen Anspruch zu jedem Einsatz bereit sei«).

El 11 de junio de 1944 Rommel comenzó a perfilar su Westlösung, la Solución del Oeste, algo que ya había entrevisto cuando Italia fue ocupada. Ese día del 11 de junio Rommel comentó a su amigo el almirante Ruge que “la mejor solución en la situación actual es acabar la guerra mientras hay todavía algo a mano para negociar”. El problema era Hitler.

El 13 de junio, Rommel envió una carta a su mujer donde le comunicaba que el día anterior había enviado un informe a Hitler, al igual que Rundstedt. Era el momento, expresó, de poner en juego la política. Finalmente, el 17 de junio tuvo lugar la reunión tanto tiempo buscada por Rommel con Hitler. El lugar de la misma fue en el CG de Hitler llamado Wolfsschlucht II, en Margival, cerca de Soissons, que Hitler visitó por primera y única vez, llegando el 16 de junio. Rommel y Rundstedt llegaron con sus jefes de estado mayor a las 9 de la mañana. Rundsyedt le expuso su opinión de que con las fuerzas a su disposición era imposible echar a los aliados de Francia, pidiendo a Hitler una retirada de sus fuerzas en varias zonas para salvar lo que pudiera salvarse. Hitler se negó en redondo y comenzó a fantasear con sus armas milagrosas. Tras un paréntesis mientras Hitler tomaba sus pastillas, Rundstedt y Rommel le propusieron abiertamente una solución política tendente a negociar con los aliados occidentales. Hitler la rechazó diciendo que una paz por separado no sería negociable para los aliados. Que todo pasaba por una “resistencia fanática”. Cuando ya se dirigían a la salida después de despedirse de Hitler, Rommel dio media vuelta y le preguntó a Hitler cómo imaginaba el futuro de la guerra. Este le contestó que eso no era asunto de su competencia, sino de la suya.

Sin embargo, Rommel no salió de esa reunión con Hitler totalmente decepcionado; al contrario, en una carta que escribió a su mujer el día siguiente de la reunión le comentaba que veía las cosas mejor que hacía una semana, que Hitler le había hablado del efecto de las V1 en Inglaterra y le había prometido un montón de suministros, etc. Esta ilusión le duró muy pocas horas a Rommel. Al día siguiente Rommel ya no estaba de tan buen humor, según Rudge. Rommel siguió confiando en el Führer hasta el 24 de junio, cuando después de idas y venidas del frente comprendió que no había nada que hacer contra la absoluta superioridad de los aliados.

El 25 de junio el nuevo jefe intendente del Oeste, Oberst Eberhard Finckh, visitó a Rommel en su CG de La Roche-Guyon. Había sido enviado por su jefe, el General der Artillerie Wagner, con el objetivo de ganarse a Rommel para la resistencia. Pero nuevamente Rommel rechazó categóricamente asesinar a Hitler; prefería visitar de nuevo a Hitler y presentarle personalmente un ultimátum. Rommel estaba ya maduro para lo que vendría a continuación.

Cuando Hitler exigió una ofensiva de inmediato para evitar la pérdida de la ciudad portuaria de Cherbourg, Rundstedt y Rommel la desobedecieron por falta de medios. Cuando Rundstedt habló con Hitler el 26 de junio para pedirle una retirada de sus fuerzas para aliviar el frente; éste se negó y Rundstedt pareció que quería dimitir de su puesto. Luego, inmediatamente después, tuvo una gran bronca telefónica con Keitel en la que le llamó idiota (a todos los del OKH) por no poner fin a la guerra. Veinticuatro horas después, Rundstedt, Rommel y los jefes de la Kriegsmarine y la Luftwaffe en Francia fueron convocados al Berghof. En esa reunión, Rommel rompió definitivamente con Hitler.

El 27 de junio en su CG de La Roche-Guyon, Rommel criticó sin reservas por primera vez a Hitler, diciendo que vivía totalmente ajeno a la realidad y que era imposible razonar con él.

El 1 de julio llegó a La Roche-Guyon el comandante militar de Bélgica, el general Alexander von Falkenhausen, quien en marzo pasado había intentado sin éxito ganar a Rommel para unirse al proyectado golpe de estado. Sin embargo, esta vez Falkenhausen encontró a Rommel "abierto y determinado", no para asesinar a Hitler, sino para poner fin a la guerra en el Oeste y detener el desastre.

Ese día Rommel comentó de noche al Oberstleunant Anton Staubwasser: "Alemania perdió la guerra. El Führer debe comprender este hecho inevitable...ahora ha llegado la hora en que el Führer debe dimitir. Ha llevado al pueblo alemán al borde del abismo mediante su desastrosa política y su continua intervención en el liderazgo militar. Ahora necesitamos hacer la paz. Cada día que la guerra continúa se producen más pérdidas humanas injustificables, destrucción y devastación, y es por tanto un crimen".

El 9 de julio el Oberstleunant Caesar von Hofacker visitó a Rommel en La Roche-Guyon. Siempre ha habido controversia sobre lo que hablaron en esa reunión Hofacker y Rommel...hasta que Remy descubrió la verdad en un documento que previamente no había sido publicado. Este documento demuestra claramente que Rommel se enteró en esa reunión con Hofacker del atentado en ciernes contra Hitler, que Rommel finalmente aprobó. El documento es un memorando del secretario de Hitler, Martin Bormann, de fecha 27 de septiembre de 1944, donde escribió: "(...) el antiguo general Stülpnagel así como el antiguo coronel Hofacker, sobrino de Kluge, y varios de los acusados que todavía están vivos han declarado que el mariscal Rommel estaba bien informado; Rommel había declarado que estaría disponible para el nuevo gobierno después de un ataque exitoso" (Remy, Mythos Rommel, p. 293).

Así lo comunicó Hofacker a su regreso del CG de Rommel a París a su amigo el Dr. Gotthard Freiherr von Falkenhausen en el hotel "Royal Monceau". Y luego comentó el éxito de su misión al propio Stülpnagel y el Dr. Friedrich Freiherr von Teuchert. “Lo que esta noticia significó para nosotros”, dijo Teuchert en sus memorias, “quizás todavía se pueda imaginar hoy. Después de toda esa desconcertante espera, finalmente pareció que el tiempo de las palabras había terminado. Hofacker me pidió que le enviara a Rommel un borrador de una carta al cuartel general de los Aliados de inmediato. Debe tener conocimiento de la intención de cesar las hostilidades por su cuenta ... ".

Al día siguiente Teuchert encargó a Walter Bargatzky que preparase el borrador de una carta "que Rommel deseaba enviar al mariscal Montgomery". Tras la guerra, Bargatzky recordó su inusual contenido: "(...) según las instrucciones, solo contenía una solicitud de secreto inicial y de que las tropas fueran tratadas con honor después de la rendición".

El 10 de julio Rommel comentó a su Stabsoffizier Oberst Hans Lattmann: "Debido a mi reputación con los aliados, trataré de hacer un pacto con el Oeste, contra la voluntad de Hitler y siempre que nos permitan marchar con ellos contra Rusia".

El 12 de julio Kluge llegó a La Roche-Guyon, donde Rommel le reveló su plan y le dijo que hablaría con loos comandantes de las formaciones del frente. El 15 de julio Rommel escribió su famoso memorando ("Consideraciones sobre la Situación") a Hitler, que ya he reproducido en su totalidad en algún otro hilo sobre Rommel. Luego envió el memorando a Kluge a St. Germain para que lo remitiera al CG del Führer, pues a Rommel se le había prohibido dirigirse directamente a Hitler. Comentó a Speidel: "Le he dado la última oportunidad. Si no extrae ninguna conclusión, actuaremos". Lo que Rommel no sabía entonces es que Kluge retuvo ese memorando por precaución y no se lo enviaría a Hitler hasta dos semanas después, poco antes de intentar suicidarse. En ese mismo día de 15 de julio a las tres de la tarde, Rommel comentó al Oberstleutnant Elmar Warning: "Quiero decirle algo. El mariscal de campo von Kluge y yo le dimos un ultimátum al Führer, en el que expresamos que la guerra no se puede ganar militarmente y que él tiene que tomar una decisión política". Warning le comentó: "¿Y si el Führer rechaza eso?". Rommel respondió: "Entonces abriré el Frente Occidental, porque solo queda una decisión importante, a saber: ¡Tenemos que asegurarnos de que los angloamericanos estén en Berlín antes que los rusos!".

El 17 de julio Rommel se entrevistó con los comandantes de los cuerpos panzer SS 1º y 2º, Obergruppenführer Josef "Sepp" Dietrich y Gruppenführer Wilhelm Bittrich. Ambos se pusieron a las órdenes de Rommel aunque actuara en contra de Hitler. A Bittrich le reveló que había entrado en contacto con los británicos y que había aceptado ponerse a las órdenes de un nuevo gobierno y un nuevo liderazgo de la Wehrmacht. A Dietrich le preguntó si seguiría sus órdenes aunque fuesen contrarias a las de Hitler. Dietrich le respondió: "Usted, mariscal, es mi comandante en jefe; yo sólo le obedezco a usted, cualesquiera que sean sus planes". Luego Rommel se dirigió al CG del Grupo Panzer del General der Panzertruppen Heinrich Eberbach (que había sustituido a Geyr a principios de julio). Tras hablar sobre la situación del frente, Rommel le reveló sus planes de un armisticio en el Oeste para continuar la lucha en el Este. Rommel se despidió de Eberbach diciendo: “Lamentablemente, ahora tengo que ir a mi estado mayor. Hablaremos de los detalles pronto. Pero confío en usted. Debemos trabajar juntos en esto por el bien de nuestro pueblo alemán, que luchó tan increíblemente bien".

Y de camino a su CG sucedió la tragedia cuando el coche de Rommel fue atacado por un avión aliado del que salió gravemente herido.

Espero que ahora, Prometeo, puedas valorar en su justa medida esa extraordinaria decisión de Rommel y el camino tortuoso que tuvo que andar para llegar a ella.

Saludos cordiales
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Re: ¿Porqué los aliados mitificaron a Rommel y no a otros grandes alemanes?

Mensaje por Prometeo » Vie Dic 04, 2020 11:31 pm

Hola:

Muchas gracias, José Luis, por el trabajo que te has tomado en elaborar la respuesta.

Desconocía por completo esta parte de la historia y efectivamente me ayuda a ver esa etapa de su vida que siempre me ha parecido dramática.
"Debido a mi reputación con los aliados, trataré de hacer un pacto con el Oeste, contra la voluntad de Hitler y siempre que nos permitan marchar con ellos contra Rusia".
Aquí lo veo un poco ingenuo.

Quizá en una dictadura se pueda cambiar de alianzas con facilidad, pero con las democracias es más complicado. Conozco la existencia de la operación "Impensable" (la idea de Churchil de aliarse con lo que quedaba del ejército alemán para ir contra los soviéticos), pero los suyos le dijeron que era eso, impensable.

Tampoco me parece que con tanta Waffen-SS en su bando lo tuviese fácil.
"Entonces abriré el Frente Occidental, porque solo queda una decisión importante, a saber: ¡Tenemos que asegurarnos de que los angloamericanos estén en Berlín antes que los rusos!".
Esto me parece que era lo único sensato que se podía hacer y me sorprende que no lo viesen claro todos los generales.

Saludos
“La guerra es un lugar donde jóvenes que no se conocen y no se odian se matan entre sí, por la decisión de viejos que se conocen y se odian, pero no se matan”.

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Re: ¿Porqué los aliados mitificaron a Rommel y no a otros grandes alemanes?

Mensaje por José Luis » Mié Dic 09, 2020 10:47 am

¡Hola a todos!

La pregunta del autor de este hilo en su título es: ¿Por qué los aliados mitificaron a Rommel y no a otros grandes alemanes?

He dado mi opinión en mi primera intervención en este hilo. Quisiera concretarla.

Ante todo, la fama de Rommel entre los aliados occidentales y en la propia Alemania se produjo mucho antes de la creación del mito. Rommel ya era célebre por su actuación al mando de la "División Fantasma" en la campaña del Oeste. Sin embargo, esta notoriedad de 1940 quedó muy por debajo de la fama que habría de alcanzar durante y después de la Batalla de Gazala y la captura de Tobruk en 1942. No sólo se ganó la fama mundial, sino también la admiración y respeto de sus tropas y de sus enemigos. De aquí nació el mito Rommel, de una realidad incuestionable salida de su desempeño militar en África del Norte, derrotando a sus enemigos en inferioridad de tropas y material. Por tanto, el mito nace de una realidad, no de una invención conveniente.

Cuestión diferente es la utilización de ese mito en uno y otro bando. Es evidente que la propaganda nazi a cargo de Goebbels no iba a desaprovechar esta grandísima oportunidad para engrandecer y recrear el mito Rommel. Un mariscal alemán de extracción social popular, no perteneciente a la nobleza, que se había bregado en combate durante la IGM y que no pertenecía a la casta de oficiales de EMG tan despreciada por Hitler y los nazis. Era el tipo de militar ideal para la propaganda nazi, que no dejó de utilizarlo y explotarlo, con la aquiescencia del propio Rommel.

Y por parte de los aliados, es obvio que al margen del respeto y admiración reales que se ganó Rommel entre ellos, lo utilizaron igualmente para justificar sus derrotas y ensalzar sus victorias en África del Norte en 1942-43, y posteriormente su éxito en el desembarco de Normandía y la campaña que siguió.

Luego está el controvertido debate sobre si Rommel conocía o no los planes de la conspiración político-militar para asesinar a Hitler y dar un golpe de estado, y si participó o no en la misma de forma activa o pasiva. Esto tiene importancia porque sirvió de una base argumental más para engrandecer el mito Rommel tras la guerra por parte de los aliados y por parte del nuevo gobierno alemán de la República Federal, si bien por distintos motivos. En la República Federal se enfatizó la carrera militar de Rommel y su forma caballerosa de conducir la guerra en el Desierto Occidental, ignorando cualquier tipo de participación de Rommel en el atentado y golpe de estado del 20 de julio de 1944. Hay que tener presente que entonces -entre la gran mayoría del pueblo alemán, de su gobierno y de sus militares- los conspiradores del 20 de julio eran vistos como traidores, razón por la cual se evitó toda mención de Rommel al respecto. Rommel sirvió como el modelo ideal en el que tenía que basarse la oficialidad del nuevo Bundeswehr.

Ahora, a estas alturas yo ya no tengo ninguna duda razonable de que Rommel conoció, sin detalles, del plan para asesinar a Hitler y del golpe de estado que seguiría inmediatamente después. No participó en el plan pero lo aprobó y se puso a disposición del nuevo gobierno caso de tener éxito la conspiración. Hay muchas pruebas circunstanciales que me inclinaban a creer esto; sin embargo, la convicción vino por dos pruebas documentales, una inédita aportada en su día por Remy (el documento de Bormann ya comentado), y otra a la que no se le ha dado la importancia que merece, y rescatada por Peter Lieb* (la entrada del diario de Goebbels de 24 de noviembre de 1944), que vienen a confirmar lo que he escrito unas líneas atrás.

Pero al margen del éxito o fracaso de la conspiración del 20 de julio, Rommel decidió por su cuenta, tras larga deliberación y consultar finalmente a los comandantes de sus principales fuerzas, poner fin a la guerra en el Oeste abriendo el frente a los aliados. Y esto para mí es lo más extraordinario en el personaje. El ataque aéreo contra su coche el 17 de julio nos dejó sin saber qué habría hecho Rommel con su plan y cómo habría actuado el 20 de julio. Una cosa tengo clara, no había ningún comandante alemán con su arrojo y determinación para liderar todo lo que sucedió el 20 de julio en Francia.

La ironía es que desde la década de 2000 la figura de Rommel en Alemania ha pasado a ser cuestionada políticamente y muchos de sus monumentos conmemorativos retirados. Es lo malo que tiene el que los políticos quieran usurpar el papel de los historiadores para interpretar la historia (hoy se retiran monumentos y nombres de calles de militares en todo el mundo como consecuencia, en muchos casos, de una manipulación política sin precedentes). Así está el mundo.

*Peter Lieb, Erwin Rommel : Widerstandskämpfer oder Nationalsozialist? Vierteljahrshefte für Zeitgeschichte, Vol. 61, No. 3 (Jul. 2013), p. 303-343. El pasaje en concreto está en las páginas 341-342, y reza:

Auch einer, der es wissen musste, sah dies so: Goebbels notierte am 24. November 1944 über seinen einstigen Schützling: „Stülpnagel hat die Beweise dafür erbracht, dass die Generalfeldmarschälle Kluge und Rommel bei der Putsch-Planung vom 20. Juli, wenn auch nicht bei dem Attentat gegen den Führer, mit beteiligt gewesen sind. Ich glaube, wir können dem Schicksal danken, dass beide durch Tod abgegangen sind.“ Y la fuente es Die Tagebücher von Joseph Goebbels, Teil II, Bd. 14: Oktober bis Dezember 1944, München 1996, S. 268 f., Eintrag vom 24. 11. 1944.

Saludos cordiales
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Re: ¿Porqué los aliados mitificaron a Rommel y no a otros grandes alemanes?

Mensaje por javier58 » Mié Dic 09, 2020 11:33 am

Impecable Jose Luis, no se puede expresar mejor y con tanta claridad.
Erwin Rommel fue una figura única dentro del contexto de la 2ª Guerra Mundial, como militar (brillante) y como persona ( con principios y ética, si ello es posible en una guerra, con todos los claros y oscuros de la condición humana ).
Pero al margen del éxito o fracaso de la conspiración del 20 de julio, Rommel decidió por su cuenta, tras larga deliberación y consultar finalmente a los comandantes de sus principales fuerzas, poner fin a la guerra en el Oeste abriendo el frente a los aliados. Y esto para mí es lo más extraordinario en el personaje. El ataque aéreo contra su coche el 17 de julio nos dejó sin saber qué habría hecho Rommel con su plan y cómo habría actuado el 20 de julio. Una cosa tengo clara, no había ningún comandante alemán con su arrojo y determinación para liderar todo lo que sucedió el 20 de julio en Francia.
La decisión de Rommel de abrir el frente occidental a los aliados americano-ingleses en Francia, le hace extraordinario, probablemente los aliados no lo hubieran permitido (exigiendo la rendición incondicional ), pero ya de por si el gesto de Rommel es algo fuera de lo común, con el fin de acabar la guerra y ahorrar vidas y sufrimientos inútiles. (Yo también pienso que fue solo truncado por el ataque a su vehículo por un caza aliado y las lesiones producidas)

Solo reseñar un detalle sobre la cuestión judía. E. Rommel en carta a su mujer Lucy ( con la cual se encontraba muy unido, y no le ocultaba nada), le manifestó en la navidad de 1943, " las cosas espantosas sobre la suerte que habían corrido en el Este los judios". ( Fuente Rommel el zorro del desierto de David Fraser).
En todo caso el mariscal poco podía hacer en esa cuestión y no hay prueba alguna de su participación ( como tantos otros miembros del Ejercito regular alemán en el genocidio).
Saludos.

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Re: ¿Porqué los aliados mitificaron a Rommel y no a otros grandes alemanes?

Mensaje por Leo-17 » Mar Feb 01, 2022 6:49 am

José Luis escribió:
Mié Dic 09, 2020 10:47 am
¡Hola a todos!
.
Es lo malo que tiene el que los políticos quieran usurpar el papel de los historiadores para interpretar la historia (hoy se retiran monumentos y nombres de calles de militares en todo el mundo como consecuencia, en muchos casos, de una manipulación política sin precedentes).

Saludos cordiales
JL
Jose Luis, acaso te refieres en parte a las estatuas de generales sureños de la guerra civil estadounidense que estan siendo retiradas porque a la comunidad afroamericana les parece ofensivo? (Ya que dichas estatuas fueron puestas para glorificar a los allí representados).

Acá en Sudamérica hay tentativas similares de hacer lo mismo con estatuas de conquistadores españoles y militares de dictaduras pasadas porque les molesta a comunidades indigena y a familiares de opositores muertos o desaparecidos en dictadura.

Quizás te malinterpreté.

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José Luis
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Re: ¿Porqué los aliados mitificaron a Rommel y no a otros grandes alemanes?

Mensaje por José Luis » Mar Feb 01, 2022 7:44 pm

¡Hola a todos!
Leo-17 escribió: Quizás te malinterpreté.
Me interpretaste correctamente. Aunque hay matices en la aplicación y los ejemplos.

Saludos cordiales
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