Alemania nazi

[Garbo]

Lo primero saludar a todos los miembros de este foro, ya que soy nuevo. Me ha gustado mucho el foro y por eso he decidido registrarme.

A ver si alguien puede responderme esta duda. Nadie duda del carácter intolerante del régimen nazi con la población judía (cuyo punto culmen son las Leyes de Nuremberg).
Pero si un ciudadano alemán cualquiera durante el III Reich pegaba a un judío por la calle o le robaba ¿era condenado por las autoridades? ¿O existía una permisividad por parte de las autoridades nazis por agredir a un judío, al ser considerado enemigo del pueblo alemán? Es una pregunta que siempre me he hecho.

[Calígula]

Dudo mucho que fueran capaces de condenar a un ciudadano aleman por maltratar a un judio, y mas aun despues de las leyes de Nuremberg donde los judios perdieron su ciudadania alemana, esto se traduce a que no formaban parte de la sociedad, y una persona sin derechos, ¿Como puede hacer que se cumpla la ley?. Inmediatamente despues del Anschluss, todo Austria pero sobre todo Viena, comenzo una terrorifica persecucion hacia los judios que los nazis desconocian todavia. LLego hasta tal punto que los austriacos obligaron a los judios a limpiar las calles con zepillos de dientes y con sus propias barbas, mientras todos chillaban "¡Por fin a trabajar judios!" ¿Se llego a detener alguno por estos actos? La respuesta es Obvia.

[Eckart]

Hasta donde yo sé, no era algo habitual que los ciudadanos de a pie decidieran expontáneamente agreder a ciudadanos judíos sólo por el hecho de serlo, ni mucho menos fue algo frecuente. Entre los hombres de la SA y de la SS (principalmente entre los primeros) si que fue frecuente humillar en público a los judíos que circulaban por la calle. Si se producian agresiones, es obvio que los hombres que pertenecían a la SA o SS no sufrían ningún castigo o sanción administrativa, tal y como ya ha apuntado Ufesa. En los casos que pudieran darse con civiles alemanes como agresores, es posible que la policía regular interviniera como en cualquier otra disputa, pero es fácil deducir que no se sancionaría al agresor.

Los casos en que los civiles decidían colaborar en la humillación pública de los judíos, eran aquellos casos "excepcionales" en los que, orquestadamente, se preparaba algo gordo: noche de los cristales rotos, pogromos, etc. Entonces todo valía y muchos civiles se prestaron gustosos a colaborar con las organizaciones de matones del partido, pero, como ya he dicho, no era lo más habitual que un ciudadano de la calle decidiera agredir a un judío por gusto. Simplemente hicieron poco por evitar que el Partido en el poder humillara y se excediera.

Un saludo.

[José Luis]

Pero si un ciudadano alemán cualquiera durante el III Reich pegaba a un judío por la calle o le robaba ¿era condenado por las autoridades? ¿O existía una permisividad por parte de las autoridades nazis por agredir a un judío, al ser considerado enemigo del pueblo alemán? Es una pregunta que siempre me he hecho.

¡Hola y bienvenido, Garbo!

Por lo que yo he leído sobre la sociedad alemana de 1933 en adelante no era frecuente ningún altercado entre ciudadanos alemanes normales (judíos o no judíos, y no judíos contra judíos). La gente de la calle se comportaba, en términos generales, como venía haciéndolo en los años anteriores de la República de Weimar.

Cuestión aparte era el enfrentamiento entre los grupos paramilitares de distintas ideologías políticas durante la República de Weimar, exceptuando la época estable de Stressemann. Cuando Hitler llegó al poder, los camisas pardas (SA) se encargaron de "rematar" esos enfrentamientos.

Los excesos o injusticias contra los ciudadanos alemanes judíos deben buscarse entre los miembros de estas formaciones (SA) y, en menor medida, entre los fanáticos simpatizantes nazis.

Había muchos ciudadanos alemanes no judíos que se escondían, sobre todo al principio en 1933-34, en los portales o donde pudieran cuando veían acercarse una formación o desfile de los camisas pardas, pues de lo contrario estaban obligados a saludar a la manera nazi. Quienes no saludaban corrían el riesgo de ser golpeados o arrestados. Un diplomático, cuyo nombre y nacionalidad (portugués, creo) ahora mismo no recuerdo con seguridad, recibió una paliza de los SA por no saludarles cuando pasaron por su lado. Sus quejas posteriores en el Ministerio de Exteriores se perdieron en el laberinto burocrático. Todo este terror de color pardo, decisivo en el asentamiento de Hitler en el poder, fue destruido, sin embargo, por el mismo Hitler cuando las cosas empezaron a adquirir tintes dramáticos y visos de revolución (Noche de los Cuchillos Largos).

Vuelvo a repetir que, según lo que yo sé, debe desecharse la idea de que los ciudadanos alemanes normales (la gran mayoría) de los primeros años del terror nazi se dedicaban a maltratar a sus conciudadanos judíos.

Saludos cordiales
José Luis

[Mariscal Zhukov]

Supongo que los ciudadanos pro-nazis relegaban este "trabajo" a la policia alemana.