wintermute escribió:
José Luis escribió:Rommel no era oficial de Estado Mayor General y, en consecuencia, jamás sirvió en ninguno de los altos mandos (ni en el OKW ni en el OKH). Pero además, el ser oficial de EMG no implicaba necesariamente ser un criminal en el sentido que aquí estáis hablando, es decir, haber firmado y cursado órdenes criminales.
Rommel fue un militar de máxima confianza de Hitler, un favorito en toda la extensión de la palabra, consejero y asesor lo que lo sitúa por encima de los altos mandos en su ascendencia sobre Hitler aunque no formara parte "oficialmente" del OKW.
Estos “argumentos” no llegan para justificar su afirmación previa de que Rommel era un oficial del Estado Mayor General; resulta más convincente y práctico decir que uno se equivocó, simplemente.
Rommel gozó hasta finales de 1942 de la máxima confianza de Hitler y, en efecto, fue un auténtico favorito del Führer durante ese tiempo (especialmente desde 1938 a 1942). Y en cuanto a consejero-asesor de Hitler, lo fue exclusivamente durante el tiempo que estuvo al mando de su seguridad y en cuestiones de seguridad. Jamás asesoró a Hitler (ni fue consultado por éste) en cuestiones políticas ni en cuestiones de estrategia.
En la campaña del Oeste de 1940, Rommel sirvió por vez primera en la guerra con mando de tropas, en calidad de comandante de división y, por supuesto, no tuvo papel alguno (ni remotamente, ni oficial ni extraoficialmente) como asesor-consejero de Hitler. Su siguiente comisión fue en África, desde febrero de 1941 hasta marzo de 1943. Durante todo ese tiempo, Rommel peleó contra el OKW y el OKH por sus diferentes perspectivas sobre la conducción y las necesidades de la guerra en el desierto africano; el favoritismo que gozaba con Hitler sólo le sirvió para escapar de las artimañas y el veneno de Halder y Keitel, pero no para convencer a su Führer de que le diera, en primer lugar, los medios que él pedía para derrotar definitivamente a los británicos, y, en segundo lugar, para obtener su permiso de que le dejara salvar el DAK cuando ya todo estaba perdido. Si Hitler lo tenía como asesor-consejero, pues no le hizo caso alguno en los asuntos clave.
Rommel dejó África el 9 de marzo de 1943 y, tras hacer parada en Roma, voló el 10 de marzo al CG de Hitler en el Frente Oriental. Allí se le prohibió regresar a África, Hitler lo recompensó con los Diamantes para su Cruz de Caballero y a los tres días mandó a Rommel de permiso a su casa. No lo volvería a llamar hasta el 8 de mayo de 1943. ¡Buen uso de un supuesto asesor-consejero! El 15 de julio de 1943, Hitler nombró a Rommel comandante de Grupo de Ejércitos “B” con la misión de organizar la resistencia en la Italia central. Rommel apenas pasó dos o tres semanas en Grecia, adonde le habían ordenado trasladar su cuartel general (lo estaba levantando en Austria) porque se temía que los aliados desembarcaran en Grecia o Creta. Por tanto, decir que Rommel tuvo mando en los Balcanes es una cuestión absolutamente nominal. Todas sus comisiones tuvieron que ver con Italia, donde, por cierto, este supuesto asesor-consejero de Hitler no cosechó fruto alguno de sus ideas estratégicas con respecto a Italia, pues el Führer nombró a Kesselring comandante supremo de Italia y a Rommel se le encomendó en noviembre de 1943 la inspección de las defensas de la Muralla del Atlántico. En fin, cuando fue nombrado comandante en jefe del Grupo de Ejércitos “B” y hasta el día de su percance el 17 de julio de 1944, la influencia de Rommel sobre Hitler, limitada a temas puramente operacionales, fue más bien escasa, al principio, y nula, al final.
Ya se verá, pues, el alcance de este supuesto asesor-consejero de Hitler en temas exclusivamente militares (estrategia defensiva, despliegue operacional y operaciones). Porque en temas político-militares (política criminal), Rommel no pintó absolutamente nada. A ver si nos aclaramos: Rommel no firmó órdenes criminales, como Manstein; no facilitó las tareas de los Einsatzgruppen, como Manstein; no dio órdenes criminales a sus tropas, como Manstein; no se burló o ignoró los informes de los crímenes contra los judíos que le pasaron sus oficiales de confianza, como hizo Manstein, etc.
wintermute escribió: No se necesita firmar órdenes criminales para ser, al menos en parte,cómplice de ellas.
Si Rommel fue cómplice de cualquier orden criminal nazi, dígase cuál o cuáles. Si no se está en disposición de hacerlo, es mejor callar.
Saludos cordiales
JL