En combate
Tanto el Gernika como el Libertad, quedaron integrados en el 1º batallón de Voluntarios Extranjeros al mando del coronel Rascle, éste a su vez formaba parte del 8º Regimiento Mixto de Marroquíes y Extranjeros al mando del comandante Chodzko, militar francés de origen polaco que había sido observador de los nacionales en la guerra civil española y que acabó asqueado de lo que allí había visto; los otros batallones de este regimiento lo constituían el 2º batallón marroquí al mando del comandante Laborde Nogués y el 3º batallón Mixto al mando del capitán Brun. El regimiento formaba parte de la brigada Carnot (coronel Jean de Milleret, alias Carnot) que a su vez estaba encuadrada dentro de las fuerzas francesas del oeste bajo el mando supremo del general Larminat, la mayor parte de sus tropas la forman antiguos guerrilleros.
En la primavera de 1945 los alemanes aun se mantenían en muchos puntos de la costa Atlántica, las fortificaciones en estos lugares eran tan formidables que el mando aliado había decidido sencillamente sobrepasarlas, sin embargo De Gaulle no estaba muy de acuerdo con esta estrategia siendo además la situación especialmente delicada en la desembocadura del Garona, la fortaleza de Pointe de Grave impedía el abastecimiento marítimo de Burdeos y amenazaba la misma ciudad, el propio De Gaulle relata en sus memorias: “El 17 de septiembre, en Burdeos, encontré los ánimos tensos. Los alemanes se habían retirado de allí. Pero seguían en las proximidades, atrincherados en Royan y en la Punta de Grave, prohibiendo el acceso al puerto y amenazando con volver. El almirante alemán, Meyer, disponía de un material y unos efectivos considerables y nuestras fuerzas del interior ni siquiera organizadas ni armadas para sostener una batalla campal. Burdeos mezcla la alegría de encontrarse libre con el temor a dejar de serlo”.
Por ello a las fuerzas de Larminat, entre ellas la brigada Carnot, se le encomendó la misión de reconquistar la pequeña península del Médoc, al noroeste de Burdeos, entre el océano y la Gironde. Constituía un obstáculo formidable, siempre que los alemanes estuvieran dispuestos a defenderlo. En el sector Gironde-Sur, donde actuaría el Gernika, estaban atrincherados 3 batallones; el batallón Festa LXXX del capitán Fuchs con sede en Soulac, el de fusileros 1059 del capitán Portzold con puesto de mando en Grayan y el batallón de fusileros de marina Narvik del capitán Birnbacher con base en Saint-Vivien; hasta marzo el mando estaba a cargo del coronel Sonntag, pero a consecuencia de su muerte por una granada, le había reemplazado el coronel Prahl con puesto de mando en Le Verdon. En este reducido frente de 25 km de extensión por 20 km de profundidad los alemanes contaba con cerca de 4.000 soldados y 111 cañones, protegidos por 110 casamatas, 800.000 minas, alambradas, fosos anticarro y según acusaciones del servicio secreto británico estaban abastecidos por víveres llegados desde Bilbao y Portugalete en envíos organizados por el general Martinez Campos. En su liberación tomarían parte 500 aviones, 13.000 hombres y 40 carros de combate.
El inicio de denominada operación venerable estaba previsto para el 10 de enero pero tuvo que ser retrasado a causa de las complicaciones derivadas por la ofensiva de las Ardenas, en realidad para la fecha en que se realizó el asalto era ya un dislate estratégico. El 22 de marzo el Gernika fue llamado a primera línea, su personal era insuficiente, 25 miembros lo habían abandonado en los dos primeros meses para enrolarse en la legión francesa y en ese momento contaba con 159 hombres y 27 más en la reserva recién llegados, su disciplina más bien laxa, no en vano la mayor parte de sus integrantes veían en el comandante Ordoki más a un amigo e incluso a un padre que a un superior, su equipamiento como se ha referido seguía siendo claramente deficiente y su entrenamiento casi inexistente.
Tras un masivo bombardeo por parte de la aviación y una preparación artillera tanto desde tierra como desde el mar, la hora H para el Gernika llegó el sábado 14 de abril de 1945 a las 15 horas y 35 minutos. Desde principios de esa mañana el capellán Louis Soully intentó reconfortar a la tropa a pesar de no hablar ni una palabra de castellano o euskera, es de suponer que sintieran reconfortados sino no por sus palabras, por el cognac que fue repartido tras ellas. Antes del inicio de la operación, el comandante Ordoki dirige unas palabras a los hombres “La hora de combatir ha llegado; hacer saber al pueblo de Francia que los vascos saben luchar y morir por la libertad. Ustedes los veteranos, lleven a los jóvenes hasta la victoria. Venguen las muertes de Euzkadi. Son los mismo alemanes que causaron la muerte en Durango y en Gernika; no olviden que Francia estará orgullosa de su ejemplo. ¡Gora Euzkadi Askatuta!”.
Acto seguido, con su flanco derecho cubierto por el batallón Libertad y el izquierdo por los voluntarios marroquíes, el comandante Kepa Ordoki da la orden de avance y los gudaris, (denominación por la que se conoce al soldado vasco), iniciaron el avance de la misma forma que muchos de ellos habían hecho 8 años antes en los montes de Vizcaya, siguiendo a la ikurriña, bandera que también conocía esa contienda puesto que había pertenecido al batallón Saseta, al grito de ‘‘Gora Euzkadi’’ y con algunos entonando su himno de la guerra civil: ‘”Euzko gudariak gera”. En unos minutos los cánticos habían cesado y el avance también, en realidad la misión encomendada era poco menos que suicida, debían recorrer los 800 metros que los separaban de la cota 40 en avance frontal, en un terreno densamente minado y sin apoyo blindado; las propias instrucciones del mando francés eran bastante vagas, clara señal de que no albergaban muchas esperanzas: “atravesar el campo de minas y tomar las fortificaciones posteriores en la medida de lo posible”, la cota 40 era una elevación del terreno fuertemente fortificada que se alzaba al sur de Montalivet bloqueando el camino, en ella había 4 armas automáticas servidas por 30 alemanes, con una reserva de 130 hombres y 3 semiorugas dispuestos para el contraataque; por detrás estaban los morteros, lanzacohetes nebelwerfer (algunos componentes del batallón se refieren a ellos como órganos de Stalin), y los cañones de la muralla del Atlántico.
Tras un replanteamiento táctico por parte del mando francés, la cota 40 cae el 15 de abril y el Gernika entra en Montalivet el 16 de abril, desde esa localidad se dirigen hacía Soulac donde entraran el día 19 haciendo gran número de prisioneros.
A partir del 18 tras la caída de Royan en la operación paralela que se desarrollaba al norte del Gironde, las tropas francesas de sector del Médoc, entre las que se encuentra la brigada Carnot y por tanto el Gernika, reciben el apoyo de una parte de la 2ª división blindada de Leclerc donde también había numerosos españoles.
El 20 abril se dirigen hacía Pointe de Grave, encontrándose con el enorme búnker Y-33 último obstáculo para llegar a la localidad, tras una enconada lucha en la que también participa la 2º D.B. el comandante del bunker se suicida y el Gernika consigue por fin izar la ikurriña* en el lugar haciendo prisioneros a la mayor parte de la guarnición; ese mismo día se ocupa Pointe de Grave con lo que se culmina la campaña.
Pese a todas sus carencias el coraje de los hombres del Batallón Gernika fue unánimemente reconocido por sus compañeros de armas: fue particularmente evidente durante los combates mortíferos de la primera jornada, en la cota 40, al sur de Montalivet y en la conquista el 20 de abril del importante ‘‘Blokhaus Y-33’’, al norte de Soulac. El batallón tuvo en total 5 muertos y 35 heridos, la mayor parte de las bajas se habían producido el primer día.
Las bajas totales por parte alemana se elevan a 680 muertos y desaparecidos, haciéndose más de 3.000 prisioneros, por su parte las FFI (fuerzas francesas de interior) han sufrido 400 muertos o desaparecidos y 1.000 heridos.
El Gernika desfilando frente al gran teatro de Burdeos
La actuación del Gernika tuvo una particularidad bastante especial; los alemanes no querían entregarse de ninguna manera a los franceses, pero si estaban predispuestos a hacerlo a los españoles e incluso a los italianos, además de ello en el caso del Gernika los germanos los confundieron muy a menudo con ingleses debido a su bandera y los cascos de plato que llevaban, es uno de los motivos por el que hicieron gran número de prisioneros, muchos de los cuales se entregaban cantando la internacional y gritando “moi polonais”, y en muchas ocasiones esto motivó que la resistencia a la que hubieron de enfrentarse fue bastante menor de lo que sería de esperar, y no hay que olvidar que estaban ante un enemigo, que aunque aún era temible, tenía un espíritu de lucha muy mermado. Los componentes del Gernika fueron testigos en numerosas ocasiones de atrocidades cometidas por los franceses contra prisioneros germanos, muchos de ellos sentían auténtica lástima por ellos y hay incluso rumores no confirmados de que tanto el Gernika como el Libertad ocultaron algunos prisioneros a los que más tarde ayudaron a pasar la frontera española.
*Se quitó la bandera nazi y se izó precipitadamente la bandera vasca en su lugar debido a que la 2º D.B. no esperaba que el enorme bunker cayera tan pronto y seguían disparando después de su caída, de hecho la última baja del batallón se debió a este fuego amigo.
Continua...
"Si mi teoría de la relatividad es exacta, los alemanes dirán que soy alemán y los franceses que soy ciudadano del mundo. Pero sino, los franceses dirán que soy alemán, y los alemanes que soy judío". Albert Einstein