Mensaje
por José Luis » Mar Ago 30, 2016 7:03 pm
No todo eran ventajas para los tanques soviéticos, torretas de tres tripulantes, mejores ópticas, radios en todos los tanques, mejor ergonomía eran ventajas para los alemanes.
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Cada ejército tiene lo que busca de acuerdo con su doctrina militar y sus dotaciones presupuestarias (cuya escasez o suficiencia no dependen del ejército). Al principio de la guerra (1939) sólo había un ejército que tenía una doctrina militar en general, y en el ámbito del arma blindada en particular, bien definida y más o menos asumida, y ese era el ejército alemán. Descuento al ejército soviético porque Stalin abolió en 1937 las regulaciones (PU) de 1936, teóricamente las más refinadas, pero muy lejos de tener una materialización práctica. Británicos, franceses y estadounidenses carecían de una doctrina blindada, pese a que los británicos, a finales de la década de 1920, iban a la cabeza mundial de la experimentación blindada.
Al principio de la guerra, los tanques más idóneos en relación a la doctrina militar establecida en cada ejército eran los alemanes. Recuérdese que el ejército alemán adoptó la guerra de movimiento de formaciones de armas combinadas como concepto general de su doctrina militar. Y este concepto descansaba en dos principios básicos, sopresa y rapidez, para lo cual necesitaban tanques donde primara la movilidad y velocidad sobre la potencia de fuego y el grosor del blindaje. Y esos tanques (Pz-I, Pz-II y Pz-III, con el Pz-IV en ciernes) fueron los que consiguieron y desplegaron los alemanes en 1939-40, con gran éxito táctico y operacional (fundamentalmente en la campaña del Oeste de mayo-junio de 1940).
Los franceses, en cambio, habían adoptado una doctrina militar conocida como la bataille conduite o batalla metódica, que era la antítesis, y esto es literal, de la guerra de movimiento alemana. Era una doctrina fundamentalmente defensiva, en total contraposición a la offensive à outrance del coronel Grandmaison, una doctrina ofensiva que primó en el ejército francés antes de la IGM. Ahora, en la IIGM, los franceses querían una guerra (batalla, operación, campaña) centralizada, dirigida, armonizada y paso a paso, esto es la batalla metódica. La primera fase de esta batalla sería defensiva, aguantar el ataque alemán hasta su agotamiento, para luego pasar a la contraofensiva. Por ello, entre otras razones, primaron en sus tanques la potencia de fuego y el grosor del blindaje por encima de la movilidad y maniobrabilidad, al contrario de los alemanes. Fracasaron estrepitosamente porque su mentalidad (doctrina) no estaba preparada para una guerra de movimiento y para responder con rapidez y eficacia a las sorpresas (Ardenas), Cuando quisieron mover su blindaje para intentar frenar y contraatacar las incursiones alemanas les faltó claridad, reflejos y rapidez, y no sólo en la cadena de mando y control, sino también el el excesivo peso y consumo de su blindaje, muy mal desplegado, por cierto.
A los británicos les pasó algo similar, e incluso, más tarde, en el Desierto Occidental tuvieron que aprender, entre otras cosas más importantes, que el Matilda (gran blindaje y relativamente buena potencia de fuego) no podía contrarrestar la rapidez de los movimientos alemanes. En el norte de África se demostró, como en ningún otro teatro de la guerra, la eficacia asombrosa de la guerra de movimiento y el empleo de armas combinadas. Rapidez y movilidad fueron los factores de la victoria blindada, más que la potencia de fuego y el blindaje, aunque, por supuesto no discuto la combinación armoniosa de estos cuatro factores técnicos fundamentales del tanque, combinación que buscaron, con el paso de la guerra, todos los ejércitos.
De los estadounidenses no hablo porque al comienzo de la guerra ni siquiera tenían una fuerza blindada (sin embargo, a finales de la guerra tenían las formaciones blindadas más poderosas de todos los ejércitos).
Los soviéticos, y aquí entramos en el tema de este hilo con respecto a los alemanes, retornaron a los principios establecidos en el PU-36 en 1940, luego de que los alemanes les brindasen las lecciones a aprender en Polonia y Francia. Pero lo deshecho en tres años de purgas y terror generalizados no se podía arreglar en un año o dos, y cuando los alemanes invadieron la URSS en junio de 1941 cogieron al Ejército Rojo con el pie cambiado. Los tanques T-34 y la serie KV apenas representaban un 7 por ciento del total del parque de tanques soviéticos, pero lo peor es que ni sus tripulaciones ni las unidades blindadas a las que pertenecían estaban mínimamente duchas para el empleo de los tanques en formaciones de armas combinadas. Si pensamos que la doctrina militar soviética era eminentemente ofensiva y de armas combinadas, la adopción de los tanques pesados KV era una anomalía (de hecho, los comandantes del blindaje soviético pidieron a Stalin en 1942 que dejaran de fabricar esta serie de tanques KV). En cambio, el T-34 se demostró una opción acertada, si bien se mostró inútil en 1941-42 por las carencias tácticas de su empleo y despliegue, así como de sus tripùlaciones y comandantes, al margen de los problemas de las comunicaciones y logística.
Así que, dejando a un margen otras consideraciones en cuanto al diseño en sí y la capacidad productiva, etc, y de acuerdo a las necesidades de los ejércitos en relación con dus doctrinas, los tanques del ejército alemán durante el primer periodo de la guerra cumplieron perfectamente con lo que se esperaba de ellos. El resto de ejércitos no puede decir lo mismo durante ese periodo.
Saludos cordiales
JL
"Dioses, no me juzguéis como un dios
sino como un hombre
a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)