La flota submarina soviética: Báltico
Publicado: Dom Oct 21, 2007 1:18 pm
¡Hola a todos!
Las hazañas de los submarinos (aunque el término más propio sería “sumergibles”, utilizaré “submarinos” siguiendo el ejemplo de Dönitz una vez explicado el matiz: los submarinos navegan bajo el agua, mientras los sumergibles lo hacían en superficie, sumergiéndose sólo para escapar del peligro o de la observación enemiga. Los "submarinos" de gran parte de la IIGM eran en realidad "sumergibles") alemanes en la IIGM han oscurecido prácticamente las historias de las armas submarinas de los otros países contendientes. Sirva a modo de ejemplo este subforo de "Guerra Submarina" que está prácticamente dedicado al arma submarina alemana. Sin embargo, cuando estalló la guerra el 1 de septiembre de 1939, Alemania era cuantitativamente una de las últimas potencias submarinas de los futuros contendientes, con sólo 57 submarinos; la número uno, repito cuantitativamente, era la Unión Soviética con 213 unidades el 22 de junio de 1941, siguiendo Italia detrás con 207 unidades (poned la exactitud de esta cifra en cierta reserva pues la cito de memoria, pero es completamente fiable que Italia tenía más de 200 submarinos al comenzar su guerra en junio de 1940).
He estado leyendo el ensayo de Rolf Erikson, “Soviet Submarine Operations in World War II”, en James J. Sadkovich, Revaluating Major Naval Combatants of World War II (Westport, Connecticut: Greenwood Press, Inc., 1990). Erikson hace un excelente trabajo basado en fuentes soviéticas sobre las operaciones de submarinos de las distintas flotas soviéticas durante la IIGM, si bien su lectura es harto cansina por la continua sopa de designaciones de submarinos y el laberinto de números de distinta naturaleza. Pero es muy esclarecedora. Sólo voy a tratar la Flota del Báltico, con cierto detalle en 1941 y con números generales para toda la guerra.
Como es bien sabido, el Báltico era un mar de importancia estratégica vital para Alemania, además de ser una ruta marítima primordial para sus importaciones del mineral de hierro y “escuela” para entrenamiento de tripulaciones submarinas y pruebas de submarinos alejada de las amenazas enemigas. Un bloqueo enemigo del Báltico era el mayor temor del almirante Raeder al comenzar la guerra, aunque él creía que la Unión Soviética, entonces en estrecha cooperación técnica alemana para el desarrollo de su programa naval, no sería una amenaza para Alemania en algunos años, al menos hasta que completase su rearme naval.
Los soviéticos habían pasado de tener 17 unidades submarinas cuando pusieron término a su guerra civil en 1922 a 213 unidades en junio de 1941, y ese gran salto lo habían conseguido fundamentalmente, aun con la ayuda alemana e italiana, como resultado de los tres programas de construcción naval de los tres planes quinquenales industriales y económicos de preguerra.
En el primer plan quinquenal (1928-32) se comenzaron a construir 3 destructores (Destroyers Leader, DL), 12 buques de escolta (SKR), 2 buques monitores, 59 submarinos y 1 unidad (categoría: otros). En el segundo plan quinquenal (1933-37), 5 cruceros ligeros, 4 DL, 47 destructores, 6 SKR, 27 dragaminas de la Flota, 9 monitores y 137 submarinos. En el tercer plan quinquenal (1938-41), 3 acorazados, 2 portaviones, 9 cruceros ligeros, 2 DL, 28 destructores, 15 SKR, 36 dragaminas de la Flota, 3 monitores, 101 submarinos y 22 unidades (categoría: otros).
De todas esas cantidades que se comenzaron a construir desde 1928, se entregaron las siguientes unidades al 22 de junio de 1941: 4 cruceros ligeros, 7 DL, 30 destructores, 18 SKR, 38 dragaminas, 8 monitores, 206 submarinos y 3 unidades (otros). Estaban en construcción el 22 de junio de 1941: 3 acorazados, 2 portaviones, 10 cruceros ligeros, 2 DL, 45 destructores, 15 SKR, 25 dragaminas, 6 monitores, 91 submarinos y 20 (otros). Fuente: Boevoi Put Sovetskogo Voenno-Morskogo Flota (Moscow, 1974), pp. 138, 140, 143; A. V. Basov, Flot v Velikoi Otechestvennoi Voine (Moscow, 1980), p. 33, citadas en Rolf Erikson, “Soviet Submarine Operations in World War II”, en James J. Sadkovich, Revaluating Major Naval Combatants of World War II (Westport, Connecticut: Greenwood Press, Inc., 1990), p. 156.
En agosto de 1936, durante la Guerra Civil española, Stalin envió al antiguo comandante de la Flota del Mar Negro, Nikolai G. Kuznetsov -que con 37 años de edad en abril de 1939 sería nombrado jefe de la Flota Roja- a Madrid en ayuda de la República (allí fue conocido como “Camarada Nicolás”). Le siguieron 28 “voluntarios” de la Flota Roja, entre los que había seis oficiales de submarinos que comandaron cuatro submarinos (C-1, C-2, C-4 y C-6) en la Armada española en diferentes ocasiones. El submarino C-6, bajo el mando de N. P. Egipko (alias Severino Moreno) fue hundido después de ser dañado en un raid aéreo sobre Gijón el 18 de octubre de 1937.
La GC española fue la primera oportunidad de los oficiales navales extranjeros para observar al personal naval soviético, y la evaluación que hizo el comandante español del submarino C-4, Jesús de las Heras, fue una precisa valoración de las capacidades submarinas soviéticas durante la IIGM. Consideró, en general, su potencial como un “bluff gigantesco”, y su juicio sobre dos comandantes soviéticos que fueron nombrados Héroes de la Unión Soviética por su servicio durante la guerra en España fue muy severo: consideró a I. A. Burmistrov (alias Luis Martínez) como un “cero absoluto”, y a Egipko como poco más inteligente.
Si muchas veces nos asombramos (aunque razonablemente, dadas las circunstancias revolucionarias) del origen de los oficiales del Ejército Rojo (la mayoría de ellos eran paisanos cuando estalló la revolución rusa de 1917), los comandantes del arma submarina soviética procedían de la marina mercante, y al menos uno de un regimiento de caballería del Ejército Rojo. El 22 de junio de 1941, el arma submarina tenía 7.621 hombres sirviendo en sus submarinos, mayormente jóvenes y sin experiencia. Sólo dos de los ocho comandantes de brigada de submarinos, y doce de los treinta y tres de división y destacamento llevaban más de dos años en sus puestos.
Cuando comenzó la guerra en Europa el 1 de septiembre de 1939, la Flota del Báltico tenía 42 submarinos comisionados (tres clase L, tres clase P, tres clase S, dieciocho clase Shch, trece clase M, y dos viejas unidades). Cuando comenzó la Guerra de Invierno se añadieron a la flota tres submarinos clase S y cuatro clase M. Hasta ese momento la única operación de un submarino soviético fue la del Shch-303 que se hizo pasar por un submarino polaco para intentar intimidar a las tres repúblicas del Báltico. El 26 de septiembre de 1939 el buque cisterna Metallist fue impactado en la bahía Narva por torpedos falsos del Shch-303. La tripulación del Metallist arrojó pequeñas cargas explosivas para simular las explosiones de los torpedos y maniobró para hundir el barco a superficie de agua, con el escolta Tukha cerca para rescatar a los “supervivientes”. La farsa estuvo dirigida por Kuznetsov y permitió al gobierno soviético acusar a Estonia de haber fondeado un submarino polaco.
Al principio de la guerra con Finlandia, la Flota del Báltico tenía 31 submarinos (con 3 en reparación) con base en Tallin, Paldiski, y Libau, más 5 clase M en Orienbaurn (actual Lomonsov). En total, 33 submarinos participaron en operaciones antes del 12 de marzo de 1940, patrullando diecinueve posiciones, la mayoría en el Golfo de Bothnia. Pero sólo tres consiguieron éxitos, hundiendo cuatro buques que totalizaban 4.982 GRT (Gross Registered Tons): el S-1 un buque de 3.344 GRT, el Shch-311 dos de 1.259 GRT, y el Shch-324 uno de 379 GRT. El yate armado finlandés Aura fue hundido por sus propias cargas de profundidad mientras atacaba al Shch-324 el 13 de enero de 1940. El submarino S-2 se perdió por causas desconocidas. Pero los soviéticos habían navegado bajo el hielo por vez primera en combate, y tres submarinos (M-72, M-78, y S-5), sufrieron daños en grados varios.
Desde el final de la guerra con Finlandia hasta la invasión de Hitler de la URRSS, la Flota del Báltico recibió 21 submarinos nuevos (seis K, seis S, dos Shch, y siete M), así como cuatro requisados en Latvia y Estonia. Mientras tanto, se habían despachado a las flotas del Norte y Mar Negro a los K-1, K-2, M-61, M-100 y M-101, y al estallido de la guerra los 69 submarinos comisionados (incluyendo 4 anticuados y 12 en reparación) se organizaron en la 1ª y 2ª Brigadas (BPL), una brigada de entrenamiento (UBPL), y una división independiente (OUDPL). Mientras las unidades de la 1ª y 2ª BPL tenían base en Riga, Libau y Tallin, los 27 submarinos de la UBPL y de la OUDPL estaban estacionados en el área de Leningrado-Kronstadt, donde otros 27 submarinos recientemente lanzados estaban en pruebas, prácticas y equipándose. Todavía 17 submarinos más estaban en gradas.
En los primeros días de la guerra se despacharon 15 submarinos para misiones de vigilancia u operaciones contra las rutas enemigas. El 11 de julio estaban todos de regreso en sus bases, con la excepción del S-10, que había reportado daños en el casco (daños de presión) y perseguido por patrulleras enemigas el 28 de junio, y no consiguió llegar a Libau. Pero la misma Libau fue evacuada bajo la presión del avance terrestre alemán, y el 24 de junio se volaron seis submarinos en puerto (S-1, Ronis, Spidola, M-71, M-80, y M-83). El S-3, en ruta a Riga, fue interceptado el mismo día por torpederas alemanas y hundido en aguas de Uzhava. Un día antes, el M-78, también huyendo de Libau, fue torpedeado y hundido en Windau por el U-144, y el 27 de junio el M-99 fue hundido, probablemente por el U-149 en la isla Osel.
Al 1 de julio se habían enviado en misiones de patrulla 25 submarinos, y al 28 de agosto 34 submarinos habían realizado un total de 43 patrullas de guerra, de las cuales 37 fueron contra rutas marítimas enemigas, de ellas, 22 realizadas en el Báltico. Durante este periodo, probablemente sólo tuvo éxito el Shch-307, hundiendo al U-144 el 10 de agosto. Tres submarinos minadores formaron cuatro campos de minas en el Báltico oriental hundiendo tres navíos de 4.049 GRT (el Kalev reclamó dos de 2.907 GRT y el L-3 uno de 1.142 GRT).
Pero durante el mismo periodo la Flota del Báltico perdió siete submarinos más. El M-81 por minas en Laine Bank el 1 de julio; el M-94 por el U-140 en el estrecho de Soela-Vyain el 21 de julio; el S-11 por minas en la misma área el 2 de agosto; el Shch-301 por minas en el cabo Juminda el 27 de agosto; el S-5 por minas durante la evacuación de Tallin el 28 de agosto; y el S-6 y el M-103 que no consiguieron regresar a Kronstadt a finales de agosto.
A comienzos de septiembre de 1941, como resultado de 17 pérdidas y 4 transferencias a la Flota Septentrional, con sólo 3 submarinos comisionados como reemplazos, la Flota del Báltico tenía sólo 42 submarinos operacionales, con 7 en reserva y 9 nuevos equipándose. Bloqueadas en el área de Leningrado-Kronstadt por los campos de minas alemanes y finlandeses en el Golfo de Finlandia, las tres brigadas de submarinos fueron reorganizadas en simples BPL bajo Egipko. El 15 de septiembre se enviaron 4 submarinos en misiones de reconocimiento entre Tallin y Helsinki, y cuatro días más tarde el Shch-319 y Shch-320 partieron para el Báltico con órdenes de señalar cuando alcanzaran los 24º longitud este. Pero el Shch-319 desapareció, y la señal del Shch-320 no se recibió, demorando en consecuencia la partida de otros submarinos hasta el 6 de octubre, cuando el Shch-320 reportó un hundimiento. Entre el 7 y el 11 de octubre se despacharon tres submarinos más al Báltico, pero dos, el Shch-322 y el S-8, nunca más dieron señales de vida. Otros dos, Shch-309 y Shch-311, consiguieron llegar al Báltico y regresar a Kronstadt, el primero a mediados de diciembre, justo cuando se estaba helando el Golfo de Finlandia. El L-2 se perdió por minas en Hango el 14 de noviembre mientras estaba en ruta con misiones de minado en la bahía de Danzig, y el M-98, enviado en su ayuda, también desapareció. Lo mismo que el Shch-324 tras dirigirse a la bahía de Suurkyulya y ser alcanzado con cargas de profundidad por error del destructor soviético Stoikii el 3 de noviembre; el submarino minador Kalev desapareció al oeste de la isla Hogland después de desembarcar un equipo de reconocimiento el 29 de octubre de 1941.
Con 7 submarinos operando entre Tallin y Helsinki, los soviéticos también tenían submarinos patrullando el Golfo de Narva y otras partes del Golfo de Finlandia. En los últimos 4 meses de 1941, treinta submarinos de la Flota del Báltico realizaron 39 patrullas, de las cuales 21 fueron contra comunicaciones enemigas. Sin embargo, sólo cuatro submarinos alcanzaron el Báltico, donde sólo el Shch-323 hundió un vapor, el Baltenland de 3.724 toneladas el 16 de octubre. Entretanto, los soviéticos habían perdido otros submarinos, incluyendo el P-1 durante una operación de suministros en Hango en algún momento después del 7 de septiembre;el M-74 por un bombardeo en Kronstadt en septiembre; el L-1 por fuego de artillería en el río Neva; y el todavía sin comisionar Shch-409 por minas en el canal entre Kronstadt y Leningrado durante noviembre y diciembre.
Al finalizar el año de 1941 la Flota del Báltico tenía 41 submarinos en comisión.
Durante la guerra, las BPL de la Flota del Báltico realizaron las siguientes operaciones:
• 1941: 58 patrullas, 40 ataques con torpedos o cañones, 52 torpedos lanzados, 1/1 barco de guerra hundido (la barra indica a la izquierda la cifra reclamada por los comandantes de submarinos, y a la derecha la confirmada en partida doble por las historias soviéticas); 7/3 transportes hundidos de 16.591/6.191 GRT, 1 barco de guerra realmente hundido, 1 transporte realmente hundido de 3.724 toneladas.
• 1942: 36 patrullas, 92/6 ataques con torpedos o cañones, 143 torpedos lanzados, 1/1 buque de guerra hundido, 52/29 transportes reclamados hundidos con 138.762/78.962 GRT, ningún buque de guerra realmente hundido, 20 transportes realmente hundidos con 40.613 toneladas.
• 1943: 8 patrullas, 2/1 ataques con torpedos o cañones, 4 torpedos lanzados, 2/0 buques de guerra reclamados hundidos.
• 1944: 23 patrullas, 61/5 ataques con torpedos o cañones, 132 torpedos lanzados, 2/1 buques de guerra reclamados hundidos, 29/13 transportes reclamados hundidos con 69.627/28.027 GRT, 1 buque de guerra realmente hundido, 11 transportes realmente hundidos con 18.808 toneladas.
• 1945: 26 patrullas, 52 ataques con torpedos o cañones, 148 torpedos lanzados, 1/0 buque de guerra reclamado hundido, 26/13 transportes reclamados hundidos con 107.228/73.428 GRT, ningún buque de guerra realmente hundido, 10 transportes realmente hundidos con 55.885 GRT
• Total: 151 patrullas, 247/12 ataques con torpedos o cañones, 479 torpedos lanzados, 7/3 buques de guerra reclamados hundidos, 114/58 transportes reclamados hundidos con 332.208/186.608 GRT, 2 buques de guerra realmente hundidos, y 42 transportes realmente hundidos con 119.030 GRT.
Fuente: L. A. Emelyanov, pp. 61-94; P. M. Derevyanko y A. A. Gurov, Protiv Falsifikatorov History Vtoroi Mirovoi Voiny (Moscow , 1959), pp. 230-260; A. V. Basov, pp. 160, 192, 368, 270, en Rolf Erikson, “Soviet Submarine Operations in World War II”, en James J. Sadkovich (Editor), Revaluating Major Naval Combatants of World War II (Westport, Connecticut: Greenwood Press, Inc., 1990) p. 164
Matizar que el total de patrullas fue de 180, pero de ellas 151 fueron contra las rutas marítimas enemigas. La Flota del Báltico perdió 39 submarinos debido a la acción enemiga (26 por minas, 7 por ataques de navíos de superficie, y 5 por submarinos enemigos), 8 más en puerto y 1 antes de la guerra. Incapaces de reemplazar esas pérdidas, sólo se comisionaron 11 nuevos submarinos durante toda la guerra, la Flota del Báltico sólo tenía 19 de 27 submarinos operacionales en mayo de 1945 (entre los que estaban los nuevos K-55 y S-18).
Como se puede ver son cifras irrisorias comparadas proporcionalmente (áreas de operaciones) con las de los submarinos alemanes, pero detrás de cada una de esas operaciones de los submarinos soviéticos (y de cualquier submarino en la guerra) seguro que hay material para una apasionante novela de lobos de mar.
Saludos cordiales
José Luis
Las hazañas de los submarinos (aunque el término más propio sería “sumergibles”, utilizaré “submarinos” siguiendo el ejemplo de Dönitz una vez explicado el matiz: los submarinos navegan bajo el agua, mientras los sumergibles lo hacían en superficie, sumergiéndose sólo para escapar del peligro o de la observación enemiga. Los "submarinos" de gran parte de la IIGM eran en realidad "sumergibles") alemanes en la IIGM han oscurecido prácticamente las historias de las armas submarinas de los otros países contendientes. Sirva a modo de ejemplo este subforo de "Guerra Submarina" que está prácticamente dedicado al arma submarina alemana. Sin embargo, cuando estalló la guerra el 1 de septiembre de 1939, Alemania era cuantitativamente una de las últimas potencias submarinas de los futuros contendientes, con sólo 57 submarinos; la número uno, repito cuantitativamente, era la Unión Soviética con 213 unidades el 22 de junio de 1941, siguiendo Italia detrás con 207 unidades (poned la exactitud de esta cifra en cierta reserva pues la cito de memoria, pero es completamente fiable que Italia tenía más de 200 submarinos al comenzar su guerra en junio de 1940).
He estado leyendo el ensayo de Rolf Erikson, “Soviet Submarine Operations in World War II”, en James J. Sadkovich, Revaluating Major Naval Combatants of World War II (Westport, Connecticut: Greenwood Press, Inc., 1990). Erikson hace un excelente trabajo basado en fuentes soviéticas sobre las operaciones de submarinos de las distintas flotas soviéticas durante la IIGM, si bien su lectura es harto cansina por la continua sopa de designaciones de submarinos y el laberinto de números de distinta naturaleza. Pero es muy esclarecedora. Sólo voy a tratar la Flota del Báltico, con cierto detalle en 1941 y con números generales para toda la guerra.
Como es bien sabido, el Báltico era un mar de importancia estratégica vital para Alemania, además de ser una ruta marítima primordial para sus importaciones del mineral de hierro y “escuela” para entrenamiento de tripulaciones submarinas y pruebas de submarinos alejada de las amenazas enemigas. Un bloqueo enemigo del Báltico era el mayor temor del almirante Raeder al comenzar la guerra, aunque él creía que la Unión Soviética, entonces en estrecha cooperación técnica alemana para el desarrollo de su programa naval, no sería una amenaza para Alemania en algunos años, al menos hasta que completase su rearme naval.
Los soviéticos habían pasado de tener 17 unidades submarinas cuando pusieron término a su guerra civil en 1922 a 213 unidades en junio de 1941, y ese gran salto lo habían conseguido fundamentalmente, aun con la ayuda alemana e italiana, como resultado de los tres programas de construcción naval de los tres planes quinquenales industriales y económicos de preguerra.
En el primer plan quinquenal (1928-32) se comenzaron a construir 3 destructores (Destroyers Leader, DL), 12 buques de escolta (SKR), 2 buques monitores, 59 submarinos y 1 unidad (categoría: otros). En el segundo plan quinquenal (1933-37), 5 cruceros ligeros, 4 DL, 47 destructores, 6 SKR, 27 dragaminas de la Flota, 9 monitores y 137 submarinos. En el tercer plan quinquenal (1938-41), 3 acorazados, 2 portaviones, 9 cruceros ligeros, 2 DL, 28 destructores, 15 SKR, 36 dragaminas de la Flota, 3 monitores, 101 submarinos y 22 unidades (categoría: otros).
De todas esas cantidades que se comenzaron a construir desde 1928, se entregaron las siguientes unidades al 22 de junio de 1941: 4 cruceros ligeros, 7 DL, 30 destructores, 18 SKR, 38 dragaminas, 8 monitores, 206 submarinos y 3 unidades (otros). Estaban en construcción el 22 de junio de 1941: 3 acorazados, 2 portaviones, 10 cruceros ligeros, 2 DL, 45 destructores, 15 SKR, 25 dragaminas, 6 monitores, 91 submarinos y 20 (otros). Fuente: Boevoi Put Sovetskogo Voenno-Morskogo Flota (Moscow, 1974), pp. 138, 140, 143; A. V. Basov, Flot v Velikoi Otechestvennoi Voine (Moscow, 1980), p. 33, citadas en Rolf Erikson, “Soviet Submarine Operations in World War II”, en James J. Sadkovich, Revaluating Major Naval Combatants of World War II (Westport, Connecticut: Greenwood Press, Inc., 1990), p. 156.
En agosto de 1936, durante la Guerra Civil española, Stalin envió al antiguo comandante de la Flota del Mar Negro, Nikolai G. Kuznetsov -que con 37 años de edad en abril de 1939 sería nombrado jefe de la Flota Roja- a Madrid en ayuda de la República (allí fue conocido como “Camarada Nicolás”). Le siguieron 28 “voluntarios” de la Flota Roja, entre los que había seis oficiales de submarinos que comandaron cuatro submarinos (C-1, C-2, C-4 y C-6) en la Armada española en diferentes ocasiones. El submarino C-6, bajo el mando de N. P. Egipko (alias Severino Moreno) fue hundido después de ser dañado en un raid aéreo sobre Gijón el 18 de octubre de 1937.
La GC española fue la primera oportunidad de los oficiales navales extranjeros para observar al personal naval soviético, y la evaluación que hizo el comandante español del submarino C-4, Jesús de las Heras, fue una precisa valoración de las capacidades submarinas soviéticas durante la IIGM. Consideró, en general, su potencial como un “bluff gigantesco”, y su juicio sobre dos comandantes soviéticos que fueron nombrados Héroes de la Unión Soviética por su servicio durante la guerra en España fue muy severo: consideró a I. A. Burmistrov (alias Luis Martínez) como un “cero absoluto”, y a Egipko como poco más inteligente.
Si muchas veces nos asombramos (aunque razonablemente, dadas las circunstancias revolucionarias) del origen de los oficiales del Ejército Rojo (la mayoría de ellos eran paisanos cuando estalló la revolución rusa de 1917), los comandantes del arma submarina soviética procedían de la marina mercante, y al menos uno de un regimiento de caballería del Ejército Rojo. El 22 de junio de 1941, el arma submarina tenía 7.621 hombres sirviendo en sus submarinos, mayormente jóvenes y sin experiencia. Sólo dos de los ocho comandantes de brigada de submarinos, y doce de los treinta y tres de división y destacamento llevaban más de dos años en sus puestos.
Cuando comenzó la guerra en Europa el 1 de septiembre de 1939, la Flota del Báltico tenía 42 submarinos comisionados (tres clase L, tres clase P, tres clase S, dieciocho clase Shch, trece clase M, y dos viejas unidades). Cuando comenzó la Guerra de Invierno se añadieron a la flota tres submarinos clase S y cuatro clase M. Hasta ese momento la única operación de un submarino soviético fue la del Shch-303 que se hizo pasar por un submarino polaco para intentar intimidar a las tres repúblicas del Báltico. El 26 de septiembre de 1939 el buque cisterna Metallist fue impactado en la bahía Narva por torpedos falsos del Shch-303. La tripulación del Metallist arrojó pequeñas cargas explosivas para simular las explosiones de los torpedos y maniobró para hundir el barco a superficie de agua, con el escolta Tukha cerca para rescatar a los “supervivientes”. La farsa estuvo dirigida por Kuznetsov y permitió al gobierno soviético acusar a Estonia de haber fondeado un submarino polaco.
Al principio de la guerra con Finlandia, la Flota del Báltico tenía 31 submarinos (con 3 en reparación) con base en Tallin, Paldiski, y Libau, más 5 clase M en Orienbaurn (actual Lomonsov). En total, 33 submarinos participaron en operaciones antes del 12 de marzo de 1940, patrullando diecinueve posiciones, la mayoría en el Golfo de Bothnia. Pero sólo tres consiguieron éxitos, hundiendo cuatro buques que totalizaban 4.982 GRT (Gross Registered Tons): el S-1 un buque de 3.344 GRT, el Shch-311 dos de 1.259 GRT, y el Shch-324 uno de 379 GRT. El yate armado finlandés Aura fue hundido por sus propias cargas de profundidad mientras atacaba al Shch-324 el 13 de enero de 1940. El submarino S-2 se perdió por causas desconocidas. Pero los soviéticos habían navegado bajo el hielo por vez primera en combate, y tres submarinos (M-72, M-78, y S-5), sufrieron daños en grados varios.
Desde el final de la guerra con Finlandia hasta la invasión de Hitler de la URRSS, la Flota del Báltico recibió 21 submarinos nuevos (seis K, seis S, dos Shch, y siete M), así como cuatro requisados en Latvia y Estonia. Mientras tanto, se habían despachado a las flotas del Norte y Mar Negro a los K-1, K-2, M-61, M-100 y M-101, y al estallido de la guerra los 69 submarinos comisionados (incluyendo 4 anticuados y 12 en reparación) se organizaron en la 1ª y 2ª Brigadas (BPL), una brigada de entrenamiento (UBPL), y una división independiente (OUDPL). Mientras las unidades de la 1ª y 2ª BPL tenían base en Riga, Libau y Tallin, los 27 submarinos de la UBPL y de la OUDPL estaban estacionados en el área de Leningrado-Kronstadt, donde otros 27 submarinos recientemente lanzados estaban en pruebas, prácticas y equipándose. Todavía 17 submarinos más estaban en gradas.
En los primeros días de la guerra se despacharon 15 submarinos para misiones de vigilancia u operaciones contra las rutas enemigas. El 11 de julio estaban todos de regreso en sus bases, con la excepción del S-10, que había reportado daños en el casco (daños de presión) y perseguido por patrulleras enemigas el 28 de junio, y no consiguió llegar a Libau. Pero la misma Libau fue evacuada bajo la presión del avance terrestre alemán, y el 24 de junio se volaron seis submarinos en puerto (S-1, Ronis, Spidola, M-71, M-80, y M-83). El S-3, en ruta a Riga, fue interceptado el mismo día por torpederas alemanas y hundido en aguas de Uzhava. Un día antes, el M-78, también huyendo de Libau, fue torpedeado y hundido en Windau por el U-144, y el 27 de junio el M-99 fue hundido, probablemente por el U-149 en la isla Osel.
Al 1 de julio se habían enviado en misiones de patrulla 25 submarinos, y al 28 de agosto 34 submarinos habían realizado un total de 43 patrullas de guerra, de las cuales 37 fueron contra rutas marítimas enemigas, de ellas, 22 realizadas en el Báltico. Durante este periodo, probablemente sólo tuvo éxito el Shch-307, hundiendo al U-144 el 10 de agosto. Tres submarinos minadores formaron cuatro campos de minas en el Báltico oriental hundiendo tres navíos de 4.049 GRT (el Kalev reclamó dos de 2.907 GRT y el L-3 uno de 1.142 GRT).
Pero durante el mismo periodo la Flota del Báltico perdió siete submarinos más. El M-81 por minas en Laine Bank el 1 de julio; el M-94 por el U-140 en el estrecho de Soela-Vyain el 21 de julio; el S-11 por minas en la misma área el 2 de agosto; el Shch-301 por minas en el cabo Juminda el 27 de agosto; el S-5 por minas durante la evacuación de Tallin el 28 de agosto; y el S-6 y el M-103 que no consiguieron regresar a Kronstadt a finales de agosto.
A comienzos de septiembre de 1941, como resultado de 17 pérdidas y 4 transferencias a la Flota Septentrional, con sólo 3 submarinos comisionados como reemplazos, la Flota del Báltico tenía sólo 42 submarinos operacionales, con 7 en reserva y 9 nuevos equipándose. Bloqueadas en el área de Leningrado-Kronstadt por los campos de minas alemanes y finlandeses en el Golfo de Finlandia, las tres brigadas de submarinos fueron reorganizadas en simples BPL bajo Egipko. El 15 de septiembre se enviaron 4 submarinos en misiones de reconocimiento entre Tallin y Helsinki, y cuatro días más tarde el Shch-319 y Shch-320 partieron para el Báltico con órdenes de señalar cuando alcanzaran los 24º longitud este. Pero el Shch-319 desapareció, y la señal del Shch-320 no se recibió, demorando en consecuencia la partida de otros submarinos hasta el 6 de octubre, cuando el Shch-320 reportó un hundimiento. Entre el 7 y el 11 de octubre se despacharon tres submarinos más al Báltico, pero dos, el Shch-322 y el S-8, nunca más dieron señales de vida. Otros dos, Shch-309 y Shch-311, consiguieron llegar al Báltico y regresar a Kronstadt, el primero a mediados de diciembre, justo cuando se estaba helando el Golfo de Finlandia. El L-2 se perdió por minas en Hango el 14 de noviembre mientras estaba en ruta con misiones de minado en la bahía de Danzig, y el M-98, enviado en su ayuda, también desapareció. Lo mismo que el Shch-324 tras dirigirse a la bahía de Suurkyulya y ser alcanzado con cargas de profundidad por error del destructor soviético Stoikii el 3 de noviembre; el submarino minador Kalev desapareció al oeste de la isla Hogland después de desembarcar un equipo de reconocimiento el 29 de octubre de 1941.
Con 7 submarinos operando entre Tallin y Helsinki, los soviéticos también tenían submarinos patrullando el Golfo de Narva y otras partes del Golfo de Finlandia. En los últimos 4 meses de 1941, treinta submarinos de la Flota del Báltico realizaron 39 patrullas, de las cuales 21 fueron contra comunicaciones enemigas. Sin embargo, sólo cuatro submarinos alcanzaron el Báltico, donde sólo el Shch-323 hundió un vapor, el Baltenland de 3.724 toneladas el 16 de octubre. Entretanto, los soviéticos habían perdido otros submarinos, incluyendo el P-1 durante una operación de suministros en Hango en algún momento después del 7 de septiembre;el M-74 por un bombardeo en Kronstadt en septiembre; el L-1 por fuego de artillería en el río Neva; y el todavía sin comisionar Shch-409 por minas en el canal entre Kronstadt y Leningrado durante noviembre y diciembre.
Al finalizar el año de 1941 la Flota del Báltico tenía 41 submarinos en comisión.
Durante la guerra, las BPL de la Flota del Báltico realizaron las siguientes operaciones:
• 1941: 58 patrullas, 40 ataques con torpedos o cañones, 52 torpedos lanzados, 1/1 barco de guerra hundido (la barra indica a la izquierda la cifra reclamada por los comandantes de submarinos, y a la derecha la confirmada en partida doble por las historias soviéticas); 7/3 transportes hundidos de 16.591/6.191 GRT, 1 barco de guerra realmente hundido, 1 transporte realmente hundido de 3.724 toneladas.
• 1942: 36 patrullas, 92/6 ataques con torpedos o cañones, 143 torpedos lanzados, 1/1 buque de guerra hundido, 52/29 transportes reclamados hundidos con 138.762/78.962 GRT, ningún buque de guerra realmente hundido, 20 transportes realmente hundidos con 40.613 toneladas.
• 1943: 8 patrullas, 2/1 ataques con torpedos o cañones, 4 torpedos lanzados, 2/0 buques de guerra reclamados hundidos.
• 1944: 23 patrullas, 61/5 ataques con torpedos o cañones, 132 torpedos lanzados, 2/1 buques de guerra reclamados hundidos, 29/13 transportes reclamados hundidos con 69.627/28.027 GRT, 1 buque de guerra realmente hundido, 11 transportes realmente hundidos con 18.808 toneladas.
• 1945: 26 patrullas, 52 ataques con torpedos o cañones, 148 torpedos lanzados, 1/0 buque de guerra reclamado hundido, 26/13 transportes reclamados hundidos con 107.228/73.428 GRT, ningún buque de guerra realmente hundido, 10 transportes realmente hundidos con 55.885 GRT
• Total: 151 patrullas, 247/12 ataques con torpedos o cañones, 479 torpedos lanzados, 7/3 buques de guerra reclamados hundidos, 114/58 transportes reclamados hundidos con 332.208/186.608 GRT, 2 buques de guerra realmente hundidos, y 42 transportes realmente hundidos con 119.030 GRT.
Fuente: L. A. Emelyanov, pp. 61-94; P. M. Derevyanko y A. A. Gurov, Protiv Falsifikatorov History Vtoroi Mirovoi Voiny (Moscow , 1959), pp. 230-260; A. V. Basov, pp. 160, 192, 368, 270, en Rolf Erikson, “Soviet Submarine Operations in World War II”, en James J. Sadkovich (Editor), Revaluating Major Naval Combatants of World War II (Westport, Connecticut: Greenwood Press, Inc., 1990) p. 164
Matizar que el total de patrullas fue de 180, pero de ellas 151 fueron contra las rutas marítimas enemigas. La Flota del Báltico perdió 39 submarinos debido a la acción enemiga (26 por minas, 7 por ataques de navíos de superficie, y 5 por submarinos enemigos), 8 más en puerto y 1 antes de la guerra. Incapaces de reemplazar esas pérdidas, sólo se comisionaron 11 nuevos submarinos durante toda la guerra, la Flota del Báltico sólo tenía 19 de 27 submarinos operacionales en mayo de 1945 (entre los que estaban los nuevos K-55 y S-18).
Como se puede ver son cifras irrisorias comparadas proporcionalmente (áreas de operaciones) con las de los submarinos alemanes, pero detrás de cada una de esas operaciones de los submarinos soviéticos (y de cualquier submarino en la guerra) seguro que hay material para una apasionante novela de lobos de mar.
Saludos cordiales
José Luis