Torpedos G7a
Publicado: Sab Jun 11, 2005 11:03 pm
Torpedo G7a
Fue el principal torpedo con el que contaban los Uboot para aislar las líneas marítimas que servían de aprovisionamiento a Inglaterra. El G7a se accionaba con su propio motor, mateniendo un ritmo constante gracias a un sitema de guía incorporado. La clave de este modelo radicaba en su depósito de aire comprimido que ocupaba casí la mitad del espacio dentro del armazón de acero, cuaya dimensión era de siete metros de largo.
Cuando era disparado su paso a través del tubo de torpedos del submarino accionaba un interruptor activador y el aire comprimido inicialmente a unos 200 kilos por centímetro cuadrado de presión, brotaba hacía atrás a través de un fino conducto. Moderado por un regulador de presión, el aire entraba en una cámara de combustión y fluyendo a través de tubos adicionales, activaba también los sistemas mecánicos del torpedo.
Dentro de la cámara de combustión, un mecanismo de igninción a percusión similiar a una bujía prendía una mezcla de aire presurizado y el combustible procedente de un depósito cercano. Convertidos en vapor por un fino chorro de agua dulce, los supercalentados gases accionaban el compacto motor de cuatro cilindros del torpedo, el cual a su vez hacía girar un par de tubos impulsores huecos, uno dentro de otro. Los tubos hacían girar dos propulsores, que se movían en direcciones opuestas a fin de no crear un movimiento torsor que influyera en el curso del torpedo.
Manterlo en su rumbo era tarea del giroscopio, accionado por el aire comprimido a velocidades que variaban según las tres velocidades preseleccionadas para el torpedo: treinta, cuarenta, o cuarenta y cinco nudos. Capaz de captar cualquier desviación del rumbo previsto para el torpedo, el giroscopio activaba un pequeño motor o servo, que cambiaba la posición de los timones de dirección. Un indicador de profundidad y su servo mantenían el torpedo a la profundidad deseada ajustando los timones de profundidad.
Las ojivas de los primeros torpedos G7a tenían detonadores de contacto relativamente simples, pero incluso estos disponían de un ingenioso mecanismo: un pequeño propulsor que tenía que girar a través de treinta metros de agua antes de que el detonador fuera armado y quedara listo para prender la carga principal del alto explosivo. Este dispositivo garantizaba que la ojiva no estallara prematuramente destruyendo el submarino.
Fue el principal torpedo con el que contaban los Uboot para aislar las líneas marítimas que servían de aprovisionamiento a Inglaterra. El G7a se accionaba con su propio motor, mateniendo un ritmo constante gracias a un sitema de guía incorporado. La clave de este modelo radicaba en su depósito de aire comprimido que ocupaba casí la mitad del espacio dentro del armazón de acero, cuaya dimensión era de siete metros de largo.
Cuando era disparado su paso a través del tubo de torpedos del submarino accionaba un interruptor activador y el aire comprimido inicialmente a unos 200 kilos por centímetro cuadrado de presión, brotaba hacía atrás a través de un fino conducto. Moderado por un regulador de presión, el aire entraba en una cámara de combustión y fluyendo a través de tubos adicionales, activaba también los sistemas mecánicos del torpedo.
Dentro de la cámara de combustión, un mecanismo de igninción a percusión similiar a una bujía prendía una mezcla de aire presurizado y el combustible procedente de un depósito cercano. Convertidos en vapor por un fino chorro de agua dulce, los supercalentados gases accionaban el compacto motor de cuatro cilindros del torpedo, el cual a su vez hacía girar un par de tubos impulsores huecos, uno dentro de otro. Los tubos hacían girar dos propulsores, que se movían en direcciones opuestas a fin de no crear un movimiento torsor que influyera en el curso del torpedo.
Manterlo en su rumbo era tarea del giroscopio, accionado por el aire comprimido a velocidades que variaban según las tres velocidades preseleccionadas para el torpedo: treinta, cuarenta, o cuarenta y cinco nudos. Capaz de captar cualquier desviación del rumbo previsto para el torpedo, el giroscopio activaba un pequeño motor o servo, que cambiaba la posición de los timones de dirección. Un indicador de profundidad y su servo mantenían el torpedo a la profundidad deseada ajustando los timones de profundidad.
Las ojivas de los primeros torpedos G7a tenían detonadores de contacto relativamente simples, pero incluso estos disponían de un ingenioso mecanismo: un pequeño propulsor que tenía que girar a través de treinta metros de agua antes de que el detonador fuera armado y quedara listo para prender la carga principal del alto explosivo. Este dispositivo garantizaba que la ojiva no estallara prematuramente destruyendo el submarino.